Religión
La Meca recibe a la mayor concentración humana anual
Mañana, por el rito del Hajj, la ciudad santa saudí recibe a 2.500.000 peregrinos. Temen estampidas o atentados de Al Qaeda.
![]() |
La meta de los peregrinos es el patio central interior del santuario, donde se reza ante la Kaaba (Casa de Dios), un edificio en forma de cubo. (AFP) |
Las autoridades sauditas se preparan para recibir a una muchedumbre de 2,5 millones de peregrinos que acude a La Meca para iniciar mañana el Hajj, que constituye la mayor concentración humana anual en el mundo.
Arabia Saudita, que alberga a dos de los grandes lugares santos del islam, La Meca y Medina, quiere evitar a cualquier precio los incidentes mortales que ensombrecieron las peregrinaciones de las últimas décadas.
En una impresionante demostración de los medios que serán puestos al servicio de los fieles, el ministro del Interior, el príncipe Nayef ben Abdel Aziz, afirmó asimismo que no excluye un atentado de Al Qaeda, muy activo en la vecina Yemen, con la ayuda de varios militantes sauditas.
Pero afirmó que el reino es capaz de hacer frente a esa amenaza, tras haber logrado entre 2003 y 2006 acabar con la rama local de la red de Osama Bin Laden.
Las fuerzas especiales "están listas para hacer frente a esta situación", aseguró el jefe de la seguridad saudí, el general Said al-Qahtani, en un desfile en La Meca donde las fuerzas saltaron de helicópteros en vuelo o de vehículos que circulaban a gran velocidad.
El otro temor de los saudíes es una estampida entre la muchedumbre, como las que ya causaron centenares de víctimas estos últimos años. De ahí, el impactante despliegue de medios de socorro.
El momento culminante
El principal momento de la peregrinación se producirá el lunes ante el Monte Arafat, donde se congregarán los fieles vestidos de blanco, procedentes de todo el mundo musulmán, en víspera de la fiesta del Sacrificio, el Aid al Adha.
En enero de 2006, 364 peregrinos murieron aplastados en una estampida y 251 perecieron dos años antes por el mismo motivo. En julio de 1990, hubo 1.426 muertos, la mayoría de ellos asfixiados en una avalancha producida en un túnel.
En 1987, una manifestación de peregrinos iraníes generó disturbios que causaron más de 400 víctimas mortales.
La defensa civil desplegó ante el príncipe Nayef decenas de camiones anti-incendios, ambulancias y grúas capaces de levantar hasta 160 toneladas y que podrán ser movilizadas en cualquier momento.
El ministerio de Salud movilizó por su lado a numerosos hospitales y centros de atención, tras haber hecho frente, el año pasado de forma eficaz, a la epidemia de gripe H1N1 (también llamada gripe porcina).
La rica monarquía petrolera no ha dejado de mejorar la infraestructura del Hajj para hacer frente al creciente número de peregrinos, que este año aumentará en un 20%, según el ministro.
La novedad este año será la puesta en servicio de un tranvía que unirá los lugares de Mina, Muzdalifa y el Monte Arafat, donde suele haber más concentración de fieles durante los cinco días de congregación.
Una treintena de cámaras vigilará en todo momento la densidad de la muchedumbre.
Este sistema de medida será ampliado a la gran mezquita, que puede albergar hasta 700.000 fieles entre sus muros y 180.000 en sus techos.
La peregrinación se celebrará este año bajo la sombra del mayor reloj del mundo, puesto en servicio en lo alto de una torre que da a la gran mezquita. Agencia AFP
Arabia Saudita, que alberga a dos de los grandes lugares santos del islam, La Meca y Medina, quiere evitar a cualquier precio los incidentes mortales que ensombrecieron las peregrinaciones de las últimas décadas.
En una impresionante demostración de los medios que serán puestos al servicio de los fieles, el ministro del Interior, el príncipe Nayef ben Abdel Aziz, afirmó asimismo que no excluye un atentado de Al Qaeda, muy activo en la vecina Yemen, con la ayuda de varios militantes sauditas.
Pero afirmó que el reino es capaz de hacer frente a esa amenaza, tras haber logrado entre 2003 y 2006 acabar con la rama local de la red de Osama Bin Laden.
Las fuerzas especiales "están listas para hacer frente a esta situación", aseguró el jefe de la seguridad saudí, el general Said al-Qahtani, en un desfile en La Meca donde las fuerzas saltaron de helicópteros en vuelo o de vehículos que circulaban a gran velocidad.
El otro temor de los saudíes es una estampida entre la muchedumbre, como las que ya causaron centenares de víctimas estos últimos años. De ahí, el impactante despliegue de medios de socorro.
El momento culminante
El principal momento de la peregrinación se producirá el lunes ante el Monte Arafat, donde se congregarán los fieles vestidos de blanco, procedentes de todo el mundo musulmán, en víspera de la fiesta del Sacrificio, el Aid al Adha.
En enero de 2006, 364 peregrinos murieron aplastados en una estampida y 251 perecieron dos años antes por el mismo motivo. En julio de 1990, hubo 1.426 muertos, la mayoría de ellos asfixiados en una avalancha producida en un túnel.
En 1987, una manifestación de peregrinos iraníes generó disturbios que causaron más de 400 víctimas mortales.
La defensa civil desplegó ante el príncipe Nayef decenas de camiones anti-incendios, ambulancias y grúas capaces de levantar hasta 160 toneladas y que podrán ser movilizadas en cualquier momento.
El ministerio de Salud movilizó por su lado a numerosos hospitales y centros de atención, tras haber hecho frente, el año pasado de forma eficaz, a la epidemia de gripe H1N1 (también llamada gripe porcina).
La rica monarquía petrolera no ha dejado de mejorar la infraestructura del Hajj para hacer frente al creciente número de peregrinos, que este año aumentará en un 20%, según el ministro.
La novedad este año será la puesta en servicio de un tranvía que unirá los lugares de Mina, Muzdalifa y el Monte Arafat, donde suele haber más concentración de fieles durante los cinco días de congregación.
Una treintena de cámaras vigilará en todo momento la densidad de la muchedumbre.
Este sistema de medida será ampliado a la gran mezquita, que puede albergar hasta 700.000 fieles entre sus muros y 180.000 en sus techos.
La peregrinación se celebrará este año bajo la sombra del mayor reloj del mundo, puesto en servicio en lo alto de una torre que da a la gran mezquita. Agencia AFP
Un ritual milenario en la ciudad prohibida para infieles
La peregrinación a La Meca, en el oeste de Arabia Saudita, es uno de los cinco pilares del islam que todo fiel debe cumplir al menos una vez en su vida si tiene los medios para ello, y comporta varias etapas.
Denominada "Hajj", esta peregrinación tiene lugar una vez al año en el inicio del mes lunar musulmán de "dhu al hajja". El ritual se limita así en el tiempo y también en el espacio, que se ciñe a la ciudad de La Meca y sus alrededores, lugares prohibidos para los no musulmanes.
Para el fiel, el Hajj comienza al proclamar su intención de efectuar este rito espiritual.
Cuando llega al perímetro fijado en torno a La Meca, debe purificarse y llevar solamente pedazos de ropa sin coser.
Procede después a dar siete vueltas a la Kaaba, una construcción cúbica en torno a la cual se construyó la Gran Mezquita. A cada vuelta, debe besar una piedra negra incrustada en una de las esquinas de la Kaaba.
Viene después la deambulación entre Safa y Marwa -dos lugares cercanos a la Gran Mezquita- siguiendo los pasos de Hajar, esposa del profeta Abraham que, según la tradición musulmana, corrió entre los dos lugares para buscar agua para su hijo, el profeta Ismael, hasta que la fuente de Zamzam surgió a sus pies.
Tras esto, el fiel se desplaza al valle de Mina, donde debe pernoctar, antes del momento culminante de la peregrinación: una jornada de oraciones e invocaciones en el Monte Arafat.
Al caer la noche, los peregrinos se dirigen a Muzdalifa para prepararse para el Aid al Adha, la fiesta del sacrificio, que consiste en inmolar un cordero en recuerdo de Abraham que, según la tradición musulmana, estuvo a punto de inmolar a su hijo Ismael ante el arcángel Gabriel, quien en el último momento le propuso sacrificar a un animal en su lugar.
Los fieles realizan después la lapidación de las tres estelas que representan a Satán en Mina, a 8 kilómetros de Muzdalifa. El primer día deben lanzar siete piedras contra la mayor de ellas y durante los dos días siguientes, 21 contra las tres, grande, mediana y pequeña.
La peregrinación termina con nuevas circunvalaciones en torno a la Kaaba.
La visita a la ciudad de Medina, donde se encuentra el mausoleo del profeta Mahoma, es facultativa y puede realizarse antes o después del Hajj.
Los otros cuatro pilares del islam son la profesión de fe, la oración cinco veces diarias, el ayuno durante el Ramadán y la limosna. AFP
Denominada "Hajj", esta peregrinación tiene lugar una vez al año en el inicio del mes lunar musulmán de "dhu al hajja". El ritual se limita así en el tiempo y también en el espacio, que se ciñe a la ciudad de La Meca y sus alrededores, lugares prohibidos para los no musulmanes.
Para el fiel, el Hajj comienza al proclamar su intención de efectuar este rito espiritual.
Cuando llega al perímetro fijado en torno a La Meca, debe purificarse y llevar solamente pedazos de ropa sin coser.
Procede después a dar siete vueltas a la Kaaba, una construcción cúbica en torno a la cual se construyó la Gran Mezquita. A cada vuelta, debe besar una piedra negra incrustada en una de las esquinas de la Kaaba.
Viene después la deambulación entre Safa y Marwa -dos lugares cercanos a la Gran Mezquita- siguiendo los pasos de Hajar, esposa del profeta Abraham que, según la tradición musulmana, corrió entre los dos lugares para buscar agua para su hijo, el profeta Ismael, hasta que la fuente de Zamzam surgió a sus pies.
Tras esto, el fiel se desplaza al valle de Mina, donde debe pernoctar, antes del momento culminante de la peregrinación: una jornada de oraciones e invocaciones en el Monte Arafat.
Al caer la noche, los peregrinos se dirigen a Muzdalifa para prepararse para el Aid al Adha, la fiesta del sacrificio, que consiste en inmolar un cordero en recuerdo de Abraham que, según la tradición musulmana, estuvo a punto de inmolar a su hijo Ismael ante el arcángel Gabriel, quien en el último momento le propuso sacrificar a un animal en su lugar.
Los fieles realizan después la lapidación de las tres estelas que representan a Satán en Mina, a 8 kilómetros de Muzdalifa. El primer día deben lanzar siete piedras contra la mayor de ellas y durante los dos días siguientes, 21 contra las tres, grande, mediana y pequeña.
La peregrinación termina con nuevas circunvalaciones en torno a la Kaaba.
La visita a la ciudad de Medina, donde se encuentra el mausoleo del profeta Mahoma, es facultativa y puede realizarse antes o después del Hajj.
Los otros cuatro pilares del islam son la profesión de fe, la oración cinco veces diarias, el ayuno durante el Ramadán y la limosna. AFP
Fuente: Los Andes Online



No hay comentarios:
Publicar un comentario