martes, 31 de enero de 2012

Francia se adjudica el mayor contrato militar en la historia de India

Francia se adjudica el mayor contrato militar en la historia de India

Francia se adjudicó el suministro de 126 cazas a India por valor de unos 10.400 millones de dólares, el mayor contrato militar en la historia de este país asiático, informó hoy una fuente de la Fuerza Aérea de India citada por la televisión NDTV.

La empresa aeronáutica francesa Dassault fue proclamada ganadora del concurso internacional que fue convocado en 2007 y al que se presentaron inicialmente seis aviones: el ruso MiG-35, el sueco Gripen, los estadounidenses F/A-18 y F-16, así como el europeo Eurofighter Typhoon y el francés Rafale. Los dos últimos eran finalistas desde abril pasado.

El contrato con Dassault será firmado en el nuevo año financiero que en India empieza en abril, según la prensa local, pero aún faltan comentarios oficiales al respecto.

Las condiciones del concurso obligan al ganador a invertir el 50% del importe del contrato en la producción local. Los primeros 18 cazas serían importados y los 108 restantes se ensamblarían en las plantas de la corporación aeronáutica india HAL (Hindustan Aeronautics Limited).

Fuente: RIA Novosti

Reclamos estratégicos sobre el mar

Por Rosendo Fraga
 
 
En junio del año pasado, los ocho países con costa sobre el océano Artico dieron un paso importante para dividirse el subsuelo de dicho océano.

Encabezados por Estados Unidos y Rusia -las dos potencias militares más importantes del mundo-, Canadá, Dinamarca -junto con Groenlandia-, Noruega, Islandia, Finlandia y Suecia firmaron un acuerdo por el cual se repartieron la responsabilidad de las investigaciones científicas y los rescates aéreos y marítimos sobre una región marítima de 16.500.000 kilómetros cuadrados.

Es un paso que tiene una clara dirección: dividirse la explotación de gas, petróleo y minerales en el fondo del Artico, donde el Servicio Geológico de los Estados Unidos estima que está el 20% del crudo y las reservas de gas del mundo recuperables y no exploradas del mundo.

Esto sucede después de que en enero de 2011 Rusia firmara un acuerdo con la empresa británica BP, un convenio de exploración en el Artico, el que finalmente se lleva adelante con la Exxon de los Estados Unidos. Al mes siguiente, Shell propuso un convenio de exploración frente a la costa ártica de Alaska. Noruega, que en 2010 resolvió un conflicto de límites marítimos con Rusia, se apresta a abrir áreas de exploración en su costa sobre el Artico y Groenlandia está haciendo otro tanto.

Estos ocho países integran desde 1996 el llamado Consejo del Ártico, que admitió incluir como observadores en el pasado a China, Japón, Italia, Corea del Sur y la Comisión Europea. Los observadores no comparten la decisión adoptada por el Consejo (que comienza a convalidar las pretensiones de soberanía sobre el subsuelo de este océano), acerca de que quienes no tienen costa sobre el mismo preferirían verlo bajo un régimen internacional al igual que las organizaciones que protegen el medio ambiente.

Al mismo tiempo, escaló a mediados del año pasado la tensión entre China y Vietnam por los límites marítimos en el llamado Mar del Sur de China. La marina vietnamita realizó ejercicios navales con fuego real, al mismo tiempo que dio señales de acercarse a Estados Unidos y a Rusia, las dos potencias con capacidad estratégica de condicionar a la potencia asiática. Vietnam reclama su soberanía total sobre este mar y ha acusado a China de hostigar en forma agresiva a los buques vietnamitas que realizan prospección petrolífera.

En la reunión anual de diálogo estratégico entre Washington y Pekín que se realizó el 25 de junio en Hawai, la diplomacia china advirtió a la norteamericana que no se involucrara en este conflicto. Uno de los temas que se discutió en la reunión fue la influencia que ambas potencias están ejerciendo sobre ocho islas del Pacífico reconocidas internacionalmente como Estados nacionales, entre ellas Samoa, Tonga, Islas Salomon y Papua Nueva Guinea. Entre 2009 y 2010 China aumentó en 50% su comercio con estas islas-Estados.

Pero no se trata del único conflicto por la soberanía del Mar del Sur de China. Filipinas ocupa ocho de las islas Spratly reclamadas por China en base a la Zona Económica Exclusiva (ZEE), bajo la ley del mar de Naciones Unidas, que es la zona marítima sobre la cual un país tiene derechos de exploración, explotación y uso de los recursos marítimos.

Malasia, por su parte, plantea reclamos limitados a la plataforma continental y de ZEE, reclamando tres de las islas Spratly. Ha construido un hotel en una y está elevando la tierra en otra para realizar diversas obras. Brunei tiene también reclamos de ZEE sobre este mar.

A su vez Taiwan, basado en registros históricos de siglos atrás, reclama la mayor parte del Mar del Sur de China, incluidas las islas Spratly, confrontando con la pretensión de la potencia asiática.

No son conflictos nuevos, pero se han reactivado ahora por la sencilla razón de que la explotación de los recursos naturales tanto del mar como su subsuelo adquieren creciente importancia económica y viabilidad técnica.

No se trata del único conflicto de este tipo. En octubre, Turquía amenazó con enviar buques de guerra a aguas con yacimientos de gas si Chipre avanzaba en trabajos de prospección del Mediterráneo oriental en los que tiene a Israel como socio.

Aunque no se trate de un conflicto de límites, la firma en noviembre del acuerdo entre Estados Unidos y Australia, por el cual el primer país tendrá en el segundo un contingente militar permanente de 2600 hombres en la localidad de Darwin, en la costa australiana más próxima a China, generó reclamos de este país.

En América latina hay varios conflictos de límites marítimos. Tal es el caso del planteado entre Chile y Perú, derivado de la Guerra del Pacífico librada a fines del siglo XIX. En el Mar del Caribe también comienzan a reactivarse conflictos de este tipo entre varios países.

En paralelo, el conflicto por las islas Malvinas ha adquirido una nueva dimensión. El reclamo de la Argentina por la soberanía hoy no sólo tiene importancia por la explotación de hidrocarburos en el subsuelo marítimo que se ha comenzado a explorar, sino por la proyección sobre la soberanía de la Antártida. A partir de la presencia británica en estas islas, el Reino Unido reclama soberanía sobre un amplio espacio de la plataforma marítima sobre la Antártida, superponiendo su reclamo con el espacio soberano de la Argentina y en parte también del chileno.

Si bien hay un tratado que internacionaliza la Antártida por varias décadas, lo que está sucediendo en el Artico indica que los recursos naturales de ella pueden adquirir importancia económica en el largo plazo. En la última semana de junio se realizó en Buenos Aires la Reunión Consultiva del Tratado Antártico, ratificado sólo por 48 de los 192 miembros de la ONU, que este año cumple medio siglo. El ex primer ministro socialista francés Michel Rocard, quien es el embajador de su país para los polos, dijo públicamente que "las compañías petroleras y algunos Estados probablemente vayan a presionar para que suspenda la prohibición y poder ir a buscar y extraer petróleo y gas de la Antártida".

En el continente americano se ha comenzado a tomar conciencia de ello. No sólo la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) ha profundizado el apoyo al reclamo argentino por Malvinas, sino que se han sumado los países del Caribe de habla inglesa, lo que era impensable hasta un par de años atrás por su pertenencia a la Commonwealth.

Durante la última reunión del Consejo de Defensa de Unasur realizado en Buenos Aires el año pasado, el entonces ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, al ser preguntado por el apoyo de su país al reclamo argentino de soberanía en Malvinas, explicó que alcanzaba también a las islas Sandwich y Georgias, que están al este de Malvinas y desde las cuales el Reino Unido ha ampliado su reclamo de plataforma submarina y sobre la Antártida.

Los países que reclaman soberanía sobre la Antártida a partir de su posición geográfica, además de la Argentina, Chile y el Reino Unido, son Noruega, Nueva Zelanda y Australia. Francia lo hace, sobre una estrecha franja dentro del sector australiano que es el más grande.

En conclusión, a medida que los recursos naturales adquieren importancia estratégica y el precio de las materias primas aumenta, los reclamos de soberanía sobre el mar y su subsuelo se intensifican y también los conflictos entre Estados derivados de ellos. Es en este marco que debe analizarse el conflicto en torno a Malvinas, más allá de los factores históricos, jurídicos, políticos y coyunturales que lo determinan.

Fuente: lanacion.com.ar

Tras ratificar su postura sobre Malvinas, el Reino Unido envía un buque de guerra

Lo anunció el Ministerio de Defensa, aunque aclaró que es un despliegue de rutina; el barco es uno de los más modernos de la Marina británica.
 
El HMS Dauntless es uno de los destructores más nuevos de la Marina británica. Foto: Royal Navy
El Reino Unido enviará a las islas Malvinas en los próximos meses uno de los barcos de guerra más modernos de la Royal Navy, informó hoy el Ministerio de Defensa británico.

El destructor HMS Dauntless tipo 45 no tiene fecha concreta de viaje hacia el Atlántico Sur. El despliegue, que según Defensa ya estaba programado, se produce en momentos de tensión con la Argentina por la disputa de la soberanía de las islas.

"La Royal Navy ha tenido una continua presencia en el Atlántico Sur durante muchos años. El despliegue del HMS Dauntless al Atlántico Sur estaba planeado desde hace tiempo, es de rutina y reemplaza a otro barco de patrulla", sostuvo un vocero del Ministerio de Defensa, según consigna la agencia EFE.

Foto: Royal Navy


El HMS Dauntless es uno de los seis nuevos destructores tipo 45 que tiene la Marina británica. Está equipado con un avanzado sistema de navegación que hace difícil que pueda ser detectado por radar.

Tiene misiles antiaéreos de alta tecnología, puede transportar a unos sesenta efectivos militares y pueden aterrizar helicópteros tipo Chinook.

Una solución de mercado para la disputa por Malvinas

Por Steve Hanke  
 
La película La dama de hierro llegó a los cines y trajo recuerdos de la guerra de las Falklands [Malvinas], un conflicto armado que comenzó oficialmente el 2 de abril de 1982, apenas tres cortos años después de que Margaret Thatcher tomara las riendas del Reino Unido como primera ministra.

Desde 1933, Gran Bretaña ha logrado mantener su asentamiento colonial en las Falklands, a pesar de las objeciones de la Argentina. ¿Las Falklands? Bueno, hasta Samuel Johnson tenía algo que decir sobre las Falklands. Esto fue lo que escribió en 1771: "Qué, si no una soledad lúgubre y sombría, una isla descartada para el uso humano, ventosa en invierno y estéril en verano; una isla que ni siquiera los salvajes del Sur se han dignado habitar, donde se debe mantener una guarnición en condiciones que hacen envidiar a los exiliados en Siberia; una isla que será un gasto a perpetuidad, y de utilidad sólo ocasionalmente; una isla que si la fortuna corona nuestros esfuerzos, en tiempo de paz tal vez se convierta en un nido de contrabandistas, y en tiempos de guerra, en un refugio de futuros piratas".

Cuando Margaret Thatcher reemplazó a Jim Callaghan, su gobierno recibió un informe sobre las islas. Como lo resumiera sir Lawrence Freedman en La historia oficial de la campaña por las Falklands: "El breve informe que recibió el gobierno entrante describía el problema. Un remoto conjunto de islas de población menguante y perspectivas económicas limitadas, que dependían de un país vecino para abastecerse y mantenerse conectadas. Ese país vecino reclamaba la soberanía, y si decidía hacer efectivo su reclamo por medio de la fuerza, la pequeña guarnición de su real majestad apenas podría defenderse, y los esfuerzos subsiguientes para recuperar las islas implicaría un operativo anfibio a gran escala. El reclamo por la soberanía bien podía ser «poco sólido», pero, de todos modos, enturbiaba las relaciones con la Argentina y representaba un problema para Gran Bretaña en las Naciones Unidas. Cualquier emprendimiento a largo plazo en las islas exigía la solución de este problema, pero los esfuerzos por encontrar una salida negociada no habían llegado demasiado lejos. Se les garantizó a los isleños que sólo llegarían al Parlamento las propuestas que ellos aprobaran, pero ninguna de las opciones aceptables para la Argentina convencía a los isleños".

El gobierno de Thatcher no advirtió el peligro que acechaba, como sucede siempre que entran en escena territorios en disputa. De hecho, los servicios de inteligencia británicos no sabían nada de los planes del gobierno militar argentino. La invasión del gobierno de Galtieri encontró a Gran Bretaña con la guardia baja, y luego vino la guerra que dejó más de 900 bajas.

El precio de las islas

A medida que avanzan los preparativos para el 30 aniversario del conflicto armado, la tensión vuelve a aumentar. En diciembre, el primer ministro británico, David Cameron, se molestó por informes que indicaban que naves argentinas habían interceptado barcos de pesca españoles en "aguas de las Falklands". La presidenta Cristina Kirchner desestimó la información y subió la apuesta al declarar que el tema de Malvinas era un asunto global. Además, obtuvo el acuerdo del Mercosur para que no se permita el ingreso de barcos que enarbolen la bandera de las Falklands a los puertos de ese bloque.

Antes de que se exacerbe el nacionalismo, aparezcan las sanciones, se repitan las escaramuzas, haya otra guerra y sólo después la "solución", mejor corramos la disputa por las islas del terreno de la "teología" y sus argumentos interminables, y tratemos de pensar creativamente y de delinear acuerdos basados en el mercado. El gobierno del Reino Unido y el de la Argentina acordarían que a los isleños en situación de votar lo harían a través de un referendo. El referendo les permitiría a los pobladores -son angloparlantes, e ingleses por sus costumbres, instituciones y lealtades- votar si prefieren el actual estado de cosas, o si estarían de acuerdo, votando sí, con que la Argentina se haga cargo de las islas. Se exigiría una abrumadora victoria del sí por parte de los isleños, digamos del 80%, para que la Argentina tenga derecho a reclamar la soberanía.

En este punto entra el mercado. Los isleños deberían entonces ser compensados por la Argentina. El referendo debería estar pensado para que la Argentina pueda ofrecerles a los isleños un incentivo monetario. Antes del referendo, el estado argentino depositaría en un banco de Suiza una suma -unos 500.000 dólares- por cada hombre, mujer y niño que hayan demostrado ser residentes de las islas hasta ese momento.

Si el resultado del referendo favoreciera a la Argentina -con el 80% de los habitantes en condiciones de votar aprobado el traspaso- los fondos depositados serían girados a sus destinatarios y quedaría establecida la soberanía incuestionable de la Argentina sobre las islas. En este caso hipotético, el desembolso para la Argentina sería de alrededor de US$ 1600 millones.

Una transparente solución de mercado para las Falklands sería una manera económica y eficiente de establecer sin ambigüedad la cuestión soberana, una solución que permite evitar el error garrafal de guerras indeseadas y el derramamiento de sangre, sudor y lágrimas.

El autor es profesor de Economía Aplicada en la Universidad Johns Hopkins.

Fuente: lanacion.com.ar

Peugeot 3008 Hybrid4, se acerca la hora

El flamante crossover francés de bajas emisiones es uno de los lanzamientos programados por la marca para el cierre del 2012.



Si bien Peugeot optó por mostrar en su stand de Pinamar el 3008 HDi Tiptronic, también sirve como antesala del desembarco del 3008 Hybrid4, el primer vehículo híbrido con motorización diésel que se pondrá a la venta en Argentina en los últimos meses del año.
 
Más allá de alguna pequeña variante estética o de tecnología, la principal diferencia que existe entre el modelo convencional y esta variante de bajas emisiones está en la motorización, ya que en este caso se combina un impulsor de combustión de 2.0L HDi con otro eléctrico.
 
El resultado de esta mezcla le permite al 3008 Hybrid4 alcanzar una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 9 segundos, bajar los gases contaminantes de CO2 a 99 g/Km y que el consumo se reduzca en un 35%. Hay que tener en cuenta que en el último punto tambien influye la transmisión secuencial de seis velocidades y el sistema Start/Stop que detiene el motor térmico cuando el vehículo está detenido.
 
De la misma manera, otro factor que ayuda a bajar el gasto de combustible es el selector de conducción situado en la consola central. Este elemento giratorio le permite al conductor elegir entre cuatro modos distintos de manejo: Auto, ZEV, 4WD y Sport.
 
Auto: Aquí el mecanismo se gestiona de forma automática entre las transmisiones de ambos propulsores equilibrando el consumo y prestaciones, para lograr los mejores niveles de consumo y de emisiones. Esta forma hace circular con el bloque de combustión apagado durante casi dos tercios de los trayectos urbanos promedio.
 
ZEV (Zero Emission Vehicle): En esta ocasión, donde se utiliza sólo el modo eléctrico, es necesario que las baterías de alta tensión estén cargadas al menos al 50%. En este caso los niveles de contaminación y sonoros son nulos, pero sólo es posible circular a unos 70 km/h y durante 4.000 metros.
 
4WD: Este programa hace que los dos motores trabajen conjuntamente para asegurar que las cuatro ruedas impulsen al SUV. Pese a que existe una mejor adaptación a los diferentes terrenos, la tracción total se desconecta automáticamente a más de 120 km/h.
 
Sport: En esta alternativa, el cambio de marcha es más rápido y la aceleración también aumenta, por lo que se logra una conducción de estilo más deportiva.
 
Fuera de la parte mecánica, se destacan las ópticas con líneas de LED en la zona delantera, el nuevo logotipo de la firma, barras cromadas en la parrilla, otro diseño en las llantas y molduras diferentes. En el interior la capacidad de carga pasa de los 413 litros existentes bajo la bandeja (con los cinco asientos ocupados) a 1.604 litros con los asientos traseros abatidos.
 
Aunque aún no se conozca el valor que podría llegar a tener, no hay que perder de vista los 41.900 dólares que vale el Toyota Prius, la única variante híbrida hasta la llegada del 3008 Hybrid4.
 
Fuente: diariouno.com.ar

Un asteroide “rozará” mañana la Tierra

El 433 Eros pasará a 26,7 millones de kilómetros, su viaje más cercano al planeta desde 1975. Descartan un riesgo de impacto.


Un asteroide “rozará” mañana la Tierra
El asteroide está coompuesto 
de silicatos de magnesio y hierro. (NASA)

El asteroide 433 Eros pasará mañana a 26,7 millones de kilómetros de la Tierra, lo que significará su viaje más cercano al planeta desde 1975, pero sin revestir riesgos de impacto.

Al respecto la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio norteamericana (NASA) señaló que, a pesar de la cercanía del asteroide, no hay peligro de colisión con la Tierra ya que se mantiene "a una distancia muy respetable".

En este sentido, la agencia espacial precisó que pasará a más de 80 veces la distancia a la que pasó 2005 YU55 en noviembre de 2011, que se acercó al planeta a una distancia inferior a la órbita de la Luna sin ningún tipo de peligro, según despacho de Europa Press.

El 433 Eros es un asteroide de tipo S, así se denominan a los que tienen una composición de silicatos de magnesio y hierro. Este tipo de cuerpos celestes representan alrededor del 17 por ciento de los asteroides conocidos, son muy brillantes y los más comunes en el cinturón interior de asteroides.

Eros fue descubierto el 13 de agosto de 1898 por los astrónomos Carl Gustav Witt y Auguste Charlois. Posteriormente se calculó su órbita y hallaron que tenía forma ovalada, lo que le hacía adentrarse en la órbita de Marte, característica que permitió realizar buenas observaciones del asteroide, y su posición, ayudó a precisar la distancia existente entre la Tierra y el Sol.

En febrero de 2000 la nave espacial `NEAR Shoemaker` de la NASA aterrizó sobre la superficie de Eros. A través de más de 160 mil imágenes de su superficie se pudo identificar cerca de 100 mil cráteres, lo que ayudó a los investigadores a concluir sobre su composición.

Eros permanecerá visible hasta el próximo 10 de febrero y no volverá a pasar a una distancia tan próxima de la Tierra hasta 2056. 

Fuente: Los Andes Online
El árbol que purifica el suelo y podría salvar al mundo
Esta variedad se está utilizando en Texas, aseguran que purifica un suelo infértil dejándolo listo para cualquier cultivo. Además absorbe diez veces más el dióxido de carbono, revive tras un incendio y con sus hojas se puede preparar te. Su nombre, Kiri.
 

 
Este árbol es originario de China, se lo llama Kiri pero también árbol Emperatriz o Paulownia tormentosa. Crece hasta unos 27 metros de altura con troncos de entre 7 a 20 metros de diámetro, pero su principal ventaja es que tiene hojas muy grandes que llegan a medir hasta unos 40 centímetros de ancho.

Son populares en Japón y de allí entraron a Europa en 1834, sobreviven al fuego, porque sus raíces pueden regenerarse y vuelven a crecer en forma rápida, toleran la polución y no necesita desarrollarse en un terreno fértil.

Es por esta razón que se la utiliza como “planta pionera”, o sea que el kiri es un árbol que puede proveer un buen abono a una tierra previamente poco fértil. Sus hojas son ricas en nitrógeno (buen abono) y las raíces previenen la erosión.  Como si fuera poco, crece muy rápido.

Pero lo malo del Kiri es que cuando tiene que competir con otros árboles más altos que le dan sombra no prospera.

En Texas ha comenzado un proyecto llamado Kiri Revolution (La Revolución Kiri) que consiste en plantar un millón de kiris para así dejar el suelo purificado y lograr que recupere sus propiedades. El proyecto es llevado a cabo por Chris Sanders y Brittany Turner que no sólo eligieron al kiri por sus propiedades fértiles sino porque también absorbe diez veces más dióxido de carbono que cualquier otro árbol en el mundo, y como si fuera poco emite grandes cantidades de oxígeno. O sea que es ideal para la lucha contra el cambio climático.

Texas tiene el suelo, el aire y el agua muy contaminada. Por eso Sanders y Turner eligieron al kiri, que puede prosperar en suelos y aguas contaminadas, al tiempo que purifica la tierra en la que crece.

Otra ventaja es que el kiri es el árbol de crecimiento más rápido del planeta. En apenas ocho años, una semilla de kiri llega al tamaño de un roble de 40 años. En sólo un año llega a los cuatro metros y medio de altura.Como si fuera poco sus hojas pueden utilizarse para hacer un rico té, y al parecer sus flores, de rico aroma, atraen a las abejas y generan una miel más rica, eso dicen.

El kiri es el árbol del futuro, se dice en muchos medios. Pero creo que es el árbol del presente, ahora mismo lo podemos aprovechar. Pueden ser de gran ayuda contra el calentamiento global y contra la desertificación.

Fuente: MDZ Online

lunes, 30 de enero de 2012

El submarino nuclear Annapolis y el destructor Momsen de EEUU entran en el mar Rojo

USS Momsen (Wikipedia/US Navy)

El submarino nuclear Annapolis y el destructor Momsen de las Fuerzas Navales de Estados Unidos cruzaron el canal de Suez y entraron en el mar Rojo, informó hoy la prensa egipcia.

La administración del canal de Suez tomó medidas de seguridad rigurosas durante el tránsito de los buques desde el mar Mediterráneo hacia el Rojo, en particular bloqueó la navegación de los transbordadores y de los vehículos en el puente sobre el canal, limitó el tráfico en las carreteras paralelas al canal.

El destino de los buques se desconoce, pero su tránsito por el mar Rojo coincidió con la creciente tensión entre Washington y Teherán quien amenaza bloquear el estrecho de Ormuz, importante vía marítima para el suministro de petróleo del Golfo Pérsico.

La Armada estadounidense envió varios buques a la región del Golfo Pérsico, en particular al portaaviones Carl Vinson y prepara el envío del portaaviones Enterprise el próximo mes de marzo.

Fuente: RIA Novosti

¿Qué hacer si se recuperan las islas?

Opositores y oficialistas creen de darse alguna vez ese escenario habría que otorgarle autonomía a los kelpers
Por Gustavo Ybarra
 
 
Política de brazos abiertos, como lo declama el preámbulo de la Constitución para todo ciudadano extranjero, respeto al estilo de vida de los isleños y hasta la posibilidad de reconocerles un autogobierno especial son algunas de las condiciones que imaginaron los políticos argentinos ante un eventual escenario de recuperación de la soberanía argentina sobre las islas Malvinas.

"Todo es negociable, menos la bandera", afirmó el macrista Federico Pinedo, resumiendo el espíritu de la posición mostrada por la dirigencia política nacional ante el desafío que planteó LA NACION, de responder a la consulta sobre qué se debería hacer con el archipiélago el día que vuelva a integrar el territorio nacional. La Cancillería no quiso responder a las consultas que hizo este diario.

Una de las constantes que surgió fue la preocupación por atender a la situación de los habitantes de las islas, siempre dando por sentado que se trata de ciudadanos británicos, es decir extranjeros que estarían viviendo en suelo argentino.

"Lo primero que hay que hacer es trabajar en marcos de integración con la población que se encuentra en las islas", aseguró Miguel Pichetto. Para el jefe del bloque de senadores kirchneristas, la Argentina tendría que garantizar "la libertad de elección" y darle "el mismo trato que tiene cualquier ciudadano que quiera radicarse en el país".

Ex legislador y especialista en la materia, el radical Rodolfo Terragno coincidió con Pichetto. "La Argentina ha expresado reiteradamente que es indispensable respetar los intereses de los isleños", sostuvo, y aclaró que si bien "ellos no pueden laudar" en el conflicto porque son británicos, como ocurrió en la negociación de la soberanía china de Hong Kong, "tiene que haber una situación especial que tiene que ver con el idioma y el sistema de educación, entre otras cosas". En la misma sintonía se manifestó el socialista Rubén Giustiniani, quien dijo que debe primar el "espíritu argentino de toda la historia, de apertura y de brazos abiertos a todos los que no son argentinos y quieran habitar en suelo argentino". "Pueden quedarse, no hay ningún problema", opinó el radical Juan Carlos Marino, vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, aunque destacó que, una vez integradas al territorio nacional, "hay que llevar población argentina" a las islas.
La misma idea expresó Pichetto, para quien la radicación de argentinos será "un dato fundamental". Pero sostuvo: "También habría que trabajar en la incorporación de un proceso cultural y educativo con una mirada de la población hacia la Argentina". Para Pinedo, sin embargo, lo primordial sería "que los isleños se sientan cómodos y seguros" bajo el nuevo encuadre jurídico que regiría al territorio y sostuvo que una política de radicación de argentinos en las Malvinas "debería estar sujeta a las negociaciones" que se lleven a cabo con el Reino Unido.

Otra de las cuestiones que LA NACION consultó fue el status administrativo que debería regir el archipiélago bajo soberanía nacional.

La reivindicación de la soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, es la primera de las 17 cláusulas transitorias sancionadas con la nueva Constitución en 1994. Hoy, son consideradas parte de Tierra del Fuego.

Corolario

Sin embargo, el radical Marino se entusiasmó con la idea de otorgarles autonomía. "Sería un muy buen corolario para reivindicar el fin de casi 200 años de usurpación inglesa que se transformen en la provincia número 25", expresó.

"Son parte del territorio argentino y, por lo tanto, deben funcionar plenamente como tal", opinó Giustiniani para sostener la idea de que deben tener los mismos derechos y obligaciones que una provincia. Pichetto, en tanto, consideró que el de la provincialización "no sería un tema para tratar en lo inmediato". "Me parece que podrían pertenecer a la isla de Tierra del Fuego", arriesgó.

Más diplomáticos, Terragno y Pinedo insistieron en supeditar el futuro status administrativo de las islas a las negociaciones con Gran Bretaña.

Así, el radical pidió no adoptar "posiciones irreductibles" a la hora de cerrar un acuerdo con Londres. Consultado sobre cuál sería el encuadramiento ideal a los intereses argentinos, el ex canciller dijo que "podría surgir la necesidad de constituirlas [a las islas] en una provincia separada, que sea una región especial" del territorio argentino.

Siempre atento a garantizar la mejor integración posible a quienes hoy viven en las islas, Pinedo también consideró la posibilidad de establecer un régimen diferenciado. "La preservación del modo de vida inglesa podría contemplar algún tipo de gobierno especial o de autogobierno", aventuró el diputado. 
Fuente: lanacion.com.ar
Bush & Obama
Los asesinatos de Israel y los presidentes de EEUU

Antiwar.com

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


El 13 de enero, el Atlanta Jewish Times publicó una columna de su editor-propietario en la que sugería que algún día Israel podía necesitar “dar un golpe” contra el presidente de los EEUU. 
 En la columna, el editor Andrew Adler describía una escenario en el cual el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu iba a necesitar “dar luz verde a los agentes del Mossad que se encuentran en EEUU para que quitaran del medio a un presidente considerado hostil hacia Israel”.

¿El objetivo? Que el vicepresidente pudiera entonces hacerse con el puesto y dictar las políticas estadounidenses que ayuden al estado judío a “destruir a sus enemigos”.

Adler escribe que es altamente probable que la idea “se hubiera discutido ya en los círculos más íntimos del gobierno israelí”.

Numerosos dirigentes judíos condenaron rápidamente a Adler, que ha pedido ahora disculpas por la columna, dimitió y hay informaciones que dicen que planea poner a la venta el periódico. Un columnista israelí señaló que el odio que se intenta provocar contra Obama es similar a las condiciones que en Israel llevaron al asesinato del primer ministro israelí Yitzhak Rabin, perpetrado por un extremista judío.

Muchos de los que critican a Adler afirman que ha difamado a Israel al sugerir incluso que podría llevarse a cabo tal atentado. Abe Foxman, el director de la Liga Anti-Difamación Judía (ADL, por sus siglas en inglés) proclamó: “No hay absolutamente ninguna excusa, ni justificación, ni racionalización para ese tipo de retórica. Ni siquiera pertenece a la ficción”.

Sin embargo, en realidad, la expectativa de Adler de que los círculos más íntimos en Israel han explorado tal tipo de acción, y de que estarían dispuestos a llevarla a cabo, puede ser completamente acertada. El hecho es que Israel ha asesinado y ha conspirado para asesinar a determinadas personas por todo el mundo; un número de ellas han sido estadounidenses. Otro supuesto complot fue escalofriantemente similar a la sugerencia de Adler.

Los servicios secretos advierten de planes israelíes de asesinato

Hay pruebas de que en 1991, un equipo secreto israelí planeó asesinar a un presidente estadounidense. La víctima en cuestión era George Herbert Walker Bush.

La primera persona en escribir sobre el complot fue un congresista republicano de Illinois en su onceavo mandato, Paul Findley. En un artículo aparecido en 1992 en el Washington Report for Middle East Affairs, Findley describió el presunto esquema y la forma en que le fue revelado.

Findley escribe que el servicio secreto estadounidense había recibido un aviso de que varios elementos de la agencia de espionaje de Israel podían atentar contra Bush cuando éste apareciera en Madrid en el día en que se inauguraría la conferencia de paz que se iba a celebrar ese año.

Según Findley, un ex agente del Mossad, de nombre Victor Ostrovsky, que había escrito un libro sobre la agencia israelí de espionaje, le dijo a un grupo de parlamentarios canadienses que había recibido inteligencia secreta sugiriendo que “el odio del Mossad hacia Bush –y el apoyo hacia el vicepresidente Dan Quayle- podía llevar a un atentado contra la vida del presidente”.

Israel consideraba a Quayle mucho más cercano a Israel que Bush. Bush había enfurecido especialmente a Israel al intentar presionar a este país para que pusiera fin a su ilegal expansión de asentamientos sobre tierra confiscada palestina reteniendo las garantías de préstamos hasta que Israel pusiera fin a esas prácticas.

Findley escribe que las declaraciones de Ostrovsky se las transmitieron a un amigo y ex colega de Findley, Paul “Pete” McCloskey, un importante ex congresista republicano de California que había sido recientemente nombrado por Bush para la Comisión Nacional de Servicios Comunitarios.
McCloskey, un veterano marine condecorado y graduado en la facultad de derecho de Stanford al que en una época se consideró un candidato presidencial, voló a Otawa para interrogar personalmente a Ostrovsky y valorar su información.

Findley informa que Ostrovsky le dijo a McCloskey que el Mossad pretendía “hacer cuanto fuera posible para preservar un estado de guerra entre Israel y sus vecinos asesinando al presidente Bush si fuera necesario”. Ostrovsky dijo que ya estaba en marcha una campaña de relaciones públicas tanto en Israel como en EEUU para “preparar a la agente a fin de que aceptaran a Dan Quayle como presidente”.

Convencido de que Ostrovsky era sincero y su información importante, McCloskey tomó el siguiente vuelo hacia Washington, donde informó de la inteligencia proporcionada por Ostrovsky a los servicios secretos y al departamento de estado.

El supuesto complot no siguió adelante, quizá porque Ostrovsky y McCloskey lo habían desactivado.

Ostrovsky dio más detalles sobre el complot dos años después, en 1994, en su libro: “The Other Side of Deception: A Rogue Agent Exposes the Mossad’s Secret Agenda”, publicado por HarperCollins.

En el libro, Ostrovskly escribe que un grupo extremista dentro del Mossad fue el responsable del plan. Dice que mantuvieron el plan en secreto sin informar al entonces primer ministro Yitzhak Shamir, aunque creían que Shamir habría ordenado él mismo el asesinato si no se hubiera visto constreñido por la política. En el período previo a la guerra de 1948 que llevó a la fundación de Israel, Shamir había encabezado un grupo terrorista famoso por sus asesinatos.

Cuando el embajador Andrew Killgore, un funcionario jubilado de la carrera diplomática y editor del Washington Post, revisó el libro, lo definió como “una revelación perspicaz de una persona con acceso a información privilegiada, sobre algunas de las realidades del Oriente Medio a las que todos, salvo Israel, hemos sido ajenos”.

Ostrovsky escribe que los israelíes planearon una operación de “falsa bandera” por la cual echarían la culpa del asesinato a los palestinos. Secuestraron a tres militantes palestinos de Beirut que iban a ser los chivos expiatorios, les llevaron al desierto israelí del Negev y les mantuvieron incomunicados.

“Mientras tanto”, escribe Killogore, “se filtraron amenazas generadas por el Mossad contra la vida del presidente, adjudicándoselas a los palestinos. Esas amenazas se prepararon para que arrojaran sospechas sobre la organización terrorista palestina Abu Nidal. Se le filtraron a la policía española los nombres de los tres terroristas para que, si el complot tenía éxito, la culpa cayera automáticamente sobre ellos”.

Ostrovsky informa que después se canceló finalmente el complot de asesinato y los tres prisioneros palestinos fueron “exterminados”.

Ataques dirigidos contra estadounidenses

Si el complot hubiera seguido adelante, esa no hubiera sido la primera vez que Israel atacaba a estadounidenses para matarlos. Ni tampoco hubiera sido la primera operación con falsa bandera:
  • En 1954, el Mossad planeó lanzar bombas incendiarias contra instalaciones, librerías y otros lugares de reunión de estadounidenses en Egipto. Se disponían a culpar de los ataques a los Hermanos Musulmanes, provocando así la animosidad estadounidense hacia Egipto. Una detonación accidental de uno de los dispositivos hizo que el complot, conocido como el Affair Lavon, se descubriera antes de que pudiera matar o mutilar a los estadounidenses previstos.
  • En 1967, las fuerzas aéreas y marítimas israelíes perpetraron un asalto de casi dos horas en el cual intentaron hundir a un buque de la Marina estadounidense que llevaba una tripulación de 294 hombres. Aunque el ataque no consiguió hundir al buque, consiguió matar a 34 estadounidenses y herir a otros 174. Algunos analistas han hecho conjeturas de que esta fue también una operación de falsa bandera; es muy probable que hubieran culpado del ataque a Egipto si el barco se hubiera hundido.
  • En 1973, pilotos de combate israelíes recibieron la orden de disparar contra un avión estadounidense desarmado de reconocimiento (en aquella época, EEUU estaba entregando armamento masivo a Israel para impedir que perdiera la guerra del “Yom Kippur” con Egipto y Siria). Aunque los israelíes no pudieron alcanzar la altitud del avión estadounidense, se las arreglaron para ese mismo año echar abajo un avión comercial libio que se había extraviado en territorio israelí, matando a 104 hombres, mujeres y niños. Uno era estadounidense.
  • En 1990, un científico canadiense-estadounidense y padre de siete hijos, Gerald Bull, fue asesinado en Bélgica. Todos los indicios apuntan a que fue un equipo del Mossad el que le metió cinco balas en la zona posterior de la cabeza y del cuello. (Israel ha asesinado a numerosos científicos de diversas nacionalidades. El más reciente es un científico iraní de 32 años padre de un niño pequeño).
  • En 2003 se supo que los dirigentes israelíes habían decidido oficialmente emprender operaciones de asesinato en suelo estadounidense. Un portavoz del FBI, al preguntarle sobre los planes israelíes, dijo tan solo: “Esto es un asunto político. Nosotros nos encargamos de que se respeten las leyes federales”.
  • En los últimos años, una cifra creciente de activistas por la paz estadounidenses fueron intencionalmente asesinados, mutilados y heridos por las fuerzas israelíes, incluyendo a Rachel Corrie, de 23 años; Brian Avery, de 21; Tristan Anderson, de 37; Emily Henoschowitz, de 21; y Furkan Dogan, de 21.
De todo esto apenas se han informado en la prensa estadounidense. Aunque los medios importantes, desde Inglaterra a Israel a Australia, cubrieron el aparente apoyo del Jewish Times a un posible asesinato israelí de un presidente estadounidense, los medios de EEUU apenas han recogido el escándalo. Incluso el buró de AP de Atlanta, que al principio decidió inexplicablemente no escribir ni una línea sobre el asunto, finalmente sacó la historia a la luz muchos días después.

Esas omisiones de los medios acerca de los partidarios de Israel no son raras. En 2004, un fanático partidario de Israel escribió una carta diciendo que iba a quemar las iglesias presbiterianas cuando los fieles se encontraran dentro (estaba furioso por la decisión de la iglesia presbiteriana de retirar sus inversiones de las empresas que se benefician de la ocupación ilegal israelí del territorio palestino). Esta espeluznante amenaza apenas fue tampoco recogida por los medios.

A pesar de la violencia israelí contra los estadounidenses (incluso aunque los contribuyentes estadunidenses le han dado a Israel mucho más de nuestros impuestos que a cualquier otra nación), los candidatos presidenciales, con la excepción de Ron Paul, continúan compitiendo por ver quién es el más devoto de Israel.

Es una ironía que Adler considere a Obama tan malo para Israel, dado que los analistas israelíes le han clasificado en segundo lugar, después de Mitt Romney, en su fidelidad a Israel. Y Obama ha publicado ahora un video de siete minutos que puede catapultar a nuestro primer presidente afro-americano al primer puesto en cuanto a intentar complacer a una nación que impone un régimen de apartheid.

Pero quizá se libre así de los asesinos.

Alison Weir es una periodista independiente y fundadora de la organización no de lucro “If The Americans Knew”, centrada en la información sobre el conflicto arabo-israelí y las políticas estadounidenses hacia Oriente Medio.


http://original.antiwar.com/alison-weir/2012/01/24/israeli-assassinations-and-american-presidents/

Fuente: Rebelion.org

Inglaterra "no podría recuperar hoy las Malvinas" si hubiera otra invasión 
Así lo enuncia el ex jefe del ejército británico, Mike Jackson, para quejarse de los recortes en el presupuesto de Defensa de Reino Unido. En una entrevista publicada hoy en «The Sunday Telegraph», considera que hoy están más débiles que hace 30 años. 
Buques de guerra anfibia británicos HMS Ocean y HMS Albion (Wikipedia/Nilfanion)


Las fuerzas británicas no podrían hoy recuperar las islas Malvinas en el caso de que Argentina invadiera de nuevo el disputado archipiélago en el Atlántico sur, dados los recortes en materia de Defensa llevados a cabo por Londres, según asegura un ex jefe del Ejército del Reino Unido.

En una entrevista que publica hoy el dominical «The Sunday Telegraph», el general Mike Jackson, que fue jefe del Ejército británico hasta hace cinco años, opinó que sería «casi imposible» para las Fuerzas Armadas de este país poder recuperar las Malvinas si Argentina las volviera a invadir.

Jackson lamentó que los fuertes recortes llevados a cabo por el Ejecutivo británico -de coalición de conservadores y liberaldemócratas- en el departamento de Defensa han dejado a este país «más débil» que hace 30 años.

Fuente: MDZ Online

domingo, 29 de enero de 2012

El laberinto de Cameron

El premier hace malabares para mantener su coalición.
Por Graciela Iglesias
 
Ajústense los cinturones porque se avecina un período de turbulencia: susurros de rebelión comenzaron a escucharse desde el ala de la ultraderecha conservadora ante rumores de que el primer ministro británico, David Cameron, se apresta a hacer concesiones durante la primera cumbre de mandatarios de la Unión Europea (UE), mañana, desde su rotundo rechazo a respaldar el plan de rescate del euro.

¿Qué importancia puede tener esto más allá del ámbito de la interna partidaria? Bastante, porque cada vez que esa belicosa banda de la tribu tory redobla sus tambores, Cameron sale a aplacarlos con señales de humo que deletrean promesas de reivindicaciones de tono nacionalista.

Este ejercicio probó ser eficaz en el corto plazo, pero también lo colocó en un verdadero laberinto que amenaza en convertirlo en el primer político en entrar a Downing Street como jefe de gobierno de Gran Bretaña, un país miembro de pleno de la UE, para salir como primer ministro de una "Pequeña Bretaña" (Gran Bretaña sin Escocia), integrante de un grupo de "segunda división" en la UE.

El origen de este dilema hay que buscarlo en la precaria situación creada por la necesidad de compartir el poder con los liberales demócratas en un gobierno de coalición desde mayo de 2010.

Cameron debe su liderazgo partidario a un grupo de correligionarios que, creyéndolo ser la encarnación masculina de "La Dama de Hierro", interpretaron su opaco rendimiento en las urnas como un desilusionante fracaso. Desde entonces, no han hecho otra cosa que pasarle la factura.

Con el fantasma de la recesión golpeando la puerta y la deuda neta nacional que supera por primera vez el billón de libras (equivalente al 64,2% del PBI), la disidencia conservadora dio muestras de no estar dispuesta a soportar por mucho tiempo más las "medias tintas".

Sus demandas consisten en aplicar un programa de recortes presupuestarios más radical -pero que no afecte al área de defensa- así como avances concretos en la línea política que los define: el euroescepticismo. Pero esto implica tener que deshacerse de los socios que, ellos creen, ponen freno a la locomotora conservadora. En pocas palabras: lo que buscan es que Cameron le entregue al viceprimer ministro liberal demócrata, Nick Clegg, los papeles de divorcio.

Una encuesta publicada recientemente por el diario The Guardian los alentó a aumentar el tono de su voz al asegurar que, en una hipotética elección general, los conservadores se llevarían un 40% de los votos, frente a un 35% de los laboristas y un 16% de los liberales demócratas.

Cameron sabe, sin embargo, que pronósticos similares fueron realizados en vísperas de los comicios de 2010 y que hay otras encuestas que ponen incluso esto en duda, como la encargada por el tabloide The Sun, que da a los laboristas un punto de ventaja. El riesgo de convocar a elecciones anticipadas es, por lo tanto, demasiado alto.

Para evitar una rebelión interna que termine por tirar abajo su gobierno, Cameron apeló una vez más a la táctica de apuntalar su imagen de defensor de los intereses nacionales a nivel internacional, al multiplicar esta semana los llamados a "repatriar" poderes perdidos en el seno de las instituciones europeas y a defender el derecho de "autodeterminación" de los habitantes de las dependencias británicas.

En Estrasburgo, ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que reúne a representantes de 47 naciones (incluida Rusia y Turquía), Cameron urgió a la Corte Europea de Derechos Humanos, último tribunal de apelación en la materia, a que "respete las decisiones judiciales nacionales" y a que intervenga sólo "en casos excepcionales".

Ante una pregunta del senador español Pedro Agramunt sobre la política de descolonización de su país, Cameron respondió: "No sé si su pregunta tiene que ver con Gibraltar. Tengo un punto de vista muy claro y es que estamos a favor de la autodeterminación. Este pueblo, que forma parte del Reino Unido, quiere mantener su estatuto. Yo no hablaría de descolonización, sino de una recolonización, si actuamos en contra de sus deseos".

Este tipo de discurso le ofrece a Cameron la ventaja a nivel doméstico de silenciar a los opositores de los principales partidos porque no hay laborista o liberal demócrata que se atreva a criticarlo por temor a que se lo tilde de "vendepatria". Pero esta retórica también presenta un problema: con ella recoge fácilmente aplausos en Londres y sus alrededores, pero irrita profundamente los ánimos en Escocia.

El espíritu de la famosa "Auld Alliance" (Vieja Alianza) de los escoceses con los países del continente europeo sigue tan robusto como siempre. Y es por eso que no conciben la idea de verse arrastrados afuera del gran círculo de decisiones de la UE a raíz de la negativa de Westminster a firmar el pacto de estabilización del euro. Una decisión adoptada con el único objetivo de salvar a la City londinense de un impuesto a las transacciones financieras.

Referéndum escocés

Las declamaciones a favor de la "autodeterminación" en Malvinas y en Gibraltar fueron denunciadas en Escocia como hipócritas, al coincidir con amenazas pronunciadas por Cameron de vetar planes del Parlamento autonómico para llamar a un referéndum sobre la independencia de este reino si la consulta no se celebra bajo sus condiciones.

El jefe del gobierno autonómico y líder del Partido Nacional Escocés (SNP), Alex Salmond, quiere que el referéndum se realice a fines de 2014. Y esto por tres razones. Primero, porque esa fue la fecha prometida en el manifiesto que le dio al SNP un mayoría absoluta sin precedente en las últimas elecciones regionales. Segundo, para impedir que un eventual fracaso trunque su mandato. Tercero, porque se estima que para entonces el ajuste económico impuesto por Londres se habrá hecho sentir, generando así apoyo para la causa independentista.

Cameron quiere, por lo tanto, que el referéndum se realice lo antes posible y que la pregunta sea "¿Quiere permanecer en el Reino Unido? Sí o No", de modo de hacer resaltar el eventual acto de abandono de una entidad política a la cual Escocia está ligada desde 1707 y no la frase más positiva propuesta esta semana por Salmond: "¿Está usted de acuerdo que Escocia debería ser un país independiente?"

Lo más inquietante para el titular de Downing Street es que Salmond encontró aliados entre sus propios correligionarios. Porque, por más que se llame oficialmente "Conservador Unionista", la realidad es que su partido es predominantemente inglés. En Westminster, los tories tienen una sola bancada de las 59 escocesas y la situación en Edimburgo es aún peor (16 de 129 asientos en el Parlamento autónomo).

La independencia escocesa apenas se haría sentir en las filas conservadoras, mientras que crearía caos entre laboristas y liberal demócratas. Algunos empezaron incluso a verle el lado positivo, porque les sacaría a los tories el "fardo" de tener que lidiar con la "república bolchevique", como suelen tildar a Escocia por su tendencia a favorecer partidos de tendencia socialista.

Las ventajas

  • Intereses británicos. Buscando evitar una rebelión interna que ponga en peligro su gobierno, Cameron apeló a la táctica de apuntalar su imagen de defensor de los intereses británicos a nivel internacional. Tanto es así que pidió "repatriar" poderes perdidos en instituciones europeas y llamó a defender el derecho de "autodeterminación" de los habitantes de Malvinas y Gibraltar.
  • Encuestas. Pese a la amenaza de recesión de la economía británica y a las tensiones dentro de la coalición de gobierno, una encuesta reciente del diario The Guardian asegura que en una hipotética elección general los conservadores ganarían con el 40% de los votos. En otro sondeo del tabloide The Sun, sólo perderían por un punto frente a los laboristas.
  • Pragmatismo. Hasta ahora el primer ministro se manejó con pragmatismo y supo cambiar decisiones cuando era necesario.

Las desventajas

  • Un liderazgo muy débil. David Cameron llegó a Downing Street en mayo de 2010 en una precaria situación: se vio obligado a formar un gobierno de coalición y compartir el poder con los liberales demócratas. Tuvo un opaco rendimiento en las urnas y desde ese momento sus correligionarios no hacen más que criticarlo.
  • El fantasma de la recesión. Por primera vez en la historia británica, la deuda neta nacional superó el billón de libras, que equivale al 64,2% del PBI. El índice de desempleo está en aumento y se estima que la economía volverá a crecer recién en 2013.
  • Diferencias en la coalición. Los ultraconservadores piden aplicar recortes presupuestarios más radicales y alejarse cada vez más de la Unión Europea. Para eso, Cameron debería deshacerse de su vicepremier liberal demócrata Nick Clegg, ya que sus ideas le ponen freno a la "locomotora conservadora".
Fuente:  lanacion.com.ar
La Unión Europea al borde de un abismo económico por el embargo al crudo iraní

RT Noticias

“La Unión Europea va a quedar gravemente dañada con la política de seguimiento de las directrices de Washington”, opina el analista internacional Txente Rekondo, quien comentó a RT la decisión de los estados europeos de introducir un embargo a las importaciones del crudo iraní.

En cambio, EE. UU., que según el experto, es el impulsor de estas medidas contra Irán, “no va a perder nada”, debido a que no depende del petróleo de la República Islámica y no lo importa desde hace unos 30 años.

A finales de noviembre pasado, EE. UU., Canadá y Gran Bretaña aprobaron sanciones unilaterales contra el sector financiero y energético de la economía iraní. A su vez, el 23 de enero la Unión Europea aprobó el embargo del crudo persa que entrará en vigor a partir del 1 de julio.

Según Rekondo, Europa aplazó la introducción del embargo para que los países de la unión más dependientes de los hidrocarburos iraníes pudieran buscar a otros proveedores de petróleo.


Irán 'contrataca'

No obstante, este jueves Teherán hizo un movimiento imprevisto declarando que podría cortar el suministro de crudo a los países europeos ya a partir de la próxima semana. El analista señala que esta declaración señala que la República Islámica “está dispuesta a responder diplomáticamente a medidas contra el interés de la soberanía nacional iraní”.

Si Irán cumple su promesa, estados europeos como Grecia, España e Italia, cuyas importaciones de petróleo dependen en cerca del 14% del crudo iraní, según Rekondo, se verán en una situación muy difícil ya que no les dará tiempo a encontrar una alternativa al petróleo persa.


¿Quién podría reemplazar el petróleo iraní?

El experto señala que la UE busca proveedores en el golfo Pérsico, así como en Nigeria y Noruega e incluso no descarta el uso del petróleo libio, posibilidad que “se muestra bastante lejos de la realidad”, según Rekondo. El analista sostiene que aunque las petromonarquías del golfo Pérsico pueden aumentar la producción, no hay que olvidar que tienen contratos en vigor con otras partes del mundo, sobre todo con los estados de Asia. Lo mismo ocurre con Nigeria y Noruega.


En cuanto a Libia, donde la situación “dista mucho de la normalidad”, la extracción del crudo que es “evidentemente con lo que suspiran o en su día suspiraron países como Italia”, puede acarrear dificultades.

Rekondo no duda de que la situación actual conllevará un aumento inminente de los precios del petróleo, lo que, a su vez, “va a generar una mayor incertidumbre en las economías de la UE más dañadas a día de hoy”.


Irán seguirá a flote

El cese del suministro de crudo a los países europeos supondrá a corto plazo una merma para la economía iraní, opina el analista. No obstante, apunta que hay que tener en cuenta que la mayor parte de las exportaciones de petróleo de Irán son hacia otros estados, como China, la India, Corea del Sur y Japón. Y los Gobiernos de China y la India ya le solicitaron a Irán mayores volúmenes de petróleo para sus respectivos países, por lo que parece poco probable que el bloqueo pueda suponer un gran daño para las finanzas de la República Islámica. 


http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_35415.html

Fuente: Rebelion.org

Un aeropuerto en la mitad del Atlántico sería la conexión británica a Malvinas

En la isla de Santa Helena, ubicada a 6134 km de Puerto Argentino; el gobierno de Cameron financia allí la construcción de una terminal aérea internacional.

Imagen satelital de la isla de Santa Helena. Foto: NASA

A 5500 kilómetros al noroeste de Buenos Aires y 2800 al oeste de Luanda (capital de Angola), Gran Bretaña desempolva sus planes de crear un aeropuerto en la isla de Santa Helena, uno de sus territorios de ultramar. Esta será la alternativa de Londres frente a los vuelos que parten desde Punta Arenas (Chile) hacia las islas Malvinas.

El aeropuerto de Santa Helena -una isla mundialmente conocida por ser el lugar donde falleció Napeón Bonaparte- costará U$S 314,6 millones y será íntegramente financiado por el gobierno de Gran Bretaña, según consigno la cadena BBC el 3 de noviembre pasado.

De hecho, tres días después de la firma del contrato (hace casi tres meses), medios estadounidenses ya mencionaban la posibilidad del puente áereo Santa Helena - Malvinas, a 6134 kilómetros de distancia que representan unas 7:40 hs de vuelo.

La empresa sudafricana de ingeniería Basil Read será la encargada de construir, administrar y operar la terminal aérea, la cual estaría lista en 2015 según las estimaciones preliminares.

De acuerdo al sitio web oficial del (futuro) aeropuerto, la terminal tendrá una posta de 2250 metros de largo que permitirá el aterrizaje de aviones de la talla de los Airbus A320 y Boeing 737-800 (con capacidad de hasta 200 pasajeros cada uno).

Los habitantes de Santa Helena (6500 aproximadamente) se verán beneficiados por este emprendimiento, que será fuente de ingresos por mayor flujo de turistas y creará empleos directos. Esta isla recibe anualmente desde Londres un presupuesto cercano a U$S 30 millones.
 
Actualmente las islas Malvinas poseen dos únicas conexiones aéreas con Londres: una de la Fuerza Aérea Británica, con escala en la base militar de la isla Ascensión, y otra de la empresa LAN que conecta con Chile y de allí hacia suelo europeo.

Sobre las Malvinas, un debate lleno de opiniones

Después de las declaraciones de Cameron, el tema se instaló en los medios; sorprendieron distintas propuestas para romper el status quo.
Algo positivo resultó de las polémicas declaraciones del primer ministro David Cameron, que acusó al gobierno argentino de "colonialista" por su política para las islas Malvinas: con ello logró abrir el debate entre los británicos sobre la soberanía de los territorios en el Atlántico Sur.

El tema formó parte de numerosos programas de radio y televisión aquí y aún alimenta las columnas de opinión y de cartas de lectores de los principales diarios.

Si bien la mayoría de la opinión se inclina a favor de la posición de los isleños (un 57% de acuerdo con una encuesta de The Sunday Times), algunas voces críticas y varias propuestas alternativas también comenzaron a escucharse.

En el principal programa televisivo de debate político semanal de la BBC, Question Time (Tiempo de preguntas), dos de los cinco panelistas se pronunciaron a favor de romper el statu quo.

La académica y escritora Germaine Greer calificó la situación actual de los isleños de una "anomalía" que debe ser resuelta, "quizá dándoles un asiento en la Cámara de los Comunes de modo de que formen realmente parte del Reino Unido", lo que los obligaría a pagar impuestos como el resto de los británicos y a compartir con ellos las ganancias por las licencias pesqueras y una eventual regalía petrolera.

La primera parlamentaria del Partido Verde en Westminster, Caroline Lucas, consideró que las Malvinas son "un caso clásico de colonialismo" del cual Gran Bretaña tiene pocas razones para sentirse particularmente orgullosa.

"Tenemos que contemplar la posibilidad de entablar el diálogo con la Argentina sobre este tema, especialmente en el ámbito de las Naciones Unidas", sostuvo.

Con el título "Britain can't hold onto the Falkland Islands forever" ("Gran Bretaña no puede agarrarse a las islas Malvinas para siempre"), el prestigioso periodista Paul Routledge también se pronunció a favor del diálogo en la columna que publica semanalmente en el tabloide de tendencia laborista The Daily Mirror.

"Es posible que esta situación no cambie durante mi vida, pero me pregunto hasta cuándo va a durar la intransigencia. Ningún gobierno puede atarle las manos a su sucesor, y tanto laboristas como tories coquetearon con la idea de una copropiedad con los argentinos en el pasado", recordó.

"Y díganme: ¿Por qué una pequeña colección de rocas, en su mayoría inhabitadas, en el Atlántico Sur y con la población de una pequeña villa inglesa determina la política del gobierno británico a perpetuidad? Cientos de miles de descendientes de británicos, sino millones, que viven en Kenya, Zimbabwe, Hong Kong, Malasia, Chipre y otros países del imperio, han tenido que aceptar el fin de su estatus de colonia, o volverse a sus casas. ¿Por qué los «falklanders» [malvinenses] son distintos?", destacó.

Routledge desestimó el argumento de que hay razones de índole económica para mantener las islas bajo soberanía británica: "Tratar de defender una infraestructura petrolera agregaría enormemente a la factura de 130 millones de dólares anuales que pagamos por el ejército de ocupación de 1300 soldados que apoya artificialmente el estilo de vida inglés que se disfruta a 1500 kilómetros de aquí. Y la bonanza petrolera algún día se va extenuar también. ¿Qué van a hacer entonces los isleños? Sería más barato mudarlos a algún rincón del Reino Unido, si así lo desean. Y esto nos ahorraría bastante odio a nivel internacional".

"El colonialismo no está más de moda en el siglo XXI - agregó-. No podemos ni siquiera contar con el apoyo de Estados Unidos. Washington ya llama a las islas Malvinas. Los que apoyan el statu quo argumentan que no podemos dejar las islas porque 255 soldados británicos perdieron allí la vida. Ese argumento es válido hoy. Pero también es cierto en el caso de los soldados que murieron peleando a los Mau Mau, o a los insurgentes en Malasia o a los terroristas Eoka en Chipre. Y, sin embargo, nosotros dejamos todos esos lugares y el paso del tiempo disminuyó su merecida memoria en todos, menos sus familiares y amigos. Tristemente, un día éste va a ser también el caso con el sacrificio hecho en la guerra de las Malvinas".

Varios lectores escribieron al diario The Times para proponer que Gran Bretaña adopte el modelo de Hong Kong que revirtió a soberanía china tras 99 años de alquiler británico. En las páginas de The Belfast Telegraph, un lector sugirió incluso que se le diera a la Argentina la soberanía de la West Falkland (isla Gran Malvina) y que Gran Bretaña mantenga la de la East Falkland (isla Soledad).

"No quiero con esto sugerir que la Argentina tiene un derecho legítimo sobre las islas, pero si no encontramos una solución la posibilidad de otra guerra persiste. En la última se perdieron casi mil vidas. Debemos asegurarnos de que esto no se repita", señaló el lector, identificado sólo con las iniciales JLB.

Fuente: lanacion.com.ar
Confesiones de un adicto a las armas en recuperación

Tom Dispatch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


Tal vez habéis oído hablar de “Makin’ Thunderbirds,” una amarga canción de rocanrol de Bob Seger que escuché hace 30 años mientras iba a la universidad. Trata de trabajadores de la industria automovilística en 1955 que se sentían “jóvenes y orgullosos” por estar fabricando coches Thunderbird de Ford. Pero a principios de los ochenta, Seger cantaba: “las plantas han cambiado y tienes suerte si trabajas”. Seger captó la realidad de una infraestructura manufacturera estadounidense que se erosionaba gravemente mientras puestos de trabajo sindicalizados, capacitados y bien pagados, eran reducidos o enviados al extranjero, y pocas veces volvían a ser vistos por estos lares. 
 
Si la industria automovilística estadounidense ha mostrado recientemente señales de nueva vida (aunque ya no producimos T-Birds, o Mercurys u Oldsmobiles o Pontiacs o Saturns), hay una forma de manufactura en la cual EE.UU. sigue siendo dominante. Cuando se trata de armamentos, parafraseando a Seger, todavía somos jóvenes y orgullosos y fabricamos Predators y Reapers (es decir vehículos aéreos sin tripulación, o drones) y Eagles y Fighting Falcons (es decir jets de combate F-15 y F-16) y equipándolos con las armas más letales. En ese nicho del mercado, todavía somos la envidia del mundo.

Sí, somos los más destacados “mercaderes de la muerte”, título de un aclamado éxito de ventas que denunció el tráfico internacional de armas, publicado en EE.UU. en 1934. En aquel entonces, la mayoría de los estadounidenses se veían como evasores de la guerra, más que como especuladores con la guerra. Los malévolos especuladores con la guerra eran sobre todo fabricantes europeos de armas como Krupp de Alemania, Schneider de Francia o Vickers de Gran Bretaña.

No es que EE.UU. no haya tenido sus propios mercaderes de armas. Como señalaron los autores de Mercaderes de la Muerte, nuestro país demostró temprano una “propensión yanqui por extraer chucherías letales de [nuestra] bolsa de buhonero”. Sorprendentemente, el Comité Nye del Senado de EE.UU. dedicó 93 audiencias entre 1934 y 1936 a sacar a la luz los propios “codiciosos intereses en armamentos” de EE.UU. Incluso en esos días desesperados de la depresión, un deseo de beneficios y empleos era equilibrado por un fuerte sentido de ansiedad ante este mortífero comercio, una ansiedad reforzada por los horrores y hecatombes de la Primera Guerra Mundial.

Ya no sentimos ansiedad. Actualmente nos enorgullecemos (o por lo menos no nos avergonzamos) de ser de lejos la nación del mundo que exporta más armas. Unas pocas estadísticas lo demuestran. Desde 2006 a 2010, EE.UU. fue responsable de casi un tercio de las exportaciones de armas del mundo, sobrepasando fácilmente a una Rusia resurgente en la carrera de los “Señores de la Guerra”. A pesar de una disminución de las ventas mundiales de armas en 2011 debido a las presiones de la recesión, EE.UU. aumentó su parte del mercado, y fue responsable de un inmenso 53% del comercio en ese año. El año pasado EE.UU. iba a entregar más de 46.000 millones de dólares en ventas de armas al extranjero. ¿Quién dice que EE.UU. no sigue siendo número uno?

Para una lista de compras de nuestros negocios de armas, vale la pena buscar en la base de datos para exportaciones e importaciones de armas del Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo. Revela que, en 2010, EE.UU. exportó “grandes armas convencionales” a 62 países, de Afganistán a Yemen, y plataformas de armas que van desde jets de combate F-15, F-16 y F-18 y tanques de batalla Abrams M1 a helicópteros de ataque Cobra (enviados a nuestros compañeros paquistaníes) a misiles teleguiados de todos los sabores, colores y tamaños: AAMs, PGMs, SAMs, TOWs – una verdadera sopa de letras de acrónimos de misiles. No importa su significado específico: todos han sido hechos para hacer volar cosas por el aire; todos han sido hechos para matar.

Pocas veces se discute en el Congreso o en los medios noticiosos de EE.UU. la sabiduría o la moralidad de esos negocios de armas. Durante los últimos días tranquilos de diciembre de 2011, en anuncios separados cuya oportunidad no puede haber sido accidental, el gobierno de Obama expresó su intención de vender casi 11.000 millones de dólares en armas a Iraq, incluidos tanques Abrams y caza bombarderos F-16, y casi 30.000 millones en cazas F-15 a Arabia Saudí, como parte de un mayor negocio de 60.000 millones de dólares en armas para los saudíes. Pocos en el Congreso se oponen a tales negocios de armas ya que los contratistas de la defensa proveen empleos en sus distritos – y donaciones fáciles para las campañas electorales al Congreso.

Detengámonos a fin de considerar lo que implica un negocio de armas semejante para Iraq. En primer lugar, Iraq solo “necesita” tanques y cazas avanzados porque destruimos su generación anterior de los mismos, sea en 1991 durante Escudo/Tormenta del Desierto o en 2003 durante Operación Libertad Iraquí. En segundo lugar, Iraq “necesita” ostensiblemente semejantes poderosas armas convencionales para disuadir una invasión iraní; sin embargo el actual gobierno en Bagdad está estrechamente alineado con Irán, por cortesía de nuestra invasión en 2003 y la ocupación fracasada que vino después. En tercer lugar, a pesar de sus “necesidades”, los militares iraquíes no están ni cerca de poder poner en marcha y mantener semejante armamento avanzado, por lo menos sin un continuo entrenamiento y apoyo logístico suministrado por los militares de EE.UU.

Como dijo preocupado hace poco un oficial de la Fuerza Aérea de EE.UU. que sirvió de asesor a la incipiente Fuerza Aérea Iraquí, o IqAF:
“¿Podrá reabastecer la IqAF a sus propios aviones? ¿Pueden ofrecer los militares iraquíes una protección adecuada y seguridad para sus bases? ¿Puede la IqAF suministrar servicios de administración de aeropuertos en sus bases cuando vuelvan al control iraquí después de ocho años de dirección estadounidense? ¿Puede la IqAF asegurar la simple generación de electricidad para mantener la operación de sus instalaciones? ¿Podrá la IqAF capacitar y retener a sus aviadores?... Solo el tiempo dirá si nos fuimos demasiado pronto [de Iraq]; a pesar de todo, incluso sin un nuevo acuerdo de seguridad, la Fuerza Aérea de EE.UU. puede seguir estando junto a la IqAF.”
Dicho sin ambages: Dudamos de que los iraquíes estén listos para poner en marcha y volar F-16 construidos en EE.UU., pero se los vamos a vender a pesar de todo. Y si la historia pasada nos ha de servir de guía, si los iraquíes llegan a volver esos aviones contra nosotros, los haremos volar en pedazos o los derribaremos – y después (ojalá) les venderemos algunos más. 

Nuestro mejor cliente de armas
 
Seamos realistas: las armas que vendemos a otros palidecen en comparación con las armas que nos vendemos a nosotros mismos. En el mercado de armas letales, somos nuestro mejor cliente. Los estadounidenses están enamoradas de ellas, mientras más alta tecnología y más caras, tanto mejor. Yo debiera saberlo. Después de todo, soy un adicto a las armas en recuperación.

Bien avanzada mi adolescencia, me fascinaba el armamento militar. Construí modelos de los que eran entonces los últimos aviones de guerra de EE.UU.: el A-10, el F-4, los F-14, -15 y -16, el B-1, y muchos otros. Leía Aviation Week y Space Technology en la biblioteca para mantenerme al día con los más recientes desarrollos en la tecnología militar. No es sorprendente, tal vez, que haya continuado para promoverme en ingeniería mecánica en la universidad y que haya entrado a la Fuerza Aérea como ingeniero de desarrollo.

Enamorado como estaba de dispositivos de poscombustión y de la construcción de armas impecables, también comencé a leer libros como National Defense de James Fallows (1981) entre otras tempranas críticas del desarrollo de la defensa de Carter y Reagan, así como el ligeramente subversivo y siempre intuitivo Augustine Laws (1986) de Norman Augustine, más tarde director ejecutivo de Martin Marietta y de Lockheed Martin. Eso y mi propia experiencia en la Fuerza Aérea me pusieron en alerta sobre los miles de millones de dólares que estábamos dedicando a la construcción de armas de alta tecnología con precios cada vez mayores pero una utilidad cuestionable.

Tal vez el mejor ejemplo de la persistencia de este fenómeno es el F-35 Lightning II. Producido por Lockheed Martin, se había previsto que el F-35 fuera un caza bombardero “asequible” (a unos 50 millones de dólares por copia), un perfecto complemento para el mucho más costoso F-22 Raptor de “superioridad aérea”. Pero las usuales demoras, excesos de costes, problemas técnicos, y cambios en requerimientos han elevado el precio del F-35 a 160 millones de dólares por avión, suponiendo que los militares de EE.UU. persistan en sus planes de comprar 2.400. (Si el Pentágono decide comprar menos, el costo por avión aumentará al nivel del F-22.) Según cálculos recientes el F-35 costará ahora a los contribuyentes estadounidenses (tú y yo) por lo menos 382.000 millones de dólares en desarrollo y producción. Una suma semejante para un solo sistema de armas es suficientemente vasta como para ser incomprensible. Por ejemplo, financiaría fácilmente todos los gastos del gobierno federal para educación en los próximos cinco años.

El creciente coste del F-35 recuerda la más famosa de las leyes de Norman Augustine: “En el año 2054”, escribió a principios de los años ochenta, “todo el presupuesto de defensa [bastará] para comprar solo un avión”. Pero la pregunta más profunda es si nuestros militares realmente necesitan el F-35, una pregunta que es formulada pocas veces y que nunca es siquiera considerada seriamente, por lo menos por el Congreso, cuya filosofía sobre la construcción de armas se parece en mucho a la del Rey Lear: “Oh, no razonéis la necesidad”.

Pero razonemos la necesidad en términos puramente militares. Actualmente, la Fuerza Aérea se orienta cada vez más hacia drones sin tripulación. Mientras tanto, siguen existiendo numerosas “plataformas” perfectamente buenas y útiles para misiones de ataque y de apoyo aéreo, de F-16 y F-18 en la Fuerza Aérea y la Armada a helicópteros Apache en el Ejército. Y aunque muchos de nuestros cazas de combate existentes se pueden estar acercando a los límites de integridad estructural, nada impide que los militares de EE.UU. produzcan versiones actualizadas de los mismos. ¡Qué diablos!, es precisamente lo que les estamos vendiendo a los saudíes – versiones actualizadas del F-15, desarrollado en los años setenta.

Por el puro coste, es probable que compremos menos F-35 de los que desean nuestros militares, pero muchos más de los que necesitamos realmente. Lo haremos por Weapons ‘R’ Us. Porque construir cazas de combate ultra-costosos es una de las pocas industrias de alta tecnología que no hayamos exportado (por preocupaciones de seguridad nacional y de secreto), y por lo tanto una de las pocas industrias en EE.UU. que todavía tiene empleos manufactureros bien remunerados con decentes prestaciones para sus empleados. ¿Y quién puede disputar eso?

El coste en última instancia de nuestra mercancía letal

Evidentemente, EE.UU. ha tenido éxito en el tráfico global de armas. Cuando se trata de invertir en fuerzas armadas y armamentos, ningún país se puede comparar con nosotros. Somos supremos. Y a pesar del habla de modestos recortes del presupuesto del Pentágono durante la próxima década, seguirá creciendo, según el presidente Obama, lo que significa que en términos de armas el futuro sigue siendo brillante. Después de todo, los gastos del Pentágono en investigación y desarrollo ascienden a 81.400 millones de dólares, lo que representa un sorprendente 55% de todos los gastos federales en investigación y desarrollo y posibilita mucha oportunidad de desarrollo de nuestra próxima generación de armas maravilla.

¿Pero a qué precio para nosotros y el resto del mundo? Nos hemos convertido en los abastecedores de armamentos para los puntos candentes del planeta. Y esas entregas de armas (y el entrenamiento y las misiones de apoyo que las acompañan) tienen hacer que esos puntos sean aún más candentes – como en plomo caliente.

Como país, parecería que tenemos la fascinación de un adolescente con el equipamiento militar, una adicción que nos impulsa a reventar nuestra propia asignación presupuestaria. Al mismo tiempo, vendemos armas de la manera como punks adolescentes venden fuegos artificiales a niños más jóvenes: por beneficios y con poca consideración por cómo podrían ser utilizados.

Hace sesenta años, se decía que lo que era bueno para General Motors es bueno para EE.UU. En 1955, como cantó Bob Seger, éramos jóvenes y fuertes y construíamos

Thunderbirds. Pero hoy tocamos una nueva canción con un texto nuevo: lo que es bueno para Lockheed Martin o Boeing o [coloque su gran contratista de la defensa preferido] es bueno para EE.UU.

¡Cuán lejos hemos llegado desde los años cincuenta!

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William J. Astore, teniente coronel (USAF) en retiro es colaborador regular de TomDispatch. Aprecia comentarios de los lectores en wjastore@gmail.com.
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Fuente: Rebelion.org