Editorial
Consulta sobre un emprendimiento minero
La Provincia ha decidido convocar a entidades científicas y académicas, organizaciones no gubernamentales y al público en general para que se interioricen sobre los detalles del proyecto minero San Jorge, que pretende explotar cobre y oro en Uspallata. Paralelamente está trabajando un comité de profesionales expertos en el tema. Una medida atinada, que evitará futuras discusiones.
jueves, 13 de agosto de 2009
La actividad minera ha sido objeto de profundas discusiones en los últimos tiempos, entre quienes defienden los emprendimientos, asegurando que generan fuentes de trabajo, importantes ingresos económicos y no produce daños al medio ambiente y aquellos que afirman que la contaminación tiene alcances negativos irreparables para la actual y las futuras generaciones.
Lo preocupante es que, salvo contadas excepciones, quienes defienden una u otra teorías lo hacen sin conocer el tema y en más de una oportunidad se ha utilizado la situación como posicionamientos políticos.
En los últimos años, San Juan se ha visto envuelta en una discusión de alcance nacional a raíz de la puesta en funcionamiento del yacimiento aurífero de Veladero, que se extiende actualmente hacia el emprendimiento de Pascua Lama.
Los ambientalistas ponen en tela de juicio ambos yacimientos asegurando que están en peligro no sólo los ríos y la agricultura de la vecina provincia, sino los reservorios de agua dulce constituidos por los glaciares. Y las críticas caen también sobre el Gobierno nacional por haber vetado una ley de defensa de los glaciares.
Las acciones de defensa del ambiente y de rechazo a la actividad minera también llegaron a Mendoza y sólo cabe recordar lo sucedido con las manifestaciones de vecinos en los departamentos de San Carlos y de General Alvear, tiempo atrás, ante los anuncios sobre la posibilidad de permitir a empresas mineras la realización de cateos para futuras inversiones en yacimientos de extracción de minerales.
En este marco, es importante la decisión de las autoridades provinciales, de convocar a entidades científicas y académicas, organizaciones no gubernamentales y al público en general para que se interioricen de los detalles del proyecto minero San Jorge, que pretende explotar cobre y oro en Uspallata, durante 17 años, aspectos que serán llevados a una consulta pública vinculante para sellar el futuro del emprendimiento.
Paralelamente, especialistas universitarios ya se encuentran trabajando un dictamen, mientras los informes sobre impacto ambiental están a disposición de los interesados en distintos organismos gubernamentales.
La empresa canadiense interesada en explotar el yacimiento asegura que habrá baja incidencia de impacto ambiental porque el método que utilizan para la extracción del cobre y del oro permite prescindir del uso de ácidos. Aún así, ha realizado al menos 60 modificaciones relacionadas con pedidos de ampliación de la información. A la vez, ha iniciado reuniones con legisladores provinciales con la intención de comenzar el primer bimestre del año próximo.
La inversión inicial que promete es de 275 millones de dólares con un aporte total de 756 millones de dólares entre impuestos y regalías. Asegura también que a la Provincia le quedarán 48 millones de dólares por año con la mina en exploración, que generará 3.900 puestos de trabajo durante dos años de construcción y 1.900 empleos permanentes para los años de explotación.
Serán 10 mil las hectáreas afectadas por la planta, dentro de las 120 mil de la estancia El Yalguaraz y asegura que no utilizará en el proceso de flotación ni ácido sulfúrico ni mercurio ni cianuro, que son los elementos cuestionados en las explotaciones mineras de San Juan.
La conformación de una comisión evaluadora interdisciplinaria sobre el impacto ambiental, integrada por la Dirección de Minería, funcionarios de Ambiente, de la UNCuyo, del Centro Científico y Tecnológico, del Conicet y del Instituto Nacional del Agua, entre otros organismos, permite establecer que el tema será considerado por especialistas capacitados para establecer un posible impacto negativo tanto sobre el ambiente como en al agua.
Por ser ellos precisamente quienes conocen del tema, y en la seguridad de que en sus opiniones priorizarán el bien de la sociedad por sobre cualquier posicionamiento económico, las conclusiones a las que arribe la comisión -a favor o en contra del emprendimiento- deberán ser tenidas en cuenta por las autoridades para la decisión final sobre el proyecto.
Fuente: Los Andes Online
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