lunes, 31 de julio de 2023

Bill Nelson: “Un astronauta argentino viajará a la Estación Espacial Internacional”
El Director de la NASA visitó el Centro Espacial de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, en Córdoba, junto al ministro de Ciencia, Daniel Filmus, y habló de los acuerdos ARTEMISA.




En el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en la provincia de Córdoba, continuó la visita oficial del Administrador de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de los Estados Unidos, Bill Nelson, acompañado por el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus. Durante la visita al CETT, las autoridades recorrieron el Centro de Control de Misión SAOCOM, la Estación Terrena Córdoba y el Parque de Antenas para conocer de cerca los servicios de telemetría que se brindan desde esas instalaciones. Las autoridades se interiorizaron sobre las iniciativas que lleva adelante la CONAE como el desarrollo de la capacidad propia de lanzamiento de satélites mediante el proyecto Tronador, y la nueva misión satelital SABIA-Mar, el Satélite de Aplicaciones Basadas en la Información Ambiental del Mar, con fecha de lanzamiento prevista para principios de 2025.

Desarrollo Espacial

Filmus señaló: “En primer lugar, estamos orgullosos por la evaluación que ha hecho la NASA del desarrollo espacial argentino y por la voluntad de colaborar con Argentina para el desarrollo de nuestro propio plan espacial”, especificó, “sin lugar a dudas, un plan espacial nos da soberanía, nos da autonomía en la toma de decisiones, nos permite desarrollar ciencia y tecnología que después se derrama en el conjunto de la industria”. Respecto a la cooperación con la NASA, afirmó “haber avanzado en temas muy concretos como el intercambio técnico y pasantías de estudio. Son hechos concretos que, junto con haber firmado el acuerdo Artemisa, implican participar de la mesa chica de las discusiones y las decisiones respecto del futuro del espacio, algo que nos parece central”.

Astronauta argentino

En tanto, Bill Nelson, declaró: “Es muy importante lo que está haciendo Argentina con CONAE. Estamos buscando seguir cooperando entre Argentina y los Estados Unidos. Hay muchas oportunidades de cooperación en el futuro” y mencionó la posibilidad en el futuro de astronautas argentinos capacitándose con la NASA y que viajen a la estación espacial internacional. “Hoy vimos el comienzo de la posibilidad de tener información detallada sobre la Tierra” y sobre los acuerdos del Programa Artemisa en particular “son una declaración sobre la base del sentido común relacionadas con el uso pacífico del espacio. Es importante porque estamos en planes de viajar a la Luna y hacia Marte. En los acuerdos hay incluso disposiciones sobre esto y sobre la cooperación en el espacio en caso de emergencia, en la prohibición de la interferencia en operaciones científicas de otros países, y que haya partes compartidas para que países puedan ayudarse mutuamente en momentos de dificultad”, detalló la autoridad de la NASA sobre el acuerdo que reúne 28 naciones y Argentina una de ellas. Cabe destacar que los llamados Acuerdos de Artemisa se enmarcan en el Programa Artemisa que llevará la próxima misión tripulada a la Luna y la primera a Marte, y buscan generar un ámbito de cooperación internacional en materia espacial.

Participaron el Director ejecutivo y técnico CONAE, Raúl Kulichevsky; el Presidente de VENG y miembro del directorio de la CONAE, Marcos Actis; el Asesor especial del MINCyT, Guillermo Salvatierra. Por la comitiva estadounidense, Kay Bailey Hutchison, ex senadora y miembro del Consejo Asesor de la NASA; Susan Perez Quinn, jefa de gabinete de la NASA; Marc Stanley, embajador de Estados Unidos en la Argentina, y Aaron Tiffany, Oficial de Economía de la embajada de EE.UU.



Con apoyo del INTI, una pyme argentina exportará su primer helicóptero a Alemania
La empresa Cicaré, de Saladillo, con asesoramiento del organismo científico y tecnológico, consiguió la habilitación del mercado alemán de vuelo ultraligero para el ingreso de un helicóptero ultraliviano.


El "know how" del INTI, clave para que una pyme exporte su primer helicóptero certificado ultraliviano a Alemania.

La empresa pyme Cicaré, con el apoyo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), va a exportar a Alemania el primer helicóptero ultraliviano certificado y producido en la Argentina.

La firma familiar, con sede en la localidad bonaerense de Saladillo, contó con el apoyo técnico del INTI para realizar un ensayo clave en su modelo ultraliviano biplaza, lo que le permitió convertirse en la primera aeronave de su categoría en obtener la habilitación completa que otorga la Asociación Alemana de Vuelo Ultraligero.

Cicaré, con más de 50 años de trayectoria, ya ha exportado productos a más de veinte países en todos los continentes, destacó el INTI en un comunicado.

La empresa argentina debía cumplir con una exigente normativa solicitada por la Asociación Alemana de Vuelo Ultraligero (DULV, de acuerdo a su sigla en inglés) para poder ingresar al mercado certificado de Alemania.

Entre los requisitos se encontraba la realización de diversas pruebas y la necesidad de alcanzar determinados estándares. En ese marco, junto a especialistas del INTI, la empresa pudo terminar de completar todos los ensayos a fin de obtener el certificado tipo completo que da acceso al mercado comercial de aeronaves en la categoría de 600 kilos.

Acervo científico-tecnológico

Al respecto, el secretario de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación, José Ignacio de Mendiguren, dijo que “esta es una historia más de sinergia entre la capacidad emprendedora de la industria argentina, en este caso de la empresa Cicaré, y el acervo científico-tecnológico simbolizado por nuestro INTI”.

“Muy pocos países del mundo pueden entrar con tecnología, innovación y conocimiento a países tan exigentes como Alemania. Solo se logra con trabajo conjunto entre el sector público y el privado”, completó De Mendiguren.

Por su parte, la presidenta del INTI, Sandra Mayol, señaló que “es un orgullo ver a tantas empresas argentinas que producen y exportan, sobre todo a mercados tan exigentes” y expresó que “en este caso nos satisface ratificar que desde el sector privado y también en el exterior se considere de esta forma el prestigio técnico del INTI a fin de dar aval a la seguridad y las prestaciones de un helicóptero de fabricación nacional”.




Acompañamiento técnico del INTI

Dentro del listado de pruebas que se deben realizar para alcanzar esa habilitación, hubo uno que requirió el acompañamiento técnico y especializado del INTI: “ese ensayo consiste en medir una fuerza determinada sobre los asientos a fin de simular un aterrizaje de emergencia o una caída a una altura establecida, y, así, imitar una determinada aceleración de la gravedad”, precisaron.

Esa prueba se realizó más de una vez, y durante ese proceso, el especialista Alejandro Ferenz -ingeniero mecánico aeronáutico que integra el sector de Mecánica del INTI- acompañó a Cicaré, asesoró a sus técnicos y aportó sugerencias para alcanzar los estándares buscados. En ese sentido, entre otras iniciativas se planteó y llevó adelante el rediseño en los asientos del helicóptero y también del utillaje con el que se trabajó, siempre bajo la premisa de que el ensayo arrojara los mejores resultados posibles.
Calibración

El INTI también aportó el equipamiento e instrumental calibrado, necesario para realizar las mediciones, lo que se conoce como transductor de fuerza o celda de carga.

El sello de DULV supone haber alcanzado requisitos específicos de seguridad, performance y operación.

El titular de la empresa Cicaré, Juan Manuel Cicaré, dijo que “el INTI nos ayudó en la puesta en marcha del ensayo, su reformulación y su correspondiente supervisión, y emitió el documento necesario para presentar ante la asociación alemana. A su vez, era necesario contar con una institución como el INTI que avalara el uso y calibración de ciertos elementos de medición acordes con los requerimientos de la agencia DULV”.

“Gracias a esto pudimos concretar la venta del modelo Cicaré 8, esto constituye un precedente, ya que es la primera vez que esta entidad certifica una aeronave en la categoría de 600 kilos, por lo que no solo estamos exportando un producto, sino también nuestra tecnología, innovación y capacidades técnicas al mundo”, resaltó.

Por último, el especialista del INTI, Alejandro Ferenz, detalló que el instituto “puede dar asistencia a muchos sectores e industrias y no solo calibrar, proveer equipos de medición y tareas de laboratorio. También realizamos trabajo de campo y resolvemos situaciones codo a codo junto a las empresas”.



La Comisión Nacional de Energía Atómica investiga en uranio y litio para la transición energética
El organismo, a través del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu, avanza con enriquecimiento de uranio para los combustibles de los reactores de Atucha y comenzó el desarrollo tecnológico para la producción de electrolitos, insumo esencial para fabricar baterías de ion-litio.




La planta de enriquecimiento de uranio ubicada en el paraje Pichi Leufu Arriba, a unos 60 kilómetros de Bariloche, fue construida a fines de la década de 1970 por la empresa INVAP S.E. para la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Su finalidad era producir uranio enriquecido para la fabricación de elementos combustibles para reactores de potencia y de investigación en Argentina, lo que permitió obtener el manejo del ciclo combustible de manera autónoma, sin depender de proveedores internacionales y/o de las restricciones en su comercialización.

Hoy, el Complejo Tecnológico Pilcaniyeu (CTP) le permite a la Argentina ser parte del pequeño grupo de trece países con dominio de esta tecnología. Con un plantel de 150 técnicos, profesionales y personal de apoyo, en su mayoría ubicados en la planta de Pilcaniyeu, y un porcentaje menor en el Centro Atómico Bariloche (CAB), el complejo continúa implementando nuevos desarrollos e investigaciones para el futuro.

Avance nuclear

Su hito y muestra del avance nuclear argentino se alcanzó en el año 1983, cuando se obtuvo uranio enriquecido a escala semindustrial con el método de difusión gaseosa, siendo el séptimo país en el mundo ‒en aquel entonces‒ con esa capacidad. Luego, continuó su desarrollo durante toda la década de los años 80, con el fin de proveer este metal a las centrales nucleares de nuestro país.

“En aquellos años nos enfocamos hacia el proyecto de la necesidad autónoma de enriquecer uranio desde la Argentina, por las restricciones internacionales que hubo luego del accidente nuclear ocurrido en la India y, por lo tanto, la dificultad para acceder a ciertos componentes y fabricar combustibles nucleares para los reactores que se pensaban exportar”, comenta el actual gerente del CTP Daniel Brasnarof.

Sin embargo, las actividades se paralizaron por completo en el año 1996 como efecto del cambio de contexto internacional de la energía nuclear y por diversas decisiones políticas económicas nacionales. Finalmente, esas medidas motivaron que durante esos años la actividad se restringiera al mantenimiento y preservación de la planta con un plantel mínimo de trabajadores.

Tras doce años de postergación, a principios del año 2007 y con el impulso del relanzamiento del plan nuclear argentino, se iniciaron las tareas de reacondicionamiento y actualización del complejo para recuperar las capacidades técnicas y de recursos humanos, formando personal acorde a las nuevas tecnologías disponibles y mejorando estándares a nivel operativo y de seguridad.

Readecuación

También se llevó a cabo una readecuación de las disposiciones ambientales vigentes y se presentó un estudio de impacto ambiental, realizado por la Universidad del Comahue y un Plan de Gestión Ambiental para la puesta en marcha de las diferentes plantas del complejo.

En el año 2015, meses después del anuncio del gobierno sobre el reinicio de las operaciones y la puesta en marcha para avanzar en el autoabastecimiento de este insumo crítico, se realizó una audiencia pública convocada por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Río Negro, sobre la reactivación del módulo experimental para enriquecimiento de uranio del CTP.

El subgerente de Operación y Mantenimiento de la planta Marcelo Herrera, maquinista naval de formación y ex combatiente de Malvinas, recuerda: “Tuve la oportunidad de estar como supervisor trabajando en la planta el día que se encontraba en marcha e inició su primera carga. El desafío que apareció en ese momento para el equipo que formábamos con especialistas de todo el país fue indescriptible”.

¿Por qué es estratégico?

Las centrales nucleares utilizan como combustible uranio natural o uranio ligeramente enriquecido. Este elemento químico se encuentra conformado esencialmente por dos isótopos: el U238, que en la industria nuclear es considerado un isótopo fértil, y el U235, considerado un isótopo físil. Este último es el que permite hacer funcionar a los reactores nucleares.

Para hacer un mejor uso del material, esa composición isotópica debe ser modificada mediante un proceso que se conoce como enriquecimiento de uranio, en donde se lleva el material a una concentración isotópica que puede ser del 0,85% al 93% en U235.

Enriquecer uranio natural

Por este motivo se busca enriquecer el uranio natural, para que la concentración de U235 sea mayor a lo normal y así posibilite que se extienda esta reacción en cadena para obtener mayor eficiencia de los reactores nucleares. En el CTP el método que se utiliza es el de difusión gaseosa, que consiste en hacer pasar gas de uranio a través de una membrana porosa. También se desarrolla por medio de la tecnología centrífuga y del uso de láseres para lograr la separación.

Las regulaciones respecto al proceso de enriquecimiento son muy exigentes a nivel mundial. Es un escenario dominado por la competencia y los países que atesoran estas capacidades tienden a establecer fuertes restricciones. Así también, desde el punto de vista de la no proliferación nuclear, esta es una tecnología crítica que necesita estar sometida a un estricto control internacional.

“La capacidad de enriquecimiento de uranio que tenemos es estratégica, tanto por la independencia que conlleva en decidir las opciones de provisión de energía, en el manejo de los recursos para nuestro país, como también para la producción de radioisótopos que se utiliza en medicina nuclear”, señala Daniel Brasnarof.

Pilcaniyeu

Además del enriquecimiento, en esta planta de 30.000 metros cuadrados de superficie se vienen desarrollado capacidades únicas en el país en producción de compuestos fluoruros, que consisten en el desarrollo tecnológico para la producción nacional de electrolitos, insumo esencial para la fabricación de baterías de ion-litio.

Este procedimiento se realiza a partir de la síntesis de la sal hexafluorofosfato de litio (LiPF6) y la formulación de la preparación de soluciones específicas para tal fin. El proyecto incluye la síntesis de LiPF6 a escala laboratorio (1-10 gramos) y el posterior crecimiento en una escala de 500-1000 gramos. Finaliza con el diseño conceptual de una planta de producción de aproximadamente 2 toneladas anuales.

Objetivo

Del mismo participan la Gerencia Complejo Tecnológico Pilcaniyeu (CNEA), YPF Tecnología SA, CLORAR Ingeniería SA y el Centro de Química Inorgánica CEQUINOR-CONICET, y tiene como objetivo fortalecer las capacidades científicas, tecnológicas y de innovación locales que aporten al proceso de transición energética nacional.

“Esta es una gran oportunidad que hemos planteado y la CNEA tiene ese andamiaje para contribuir en esta etapa inicial y luego poder pensar a otra escala un poco más grande o industrial”, concluye Brasnarof, respecto a este nuevo desafío para el desarrollo de tecnologías vitales en la transición energética.

Advertir que, desde la Argentina, país con grandes avances en los usos pacíficos de la energía nuclear, se cuenta con esta tecnología de enriquecimiento, permite, además de asegurar la provisión de elementos combustibles para los reactores de potencia, garantizar la producción de radioisótopos para medicina nuclear, los procesos industriales de irradiación y el combustible para el reactor nuclear de potencia 100% argentino CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares). Todos estos avances se traducen en soberanía energética.



domingo, 30 de julio de 2023

Córdoba empezará a producir insumos claves para el trasplante de órganos
El Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba lanzará la licitación para refuncionalizar la planta donde elaborará líquido conservador de órganos, que hasta ahora se importa.


El Laboratorio de Hemoderivados empezará a producir insumos para trasplantes.

En las próximas semanas, el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba lanzará la licitación para refuncionalizar la planta donde se elaborará la formulación.

Hasta ahora, el líquido conservador de órganos para trasplantes era importado. Su desarrollo fue solicitado por el Incucai y demandó años de investigación y desarrollo.

La posibilidad de sustituir un órgano enfermo por otro sano es uno de los eventos más sobresalientes del siglo XX en el campo de la medicina, tanto por sus beneficios terapéuticos como por su impacto en el campo de la salud pública y su significación para el conocimiento del universo biológico.

Historia del desarrollo

En la Argentina, el desarrollo y la evolución de estos procedimientos tuvieron lugar en los últimos treinta años, a partir de la creación del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), en 1990.

Cabe recordar que en 2018 entró en vigencia la ley 27.447, dedicada a regular las actividades relacionadas a la obtención y la utilización de órganos, tejidos y células de origen humano. Desde su sanción, la cantidad de donantes aumenta de manera sostenida. Tanto es así que, en 2019 la Argentina alcanzó una tasa de 19,65 donantes por millón de habitantes (PMH), la más alta de su historia.

En 2020, pese a la pandemia por COVID-19, fue posible sostener la operatividad de los programas de procuración y trasplante de órganos, tejidos y células. Sin embargo, la tasa de donación por millón de habitantes registró una considerable caída. Esta situación comenzó a experimentar una importante mejoría en 2021 y colaboró para que la cantidad de trasplantes aumentara un 40%, respecto de 2020.

En Córdoba, hasta fines de agosto de 2022, el Ente Coordinador de Ablación e Implante de Córdoba (ECoDAIC), dependiente del Ministerio de Salud de Córdoba y representante jurisdiccional ante el Incucai, había registrado 74 donantes de órganos y tejidos. La cifra no sólo representa un incremento del 64% respecto del año anterior, sino que habilitó la realización de 260 trasplantes en todo el país, según informó oportunamente esa organización.

Cuáles son los órganos más trasplantados

En las últimas décadas, el trasplante se consolidó como el tratamiento capaz de salvar y mejorar la calidad de vida de miles de personas. Esto fue posible gracias a los avances en técnicas quirúrgicas, farmacológicas y al progreso en técnicas de preservación de órganos.

En la Argentina es una práctica cotidiana en el sistema sanitario: cada cinco horas una persona ingresa al quirófano para recibir el implante de un órgano donado. De acuerdo a los registros de Incucai, 7.580* personas necesitan una intervención de este tipo para salvar sus vidas en este momento. Además, durante 2022 se realizaron 1.242* procedimientos.

Dos factores resultan cruciales para la conservación de los órganos ablacionados: una baja temperatura y un líquido conservador o solución especial que simula las condiciones del organismo para retardar los procesos naturales de degradación de los tejidos.

En esto último trabajó durante varios años el Laboratorio de Hemoderivados de la UNC, a pedido del Incucai. Un dato ayuda a dimensionar el impacto de la solicitud: en la actualidad no existe producción nacional con esta formulación –que brinda los mejores resultados (gold estándar)– y por ese motivo debe ser importada.

Para su desarrollo, el Laboratorio de Hemoderivados de la UNC tomó como referencia un líquido creado por la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos), considerado como el producto “estándar de oro” para la preservación de órganos abdominales, y cuya patente ya había caducado.

Know How

El último dato resulta crucial porque habilita a cualquier industria farmacéutica en el mundo a producirlo libremente, salvo por un detalle: no existe información alguna sobre cómo es el proceso, cuáles son los pasos a seguir, ni cómo o en qué orden deben combinarse sus componentes.

En ese punto es donde el know-how de Hemoderivados lo ubicó en una posición privilegiada. Con una vasta experiencia en este campo, sus equipos técnicos –conformados por profesionales en bioquímica, ciencias farmacéuticas y biotecnología– analizaron toda la bibliografía disponible, produjeron el conocimiento necesario y avanzaron con los ensayos.

Ya elaboraron los primeros lotes a escala de desarrollo, optimizaron su formulación, concretaron los estudios de estabilidad con excelentes resultados y lograron el registro ante la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

El líquido se denomina “Solución Conservadora de Órganos W UNC” (SCOW UNC) y fue creado para su uso con riñón, hígado y páncreas. La letra W fue incluida en el nombre en reconocimiento a la institución creadora de la fórmula original.

Hemoderivados en la Argentina

En marzo de 2022, el Ministerio de Salud de la Nación anunció el otorgamiento de un subsidio de 64 millones de pesos para el Laboratorio de Hemoderivados de la UNC. El financiamiento está destinado a la ampliación y a la modernización tecnológica de su Planta de Tejidos y Productos Médicos, en el marco del proyecto “Modernización tecnológica y adecuación a las normativas GMP de ANMAT para el escalado productivo de una Solución Conservadora de Órganos”.

La concreción de este proyecto permitirá escalar la producción de SCOW UNC siguiendo estándares internacionales, con el propósito de garantizar su disponibilidad a nivel nacional y abastecer, principalmente, al Incucai.

Con su elaboración y distribución, el laboratorio universitario se posicionará como el único productor nacional de un insumo médico, cuya demanda actual es cubierta por medio de importaciones.

Líquido conservador

En la Argentina, anualmente se utilizan cerca de 6.000 litros de líquido conservador. Con la nueva planta, Hemoderivados estará en condiciones de producir, de manera holgada, un lote semanal de 500 litros. Eso implica que en sólo tres meses podrá satisfacer las necesidades del país.

Una vez cubiertas las exigencias locales, el laboratorio de la UNC podrá iniciar la exportación en volúmenes que le permitirían, incluso, abastecer los requerimientos de América del Sur. Sobre este punto, sus equipos ya iniciaron el relevamiento de los requisitos necesarios para registrar el producto en distintos países del Continente.

Para analizar la información científica publicada, la viabilidad productiva y el potencial comercial de la solución, Hemoderivados encargó un informe estratégico a especialistas en vigilancia tecnológica. En el documento elaborado, una investigación citada proyecta que el mercado de soluciones conservadoras de órganos podría alcanzar los 317 millones de dólares para 2026.

El rol clave del Laboratorio de Hemoderivados

Con SCOW UNC, Hemoderivados reafirma así su rol en el sistema de salud nacional, garantizando la producción pública de medicamentos y productos médicos estratégicos para el país y la región, sustituyendo importaciones y regulando los precios del mercado nacional.

Equipo de trabajo SCOW UNC

Profesionales | Eugenia Bernardi, Cecilia Sobrero, Noelia Bosio, Diego Schmets, Raúl Ibarra, Julio Mathieu, Carolina Lacerra, Tristán López Lozano, Romina Kedikian, Laura Cravero y Daniel Allemandi.

Esta actividad requiere del trabajo interdisciplinario en equipo, donde participan profesionales de diferentes áreas como Dirección Técnica, Control de Calidad, Aseguramiento de Calidad, Ingeniería de Planta, Dirección de Planta y Compras, entre otras.



viernes, 28 de julio de 2023

Argentina es el 28.º signatario de los Acuerdos de Artemisa


El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina, Daniel Filmus, firma los Acuerdos de Artemisa durante una ceremonia en la Casa Rosada de Buenos Aires el 27 de julio de 2023, mientras el presidente de Argentina, Alberto Fernández (izquierda), el administrador de la NASA, Bill Nelson (centro), y el embajador de Estados Unidos en Argentina, Mark Stanley (derecha), observan. Argentina se convirtió en el vigésimo octavo país en firmar los Acuerdos de Artemisa, que establecen un conjunto de principios prácticos para guiar la cooperación en la exploración espacial entre naciones, incluidas las que participan en el programa Artemis de la NASA. Credito: NASA

En una ceremonia celebrada la Casa Rosada de Buenos Aires el jueves 27 de julio, Argentina se convirtió en el vigésimo octavo país en firmar los Acuerdos de Artemisa. El administrador de la NASA, Bill Nelson, participó en la ceremonia de firma por parte de la agencia, y el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, firmó por parte de Argentina.

También asistieron el presidente argentino, Alberto Fernández, y Marc Stanley, embajador de Estados Unidos en Argentina.

Los Acuerdos de Artemisa establecen un conjunto de principios prácticos para guiar la cooperación en materia de exploración espacial entre naciones, incluidas las que participan en el programa Artemisa de la NASA.

“Este año, los Estados Unidos y Argentina cumplen dos siglos de relaciones diplomáticas. Sabemos que nuestra asociación en el próximo siglo se profundizará por los descubrimientos realizados juntos en el espacio," dijo Nelson. "Junto con nuestros compañeros firmantes de los Acuerdos de Artemisa, Estados Unidos y Argentina están estableciendo un estándar para la exploración y el uso del espacio en el siglo XXI. A medida que exploremos juntos, lo haremos de forma pacífica, segura y transparente."

La NASA, en coordinación con el Departamento de Estado de Estados Unidos, estableció los Acuerdos de Artemisa en 2020 junto a otros siete países miembros fundadores.

“Estamos convencidos de que los Acuerdos de Artemisa constituyen un aporte al desarrollo de la actividad espacial con fines pacíficos a nivel global y permitirán incrementar la cooperación internacional con Argentina," dijo Filmus.

Los Acuerdos de Artemisa fortalecen e implementan el Tratado del Espacio Exterior de 1967. También refuerzan el compromiso de Estados Unidos y de las naciones asociadas con el Convenio de registro, el Acuerdo de rescate y retorno, así como las buenas prácticas y las normas de comportamiento responsable que la NASA y sus socios han respaldado, incluida la divulgación pública de datos científicos.

“Es muy importante dar este paso, ya que es clave que avancemos en lo relacionado al desarrollo espacial. Estamos convencidos de que debe ser política de Estado,” dijo el presidente Fernández. “Hemos hecho mucho por retener a nuestros científicos, siempre estuvimos interesados en la ciencia y la tecnología, creemos que ese es el camino.”

Otras naciones firmarán los Acuerdos de Artemisa en los meses y años venideros, ya que la NASA sigue trabajando con sus socios internacionales para establecer un futuro seguro, pacífico y próspero en el espacio. El trabajo con socios tanto nuevos como existentes añadirá nueva energía y competencias para garantizar que todo el mundo pueda beneficiarse de nuestro viaje de exploración y descubrimiento.


-fin-


Jackie McGuinness / María José Viñas
Sede central, Washington
202-358-1600
Last Updated: Jul 28, 2023
Editor: Roxana Bardan




Argentina avanza en su cooperación con la NASA: "La queremos como socia"
La Argentina participará del programa Artemisa que llevará humanos de regreso a la Luna. El número uno de la agencia espacial norteamericana visitará Invap y el Centro Espacial Teófilo Tabanera, de Córdoba.
por Nora Bar



No es la primera vez que el abogado, ex senador y funcionario elegido durante 42 años para ocupar distintos cargos en el gobierno de los Estados Unidos, Clarence William “Bill” Nelson, visita la Argentina. Recuerda que la primera vez que llegó a Buenos Aires, siendo muy joven, quedó deslumbrado por la belleza de sus mujeres. Y que vio al país desde el cielo hace 37 años, cuando en enero de 1986 se convirtió en el segundo miembro del congreso de su país en volar en el transbordador Columbia como tripulante especialista en cargas útiles. Pero hoy acaba de llegar en visita oficial como administrador de la NASA en una recorrida por el Cono Sur, después de reunirse en Brasil con el presidente Lula Da Silva. “En el vuelo desde allí, pude ver a ojo desnudo el impacto de la deforestación: cientos de kilómetros de barro”, destaca, en un breve encuentro con periodistas en la residencia del embajador de los Estados Unidos.

Durante su estada en el país, fue recibido por el presidente Alberto Fernández, en una reunión en la que participaron el ministro de Ciencia, Daniel Filmus, y el director ejecutivo y científico de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, Raúl Kulichevsky. Durante el encuentro la Argentina firmó los "Artemis Accords", que le permitirán ingresar al programa de retorno a la Luna que encabeza la agencia espacial norteamericana. Mañana visitará la planta de Invap, en Bariloche, y el lunes concluirá su actividad con una recorrida por el Centro Espacial Teófilo Tabanera de Córdoba. De aquí viajará a Bogotá, Colombia, a encontrarse con el presidente Gustavo Petro, y después a Cali, donde USAID mantiene un programa que proporciona a agricultores de esa región información espacial para prevenir plagas en las cosechas, incendios de bosques, estimar la humedad del suelo y predecir sequías.


Bill Nelson, administrador de la NASA


Aunque no adelantó decisiones concretas, Nelson manifestó que la Argentina es un socio importante para la NASA desde hace mucho, por ejemplo en la observación de la Tierra con fines científicos, y que espera que esa colaboración continúe en el futuro.

“Tenemos proyectos conjuntos con la agencia espacial argentina, como medir la salinidad del océano [con el satélite Aquarius SAC-D], un dato importante porque el agua salada es más pesada, se va al fondo y crea corrientes. Ese programa ya está en marcha desde hace 10 años –dijo Nelson–. Y cuando me encuentre hoy con el presidente, le ofreceré seguir con estas colaboraciones. Queremos tenerla como socia en muchos de nuestros proyectos como lo hacemos con otros países del mundo; por ejemplo, para entender qué está pasando con el clima en la Tierra. En enero, iniciaremos una colaboración con la India con un instrumento que nos permitirá ‘ver’, incluso en el Amazonas, qué está ocurriendo por debajo de la línea del follaje de los árboles”.

Uno de los programas insignia de la agencia espacial norteamericana es Artemis, que volverá a llevar astronautas a la Luna después de 50 años y de allí, a Marte. Mediante los “acuerdos Artemisa” ya participan 27 países (Australia, Canadá, Italia, Japón, Luxemburgo, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Estados Unidos, Ucrania, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Brasil, Polonia, México, Israel, Rumania, Bahrein, Singapur, Colombia, Francia, Arabia Saudita, Ruanda, Nigeria, España, República Checa, Ecuador e India) y Nelson subrayó que esperaba que la Argentina se incorporara como el país número 28, cosa que sucedió horas más tarde en la Casa de Gobierno.

“Ya hicimos el vuelo de prueba alrededor de la Luna y volveremos el año que viene con tripulación. El año siguiente vamos a orbitarla y descenderemos. Enviaremos a dos astronautas y la primera mujer. Seguiremos yendo a la Luna y más allá, a Marte, y establecimos un conjunto de normas o directrices para los países que participen en la exploración del espacio exterior –destacó–. Y eso es lo que establecen los acuerdos: que vamos en son de paz, ayudándonos entre nosotros y en situaciones de rescate, sin disputar por territorios o equipos. Y eso es válido tanto para la Luna como para cualquier otro cuerpo celeste”. Para participar, la Argentina deberá presentar proyectos.

Acerca del acuerdo que el país firmó con China para la instalación de un observatorio del espacio profundo en Neuquén, Nelson explicó que “a medida que la Tierra gira, para comunicarse con la Luna o con Marte, necesitamos una antena que los esté mirando directamente. Por eso, Estados Unidos tiene antenas que sirven de apoyo a sus misiones en España, California y Australia. Así, a medida que la Tierra rota, siempre hay una de nuestras antenas orientada hacia el objetivo. Asumo que la antena de China es para ese propósito. China es el segundo país en ir a Marte. Su rover no duró mucho, pero fue un logro significativo. También sabemos que China aterrizó en la Luna. Creo que hay una carrera espacial entre China y los Estados Unidos. Nosotros volvemos después de medio siglo a una ubicación diferente, al Polo Sur, porque sabemos que allí hay agua en forma de hielo. Si es abundante, uno tiene hidrógeno y oxígeno, los componentes del combustible para las naves espaciales. Nuestra misión es internacional. Ustedes saquen sus propias conclusiones acerca de la misión China. No puedo hablar sobre lo que está haciendo en la Argentina”.




Alienígenas

Nelson también se refirió, sin definirse, a las audiencias actualmente en marcha en el Congreso de su país por las afirmaciones de David Grusch, ex oficial de inteligencia que alega que el gobierno está ocultando información sobre una nave “alienígena” que tendría en su poder. “He visto y hablado con personas de la Marina –dijo–. Decidí como administrador de NASA que tenemos que considerarlo desde el punto de vista científico. Creamos un panel de una docena de prominentes investigadores y van a entregar un informe más adelante. Sabemos que el universo tiene 13.800 años luz y el James Webb Telescope nos está enviando imágenes de cuando apenas tenía 300 millones de años. Les pregunté cuál es la posibilidad matemática de que en el universo una estrella de tamaño mediano con una familia de planetas alrededor con la composición química adecuada albergue vida. Me respondieron que más de un billón. ¿Tiene algo que ver con esto? No lo sé. Estamos buscando vida extraterrestre. Traeremos a la Tierra 42 muestras de Marte tomadas del fondo de un lago en una cápsula de titanio. En septiembre llegará una muestra de Bennu un asteroide rocoso y veremos si tiene los componentes de la vida. El espacio es muy vasto”.

Ya sobre el final, subrayó que NASA no solo es una agencia espacial, sino también “climática”. “Tenemos 25 satélites en órbita recogiendo datos –destacó–. En los próximos diez años lanzaremos cuatro grandes observatorios que nos darán una comprensión más ajustada de lo que está ocurriendo en la Tierra. Acabamos de lanzar un satélite (SWOT) que nos dará la elevación y volumen del agua dulce en ríos, reservorios, lagos. Es la primera vez que vamos a estudiar esto. Y tenemos un centro de información de la Tierra [en nasa.gov] donde estos datos son accesibles en tiempo real. Están a disposición de todos”.




Tres décadas de cooperación

Conae y NASA desarrollaron cuatro misiones satelitales conjuntas y vienen colaborando en distintos proyectos científicos relacionados con el espacio profundo. También mantienen cooperación en las misiones SAOCOM y NISAR y futuras misiones relacionadas con el estudio del cambio climático.

El vínculo entre las agencias espaciales de la Argentina y de los Estados Unidos comenzó inmediatamente después de la creación de la Conae en 1991, con la firma de un acuerdo marco para la cooperación espacial. Previo a la firma de este documento, en la década anterior ya existían contactos de la NASA con grupos argentinos de investigación y con la Secretaría de Ciencia y Técnica.

A partir de la firma del acuerdo, el trabajo conjunto de la CONAE y la NASA fue continuo durante el desarrollo de la serie de Satélites de Aplicaciones Científicas (SAC) de la Argentina; NASA aportó instrumentos y los servicios de lanzamiento desde plataformas en los Estados Unidos, y Conae dio soporte a campañas de investigación de NASA.

La Conae además brindó apoyo a la campaña de seguimiento de la misión New Horizons en 2018 con el despliegue de telescopios en distintos punto del país, y apoyo de la Estación Terrena Córdoba a la misión Van Allen Probes para la medición del campo magnético terrestre, entre otras.

Los satélites Saocom1A y Saocom 1B, lanzados en 2018 y 2020 respectivamente, integran la constelación Siasge (Sistema Italo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias) y actualmente brindan servicio tanto a la Argentina como a otros países. Además, está en marcha el desarrollo de un lanzador de satélites, el Tronador, lo que le daría al país autonomía para poner en órbita sus propios satélites y otros de la región. Y se encuentra en construcción la nueva misión satelital SABIA-Mar (Satélite de Aplicaciones Basadas en la Información Ambiental del Mar), con fecha de lanzamiento prevista para principios de 2025.



El jefe de la NASA anticipó que este año difundirán un documento sobre la posible existencia de vida extraterrestre
Bill Nelson, ex astronauta y hoy administrador de la agencia espacial estadounidense, está de visita en la Argentina. “Personalmente creo que en el Universo hay vida afuera”, dijo en diálogo con Infobae.
Por Víctor Ingrassia



Clarence W. “Bill” Nelson, el ex astronauta que hoy dirige la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés), está de visita en la Argentina luego de haber estado en Brasil y previo a su escala final en Colombia, durante una gira sudamericana para “estrechar lazos y avanzar hacia la cooperación científica internacional”.

Sin embargo, luego de que en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, David Grusch —un ex oficial de inteligencia— asegurara que encontró “restos biológicos no humanos” al investigar OVNIs, la presencia de Nelson tomó otra envergadura. Por eso, en un diálogo con la prensa del que participó Infobae, el administrador de la agencia norteamericana respondió acerca de esta cuestión y anticipó que a fin de año habrá un documento final sobre posible vida extraterrestre.

El testimonio del mayor retirado David Grusch era muy esperado desde que había hecho sus revelaciones públicas hace casi dos meses. Si bien el estudio de aeronaves u objetos misteriosos a menudo evoca conversaciones sobre extraterrestres y “hombrecillos verdes”, los demócratas y republicanos en los últimos años han presionado para que se realicen más investigaciones y lo ven como un asunto de seguridad nacional.

Al respecto, Bill Nelson expresó: “He visto y he hablado con los pilotos del armada, allá por 2004. Ustedes mismos vieron esos videos que fueron públicos y tomados por los pilotos. Yo hablé con todos y con la gente del Pentágono. Al respecto, la NASA está preparando un documento final que será difundido este año, en el que aborda el punto de vista científico sobre este tema. Tenemos nuestros sensores que recogen información y tenemos una docena de científicos muy prominentes que están deliberando en este momento y a fines de este verano van a informar al respecto. Así que voy a esperar hasta ese informe”.


La NASA lanzó el año pasado el poderoso cohete Space Launch System (SLS) con la cápsula Orión hacia la Luna (REUTERS/Joe Skipper/File Photo/File Photo)

“Personalmente creo que en el Universo, hay vida afuera. El universo es muy grande, los científicos ya nos dijeron con bastante precisión que la probabilidad es de uno en un trillón de que haya otra Tierra como nuestro planeta que pueda crear vida”, explicó.

Y agregó: “Como agencia espacial, la NASA está buscando formas de vida en forma permanente fuera de la Tierra. En estos mismos momentos, el robot Perseverance en Marte está recolectando muestras en tubos de aluminio para que sean enviadas a la Tierra en la próxima década y poder analizarlas químicamente para ver si hay rastros de vida anterior”. “Además, en septiembre esperamos el arribo de las primeras muestras biológicas tomadas por una nave al asteroide Bennu para poder también observar rastros de signos de vida o elementos que la propicien”, adelantó el experto.

El ex astronauta llegó al país para firmar acuerdos de cooperación científica y recorrer distintos centros tecnológicos donde se desarrolla la ciencia espacial argentina: “Observar la Argentina desde el espacio es hermoso. Su gran costa este es hermosa. Pude observar con mis propios ojos y desde arriba a la Argentina”.


Bill Nelson fue recibido por el embajador de EEUU en Argentina Marc Stanley

“Luego de Argentina, volaré a Bogotá a reunirme con el presidente Petro y después vamos a seguir a Cali, Colombia, donde tenemos un programa para agricultores de bajos recursos, en el cual les brindamos la información científica de nuestros satélites para ayudar a detectar enfermedades en los cultivos que ayuden a los productores rurales. También las detecta en los árboles, para ayudar a prevenir los grandes incendios forestales”, dijo Nelson durante una rueda de prensa en la residencia del embajador de Estados Unidos en la Argentina, Marc Stanley, de la que participó Infobae.

Y precisó: “Hemos tenido varios proyectos conjuntos con la Agencia Espacial Argentina en el pasado, por ejemplo, hubo un satélite que analizaba la salinidad del océano y cómo las aguas más salinas se hunden en la profundidad del mar y crean corrientes. Bueno, ese fue un programa que duró seis años. Cuando me reúna con el Presidente, el ministro de Ciencia y Tecnología y el director de la agencia espacial, voy a tener un panorama más certero sobre los próximos proyectos que podremos realizar en conjunto”.

Concretamente, Nelson se refirió al satélite SAC-D/Aquarius lanzado el 10 de junio de 2011 desde la base Vandenberg de Estados Unidos, con un lanzador Delta II.


El SAC-D/Aquarius aportó información vital sobre la salinidad de los océanos (NASA)

La NASA aportó el instrumento Aquarius y Argentina proporcionó el satélite SAC-D construido en Invap, con sede en Bariloche. Para esta misión, la agencia espacial estadounidense depositó una gran confianza en su par argentina, puesto que no solo se hizo responsable del lanzamiento, sino que también proveyó el instrumento principal de la misión, en cuyo desarrollo invirtió unos 220 millones de dólares y es el único catalogado que analizó la salinidad de los océanos, antes efectuada mediante el uso de barcos, lo que demoraba mucho tener información concreta y precisa.


Científicos argentinos construyen en INVAP el satelite argentino SAC-D Aquarius

“Mi esperanza es que Argentina se convierta en el país número 28 en firmar los acuerdos Artemis, que nos ayudan a continuar explorando el espacio en conjunto. La misión Artemis comenzó el año pasado con un sobrevuelo de prueba alrededor de la Luna y el año próximo enviaremos una tripulación a orbitarla. En 2025, podremos descender allí con dos astronautas, un hombre y una mujer”, afirmó Nelson. Luego, agregó: “Los acuerdos de Artemis tienen intenciones pacíficas, buscamos ayudarnos mutuamente y va a ser con propósitos internacionales”.

El viaje de Nelson a la Argentina tiene como objetivo profundizar en la cooperación bilateral en una amplia gama de ámbitos relacionados con la innovación y la investigación, especialmente en ciencias de la Tierra. El fin es alcanzar los objetivos mutuos de nuestras naciones de hacer frente al cambio climático y lograr emisiones netas cero para 2050.

Tras visitar mañana las instalaciones de Invap —la empresa que construye satélites en Bariloche, Río Negro—, Nelson y su comitiva concluyen su actividad en el país el lunes 31 de julio con una recorrida en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la CONAE en la provincia de Córdoba, donde se monitorean distintas misiones espaciales.


Nelson afirmó la importancia de trabajar en forma colaborativa con Argentina

“Nosotros queremos que Argentina sea un socio en muchos de nuestros proyectos espaciales, como hacemos con otros países del mundo. Hacemos este tipo de misiones conjuntas que son muy exitosas y Argentina, ciertamente, tiene la base científica y el conocimiento tecnológico para un emprendimiento cooperativo en el futuro, así que sí estoy ansioso”, afirmó Nelson.


Un joven Nelson en 1986 era astronauta en la misión STS-61C de la NASA (segundo parado desde la izquierda)

Además, Nelson abordó el tema de cambio climático y se mostró preocupado: “Necesitamos salvar el planeta Tierra”. “La NASA no es solamente una agencia espacial, sino que también es una agencia climática. Nosotros tenemos 25 satélites en órbita en este momento que están mirando la Tierra, obteniendo los datos. Estamos instalando cuatro grandes observatorios en los próximos diez años y todo eso nos va a dar información tridimensional de qué es lo que está sucediendo en la Tierra”, afirmó el director de la agencia espacial de EEUU.

La NASA participa en una amplia gama de actividades climáticas, que utiliza los datos para que los científicos y responsables de la toma de decisiones puedan hacer un seguimiento y comprender los cambios medioambientales casi en tiempo real, evaluar amenazas climáticas como la deforestación y la seguridad alimentaria, además de responder rápidamente a las catástrofes naturales.

Por último, sobre la nueva carrera espacial, Nelson apuntó hacia China y la competencia que hay por llegar a la Luna. “Hay una carrera espacial con Estados Unidos. Sabemos gracias a nuestros telescopios y a nuestras naves que orbitan la Luna que hay agua en el Polo Sur de la Luna. Si hay agua en abundancia, entonces tenemos hidrógeno y oxígeno, es decir, tenemos combustible para cohetes. Y por eso anunciaron que va a ir al Polo Sur. Nosotros vamos al Polo Sur en una misión que va a ser internacional, es una misión con fines pacíficos para toda la humanidad. Ustedes decidan cuál es el objetivo de China, yo no se los voy a decir”, concluyó.



miércoles, 26 de julio de 2023

Cohete Centenario y SAMIRP AR-1F Buho: la Dirección General de Investigación y Desarrollo de la Fuerza Aérea Argentina presentó sus proyectos en Argentina Vuela 2023
Por Mariano Germán Videla Solá




Teniendo como marco el festival aéreo Argentina Vuela 2023, la Dirección General de Investigación y Desarrollo de la Fuerza Aérea Argentina (DGID) presentó los últimos avances en el proyecto de vector-sonda “Centenario” y el SAMIRP AR-1F Buho.

En dialogo con Zona Militar, el Ingeniero Aeronáutico Alejandro Zabala, perteneciente al Centro de Investigaciones Aplicadas de la DGID, consultado por el vector sonda expuesto expresó “El proyecto Centenario fue lanzado en el año 2013 con éxito y hoy en día se está trabajando en una nueva carga útil, es decir, una nueva telemetría. Hay un nuevo vector que posiblemente pueda ser lanzado a fin de año.”


Créditos: machtres.com
Detalle de los sensores integrados en el vector “Centenario”

Asimismo, Zabala señaló “Cabe destacar que la incorporación de nuevas tecnologías es en cuanto a impresora 3D, materiales compuestos, sensores nuevos, es decir, se ha hecho un avance considerando que el último lanzamiento fue en el 2013, y anteriormente fue en el año 1989 con el vector Alacrán, por lo que estamos recuperando capacidades.” Respecto a las características del cohete, el mismo “alcanzó una órbita de apogeo de 70 km de altura y desarrolló una velocidad de mach 4, lanzado desde la BAM Chamical.”

El otro proyecto presentado por la DGID es el UAV AR-1F Buho, destinado a los operadores SAMIRP (Sistema Aéreo Militar Remotamente Piloteado). Se trata de un “UAV clase 1 con un peso de 30 kg al despegue como peso máximo, pero estamos operando con un peso liviano en una configuración limpia de 25/27 kg con el sensor de imágenes, que es un equipo que proporciona FixView. Cabe destacar que un proyecto desarrollado por la Fuerza Aérea, para la Fuerza Aérea, totalmente desarrollado y fabricado en Córdoba en el Centro de Investigaciones Aplicadas."


Vistas del UAV “Buho” de la Fuerza Aérea Argentina

En cuanto a las características del Buho “Tiene un 25 km de efectivo, con una autonomía de 45/50 minutos. Es totalmente eléctrico (motor brushless) cuya tecnología de autopiloto son componentes traídos de afuera, pero integrados y programados en nuestro Centro de Investigaciones. Actualmente estamos en la entrega de los primeros 10 prototipos, de los que hay cuatro totalmente operativos, y los últimos 6 que estamos por lanzar este año son en base al proceso de homologación que está sufriendo la aeronave, con vías a la certificación en una serial -B-".



La CONAE y la NASA acordarán cooperación en materia aeroespacial
El director del organismo estadounidense, Bill Nelson, visita Buenos Aires, hasta el lunes. Las futuras misiones asociadas al estudio del cambio climático mundial, en la agenda.


Bill Nelson, director de la NASA.


El director de la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio de Estados Unidos (NASA), Bill Nelson, visitará desde este jueves el país, para brindar una charla en la Facultad de Ingeniería de la UBA, cerrar acuerdos de cooperación con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y será finalmente recibido por el presidente Alberto Fernández en la Casa Rosada.

Nelson, junto a su comitiva, tendrá en Argentina una intensa agenda que iniciará el jueves al mediodía, en la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires; luego, a las 13.30, brindará una charla para estudiantes en la Facultad de Ingeniería de la UBA.

A las 15.45 tendrá un encuentro en la Conae y, como cierre de la jornada, será recibido a las 17 por el presidente Fernández en la Casa de Gobierno.

Además, se prevé que visite el viernes las instalaciones de INVAP en Río Negro, para luego concluir su actividad en el país el lunes próximo, con una recorrida en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la Conae en la provincia de Córdoba.

Colaboración

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, y el director Ejecutivo y Técnico de la Conae, Raúl Kulichevsky, recibirán al titular de la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio de Estados Unidos (NASA), Bill Nelson, en un encuentro que tiene por objeto profundizar la cooperación en materia aeroespacial entre las agencias de ambos países.

La colaboración con la NASA “es estratégica para avanzar en el diseño y envío de satélites al espacio”, sostuvo Filmus, y comentó que “en marzo del año pasado y en abril de este año estuvimos con el director Bill Nelson en Estados Unidos y, en esta oportunidad, es un gusto poder recibirlo en nuestro país para profundizar la cooperación internacional en el sector espacial”.

Los acuerdos CONAE-NASA

El ministro de Ciencia destacó la larga trayectoria de colaboración entre Conae y NASA “que significó el desarrollo de cuatro misiones satelitales conjuntas y la colaboración en distintos proyectos científicos de NASA relacionados con el espacio profundo. También exploramos las enormes posibilidades de colaboración a futuro con las misiones Saocom y Nisar y las futuras misiones de NASA y Conae relacionadas al estudio del cambio climático. Este encuentro seguramente sentará las bases de una colaboración aún más estrecha pensando en estos tiempos de enormes nuevos desafíos para el sector”.

En la reunión estarán presentes, también, el director de la Conae, Raúl Kulichevsky, miembros del Directorio, gerentas y gerentes, la ex-Senadora estadounidense Kay Bailey Hutchison del Consejo asesor de la NASA; la jefa de Gabinete de la NASA, Susan Perez Quinn; la administradora asociada para Asuntos Internacionales, Karen Feldstein; y el embajador de los Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley.

“La NASA ha sido, por casi 30 años, uno de los principales socios en el desarrollo de misiones satelitales de la Conae. Con la NASA compartimos la visión de contribuir a través de nuestras acciones al desarrollo de nuestras sociedades y al uso pacífico del espacio ultraterrestre. La visita del administrador Nelson es muy significativa en este momento en el que el sector espacial internacional se plantea enormes desafíos, y es en ese contexto que estamos analizando nuevas posibilidades de cooperación entre ambas agencias espaciales”, expresó en tanto Kulichevsky.



viernes, 21 de julio de 2023

Buscan producir electrodos para generar hidrógeno verde con bajo gasto de energía
El proyecto, impulsado por investigadores del Centro bonaerense de Investigación y Desarrollo en Tecnología de Pinturas, permitiría reemplazar "metales preciosos" que se utilizan en los electrodos convencionales.


Investigadores del CIDEPINT buscan producir electrodos para generar hidrógeno verde con bajo gasto de energía.


Hace unos años, un grupo de científicas y científicos de La Plata investigaron la posibilidad de depositar molibdeno mediante la aplicación de técnicas electrolíticas para emplearlo como recubrimiento de metales. El molibdeno es un metal que se utiliza en herramientas para endurecer y aumentar su resistencia a la corrosión y al desgaste. Durante el desarrollo de las experiencias, advirtieron que durante el proceso se generaba hidrógeno gaseoso con una eficiencia del 100%. Esto los llevó a pensar en utilizar este innovador proceso en la fabricación de electrodos que generen hidrógeno verde de forma sencilla, con un bajo gasto de energía y que reemplacen otros metales preciosos que se emplean actualmente en electrodos convencionales.

“Rápidamente lo asociamos con el H2 verde y la posibilidad de desarrollar un nuevo material para generarlo aprovechando la energía eólica o la energía solar”, afirma la Dra. Paola Pary, ingeniera química e investigadora del CONICET.

Con este objetivo en mente, el equipo de científicas y científicos iniciaron una nueva línea de investigación. Ahora, la finalidad del proyecto es desarrollar electrodos que puedan generar hidrógeno con un bajo consumo de energía. “Este electrodo puede ser una placa de carbono sobre la cual depositamos el molibdeno. Esto va inmerso en una solución -parecida a una batería- por la cual circula la corriente generada con equipos de energía renovable, eólica o solar”, explica Walter Egli, investigador de la CIC y director del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología de Pinturas (CIDEPINT).

Fuentes alternativas

Esa corriente generada a partir de fuentes de energías alternativas produce las reacciones de generación de hidrógeno sobre un electrodo y de oxígeno sobre el otro. “La cantidad de molibdeno necesaria son unos pocos gramos, se trata de capas muy delgadas. Con muy poca cantidad es posible obtener un área activa muy grande”, dice Egli.

Los científicos aseguran que en las pruebas preliminares se produjo hidrógeno con un 100% de eficiencia y este proceso permitiría, además, reemplazar “metales preciosos” como el platino, rodio y el iridio por el molibdeno. El iridio -un metal ultra escaso que abunda en los meteoritos- junto con el platino han incrementado su valor en los últimos tiempos en consonancia con el auge de la producción de hidrógeno verde.

El trabajo se encuentra en una etapa inicial. Sin embargo, Egli asegura que “la ventaja que tienen los procesos electroquímicos es que son fácilmente escalables: una vez que se desarrollen los electrodos pequeños, después es bastante simple llevarlos a prototipos de mayor tamaño”. Por su impacto, este proyecto recibió financiamiento de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia a través de la convocatoria “Ideas-Proyecto”.

Alejandro Armentia, para la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC-PBA).



El caso Bionbax: Empresarios argentinos comenzarán a producir bioplásticos a escala industrial en Roldán desde el primer trimestre de 2024




La empresa Bionbax emergió hace poco menos de un año como una startup. Pero en el próximo semestre, siguiendo la estrategia planteada por sus propietarios, tendrá su planta lista para fabricar biopolímero (bioplástico), producto altamente demandado por su mínimo impacto ambiental y por su amplia versatilidad y usos.

La planta está ubicada en el Parque Industrial P. Jorge Oldani, de la ciudad de Roldán, en Santa Fe. Sobre un lote de 9.600 metros cuadrados se construyó una nave de 1800 m2 que se destinará a la producción, más otros 908 m2 para laboratorios y oficinas.

Ezequiel Sala
El ideólogo de Bionbax es Ezequiel Sala, un empresario con una trayectoria de casi dos décadas en el mundo de los productos biológicos para agricultura, y que ya desarrolló productoras en Brasil, Paraguay, Colombia y Argentina, todas bien posicionadas en la elaboración de coadyuvantes y otros insumos biológicos.

Motivado por la necesidad de morigerar el uso de plástico, altísimo contaminante del ambiente, Sala emprendió el desafío de producir biopolímeros en escala industrial y así, con una millonaria inversión, contribuir a usar menos plástico tradicional que contamina el ambiente.

El biopolímero o bioplástico, es cada vez más utilizado en la industria, precisamente por su característica de biodegradabilidad. Se producen esencialmente a partir de los cultivos o sus deshechos (almidón, celulosa) o a través de procesos de fermentación bacteriana. Vale recordar que el plástico se degrada en un tiempo que oscila entre 100 años y 1000 años, y que, además, proviene de recursos no renovables (fósiles). El biopolímero se biodegrada en un tiempo que varía de 30 a 90 días.

Hasta antes de las restricciones a las importaciones, este bioinsumo llegaba a la Argentina desde Irlanda, Estados Unidos, China, Corea, países que lo producen a escala. Eso terminó con la escasez de dólares en el Banco Central. En nuestro país hay ensayos, prototipos, pero nunca han salido del laboratorio. Se espera que esto cambie con la irrupción del proyecto industrial de Bionbax.


Sala cuenta que visitó los países productores y siguiendo sugerencias recaló en el Jerzy Haber Institute of Catalysis and Surface Chemistry, de la Academia de Ciencias de Polonia, un instituto pionero a nivel global en el desarrollo de tecnología para la producción de biopolímeros. Allí se firmó un convenio mediante el cual el biólogo PhD. Maciej Guzik se sumó al equipo de Bionbax para liderar el desarrollo para la producción de biopolímeros en la planta de Roldán.

Guzik estuvo en Argentina en marzo pasado, corroboró el avance de la planta industrial, y acompañó a Sala en entrevistas con la Cámara Argentina de Biotecnología. También estuvieron con referentes de la Cátedra de Bioeconomía de la FAUBA; en la Embajada de Polonia y el Consulado de Rosario; en la Bolsa de Comercio de Rosario. Pero entre tanta actividad se destacó el acercamiento al Laboratorio Max Planck de Biología Estructural, Química y Biofísica Molecular de Rosario de la UNR. La idea es formar a profesionales argentinos, capacitándolos en el Jerzy Haber Institute de Polonia.


En el camino, Sala tuvo la posibilidad de sumar como aliado del proyecto a Gabriel Fernández, reconocido empresa industrial, titular de AFG Ingeniería.

Según lo planificado, y más allá de todos los inconvenientes propios para la importación de equipos e insumos importados, Bionbax estaría operativa en los primeros meses de 2024. La obra civil ya tiene un avance de casi 90% y para el primer trimestre del año próximo esperan tener instalados los fermentadores (llegan de Colombia) y otra maquinaria extranjera.

Bionbax producirá entre 300 y 400 toneladas de bioplástico biodegradable por año. Será poco para una demanda que parece no tiene límite, pero la firma promete ir escalando en producción.

Mientras la obra avanza, el objetivo de los empresarios es avanzar en acuerdos con proveedores estratégicos de los desechos alimenticios que se usan para alimentar las bacterias, y que puede surgir desde la industria láctea hasta la del biodiesel. El otro objetivo es buscar un socio que considere estratégico sumarse a la empresa acorde a su potencial de crecimiento y desarrollo.

El proceso de fabricación es totalmente biológico y para su producción se utilizan fermentos y deshechos derivados de otros procesos industriales (como el lactosuero de las queserías, los deshechos de la caña de azúcar, el glicerol) para alimentar a las bacterias que terminan produciendo el bioplástico. Ese bioplástico se biodegrada en un plazo máximo de tres meses al tomar contacto con agua o alta humedad.

Los usos que tiene el bioplástico son variados: van desde productos de uso cotidiano como un sorbete, vasos, tapas, envases, bolsitas de supermercados, viveros; hasta productos para la salud y el mejoramiento de la calidad de vida (prótesis e insumos medicinales).

“El plástico es un gran problema para la humanidad. Podemos ver artículos periodísticos y noticias tremendas de la contaminación ambiental, en mares y océanos, e incluso hay reportes científicos de la presencia de plástico en la sangre, algo así como 15 partículas microplásticas por gramo de tejido venoso. Por todo eso entendemos que es fundamental combatir el impacto negativo del plástico en la salud y el ambiente con iniciativas sustentables como la fabricación de bioplásticos biodegradables”, remarca Sala.



La nueva turbina desarrollada por IMPSA partió rumbo a la central hidroeléctrica Yacyretá
La empresa de infraestructura tecnológica mendocina dejó lista la pieza clave de la represa con el aporte de 50 ingenieros, 100 técnicos y 250 operarios. Llegará a Corrientes en dos semanas, por vía terrestre.




La empresa de infraestructura tecnológica mendocina, IMPSA, ya envió una nueva turbina de su fabricación a la central hidroeléctrica de Yacyretá, en Corrientes.

Se trata de una pieza clave para la generación de energía renovable y limpia de nuestro país que se encuentra en viaje desde Mendoza al río Paraná. La turbina tipo Kaplan, que pesa cerca de una 180 toneladas, y que fue fabricada, balanceada y puesta a punto para desarmarla, embalarla y enviarla a destino por la empresa local IMPSA.

La semana pasada lo anunciaron las autoridades de la empresa que es clave en el desarrollo de proyectos estratégicos de alto impacto ecónomico y productivo. “Ya salió desde nuestra planta, en Mendoza, el cubo de una turbina Kaplan que tiene como destino la Central Hidroeléctrica Yacyretá, en Corrientes. El cubo es el corazón de la turbina, la parte central de la misma, donde luego se montan los cinco álabes”.




Operativo

Todo el operativo de traslado -aún en proceso, ya que lleva entre 10 y 15 días– estaba a cargo de Transapelt, una empresa del grupo IMPSA que se especializa en la planificación y ejecución del transporte de cargas sobredimensionadas y extra pesadas. Una vez que todas las piezas lleguen a la represa, la turbina estará lista para su montaje y puesta en marcha.

La turbina mencionada fue diseñada con altísima tecnología y programas de inteligencia artificial desarrollados por los ingenieros de IMPSA, orgullo de la producción industrial local. Debe su nombre a su inventor, el austriaco Viktor Kaplan.

Se emplean en saltos de pequeña altura y grandes caudales, como los que se encuentran en un río como el Paraná o Uruguay. Las amplias palas o álabes de la turbina son impulsadas por agua a alta presión liberada por una compuerta. Esto las diferencia de las que se utilizan en las centrales hidroeléctricas de Mendoza, que son de tipo Francis, para menores caudales, y mayor altura del salto de agua.

Un dato interesante y que refleja la importancia del trabajo realizado en la empresa mendocina es que la energía que genera la central de Yacyretá alcanza a cubrir los requerimientos de electricidad de nada menos que del 50% de los hogares de Argentina.



Con aporte de conocimiento técnico y científico

Para desarrollar y fabricar esta turbina trabajaron 50 ingenieros, cerca de 100 técnicos y más de 250 operarios, quienes dedicaron un total de 80.000 horas de trabajo a este proyecto

Antes del envío de la pieza se realizó el montaje en blanco y posterior despiece de la turbina Kaplan es un procedimiento que demanda casi dos semanas de trabajo, y en el cual se realizan los últimos ensayos funcionales para garantizar su correcto funcionamiento. Es el paso previo al traslado de la turbina desde el Centro de Desarrollo Tecnológico, en Godoy Cruz, Mendoza, hasta la central hidroeléctrica en la cual va a generar energía limpia.

En concreto, el montaje en blanco consiste en tomar todas las piezas que componen una turbina y armarla sobre una plataforma especial, que se la denomina Dispositivo de Balanceo. En esa plataforma se van uniendo cada uno de los álabes al cubo del rodete, hasta que la turbina quede completamente armada.

Colocarla en ese dispositivo de balanceo es lo que permite realizar todos los ensayos funcionales que garantizan el correcto funcionamiento de la turbina. Estos ensayos abarcan el testeo de la carrera de apertura y cierre de álabes; de las presiones de movimiento de álabes; la estanqueidad de sellos (es un ensayo para evitar que el agua que circula por fuera de la turbina ingrese, y que el aceite contenido dentro del cubo y el eje no salga); la medición de diámetro del rodete; y el balanceo del rodete.

Tras ese último chequeo, se lleva adelante lo que se denomina despiece, que es el proceso a través del cual se vuelve a desarmar la turbina, se separa cada una de las partes y se dejan las piezas listas para el traslado final hacia su destino. Una vez que todas las piezas de la turbina están en la central hidroeléctrica se procede a realizar el montaje y la puesta en marcha para que comience a generar energía limpia.