Tensión social
Rebrote de violencia y odio racial en París
El nuevo clima emergió después de que un joven de 18 años muriera el domingo, al chocar con su moto cuando huía de tres patrulleros.
miércoles, 12 de agosto de 2009
El joven Yakou Sanogo trabajaba como repartidor de pizzas y recién había cumplido 18 años.
Fiel a la debilidad de los chicos de los suburbios parisinos, iba en un modelo de "motocross" de 125 cm3 no autorizado ni homologado para ser manejada en las calles. Cuando la policía, en un patrullero, le pidió correrse hacia la derecha "para un control", Yakou desobedeció y huyó.
Tres patrulleros se unieron a la persecución. Buscaron encerrarlo. Él iba unos metros más adelante y, en una curva, perdió el control. Voló y se incrustó contra una barrera de metal: se pegó brutalmente en el pecho y murió.
La historia se repite una vez más. Este 9 de agosto en Bagnolet, en el departamento caliente y pobre de Seine Saint Denis, no fue demasiado diferente al caso de los tres amigos que huían de la policía en Clichy sous Bois, en el 2005, y que se refugiaron en una cabina eléctrica. Dos de ellos murieron electrocutados y los suburbios estallaron en una violencia pocas veces vista.
En Viliers Le Bel otro incidente similar desató un horror parecido en el 2007.
La muerte de Yakou generó violencia en la madrugada del domingo al lunes en Bagnolet. Los jóvenes quemaron un autobús, más de 30 vehículos y convirtieron los tarros de basura con ruedas en Molotov contra la policía. Los disturbios continuaron en la noche de lunes a martes con menor intensidad.
El temor a una repetición de los terribles incidentes del 2005 atemorizó al gobierno y las autoridades municipales, que reaccionaron con más reflejos y contención que entonces.
El ministro del interior Bruce Hortefeaux prometió que la gendarmería investigará el caso, en un proceso público y transparente.
Para reafirmar su independencia insistió en que será el mismo equipo que investigó el accidente automovilístico en el que murió la princesa Diana en el túnel del Alma, en París. Llamó a la calma y a la responsabilidad de cada uno mientras propuso "una reunión de secretarios de Estado con asociaciones de barrios sensibles para discutir la relación entre los jóvenes y la policía".
La justicia de Bagnolet entró de inmediato en funcionamiento. La autopsia de Yakou mostró que "había muerto de un traumatismo torácico profundo por el choque de su torso contra la barrera metálica en la que se incrustó".
El procurador Philibert Demory explicó que no había "indicios de nada que permitiera establecer un contacto entre el auto de la policía y el joven Sanogo". No es lo que piensan los jóvenes. En el hall del edificio donde Yakou vivía, en la rue Anatole France, sus amigos hacen su duelo público y expresan sus convicciones cargadas de bronca y frustración.
"¿Cómo que cómo se mató?" repregunta con furia David, uno de sus amigos."Lo mató la cana. Yo no voy a hablar con usted, que tiene una idea preconcebida".
Con sus típicas capuchas cubriéndole la cabeza, símbolo de su identidad y diferenciación con los otros, los jóvenes de los suburbios acusan a la policía de perseguirlos, por ser negros, o árabes o hijos de inmigrantes.
La tensión social monta peligrosamente en un agosto donde la clase media ha partido de vacaciones. CC
Dos noches de tensión
Razón. La ola de violencia surgió a raíz de la muerte de Yacou Sanogo, de 18 años que, conducía su motocicleta en la zona y que intentó escapar a un control rutinario de documentación de la policía el domingo por la noche.
Versiones. Según la policía francesa, el joven chocó contra un poste y murió cuando era llevado al hospital y "no hubo contacto entre el patrullero y la moto".
Accionar. Ante los disturbios de la noche anterior, la policía envió 40 camionetas con agentes antimotines al complejo de vivienda el lunes por la noche.
Reacción. Varios grupos de adolescentes prendieron fuego en la calle y lanzaron piedras y otros objetos a los agentes de seguridad, informó la agencia de noticias Europa Press.


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