Histórico
La justicia de Chile ordena el arresto de represores
miércoles, 02 de septiembre de 2009
El juez chileno Víctor Montiglio.
Otro día histórico de setiembre se vivirá este viernes cuando el juez Víctor Montiglio ordene la detención de cerca de 120 ex agentes de la policía secreta de Pinochet (DINA) por los crímenes cometidos bajo la Operación Cóndor y otras dos operaciones de exterminio de opositores: los entierros clandestinos de Cuesta Barriga y la cacería que se instaló en una casa de calle Conferencia en Santiago.
El dictamen de Montiglio -el procesamiento más masivo por violaciones de derechos humanos hasta ahora en Chile- es la culminación de una minuciosa investigación con más de 200 testimonios de ex agentes de Pinochet, que permitieron reconstruir paso a paso la operación de la DINA a partir de una “ratonera” instalada en una casa de calle Conferencia, en la que se hizo desaparecer a la plana mayor del Partido Comunista en 1976. Hasta hoy esos crímenes se mantenían en la impunidad.
Fue así que Montiglio logró descubrir una cárcel ultra secreta de la DINA por más de 30 años: el cuartel Simón Bolívar. Y ello, porque ninguno de los prisioneros que allí fue torturado salió vivo. El jefe de ese cuartel fue el capitán de ejército Juan Morales, a cargo de la seguridad del jefe de la DINA, Manuel Contreras. Morales fue el último procesado por el crimen en Buenos Aires del general Carlos Prats y su esposa.
Con las confesiones, se reconstruyó el cuartel donde existía un gimnasio de 50 x 25 metros aproximadamente, en una de cuyas alas se torturaba con un generador eléctrico de los teléfonos antiguos, del cual se tomaban dos cables en cuyos extremos se amarraban sendas llaves de candado. En una caseta de madera se instaló un agente civil, Osvaldo Pincetti –apodado “Doc Mortis–, quien hipnotizaba a los detenidos, les daba pastillas y les aplicaba electroshock con un cintillo metálico. CC
Fuente: Los Andes Online
El dictamen de Montiglio -el procesamiento más masivo por violaciones de derechos humanos hasta ahora en Chile- es la culminación de una minuciosa investigación con más de 200 testimonios de ex agentes de Pinochet, que permitieron reconstruir paso a paso la operación de la DINA a partir de una “ratonera” instalada en una casa de calle Conferencia, en la que se hizo desaparecer a la plana mayor del Partido Comunista en 1976. Hasta hoy esos crímenes se mantenían en la impunidad.
Fue así que Montiglio logró descubrir una cárcel ultra secreta de la DINA por más de 30 años: el cuartel Simón Bolívar. Y ello, porque ninguno de los prisioneros que allí fue torturado salió vivo. El jefe de ese cuartel fue el capitán de ejército Juan Morales, a cargo de la seguridad del jefe de la DINA, Manuel Contreras. Morales fue el último procesado por el crimen en Buenos Aires del general Carlos Prats y su esposa.
Con las confesiones, se reconstruyó el cuartel donde existía un gimnasio de 50 x 25 metros aproximadamente, en una de cuyas alas se torturaba con un generador eléctrico de los teléfonos antiguos, del cual se tomaban dos cables en cuyos extremos se amarraban sendas llaves de candado. En una caseta de madera se instaló un agente civil, Osvaldo Pincetti –apodado “Doc Mortis–, quien hipnotizaba a los detenidos, les daba pastillas y les aplicaba electroshock con un cintillo metálico. CC
Fuente: Los Andes Online
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