La ONU augura un “desastre masivo” por el calentamiento global
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que los peores pronósticos llegaron antes de lo que se esperaba. "Tenemos el pie pegado al acelerador y nos hundimos hacia el abismo", dijo. El agua de Mendoza, en jaque.
jueves, 03 de septiembre de 2009
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se alarmó hoy en Ginebra por la aceleración del calentamiento climático que, según él, está hundiendo al mundo en "el abismo". "Tenemos el pie pegado al acelerador y nos hundimos hacia el abismo", soltó Ban ante la tercera Conferencia de la ONU sobre el Clima, reunida en Ginebra desde comienzos de esta semana.
El secretario general de la ONU, que acaba de volver del Ártico, donde pudo constatar los estragos del cambio climático, advirtió que "lo que sucede ahora" tendría que haber llegado mucho más tarde, según los pronósticos de los científicos.
"Los científicos han sido acusados durante años de ser alarmistas. Pero los verdaderos alarmistas son los que dicen que no podemos permitirnos iniciar una acción contra el clima porque eso ralentizaría el crecimiento económico", declaró Ban.
"Están equivocados. El cambio climático podría desencadenar un desastre masivo", previno, muy preocupado por las decenas de millones de personas amenazadas en zonas costeras por el aumento del nivel de los mares que provoca el deshielo del Ártico.
"¿Qué van a hacer cuando las tempestades empujen el mar hacia el interior de las tierras? ¿A dónde irán?", se preguntó.
Ban depositó todas sus esperanzas en un encuentro internacional de alto nivel que se celebrará el 22 de septiembre en Nueva York por iniciativa de las Naciones Unidas, pero lamentó la lentitud y el carácter limitado de las negociaciones con vistas a la Cumbre de Copenhague de diciembre.
Auspiciada por la ONU, la cumbre de Copenhague intentará hallar un acuerdo internacional para suceder al protocolo de Kioto sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, considerados los principales responsables del calentamiento global.
"No nos quedan más que 15 días de negociaciones (en Nueva York) antes de Copenhague. No podemos contentarnos con progresos limitados. Necesitamos progresos rápidos", dijo.
"En Nueva York, espero negociaciones sinceras y constructivas. Espero que se tiendan puentes. Espero resultados importantes", dijo Ban ante los representantes y ministros de unos 150 países participantes en la Conferencia de Ginebra. "La respuesta está en un crecimiento (económico) verde, un crecimiento sostenible", insistió el jefe de la ONU.
Consideró que "nos hace falta una política que ponga un precio al dióxido de carbono. Un política que envíe una señal fuerte del mercado a las empresas pioneras para un futuro con un nivel bajo de dióxido de carbono". "Necesitamos un programa de inversión público para la energía renovable. Necesitamos transferencias de tecnología para una eficacia energética", reiteró.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIEC) "estima que la inversión para alcanzar nuestros objetivos en materia de emisiones (de gases de efecto invernadero) no representaría más que el 2% del PIB mundial anual de aquí a 2030", recordó el secretario general de la ONU.
Esta inversión supondría "menos polución, una mejor salud pública, una mejora de la seguridad alimentaria, menos riesgos de emigraciones masivas y de inestabilidad política, más empleos en la economía verde", concluyó. AFP
Mendoza puede quedarse sin sus “nieves eternas”
A sólo tres meses de la Cumbre de Copenhague, la organización ambientalista reclama a los principales gobiernos del mundo un compromiso para enfrentar el cambio climático.
Según Greenpeace “el planeta está en un serio riesgo, los glaciares son uno de los sistemas naturales que están siendo deteriorados por el cambio climático, con ellos se pierde la fuente de agua potable para millones de personas”.
A través de una campaña de afiches en la vía pública y en Internet, la organización ambientalista difundió imágenes de los glaciares Upsala y Viedma en las que se documenta el enorme retroceso y pérdida de masas de hielo, a partir de la comparación de fotografías actuales y de principios del siglo XX. “Esas son sólo dos imágenes emblemáticas, pero la pérdida de masa de hielo se está produciendo en toda la cordillera de Los Andes”.
“Existe una estrecha vinculación entre los glaciares y el suministro de agua en regiones de nuestro país como Cuyo. Su disminución y desaparición en las próximas décadas impactará en la viabilidad de la economía y las comunidades en esa región” aseguró la organización.
“Hay años, como 1968, 1998 o 2004, en que las nevadas y las precipitaciones fueron muy bajas en la cordillera y, sin embargo, tuvimos agua en nuestros ríos, eso se debe al agua aportada por los cuerpos de hielo de la cordillera, los glaciares de alta montaña” explicó el Dr. Ricardo Villalba, Director del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA). “En Mendoza y San Juan la actividad social, cultural y económica, fundamentalmente basada en la vid y los frutales, se debe a la existencia de los glaciares”.
Fuente: Los Andes Online
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