miércoles, 2 de diciembre de 2009

Un astronauta suelto en Buenos Aires

Christopher Cassidy, tripulante en la última misión del Endeavour, comentó a lanacion.com sus vivencias en el espacio

Miércoles 2 de diciembre de 2009

Por Víctor Ingrassia
De la Redacción de lanacion.com
vingrassia@lanacion.com.ar

Fernando, de 27 años, levantó tímidamente la mano ante el astronauta de la NASA, Christopher Cassidy y le preguntó: "¿Hay un límite de edad para postularse como astronauta y viajar al espacio?". En cuanto escuchó la respuesta de Cassidy, sus ojos se iluminaron y segundos después se tornaron brillosos y húmedos, mientras en su cabeza comenzaba a gestarse la ilusión de una carrera con destino al espacio.

La respuesta de Cassidy fue contundente: "Todos los jóvenes que gocen de buena salud, sean buenos estudiantes y apasionados en su trabajo pueden integrar el programa espacial de la NASA. Yo fui elegido con 34 años y viajé al espacio este año con 39. La edad no es límite alguno".

Video: del espacio a Buenos Aires

Al igual que Fernando, cientos de jóvenes también empezaron a soñar con la posibilidad de viajar al espacio después de escuchar la semana pasada a Cassidy en el auditorio del Planetario Galileo Galilei de la Ciudad de Buenos Aires, donde brindó la charla "Vuelos Espaciales", en la que relató su experiencia de ser astronauta y trabajar para la NASA.

Durante más de una hora, el astronauta que integró la misión espacial STS-127 en julio de este año en el transbordador Endeavour, contestó decenas de preguntas de un ansioso auditorio que se mostró interesado en su carrera, su preparación y fundamentalmente de su experiencia en el espacio.

"Estar en el espacio es algo fabuloso, increíble. Fue la mayor experiencia que viví en mi vida y se la recomiendo a cualquier persona", aseguró Cassidy.

"¿Y cómo se ven las estrellas allá afuera?", preguntó Julieta, una joven veinteañera que también levantó la mano. "Las estrellas se ven muy nítidas y brillantes. Es diferente a verlas desde la Tierra, porque la atmósfera terrestre crea la visión de que están titilando, pero distinto es verlas a través del casco espacial", explicó el astronauta que participó de tres caminatas espaciales, que totalizaron 18 horas de trabajo intenso, para instalar el laboratorio japonés Kibo en la Estación Espacial Internacional.

Carrera distinguida. Después de graduarse como matemático y obtener un posgrado en Ingeniería Oceánica, Cassidy integró la Academia Naval de Estados Unidos durante diez años y se graduó con honores, convirtiéndose en un miembro SEAL distinguido y especializado en combate submarino.

En mayo de 2004, Cassidy fue elegido por la NASA para integrar el programa de astronautas y en febrero de 2006 completó el entrenamiento final que incluyó capacitaciones científicas y técnicas, instrucción intensiva en los sistemas del Transbordador Espacial y la Estación Espacial Internacional, entrenamiento psicológico, entrenamiento de vuelo del T-38, y entrenamiento de supervivencia en agua y en medios salvajes. La terminación de este entrenamiento inicial lo calificó para varias asignaciones técnicas dentro de la Oficina de Astronautas y futura asignación de vuelo como Especialista de Misión.

Cassidy formó parte de la tripulación durante 376 horas, terminó la construcción del Módulo Experimental Japonés KIBO, instaló experimentos científicos en su Plataforma Expuesta y dejó repuestos fundamentales y baterías de reemplazo en la estación espacial, que orbitó a 385 kilómetros de distancia de la Tierra, a una velocidad de 27.000 kilómetros por hora.

Pero el viaje de Cassidy también estuvo envuelto en pequeños, pero importantes registros. Fue el astronauta número 500 en volar al espacio y mientras el transbordador permaneció acoplado a la estación internacional, la misión estableció un récord de 13 astronautas trabajando a bordo en representación de los cinco socios: la NASA, la Agencia Espacial Rusa, la Agencia Espacial Canadiense, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Japonesa (JAXA).

"En realidad es ya un honor ser uno de los hombres del espacio. Ser el número 500 sucedió cuando me subí al transbordador espacial, pero lo tomé como un compromiso de trabajo como el que realiza cualquiera de nosotros", afirmó a lanacion.com el experimentado astronauta que dejó su impresión de una posible vuelta al espacio.

¿Cree usted que tiene posibilidades de integrar el programa Constelación de la NASA?

"Si, el programa Constelación se está creando y desarrollando en este mismo instante y espero que en mi carrera como astronauta pueda integrar ese proyecto tan importante".

La charla que brindó Cassidy en el Planetario de la ciudad de Buenos Aires formó parte de los festejos por el Año Internacional de la Astronomía y contó con el auspicio del Ministerio de Educación porteño y la Embajada de Estados Unidos.

Fuente: lanacion.com

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