Opinión

Uso y conservación de los Humedales

Los responsables provinciales de medio ambiente nos hablan del significado de los humedales en Mendoza y sobre los acuerdos internaciones que se ocupan de los mismos.

martes, 23 de febrero de 2010

Cuando hablamos de "humedales" nos referimos a una amplia variedad de hábitats como ríos, arroyos, lagunas, bañados y ambientes costeros y marinos que comparten ciertas características.

Generalmente se los identifica como áreas que se inundan temporariamente, donde la napa freática aflora a la superficie o en suelos de baja permeabilidad cubiertos por agua poco profunda.

Los humedales son sistemas ecológicos dinámicos que cambian continuamente como resultado de una serie de variaciones ambientales naturales o artificiales.

La acumulación de sedimentos o de materia orgánica en las partes más bajas de las cuencas, grandes períodos de sequías, eventuales inundaciones y la acción directa del hombre, son las causas más comunes que provocan los cambios.

Así, muchos humedales no son más que componentes temporales del paisaje y, por ende, es de prever que cambien y luego de desaparecer que al mismo tiempo se formen humedales nuevos en otros sitios.

La definición de la Convención sobre los Humedales: "Son las extensiones de marismas, pantanos y turberas o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros".

Los humedales son ecosistemas de gran importancia por los procesos hidrológicos y ecológicos que en ellos ocurren y la diversidad biológica que sustentan, no sólo en el cuerpo de agua sino también en las márgenes y costas.

Las funciones ecológicas que desarrollan los humedales favorecen la mitigación de las inundaciones y de la erosión costera.

Además, a través de la retención, transformación y/o remoción de sedimentos, nutrientes y contaminantes, juegan un papel fundamental en los ciclos de la materia y en la calidad de las aguas.

Diversas actividades humanas requieren de los recursos naturales provistos por los humedales y dependen por lo tanto del mantenimiento de sus condiciones ecológicas. Dichas actividades incluyen la pesca, la agricultura, la actividad forestal, el manejo de vida silvestre, el pastoreo, el transporte, la recreación y el turismo.

Uno de los aspectos fundamentales por los que en los últimos años se ha volcado mayor atención en la conservación de los humedales, es su importancia para el abastecimiento de agua dulce con fines domésticos, agrícolas o industriales.

La Convención sobre los Humedales

Dicha Convención (Ramsar, Irán 1971) fue un tratado intergubernamental aprobado el 2 de febrero de 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, relativo a la conservación y el uso racional de los humedales (La Convención entró en vigor en 1975 y en la actualidad más de 145 países de todo el mundo han adherido a la misma).

La Argentina adhiere a la Convención sobre los Humedales en 1991 a través de la sanción de la Ley 23.919, que entró en vigor en setiembre de 1992. Así se inició la participación de nuestro país en la Convención.

En 1994 se crea el Comité Nacional Ramsar por Resolución de la ex Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano, actual Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, para coordinar y asesorar en relación a la aplicación de la Convención sobre los Humedales en la Argentina.

Beneficios de los humedales

El agua es un recurso natural de gran importancia para toda la vida del planeta. Por tal motivo, el manejo de los humedales implica la necesidad de su uso racional y/o sustentable. Ellos son vulnerables a las actividades que ocurren fuera de ellos.

Por su complejidad, la conservación y el uso sustentable de los humedales deben gestionarse a través de un enfoque integrado que considere los distintos ecosistemas asociados a estos.

La importancia de los Humedales

A pesar que las unidades ambientales (Ecorregiones: Altoandina, Puna y Prepuna, Monte y Patagónica), que caracterizan a la provincia de Mendoza tienen que ver más con sistemas áridos y secos que con humedales, las aguas de nuestros ríos, arroyos y vegas, se introducen en cada una de las ecorregiones formando, en algunos casos, ambientes húmedos de lo más diversos; desde las vegas y espejos de agua de altura hasta los bañados y lagunas salinas en las llanuras del monte.

En Mendoza se está llevando a cabo un inventario de nuestros humedales para que a través de trabajos de relevamiento; censos sistemáticos de especies acuáticas y periacuáticas, y registro de los servicios ambientales que prestan a las comunidades, podamos jerarquizar los sitios para un posterior manejo integrado. Hasta ahora son 19 los sitios estudiados en la provincia de Mendoza.

Nos sumamos así a la iniciativa de recuperar y conservar los sistemas húmedos con la incorporación de dos sitios a la Convención Sobre los Humedales Ramsar, la posibilidad de nuevas propuestas de incorporación y trabajar en el manejo de los humedales en forma participativa con las comunidades locales involucradas.

Con la ampliación de los límites administrativos de la "Reserva Provincial y Sitio Ramsar Laguna Llancanelo, Malargüe", la Dirección de Recursos Naturales Renovables ha convenido con los pobladores locales realizar un manejo conjunto y consensuado de los problemas que afectan a este humedal.

Por otro lado durante 2007 la provincia de San Luis y la Administración de Parques Nacionales se sumaron a Mendoza y a San Juan para la gestión compartida del Sitio Ramsar Lagunas de Guanacache (declarado en 1999) con la incorporación de más de 500.000 hectáreas.

Hoy, con casi un millón de hectáreas el sitio abarca territorios de las tres provincias y del Parque Nacional Sierra de Las Quijadas y fue incorporado a la Convención con el nombre de "Sitio Ramsar Lagunas de Guanacache, Desaguadero y del Bebedero". Por Guillermo Carmona y Daniel Gómez - Secretario de Medio Ambiente y Director de Recursos Naturales Renovables del Gobierno de Mendoza

Fuente: Los Andes Online