sábado, 13 de febrero de 2010

Sistema previsional

Protestarán en España por reformas

Los sindicatos convocaron a movilizaciones en todo el país para el 23 contra la idea del Gobierno de modificar el régimen jubilatorio.

sábado, 13 de febrero de 2010

Protestarán en España por reformas
Recesión. La Bolsa de Madrid (foto) es uno de los tantos estamentos que reflejan la profundidad de la crisis económica en España, que sigue su marcha.

Los sindicatos españoles hicieron un llamamiento este viernes a manifestarse en las principales ciudades el 23 de febrero para protestar por las reformas presentadas por el gobierno socialista para atrasar la edad de la jubilación y garantizar así el pago de pensiones en el futuro.

"Las tres ciudades más populosas de España, Madrid, Barcelona y Valencia el 23 de febrero saldrán al llamamiento de las organizaciones sindicales para la defensa de nuestro sistema público de pensiones y en rechazo a la propuesta del gobierno", anunció en conferencia de prensa Cándido Méndez, secretario general del sindicato Unión General de Trabajadores (UGT).

Las marchas también se han convocado en otras ciudades españolas entre el 22 de febrero y el 6 de marzo.

El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero propuso hace dos semanas retrasar la edad de la jubilación de los 65 a los 67 años para aumentar los años que los trabajadores cotizan al sistema de Seguridad Social, del que sale el pago de las pensiones de los jubilados. Según un sondeo, el 84% de los españoles está en contra.

Alega que es necesario porque el envejecimiento de la población hará que dentro de unas décadas haya menos trabajadores y más jubilados.

Los sindicatos piden una "respuesta masiva de la ciudadanía a la propuesta del gobierno en relación al sistema público de pensiones", llamó Ignacio Fernández-Toxo, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO).

La Seguridad Social en España es "la institución más solvente de nuestro país", por lo que es "temerario" que el gobierno genere "alarma" con él, ya que "envía una malísima señal, no sólo dentro del país sino también a los mercados financieros, instituciones internacionales y a la Unión Europea", alegó.

Toxo considera que las previsiones de que la Seguridad Social entre en déficit dentro de unas décadas son sólo "posibles".

Además estimó que el "problema" de las pensiones de jubilación en España es actual debido a su "cuantía", que "tiene margen de mejora" por ser menor que en otros países europeos, y denunció la "pírrica" subida del salario mínimo -uno de los más bajos de la Unión Europea, de 624 euros- decidida por el gobierno, que había prometido un mayor incremento.

Defendió que los sectores laborales más "penosos" puedan aplicar la jubilación anticipada.

Otras propuestas para garantizar la solvencia de la Seguridad Social, según él, son reducir los empleos temporales y convertirlos en fijos que permitan "bases de cotización más sólidas" a la Seguridad Social, lo que el gobierno también pretende hacer.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2049 el número de personas mayores de 64 años se duplicará en España y supondrá el 31,9% de la población.

Actualmente la Seguridad Social tiene superávit, con unas reservas de 60.000 millones de euros, "pero debemos ser conscientes del reto que supone el envejecimiento de la población y pensar en la sostenibilidad del sistema para las próximas generaciones", explicó hace dos semanas la presidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

El incremento del desempleo en los últimos dos años por la crisis ha provocado que baje el número de trabajadores afiliados a ella (727.473 afiliados menos en 2009) y que bajen las cotizaciones.

La tasa de desocupación en el último trimestre de 2009 fue de 18,8% y se prevé que suba al 19% en 2010. Según el ministerio de Trabajo, la Seguridad Social es viable hasta 2023 y si se utiliza el fondo de reserva, hasta 2030. Agencia AFP

Alarmado por la crisis, el rey Juan Carlos llamó a un amplio acuerdo

El monarca español, cuidando de mantenerse dentro del principio constitucional de que “reina pero no gobierna”, ha lanzado un llamamiento a las fuerzas políticas y sociales para acordar un “amplio acuerdo”, para superar juntos “cuanto antes” las graves consecuencias de la crisis.

La convocatoria tuvo de inmediato un gran impacto en momentos en que España acaba de sumergirse en una “semana negra” por sus graves problemas de desocupación, déficit, deuda pública y una peligrosa pérdida de credibilidad.

Las dos principales centrales sindicales, UGT y Comisiones Obreras, fueron citadas al Palacio de la Zarzuela, por primera vez conjuntamente. Sus líderes, Cándido Méndez, (UGT) e Ignacio Fernández Toxo declararon antes del encuentro que iban a entregar al monarca una copia del “Acuerdo Salarial” a que han llegado con las organizaciones empresariales.

Los gremialistas, poco antes del encuentro con el rey, anunciaron que a partir del 23 de febrero se producirán movilizaciones en toda España para protestar contra la reforma de las pensiones que propone el gobierno. En especial, rechazan que se aumente la edad para jubilarse de 65 a 67 años. Este es un primer gran obstáculo para los planes reales.

A la salida del encuentro, los dirigentes no hicieron declaraciones pero un comunicado de la Casa Real dejó bien claro que se habló de la crisis y las posibilidades de lograr un acuerdo. El clima político es todo lo contrario a ese esfuerzo que reclama el rey porque predomina el enfrentamiento enconado, sobre todo, entre el gobierno socialista y los conservadores del Partido Popular, quienes dijeron que se sumarían sólo en caso de que se “acepten sus recetas”.

Pero, el rey sabe lo que hace. En todas las encuestas, los partidos políticos se hunden en el descrédito y se les reprocha no postergar sus posiciones de poder a favor de una solución en común. Se habla de un imprescindible "patriotismo" que los partidos eluden. El gesto de don Juan Carlos, sin duda, le aportará mucho prestigio y castigará con el aislamiento a quienes se empeñen en la crispación rabiosa como hasta ahora.

Tanto la Casa Real como el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero han aclarado que la iniciativa del rey no implica una “ronda de contactos”, una alternativa que corresponde al gobierno, sino que son “contactos habituales de don Juan Carlos”. Pero, aclara, que las reuniones que se han producido y las que vengan "con el mundo económico, empresario y laboral" se producen “dadas las graves consecuencias de la crisis, especialmente en términos de destrucción de empleo”.

Las palabras del rey son de una claridad meridiana y las pronunció el jueves en un acto público: “Es hora de grandes esfuerzos y amplios acuerdos para superar juntos, cuanto antes y con la debida determinación, las graves consecuencias de la crisis, y para recuperar un crecimiento fuerte y duradero”.

La portavoz del gobierno aseguro que “siempre agradecemos la actuación del rey para arrimar el hombro en un tema que nos afecta a todos”. Aclaro que las reuniones del rey no son una ronda de contactos “sino de reuniones habituales con las distintas fuerzas y que forman parte de la normalidad institucional”.

La aclaración respondía los comentarios de la derecha que atribuyen la intervención real a la imposibilidad de Rodríguez Zapatero de concretar un acuerdo de estado con las otras fuerzas políticas, especialmente el Partido Popular. CC Juan Carlos Algañaraz - Especial para Los Andes

Fuente: Los Andes Online

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