Terremoto en Chile
Por los saqueos refuerzan la militarización
Son 7 mil los efectivos que se suman a los 10 mil que ya habían sido desplegados en las zonas afectadas. Pero los robos y la violencia se agravan. Las réplicas continúan, una por hora.
martes, 02 de marzo de 2010
La postal en la avenida Carrera de Concepción parece sacada del pasado más oscuro de Chile. Carabineros y soldados con armas largas, carros hidrantes y caballos, tomaron las calles y ahora reprimen a los que intentan saquear los negocios.
La fuerte presencia militar, que ayer la presidenta Michelle Bachelet amplio de 10.000 a 17.000 en el sur chileno, fue celebrada por la mayoría de los habitantes de Concepción, una ciudad devastada por el terremoto del sábado y por el vandalismo que siguió a la catástrofe.
Por aún con el refuerzo militar, en la tarde, la tensión fue en aumento. Hubo más corridas y cruces violentos entre los saqueadores y los militares. Los incidentes terminaron con un supermercado Santa Isabel y la tienda La Polar incendiados por la misma gente que intentaban llevarse algo.
Una espesa columna de humo cubrió todo el cielo de Concepción y a lo lejos se escuchaban retumbar las sirenas de bomberos a quienes les resultó difícil encontrar agua para apagar las llamas.
La ciudad más golpeada por el terremoto, que el sábado de madrugada dejó al menos 723 muertos, sigue sin luz, ni agua potable y dificultosas comunicaciones telefónicas. La ayuda prometida no ha llegado todavía y el clima social es cada vez más hostil.
Las autoridades y los habitantes esperaban la llegada de las Fuerzas de Seguridad para llevar algo de tranquilidad a la capital de la región del BioBío, en el sur chileno donde desde el domingo rige el toque de queda.
En varias ciudades y pueblos aledaños, el desorden es igualmente grave y la gente reclama una intervención militar severa.
Testigos en la comuna de San Pedro de la Paz contaron a las agencias de noticias que dos personas ya murieron por tiros entre delincuentes, civiles y militares.
Ante el caos, el gobierno dictó ayer el estado de sitio y alargó hasta el mediodía del miércoles el toque de queda.
Con todo, la población intenta lentamente volver a su rutina habitual, lo que parece imposible en una ciudad paralizada. Ayer hubo más movimiento en la calle. Algunos salieron para buscar alimentos, otros daban un paseo para constatar cómo buena parte de los edificios han quedado en ruinas.
Ya son 72 horas que la principal zona céntrica no tiene luz y el agua que llega a las casas es poca y sucia. Las comunicaciones son débiles, se cortan y es muy difícil mantener la conexión. Continúan las largas colas en algunas estaciones de servicio. Familias completas van con sus bidones y esperan cargar combustible para cocinar o calefaccionar sus casas.
El de ayer fue un día nublado y frío, con temperaturas por debajo de los 15 grados promedio.
El suelo se sigue moviendo en Concepción, las réplicas son cada una hora y los habitantes ya no se muestran perturbados. Parecen acostumbrados al remezón.
Todavía muchas familias no han regresado a sus casas y duermen en carpas en el ingreso de la Ciudad. Otras personas están decidiendo si continúan en sus viviendas o si las grietas y daños que presentan son un verdadero peligro para quien la habita. Por las distintas zonas afectadas, han comenzado a pasar técnicos del municipio para evaluar cuál es el daño en las estructuras.
La ciudad de Concepción es además un gran basural, sobretodo en las inmediaciones de los supermercados. Esparcidos en las calles y veredas hay botellas de vidrio, cajas de comidas, helados, golosinas, juguetes, cosméticos que se fueron cayendo en las corridas que precedieron al saqueo.
Todos los negocios mantienen las persianas cerradas. Sólo se pueden comprar los diarios nacionales que son un medio vital de información, ya que al no haber televisión, ni Internet es una de las pocas maneras de saber qué pasa en la castigada región. CC Federico Brusotti - Especial para Los Andes
Claves
- Habitantes: 220.000
- Región: 500 kilómetros al sur de Santiago
- Fundación: 1550
- Concepción posee un importante desarrollo económico y demográfico, poseyendo desde su fundación una gran relevancia histórica, social y cultural en el país.
- Ha llegado a ser considerado como el tercer núcleo financiero, demográfico, administrativo, político y comercial de Chile, después de Santiago y Valparaíso.
- Históricamente, tanto la región como la urbe se han caracterizado por presentar una fuerte presencia de la industria manufacturera.
- Esto, junto con ser un importante centro de distribución y servicios, sienta las bases de la economía. Si bien la ciudad ya no posee la importancia que alcanzó a tener como sede del Ejército del Reino de Chile y de la Real Audiencia a comienzos de la Guerra de Fármaco, hoy es el núcleo de una de las zonas urbanas más grandes del país y la más poblada del sur de Chile.
Opinión
El desafío de la inequidad social
Lo que desnudó esta tragedia es la profunda división social que aún persiste en Chile a pesar de todos los esfuerzos realizados durante los últimos 20 años por los sucesivos gobiernos de la Concertación.
El primer gobierno de Patricio Aylwin logró sacar de la pobreza a casi un 30% de la población sometida a la miseria durante la larga dictadura pinochetista.
La tarea continuó en mayor o menos medida en los sucesivos gobiernos de Frei, Lagos y Bachelet. Sobre todo, se vivió un importante crecimiento macroeconómico que permitió incluir en la economía a amplias capas de la clase media baja. Pero no fue suficiente.
En los tres últimos días miles de personas de las capas más desprotegidas, que en su mayoría dicen las encuestas votaron por la Concertación, ahora se lanzaron a un pillajes inusitado.
Piñera asume la próxima semana con el enorme desafío de afrontar un país colapsado con daños materiales por 30.000 millones de dólares y una división social que no se había expresado tan crudamente hasta que la tierra comenzó a temblar poco antes de las cuatro de la mañana del sábado.
Ayer, la presidenta Michelle Bachelet recibió con cara compungida al pie del avión a su colega Lula da Silva. El brasileño vino especialmente desde Montevideo para ofrecerle su apoyo ante la tragedia.
Hoy viene Hillary Clinton, la secretaria de Estado norteamericana, en una misión similar. Algo que la chilena necesita imperiosamente en este momento. Su espectacular popularidad se diluye como arena entre los dedos por los reclamos de los millones de damnificados por el terremoto. “Michelle no se merecía esta catástrofe”, dijo Lula.
Se le reprocha el haber reaccionado tarde ante el envío de tropas para controlar los saqueos en Concepción, la ciudad más afectada. En realidad, se trata más bien de un problema ideológico que tuvo la presidenta socialista. Por Gustavo Sierra - Especial para Los Andes
Fuente: Los Andes Online
No hay comentarios:
Publicar un comentario