31 de Mayo de 2010

Caminata de hadrosaurios en Paso Córdoba

Los hadrosaurios colonizaron América del Sur provenientes del norte en el Campaniano, edad del Cretácico Superior donde se establecieron conexiones físicas entre América Central y el noroeste de América del Sur.

Por Diario Río Negro

Los paleontólogos son personas muy especiales que se pueden entusiasmar, por ejemplo, por perseguir ondulitas, que son esas marcas de sedimentos grabadas por el rizado de las aguas con el viento. Sus ojos expertos les permiten leer los pliegues del terreno como una página de texto, y estas ondulitas hablaban de un río de bajo gradiente, es decir poco caudal.

Mirando Animal Planet uno se ha enterado que los depredadores merodean los cursos de aguas porque saben que sus presas tarde o temprano tendrán que ir a beber. Los paleontólogos, esa mezcla de geólogos y biólogos, también lo saben y descubrir ondulitas es descubrir el lugar de un río o un lago donde la vida se ponía en riesgo sobre sus orillas. El modelador de aquellas ondulitas resultó ser un río de 70 millones de años que desembocaba en el Atlántico cuando éste estiraba una gran lengua y bañaba la región convirtiéndola en un paraíso tropical. Sólo bastaba tener la paciencia y la perspicacia para seguir las ondulitas y tarde o temprano toparse con los restos de un antiguo habitante.

El hallazgo de Raúl Ortiz, técnico paleontólogo del Proyecto Dino de Lago Barreales fue confirmado e identificado por Jorge Calvo profesor de la UNC y director del Proyecto Dino. Las huellas -encontradas en Paso Córdoba, cerca de Roca, en un sector de 20 por 2 metros- eran de un hadrosaurio, dinosaurios ornitisquios conocidos también como "dinosaurios pico de pato", especímen del que hay pocos registros. De hecho estas son las primeras huellas halladas en territorio patagónico.

Los hadrosaurios colonizaron América del Sur provenientes del norte en el Campaniano, edad del Cretácico Superior donde se establecieron conexiones físicas entre América Central y el noroeste de América del Sur.Incluso se especula que su peregrinaje podría haber sido antes de una conexión física, ya que estos especímenes pudieron ser grandes nadadores por sus vértebras caudales muy desarrolladas, que habrían permitido utilizar su poderosa cola de manera similar a la de un pez. Aún hay mucha tarea por delante, ya que es una zona de pisoteo, lo que afirmaría la sospecha que esta especie tenía costumbre de movilizarse en manadas.

Hasta ahora sólo había registros fósiles de esta especie dentro de la Formación Allen, Estas últimas huellas complementan el testimonio de la presencia de los hadrosaurios en la región.

Estas huellas quedaron impresas en rocas que son un verdadero ejemplo de la geología, donde uno puede observar cómo se depositaron los estratos uno sobre otros y el derrumbe dejó a la vista un registro de la fauna de 70 millones de años atrás. "No exageramos cuando decimos que el geólogo estudia las rocas como si fuesen las páginas de un libro porque estos barrancos son un verdadero libro abierto, sólo hay que saber interpretarlo", nos acotó Ortiz.

Icnitas

Así como los huesos se fosilizan, las huellas también forman parte del registro fósil y son definidas con el nombre de icnitas. La icnología es la rama de la paleontología que estudia las trazas (huellas) dejadas por la locomoción de seres vivos, tanto vertebrados como invertebrados. Usualmente las huellas duran poco tiempo ya que son borradas por agentes erosivos como el viento y la lluvia. Para que el rastro de una huella se conserve durante tanto tiempo, necesariamente tuvo que ser sepultada por otra capa de sedimento.

Estudios sedimentológicos y paleontológicos sugieren que cuando los dinosaurios dejaron sus huellas en las rocas, la región era de clima templado, compuesta por tierras bajas y pantanosas, y cuerpos de agua de poca profundidad.

Fuente: MDZ Online