20 de Octubre de 2010
Reino Unido recortará 490.000 empleos públicos
Lo anunció el ministro británico de Economía, George Osborne, con carácter de “inevitable” en un intento por reducir el déficit público. El primer ministro, David Cameron, también aplicó un drástico recorte en sus gastos militares que dejará fuera a 42.000 civiles y militares.
por El País![]() |
El programa de recortes anunciado por Cameron significa una reducción de 42.000 personas en los efectivos actuales de la defensa. EFE |
El ministro británico de Economía, George Osborne, ha presentado hoy el mayor programa de recortes presupuestarios del Reino Unido en décadas, con el objetivo de reducir el déficit y colocar la economía en el camino de la recuperación y la estabilidad. El plan supone una supresión de 490.000 puestos de trabajo en los ministerios.
En una declaración en la Cámara de los Comunes, el ministro ha asegurado que las medidas son "inevitables" pero ha añadido que el Gobierno de coalición entre conservadores y liberaldemócratas ha conseguido desde el pasado mayo -cuando se celebraron las elecciones generales- sacar al país de la "zona de peligro" para situarlo en el camino de la "responsabilidad". "Hoy es el día en que el Reino Unido sale del abismo, cuando enfrentamos las cuentas de una década de deuda", ha dicho.
El Gobierno ya dio a conocer ayer la reducción de los gastos en materia de Defensa, una de las áreas más castigadas por las medidas de austeridad. Osborne anunció recientemente que el Gobierno dejará de pagar el subsidio infantil para los hogares con los mayores salarios, una medida que ha causado una gran controversia porque era un aporte universal que no distinguía el nivel de recursos de las familias.
El programa, anticipado por el Gobierno británico nada más ganar las elecciones generales del pasado mayo, quedó finalizado el pasado fin de semana en una reunión que celebró el primer ministro británico, David Cameron, con Osborne; el viceprimer ministro, Nick Clegg, y el responsable del Tesoro, Danny Alexander.
Esta reunión tuvo lugar en Chequers, residencia de fin de semana del primer ministro que está a las afueras de Londres. Entre otras medidas que pueden resultar polémicas es la aparente decisión del Gobierno, según la prensa, de forzar a la cadena BBC a financiar su Servicio Mundial, una misión que hasta ahora le correspondía al Ministerio británico de Asuntos Exteriores.
Ajuste en defensa
Si el Imperio Británico desapareció a mediados del siglo XX, el atávico amor a la guerra de los británicos recibió ayer una dosis seguramente mortal de realismo: no hay dinero para mantener un ejército tan caro como el que aún tiene Reino Unido. Sin dinero no hay ejércitos, sin ejércitos no se ganan guerras y, para no ganarlas, más vale no hacerlas.
David Cameron, el primer ministro conservador, lo dijo de forma más hermosa al presentar en los Comunes un drástico plan de ajuste del gasto militar del 8% que él definió como "un cambio de estrategia" que llevará a la defensa británica "de una excesiva dependencia en el intervencionismo militar a dar prioridad a la prevención de conflictos".
La realidad es que el Reino Unido no tiene dinero para aguantar el poderío militar que le gustaría tener. Símbolo de los tiempos, sin duda: la crisis financiera ha dejado las arcas vacías. Pero símbolo también de los tiempos en sentido más amplio: la reina Victoria murió hace ya más de 100 años, el Imperio ya no existe, el apoyo británico a Estados Unidos en las batallas del último cuarto de siglo ha tenido más importancia política que militar y, sobre todo, el país ya no puede permitirse un esfuerzo como ese.
Pese a toda su retórica de renovación y de adaptación a un mundo con amenazas distintas y más complejas, la primera revisión de la estrategia británica de Defensa desde 1998 es un paso más hacia la pérdida de influencia militar en el mundo: menos soldados, menos barcos, menos aviones, menos tanques, menos dinero, probablemente menos disuasión nuclear, si queda alguna. Aunque nadie hizo ayer (apenas) énfasis en ello, el futuro solo tiene un nombre: coordinar el gasto militar con Europa.
El programa de recortes anunciado por Cameron significa una reducción de 42.000 personas en los efectivos actuales de la defensa. Aunque la parte del león de ese recorte es sobre todo de civiles que trabajan en el Ministerio de Defensa (25.000), afecta también a los tres ejércitos. La Fuerza Aérea, la mítica RAF, perderá 5.000 hombres, la Marina otros 5.000 y el Ejército de Tierra, 7.000. Con los 95.000 soldados que formarán las Fuerzas Armadas en 2015, el Reino Unido apenas podría desplegar 30.000 al mismo tiempo en el exterior, dos tercios de los que llegaron a desplegarse en Irak.
No solo habrá menos material humano: el número de tanques se reducirá en un 40% y el de artillería pesada un 35%, la flota se cortará de 23 buques a 19, los aviones Harrier y Nimrod serán desmantelados a favor del caza europeo Eurofighter y el portaaviones Ark Royal se desmantelará de inmediato. La construcción de dos nuevos portaaviones aprobada por los laboristas no se ha cancelado porque debido a los contratos ya firmados la cancelación sería más cara que la construcción.
Políticamente, el programa de ajuste del gasto ha permitido a la coalición de conservadores y liberales-demócratas evitar una de las patatas más calientes de su cohabitación: la decisión definitiva sobre la renovación del programa de disuasión nuclear, el Trident, no se tomará hasta 2016. Para entonces ya se habrán celebrado las elecciones legislativas, previstas para 2015 salvo crisis imprevistas. Mientras tanto, el recorte de cabezas nucleares de 48 a 40 y la reducción de tubos lanzamisiles de 12 a 8 permitirán ahorrar más de 850 millones de euros al año.
Fuente: MDZ Online



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