Preocupación
Sarkozy: "Las huelgas ya afectan la economía en Francia"
martes, 26 de octubre de 2010
El gobierno del presidente Nicolas Sarkozy pidió ayer el fin de las huelgas y manifestaciones contra la reforma de las jubilaciones, que habrían costado más de 3.000 millones de euros, y se apuntó un tanto político al aparecer fisuras en el movimiento de protesta.
Los empleados de las dos refinerías del grupo estadounidense Exxon-Mobil votaron a favor de reanudar el trabajo, al igual que los de la refinería del grupo suizo Petroplus, situada en Reichstett. Con esto, nueve refinerías, de las doce que cuenta el país, siguen en huelga.
La industria petrolera dio parte de una mejora en los depósitos de carburante. Nueve de ellos, que forman parte de las refinerías todavía en huelga, siguen bloqueados, tras la intervención de la policía para permitir el normal suministro.
El sector estratégico del petróleo y los carburantes ha sido en estas dos semanas la punta de lanza del movimiento de protesta de los sindicatos contra el proyecto de reforma de las jubilaciones impulsado por el gobierno. Ayer, en plenas vacaciones de otoño, la situación se mantenía tensa, con una gasolinera de cada tres con problemas de abastecimiento.
El gobierno tiene que importar diariamente unas 100.000 toneladas de productos petroleros, en lugar de las 20.000-25.000 toneladas habituales.
La impopular reforma aumenta de 60 a 62 años la edad mínima para poder jubilarse y de 65 a 67 años la edad para hacerlo con una pensión completa. Además prolongará a 41,5 años la duración mínima del periodo de aportes.
Los empleados de las dos refinerías del grupo estadounidense Exxon-Mobil votaron a favor de reanudar el trabajo, al igual que los de la refinería del grupo suizo Petroplus, situada en Reichstett. Con esto, nueve refinerías, de las doce que cuenta el país, siguen en huelga.
La industria petrolera dio parte de una mejora en los depósitos de carburante. Nueve de ellos, que forman parte de las refinerías todavía en huelga, siguen bloqueados, tras la intervención de la policía para permitir el normal suministro.
El sector estratégico del petróleo y los carburantes ha sido en estas dos semanas la punta de lanza del movimiento de protesta de los sindicatos contra el proyecto de reforma de las jubilaciones impulsado por el gobierno. Ayer, en plenas vacaciones de otoño, la situación se mantenía tensa, con una gasolinera de cada tres con problemas de abastecimiento.
El gobierno tiene que importar diariamente unas 100.000 toneladas de productos petroleros, en lugar de las 20.000-25.000 toneladas habituales.
La impopular reforma aumenta de 60 a 62 años la edad mínima para poder jubilarse y de 65 a 67 años la edad para hacerlo con una pensión completa. Además prolongará a 41,5 años la duración mínima del periodo de aportes.
Fuente: Los Andes Online


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