lunes, 1 de noviembre de 2010

Elección histórica

Dilma Rousseff, la primera mujer presidenta de Brasil

La ex jefa de gabinete de Lula y ampliamente respaldada por él logró, escrutados 99 por ciento de los sufragios, el 55,96 por ciento de los votos contra el 44,01 del opositor José Serra. 

lunes, 01 de noviembre de 2010

Dilma Rousseff, la primera mujer presidenta de Brasil
La nueva Presidenta de los brasileros festeja junto a su vice. (AP y AFP)

Recibida con una lluvia de pétalos en Porto Alegre, donde votó por la mañana, Dilma Rousseff fue ovacionada anoche por decenas de miles de brasileños que la convirtieron en la primera presidenta de Brasil.

Escrutados 99 por ciento de los sufragios la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) lograba el 55,96 por ciento contra el 44,01 del socialdemócrata José Serra, según los últimos datos dados a conocer por el Tribunal Superior Electoral.

Anoche, el triunfo fue celebrado en el hotel Naoum de Brasilia, donde se instaló el comando de la alianza que la llevó a la presidencia. Junto a ella se encontraba su vicepresidente electo Michel Temer y su mentor, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva.

Quedaban atrás las horas de ansiedad y estrés de una campaña que, entre la primera vuelta y la segunda, adquirió contornos "virulentos". Dilma lo había dicho por la mañana al comentar: "Fue muy dura, con calumnias diversas pero no guardo rencor".

En esa línea componedora convocó a deponer las armas y tendió puentes con el arco opositor al pedir "el fin a la disputa política". Pero desde el bando contrario, el Partido Socialdemócrata y su aliado DEM no tenían consuelo y cerraron las puertas en vez de abrirlas para consensos futuros. Su titular Sergio Guerra dijo que la campaña "fue demasiado radical y violenta. Si hubiera obedecido a la ley, sería posible un proyecto de unión nacional. Pero eso no se dio:

hubo confrontación todo el tiempo, agresiones mutuas y eso dificulta tender los puentes". Más todavía, a pesar de resultados indiscutibles por la distancia de más de 10 puntos, consideró que "la legitimidad de esta elección está en tela de juicio y se requiere una gran reforma política".

Lo que este político había descripto como "violencia" curiosamente salió de los centros de internet montados por partidarios de Serra que divulgaron desde descalificaciones a rumores ofensivos para la intimidad de la mujer que se acaba de consagrar como la jefa de Estado número 40 del país.

La irritación opositora llegó al punto de poner en duda un triunfo previsto por las encuestadoras. Dijeron a través de una emisora televisiva que informaciones del PSDB, el partido de Serra, indicaban un "viraje" en el voto y mostraban al candidato opositor como victorioso.

Oposición desarticulada

Desde luego, nada de esto sirvió para forzar resultados claramente adversos a los tucanos (los socialdemócratas). Con esta nueva derrota, la oposición queda desarticulada. El DEM, un partido que es el sucesor del antiguo PFL (de extrema derecha), dejará de existir. Sus caciques perdieron sus puestos en el Congreso y la expresión de esta fuerza es casi inexistente.

El PSDB tendrá que revisar su comportamiento durante todo el proceso que llevó a la elección de Serra como presidenciable. Hay dos referentes con peso propio: el gobernador electo de San Pablo, Geraldo Alkmin, y el senador por Minas Gerais, Aecio Neves.

A diferencia del titular del PSDB, el parlamentario -quien fue gobernador de su Estado- dijo de su compañero Serra que "hizo lo que pudo hacer. Está claro que siempre que termina una elección uno se encuentra con problemas que ocurrieron aquí o allá. Pero creo que el saldo final es muy positivo".

En el primer turno de las elecciones, realizado el 3 de octubre, Rousseff parecía encaminarse a una tranquila victoria, pero los sondeos no previeron la fuerza del voto religioso, que favoreció a la ecologista Marina Silva, tercera colocada y de confesión evangélica, lo que forzó la realización de la doble vuelta.

Silva dejó en libertad de elección a sus casi 20 millones de votantes.

Rousseff votó en una escuela de la ciudad de Porto Alegre, en Río Grande do Sul, donde llegó escoltada por una multitud de seguidores que portaban banderas y pancartas.

Serra, en tanto, votó en un barrio de San Pablo y a la salida del centro electoral manifestó confianza en el resultado aunque prefirió no formular mayores comentarios.

Por su parte, Lula llegó para votar en una escuela del municipio de Sao Bernardo do Campo (donde comenzó su carrera como dirigente sindical y donde mantiene su domicilio particular), acompañado de su esposa, Marisa, y políticos allegados.

A la salida del centro de votación, Lula dijo a la prensa que no existían posibilidades de que participe de un eventual gobierno de Rousseff, y criticó a Serra, a quien responsabilizó por el tono general de agresión que marcó la campaña.

Además del Presidente de la República, los brasileños votaron este domingo en segundo turno para escoger a los gobernadores de ocho Estados y del Distrito Federal, donde está localizada Brasilia, la capital del país.

Los Estados de Sao Paulo, Río de Janeiro y Minas Gerais, ya liquidaron la factura en la primera vuelta, con la elección de Gerardo Alckmin (socialdemócrata, oposición), Sergio Cabral (Movimiento Democrático, oficialista) y Antonio Anastasia (socialdemócrata, oposición), respectivamente. Agencias CC, AFP y AP 

Fuente: Los Andes Online

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