sábado, 1 de enero de 2011

Juró Dilma Rousseff y ya es la primera presidenta de Brasil

La socióloga de 63 años asumió con el compromiso de erradicar la pobreza extrema durante su mandato. Una docena de líderes participaron de la asunción en el recinto del Senado Federal.

sábado, 01 de enero de 2011
 

Juró Dilma Rousseff y ya es la primera presidenta de Brasil
Lula da Silva entregó la banda presidencial 
a Dilma Rousseff (AFP).
Con la copiosa lluvia que cayó sobre Brasilia, Dilma Rousseff se convirtió hoy en la primera mujer presidente de Brasil al recibir el bastón de mando de manos del popular Luiz Inacio Lula da Silva, quien sale de escena luego de ocho años de gestión y con una popularidad sin precedentes.

Rousseff asumió con el compromiso de erradicar la miseria extrema durante su mandato en Brasil, al mismo tiempo que anunció una política externa que enfatizará las relaciones con los países latinoamericanos como socios del progreso económico y social de Brasil.

"Una importante movilidad social ocurrió en los años de gobierno de (Luiz Inacio) Lula (da Silva, su predecesor). Pero aún existe una pobreza que avergüenza a nuestro país", lanzó Rousseff durante su primer discurso tras asumir el cargo ante el Congreso.

"No voy a descansar mientras haya brasileños sin alimentos en su mesa, y niños pobres abandonados a su propia suerte", señaló, reiterando la que fuera su primera promesa al confirmarse su victoria en las elecciones del 31 de octubre pasado.

La mandataria -una socióloga de 63 años- prestó juramento en el recinto del Senado Federal, al que llegó acompañada por su hija Paula y por su vicepresidente Michel Temer, ante la presencia de legisladores, funcionarios y mandatarios y representantes de todo el mundo.

Una docena de líderes latinoamericanos y mandatarios extranjeros son parte de las ceremonias, que incluyen el juramento sobre la Constitución en el Congreso y el traspaso de la banda presidencial en el Palacio de Planalto.

Rousseff hereda de Lula un país en expansión económica, prevista para 7,6% este año, con 29 millones menos de pobres que en 2003, según cifras oficiales.

Pero en esta nación de poco más de 190 millones de habitantes y recursos naturales riquísimos, habitan 20 millones de personas sumidas en la extrema miseria conviviendo con algunas de las mayores fortunas del planeta.

La tasa de analfabetismo ronda el 10% y casi la mitad de la población no tiene saneamiento. La infraestructura sanitaria pública es insuficiente, cuando no inexistente para muchas poblaciones del inmenso territorio de un país de tamaño continental.

"Vivimos uno de los mejores momentos de la vida nacional, millones de empleos están siendo creados. (...) Reducimos nuestra histórica deuda social, rescatamos a millones de brasileños de la tragedia de la miseria y ayudamos a otros millones a alcanzar la clase media", sostuvo Rousseff en su primer discurso como presidenta.

Pero "en un país con la complejidad del nuestro siempre es preciso querer más", dijo Rousseff, quien pidió ayuda al Congreso y a todas las instituciones públicas para "ayudar a los que todavía luchan para salir de la miseria".

"Podemos ser un país de clase media, sólida y emprendedora", concluyó la flamante presidenta brasileña, primera mujer en acceder a ese cargo.

Ya durante su campaña, Rousseff se comprometió a profundizar algunos de los programas sociales impulsados durante el gobierno del presidente Lula.

Entre ellos sobresalen uno de vivienda, y otro de ayuda económica a las personas más desfavorecidas con hijos, a cambio del compromiso de enviar a sus niños a la escuela.

El programa conocido como "Minha casa, Minha vida" (Mi casa, mi vida), financia la construcción de viviendas a través de asociaciones de futuros propietarios, con aportes del Estado federal, gobiernos estatales y municipios.

Según las cifras oficiales, más de un millón de proyectos de construcción ya tienen contrato, aunque el número de viviendas construidas es mucho menor todavía.

La iniciativa llamada "Bolsa familia" (beca familia), entrega una ayuda financiera a las familias de bajos recursos con hijos a cambio de que envíen a los pequeños a la escuela.

Al menos 12 millones de familias se benefician del plan que forma parte del programa "Hambre cero" lanzado por el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, según datos oficiales.

Brasil logró reducir la desnutrición en niños menores de cinco años a 1,8%, cumpliendo con uno de los Objetivos del Milenio de la ONU. La tasa de mortalidad infantil disminuyó 58% entre 1990 y 2008, pasando de un índice de 53,7 fallecidos por cada mil nacidos vivos a 22,8, según datos del Ministerio de Salud.del segmento industrial orientado a la exportación.

Al mismo tiempo, la inflación cierra el año por encima de la meta oficial de 4,5 por ciento al año e inicia 2011 con tendencia al alza, haciendo encenderse algunas señales de alerta.

Bajo el gobierno de Lula 29 millones de personas salieron de la miseria, según cifras oficiales, pero casi la mitad de la población sigue sin tener saneamiento y la tasa de analfabetismo roza el 10 por ciento.

Para intentar cumplir su promesa de eliminar la miseria de Brasil, Rousseff contará con parte del equipo de gobierno de Lula, de forma de continuar impulsando los planes sociales, y los programas de modernización de infraestructura que demandan los sectores productivos. Ocho ministros de 25 del actual equipo de gobierno fueron reconfirmados en sus cargos y otros tres se mantendrán en el gabinete pero ocupando una función diferente. 

Fuente: Los Andes Online

No hay comentarios:

Publicar un comentario