Obama insistió: "Kadhafi debe irse"
El presidente de EEUU analiza opciones de intervención. Ya envío 400 marines y dos portaaviones al Mediterráneo. En Libia, tropas leales continuaron la contraofensiva bombardeando el puerto petrolero de Brega. El líder libio acepta la mediación venezolana; los rebeldes, no.
viernes, 04 de marzo de 2011
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Milicianos rebeldes disparan al aire sus fusiles automáticos en homenaje a seis compañeros muertos en combate, en un funeral en Ajdabiya. (AP) |
Agencia AFP
La aviación libia volvió a bombardear ayer zonas rebeldes, pero no logró amedrentar a la oposición, que rechazó una propuesta venezolana de mediación internacional, ni aflojar la presión de Estados Unidos, que examina todas las opciones para forzar su renuncia.
EEUU examina "toda la gama de opciones" para responder a "la horrible violencia" ejercida por Kadhafi contra su pueblo, dijo el presidente Barack Obama, al día siguiente de que la oposición libia reclamara una intervención de la ONU para frenar a los "mercenarios" empleados por Kadhafi.
"La violencia debe parar. Muamar Kadhafi ha perdido la legitimidad para liderar, y debe irse", agregó Obama en una conferencia de prensa en la Casa Blanca junto a su par mexicano Felipe Calderón.
La rebelión libia rechazó por su lado de forma tajante la propuesta de mediación internacional del presidente venezolano Hugo Chávez.
"Tenemos una posición muy clara: es demasiado tarde, se ha derramado demasiada sangre", dijo a Mustafá Gheriani, vocero del Consejo Nacional de ciudades en manos de la oposición, cuya sede se encuentra en Bengasi (1.000 km al este de Trípoli).
El secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, había dicho previamente que ese organismo "estudia" la propuesta de Chávez. Y el gobierno venezolano había indicado que Kadhafi estaba dispuesto a aceptarla.
La comunidad internacional inició por otro lado una operación de repatriación por aire y mar de miles de refugiados egipcios que huyeron de la represión en Libia por la frontera con Túnez.
Obama anunció que había autorizado el uso de aviones militares estadounidenses para participar en esa operación, que permitirá la repatriación de miles de egipcios que salieron de Libia por la frontera con Túnez.
El gobierno holandés reconoció por su lado que el domingo pasado tres soldados holandeses fueron capturados por hombres armados durante una operación de evacuación de civiles en Libia.
Más de 100.000 personas huyeron de Libia desde el inicio de la rebelión. Según la ONU, la represión dejó unos 1.000 muertos, aunque según una organización libia de defensa de derechos humanos el número de víctimas suma más de 6.000.
En el terreno, los atemorizados habitantes del puerto petrolero de Brega, a 200 km al suroeste del bastión rebelde de Bengasi, montaban baterías antiaéreas para protegerse de nuevas incursiones de la aviación de Kadhafi.
Los bombardeos de ayer no dejaron víctimas. El miércoles, los aviones habían apoyado un ataque terrestre que fue rechazado tras violentos combates que dejaron 12 muertos (9 rebeldes y 3 atacantes), según fuentes médicas.
Pero según Saif al Islam, uno de los hijos de Kadhafi, los bombardeos de Brega sólo se proponían "asustar", sin provocar muertes. "Las bombas sólo pretendían asustar a los rebeldes y hacerlos salir" de la localidad donde hay una terminal portuaria petrolera, dijo Al Islam en una entrevista con la televisión británica Sky News.
El Pentágono afirmó que Libia usó aviones de guerra en su lucha contra la insurrección y anunció que no se opone a imponer una zona de exclusión aérea en Libia.
Unos 400 marines llegaron el miércoles a la base estadounidense de la isla de Creta, en el sur de Grecia, desde donde serán trasladados a dos buques de guerra que entraron en el Mediterráneo para posicionarse frente a las costas libias.
El improvisado ejército rebelde se empeñaba ayer en reforzar las defensas de Breda, entre rumores de avances de tropas de Kadhafi desde el sur y el oeste.
La heterogénea oposición libia controla el este y varias ciudades del oeste, así como varias instalaciones petroleras. Gadafi se mantiene firme en Trípoli, la capital.
La presión externa se acrecentó ayer con el anuncio de que la Corte Penal Internacional decidió "abrir una investigación por crímenes contra la Humanidad que habrían sido cometidos en Libia desde el 15 de febrero", cuando se inició la insurrección. "Kadhafi y su entorno más cercano, sus hijos incluidos", son objeto de la investigación, precisó en La Haya el fiscal de la CPI, el argentino Luis Moreno Ocampo.
EEUU examina "toda la gama de opciones" para responder a "la horrible violencia" ejercida por Kadhafi contra su pueblo, dijo el presidente Barack Obama, al día siguiente de que la oposición libia reclamara una intervención de la ONU para frenar a los "mercenarios" empleados por Kadhafi.
"La violencia debe parar. Muamar Kadhafi ha perdido la legitimidad para liderar, y debe irse", agregó Obama en una conferencia de prensa en la Casa Blanca junto a su par mexicano Felipe Calderón.
La rebelión libia rechazó por su lado de forma tajante la propuesta de mediación internacional del presidente venezolano Hugo Chávez.
"Tenemos una posición muy clara: es demasiado tarde, se ha derramado demasiada sangre", dijo a Mustafá Gheriani, vocero del Consejo Nacional de ciudades en manos de la oposición, cuya sede se encuentra en Bengasi (1.000 km al este de Trípoli).
El secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, había dicho previamente que ese organismo "estudia" la propuesta de Chávez. Y el gobierno venezolano había indicado que Kadhafi estaba dispuesto a aceptarla.
La comunidad internacional inició por otro lado una operación de repatriación por aire y mar de miles de refugiados egipcios que huyeron de la represión en Libia por la frontera con Túnez.
Obama anunció que había autorizado el uso de aviones militares estadounidenses para participar en esa operación, que permitirá la repatriación de miles de egipcios que salieron de Libia por la frontera con Túnez.
El gobierno holandés reconoció por su lado que el domingo pasado tres soldados holandeses fueron capturados por hombres armados durante una operación de evacuación de civiles en Libia.
Más de 100.000 personas huyeron de Libia desde el inicio de la rebelión. Según la ONU, la represión dejó unos 1.000 muertos, aunque según una organización libia de defensa de derechos humanos el número de víctimas suma más de 6.000.
En el terreno, los atemorizados habitantes del puerto petrolero de Brega, a 200 km al suroeste del bastión rebelde de Bengasi, montaban baterías antiaéreas para protegerse de nuevas incursiones de la aviación de Kadhafi.
Los bombardeos de ayer no dejaron víctimas. El miércoles, los aviones habían apoyado un ataque terrestre que fue rechazado tras violentos combates que dejaron 12 muertos (9 rebeldes y 3 atacantes), según fuentes médicas.
Pero según Saif al Islam, uno de los hijos de Kadhafi, los bombardeos de Brega sólo se proponían "asustar", sin provocar muertes. "Las bombas sólo pretendían asustar a los rebeldes y hacerlos salir" de la localidad donde hay una terminal portuaria petrolera, dijo Al Islam en una entrevista con la televisión británica Sky News.
El Pentágono afirmó que Libia usó aviones de guerra en su lucha contra la insurrección y anunció que no se opone a imponer una zona de exclusión aérea en Libia.
Unos 400 marines llegaron el miércoles a la base estadounidense de la isla de Creta, en el sur de Grecia, desde donde serán trasladados a dos buques de guerra que entraron en el Mediterráneo para posicionarse frente a las costas libias.
El improvisado ejército rebelde se empeñaba ayer en reforzar las defensas de Breda, entre rumores de avances de tropas de Kadhafi desde el sur y el oeste.
La heterogénea oposición libia controla el este y varias ciudades del oeste, así como varias instalaciones petroleras. Gadafi se mantiene firme en Trípoli, la capital.
La presión externa se acrecentó ayer con el anuncio de que la Corte Penal Internacional decidió "abrir una investigación por crímenes contra la Humanidad que habrían sido cometidos en Libia desde el 15 de febrero", cuando se inició la insurrección. "Kadhafi y su entorno más cercano, sus hijos incluidos", son objeto de la investigación, precisó en La Haya el fiscal de la CPI, el argentino Luis Moreno Ocampo.
Chávez quiere ser mediador
Télam
Muamar Kadhafi considera "muy positiva" la propuesta de mediación internacional del presidente venezolano Hugo Chávez para poner fin a la violencia en el país norafricano, informó el ministro de Información Andrés Izarra en su cuenta en Twitter.
El ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, conversó ayer "varios minutos" con su homólogo Mussa Kussa y éste le explicó que Kadhafi "calificó de muy positivo el nombramiento de una comisión internacional humanitaria de paz".
Hoy, los cancilleres de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) se reunirán en Caracas para debatir esta propuesta.
El ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, conversó ayer "varios minutos" con su homólogo Mussa Kussa y éste le explicó que Kadhafi "calificó de muy positivo el nombramiento de una comisión internacional humanitaria de paz".
Hoy, los cancilleres de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) se reunirán en Caracas para debatir esta propuesta.
El argentino Moreno Ocampo, primer fiscal a escala global
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Fue fiscal en el juicio contra las juntas militares. (AP) |
El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), el argentino Luis Moreno Ocampo, que abrió ayer una investigación contra el dirigente libio Muamar Kadhafi, es un idealista pragmático dedicado a perseguir a criminales en todo el mundo, juzgan las agencias internacionales.
Moreno Ocampo, nacido en Buenos Aires en 1952, se forjó como fiscal en los años 80 en los juicios contra los principales responsables de la junta militar argentina.
Uno de sus primeros casos en Argentina fue el juicio contra el ex dictador Jorge Rafael Videla, juzgado junto a otros ocho responsables de la junta militar (1976-1983) que hizo desaparecer a por lo menos 30.000 personas, según organizaciones de derechos humanos.
Durante seis meses, el joven fiscal adjunto organizó audiencias en las que interrogó a más de 800 personas mientras su madre se indignaba por su persecución a Videla, ese "buen católico" al que ella veía todos los domingos en misa.
Moreno Ocampo fue después abogado y militante de los derechos humanos antes de aceptar en 2003 el difícil puesto de primer fiscal de la CPI.
"Repite sin cesar que es el trabajo más fantástico del mundo. Trabaja las 24 horas del día (...) dice que es una suerte extraordinaria haber sido designado para hacer justicia a las víctimas de Darfur o de Uganda", explica su colaboradora, Beatrice Le Fraper.
En ocho años, el argentino ha logrado que la Corte emitiese órdenes de detención contra presuntos autores de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire), Uganda, República Centroafricana y la provincia sudanesa de Darfur.
También logró que fuesen trasladados a La Haya cuatro sospechosos: tres milicianos congoleños acusados de reclutar a niños soldados y de crímenes sexuales, y al ex vicepresidente congoleño Jean Pierre Bemba.
Hace dos años, consiguió que el tribunal de La Haya ordenara la detención del presidente sudanés Omar el Bashir, aunque sin lograr su detención por ahora.
De una elegancia discreta, este cincuentón de barba canosa, vestido a menudo con traje negro y camisa blanca, tiene cuatro hijos y una esposa que permanece en Buenos Aires debido a su trabajo.
Moreno Ocampo recorre incansablemente el planeta, reclamando más cooperación ante las organizaciones internacionales, los jefes de Estado y diplomáticos, siguiendo el trabajo de sus investigadores y juristas o recibiendo a las ONGs.
Consejero del Banco Mundial y miembro de Transparency International, una ONG que lucha contra la corrupción, Moreno Ocampo fue también abogado de personalidades como el futbolista Diego Armando Maradona y profesor en prestigiosas universidades como Harvard.
Moreno Ocampo, nacido en Buenos Aires en 1952, se forjó como fiscal en los años 80 en los juicios contra los principales responsables de la junta militar argentina.
Uno de sus primeros casos en Argentina fue el juicio contra el ex dictador Jorge Rafael Videla, juzgado junto a otros ocho responsables de la junta militar (1976-1983) que hizo desaparecer a por lo menos 30.000 personas, según organizaciones de derechos humanos.
Durante seis meses, el joven fiscal adjunto organizó audiencias en las que interrogó a más de 800 personas mientras su madre se indignaba por su persecución a Videla, ese "buen católico" al que ella veía todos los domingos en misa.
Moreno Ocampo fue después abogado y militante de los derechos humanos antes de aceptar en 2003 el difícil puesto de primer fiscal de la CPI.
"Repite sin cesar que es el trabajo más fantástico del mundo. Trabaja las 24 horas del día (...) dice que es una suerte extraordinaria haber sido designado para hacer justicia a las víctimas de Darfur o de Uganda", explica su colaboradora, Beatrice Le Fraper.
En ocho años, el argentino ha logrado que la Corte emitiese órdenes de detención contra presuntos autores de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire), Uganda, República Centroafricana y la provincia sudanesa de Darfur.
También logró que fuesen trasladados a La Haya cuatro sospechosos: tres milicianos congoleños acusados de reclutar a niños soldados y de crímenes sexuales, y al ex vicepresidente congoleño Jean Pierre Bemba.
Hace dos años, consiguió que el tribunal de La Haya ordenara la detención del presidente sudanés Omar el Bashir, aunque sin lograr su detención por ahora.
De una elegancia discreta, este cincuentón de barba canosa, vestido a menudo con traje negro y camisa blanca, tiene cuatro hijos y una esposa que permanece en Buenos Aires debido a su trabajo.
Moreno Ocampo recorre incansablemente el planeta, reclamando más cooperación ante las organizaciones internacionales, los jefes de Estado y diplomáticos, siguiendo el trabajo de sus investigadores y juristas o recibiendo a las ONGs.
Consejero del Banco Mundial y miembro de Transparency International, una ONG que lucha contra la corrupción, Moreno Ocampo fue también abogado de personalidades como el futbolista Diego Armando Maradona y profesor en prestigiosas universidades como Harvard.
Últimos acontecimientos en Oriente medio
Libia: La aviación leal al líder Muamar Kadhafi bombardeó Brega, importante puerto petrolero, y punto clave en el acceso a Bengasi, bastión de la oposición en el este del país. Por primera vez desde el inicio de la insurrección contra Kadhafi el 15 de febrero pasado, soldados extranjeros, tres holandeses, fueron capturados por hombres leales al régimen, en una operación de evacuación en Sirte, según Holanda.
Por la violencia que enfrenta el país, la producción libia de petróleo disminuyó a la mitad, según el director de la compañía petrolera gubernamental NOC, Chukri Ghanem.
Egipto: El primer ministro egipcio Ahmad Shafiq renunció, como lo reclamaban los movimientos de oposición que llevaron a la caída del presidente Hosni Mubarak, mientras el país emprende una difícil transición política bajo la dirección del ejército. En remplazo de Shafiq será nombrado el ex ministro Esam Sharaf, indicaron las Fuerzas Armadas.
Yemen: La oposición yemenita y los jefes religiosos propusieron al presidente Alí Abdalá Saleh un plan de salida de crisis que prevé su partida antes del fin de 2011, mientras que la presión popular aumenta contra el jefe de Estado. Pero los estudiantes que acampan desde hace 11 días en Saná para reclamar la salida de Saleh, en el poder desde hace 32 años, afirmaron ayer que rechazan cualquier compromiso y exigen la renuncia inmediata del presidente, cuyo mandato termina en 2013.
Bahrein: La oposición de Bahrein, en especial el potente movimiento chiita Wefaq, precisó sus demandas al gobierno. Incluyen en especial una constituyente para elaborar una nueva ley fundamental para ese pequeño reino del Golfo. Desde el 14 de febrero, manifestaciones exigen un cambio político en este archipiélago de mayoría chiita gobernado desde hace más de 200 años por la dinastía sunita de los Al-Jalifa. Los enfrentamientos con la policía provocaron siete muertos en los primeros días de la protesta.
Irak: El alcalde de Bagdad anunció su renuncia. Había sido abucheado el mes pasado por manifestantes reunidos en la capital iraquí para denunciar la corrupción y la ineficacia de sus representantes. Una nueva manifestación está prevista para hoy en Bagdad.
Por la violencia que enfrenta el país, la producción libia de petróleo disminuyó a la mitad, según el director de la compañía petrolera gubernamental NOC, Chukri Ghanem.
Egipto: El primer ministro egipcio Ahmad Shafiq renunció, como lo reclamaban los movimientos de oposición que llevaron a la caída del presidente Hosni Mubarak, mientras el país emprende una difícil transición política bajo la dirección del ejército. En remplazo de Shafiq será nombrado el ex ministro Esam Sharaf, indicaron las Fuerzas Armadas.
Yemen: La oposición yemenita y los jefes religiosos propusieron al presidente Alí Abdalá Saleh un plan de salida de crisis que prevé su partida antes del fin de 2011, mientras que la presión popular aumenta contra el jefe de Estado. Pero los estudiantes que acampan desde hace 11 días en Saná para reclamar la salida de Saleh, en el poder desde hace 32 años, afirmaron ayer que rechazan cualquier compromiso y exigen la renuncia inmediata del presidente, cuyo mandato termina en 2013.
Bahrein: La oposición de Bahrein, en especial el potente movimiento chiita Wefaq, precisó sus demandas al gobierno. Incluyen en especial una constituyente para elaborar una nueva ley fundamental para ese pequeño reino del Golfo. Desde el 14 de febrero, manifestaciones exigen un cambio político en este archipiélago de mayoría chiita gobernado desde hace más de 200 años por la dinastía sunita de los Al-Jalifa. Los enfrentamientos con la policía provocaron siete muertos en los primeros días de la protesta.
Irak: El alcalde de Bagdad anunció su renuncia. Había sido abucheado el mes pasado por manifestantes reunidos en la capital iraquí para denunciar la corrupción y la ineficacia de sus representantes. Una nueva manifestación está prevista para hoy en Bagdad.
Fuente: Los Andes Online
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