sábado, 19 de marzo de 2011

Obama llegó a Brasil en el inicio de su gira latinoamericana

19/03/11 - 09:05
El presidente de EE.UU. realizará una visita de dos días. Por la tarde se reunirá con la presidenta Dilma Rouseff. Y encabezará un encuentro con empresarios. También visitará Chile y El Salvador.



El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó esta mañana a Brasil para una visita de dos días, en el inicio de una gira latinoamericana que lo llevará también a Chile y El Salvador.

El mandatario arribó a Brasilia acompañado de su esposa Michelle y de sus hijas, Sasha y Malia. El avión presidencial aterrizó minutos después que se interrumpió una intensa lluvia que cayó sobre Brasilia durante toda la noche.

Obama se reunirá con la presidenta brasileña Dilma Rousseff, con quien también compartirá un almuerzo de trabajo en la sede de Itamaraty. Luego, participará de un encuentro con empresarios brasileños y estadounidenses.

Mañana, el presidente estadounidense viajará a Rio de Janeiro, donde pronunciará un discurso al pueblo brasileño desde un tradicional teatro, y donde tiene previsto también visitar una favela.

Se trata de la primera gira latinoamericana de Barack Obama desde que se reunió por primera vez con los presidentes de la región hace dos años en Trinidad y Tobago, durante la Cumbre de las Américas.

Allí prometió una nueva relación con la región, que quedó relegada durante el gobierno de su predecesor, George W. Bush. Sin embargo, hasta ahora América Latina estaba en un segundo plano en la agenda del mandatario electo en noviembre de 2008 para un período de cuatro años.

La gira de Obama por la región se desarrolla cuando dos crisis mayores concentran a la diplomacia estadounidense: el accidente nuclear tras el tsunami y el terremoto de la semana pasada en Japón, y la rebelión y posterior represión de manifestantes por parte del régimen de Muammar Kadafi en Libia

"Algunos cuestionan cómo es que el presidente puede ir en este largo viaje a América Latina cuando hay tantas cosas sucediendo", pero "existen muchas razones por las que este viaje es tan importante en este momento", expresó ayer la secretaria de Estado Hillary Clinton.

El propio mandatario resaltó en un editorial en el diario USA Today "el crecimiento impresionante" de América Latina y el potencial que
esto significa para la economía estadounidense, que puja por reponerse de la peor crisis en décadas.

"Mientras estos mercados crecen, lo hace también su demanda de bienes y servicios, unos bienes y servicios que yo, como presidente, quiero asegurar que sean hechos en Estados Unidos", escribió.

Brasil recibe a Obama bajo un fuerte operativo de seguridad

19/03/11 El líder de EE.UU. no dará un discurso abierto al público en Río por la crisis libia.
Por Eleonora Gosman
Brasilia. Enviada Especial 



En la capital brasileña la familia Obama estará exactas 8 horas y media, lo mínimo indispensable para cumplir con la agenda de jefe de Estado. El presidente norteamericano, quien desembarca a las 7.30 de la mañana junto a su mujer Michelle y sus dos hijas, contempla mejor destino para visitar. Quiere ver cuál es el encanto de Río de Janeiro, ciudad que en 2009 le arrebató a Chicago la sede de las Olimpíadas de 2014. Allí se iba a dar el gusto de dirigir un mensaje para el pueblo brasileño en un lugar abierto al público. Pero el programa se frustró por razones de seguridad gracias a la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de intervenir en el conflicto libio.

Ahora tendrá que hablar en el Teatro Municipal, más preparado para la ópera que para un contacto popular. Los cariocas ya no podrán verlo en la plaza contigua que se conoce como Cinelandia.

La crisis internacional, generada por la situación de Libia, es una traba para que Obama despliegue su charme de líder mundial en el primer país que visita de Sudamérica. Irá a la favela Ciudad de Dios pero tendrá un breve encuentro con representantes comunitarios en un recinto cerrado.

También por razones de seguridad no irá a la cancha como hizo Bill Clinton en 1997 cuando se dio el lujo de patear la pelota con chicos de la Mangueira. Hay otra diferencia: aquel año Clinton partió del Galeao, el aeropuerto carioca, para aterrizar en Buenos Aires donde pasó cuatro días junto a Hillary, la actual Secretaria de Estado. Obama apenas irá a sobrevolar el territorio argentino para desembarcar en Santiago de Chile donde lo espera un eufórico Sebastián Piñera.

Desde el punto de vista sudamericano, esta gira del jefe de la primera potencia mundial se parece más a las que realizó George Bush en 2005 cuando se limitó a un encuentro con Lula da Silva en la residencia oficial llamada Granja do Torto donde el anfitrión lo agasajó con un asado. Claro que entonces Bush hijo venía de una derrota política en Mar del Plata, cuando fracasó la iniciativa del ALCA en la Cumbre de las Américas.

También ahora hay una velada tirria estadounidense en relación a la Casa Rosada, al punto de arriesgar un movimiento brusco del péndulo que Washington preservó históricamente como parte estructural de sus relaciones con los dos mayores países de la región.

El gobierno de Dilma Rousseff quiere evitar esa lectura y se esfuerza por demostrar el papel estratégico de Argentina en su política externa. Pero hay algo que las autoridades brasileñas no consiguen eludir: para ellas, la visita de Obama consagra el “papel de liderazgo” que asumió esta nación hace un tiempo.

Hoy, Obama pronunciará un discurso de 50 minutos ante un foro empresarial que reúne lo más florido del poder económico local junto con una comitiva estadounidense que representa empresas de primer nivel. El seminario se hará en una sala de Brasilia especialmente construida para grandes acontecimientos.

Bajo la batuta de la Amcham (la Cámara de Comercio norteamericana), los estadounidenses vienen a vender en un mercado que consideran “crucial” en la región por su potencial importador. No en vano el año pasado Brasil tuvo un déficit comercial con Estados Unidos de 8.000 millones de dólares.

Según el historiador Alberto Moniz Bandeira, Obama tratará de conquistar un cierto alineamiento del gobierno de Dilma Rousseff con Washington.

“Pero es difícil que lo consiga,” subrayó. De hecho, a escasas horas de la visita, Brasil se abstuvo de votar la intervención aérea en Libia sancionada por el Consejo de Seguridad. La diplomacia local prefirió seguir el ejemplo de Alemania, India, China y Rusia.

Según Moniz Bandeira, quien tiene jugosos libros sobre las relaciones de Brasil y Estados Unidos, el establishment norteamericano ve con preocupación el creciente papel de China en la economía brasileña.

Lo cierto es que Beijing va en camino de convertirse en el principal inversor extranjero en Brasil con 25.000 millones de dólares desembolsados en 2010.

Los préstamos del Eximbank que trae Obama para el sector petrolero son del orden de los 1.000 millones de dólares cuando China ya otorgó a Petrobras 10.000 millones. Según los expertos, Estados Unidos tendrá que redoblar los esfuerzos inversores para fortalecer su presencia en la región.

Una visita movida por el interés en el petróleo

Hillary Clinton será el gran personaje ausente en este viaje de Barack Obama. La sustrae de la visita el manejo de los próximos pasos de la OTAN en Libia, una tarea que el presidente norteamericano decidió confiar íntegramente a su Secretaria de Estado. De todos modos, ayer en Washington hizo un balance de los principales objetivos de la gira presidencial estadounidense. Brasil, dijo, “se va a convertir en uno de nuestros principales proveedores de petróleo gracias a sus recientes descubrimientos”.

Se refería a las reservas de crudo halladas por Petrobras en la plataforma marítima brasileña en una profundidad de hasta 5.000 metros. La cuantificación del petróleo existente en cuencas como la Tupí, de entre 5.000 y 8.000 millones de barriles, transforman a Brasil en un potencial gran exportador. 

Al parecer, en Washington consideran que podría con el tiempo llegar a reemplazar otros grandes proveedores internacionales. Según Hillary, la visita de Obama tiene un carácter fuertemente económico: “Anunciará nuevos caminos para trabajar juntos en energía, innovación y educación”.

Claro que Brasil no ofrece únicamente crudo, algo que todavía es para el mediano y largo plazo. Hay negocios de rendimiento inmediato. 

Brasil será “sede de una Copa del Mundo y de una Olimpíada” recordó la Secretaria de Estado. Y allí estarán las constructoras norteamericanas para participar de las obras. Pero lo que más atrae es el mercado local de 190 millones de almas: es una oportunidad “para crear empleos e incentivar el desarrollo” sostuvo.

En la agenda hay también lugar para los biocombustibles y las energías limpias y seguras, la preservación del medio ambiente, la educación entre otros y muchos temas.

Fuente: Clarin.com

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