Un reactor fuera de control ya emite radiación "letal"
La situación en la planta de Fukushima es crítica. Si empeora, ya no sería posible mantener los operarios allí para repararla. EEUU pidió a su gente no acercarse a menos de 80 km.
jueves, 17 de marzo de 2011
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| El reactor 2 fue el último en incendiarse y emitir gases nocivos. (AFP) |
Agencias Télam y CC
La cifra de muertos por el sismo y posterior tsunami que el viernes azotó el noreste de Japón ascendió a 4.312 mientras que en la central de Fukushima I se encuentran afectados los núcleos de tres reactores, en dos de los cuales puede haber daños en la contención primaria.
La cantidad oficial de decesos fue informada ayer por fuentes policiales, quienes también señalaron que todavía 8.606 continúan desaparecidas, según reproduce la agencia de noticias japonesa Kyodo.
La llegada de un frente frío, con temperaturas bajo cero, empeoró las condiciones de miles de víctimas que todavía no tienen luz ni calefacción, y muchas permanecen entre los escombros.
Ayer se registró una nueva réplica de 6,0° en la escala de Richter, que tuvo su epicentro a 95 kilómetros al este de Tokio, informaron las autoridades.
La situación en la planta nuclear de Fukushima se agravó en las últimas horas. La Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos advirtió ayer que los niveles de radiación en la central son "extremadamente altos" y que son cuatro los reactores dañados.
Gregory Jaczko, presidente de ese organismo, explicó que "además de los tres reactores que estaban operando al momento del incidente, ahora hay un cuarto reactor que genera preocupación. Este reactor estaba cerrado al momento del terremoto".
"Lo que creemos actualmente es que hubo una explosión de hidrógeno en esta unidad debido a que quedó descubierto el combustible de la pileta de combustible usado" (ver aparte), agregó, subrayando que la explosión ocurrió hace varios días pero sus efectos seguían preocupando.
Jaczko remarcó que "la contención secundaria quedó destruida y no hay agua en la pileta de combustible usado, y creemos que los niveles de radiación son extremadamente altos, lo que podría afectar la capacidad de tomar medidas correctivas".
En esa línea, señaló que hay "altos niveles de radiación" alrededor del reactor, lo que complica el trabajo de los operarios que trabajan allí. "Las dosis de radiación que podrían recibir pueden ser potencialmente letales en un breve período.
Por esta razón, EEUU pidió a sus ciudadanos en Japón que no se acerquen a menos de 80 kilómetros de la central.
Mientras tanto, las autoridades trabajan contrarreloj intentando enfriar los reactores. El primer plan en la central nuclear consistía en arrojar agua sobre los reactores desde helicópteros. Pero el operativo no pudo concretarse: el elevado nivel de radiactividad impidió a los helicópteros acercarse a la zona. Ahora intentarán arrojar agua sobre los reactores con cañones de agua. Utilizarán camiones cisterna con cañones de agua para arrojar sobre los reactores para intentar enfriar los reactores. El Ejército de Estados Unidos informó ayer que entregará bombas de agua de alta presión para regar los reactores.
El vocero del gobierno japonés, Yukio Edano, se dirigió a la población luego de que se registraran nuevos incendios en los reactores y dijo que también se temen daños en la cubierta interna del reactor en el bloque 3. Junto a la imagen del portavoz, la televisión mostraba las densas nubes de humo sobre la planta nuclear. Las noticias no eran buenas: se había desatado fuego en el reactor 4, probablemente a raíz de una explosión de hidrógeno, según el canal NHK. Este fue el segundo incendio en este reactor en 24 horas. El fuego causó visibles daños en paredes y techo del edificio.
También del reactor 3 comenzó a salir humo horas más tarde. Edano dijo que no hay evidencias de explosión en este sector. Posteriormente se informó que la presión sobre la cubierta interna del bloque 3 se había estabilizado.
Intentando llevar algo de calma a la población, Edano aseguró que las radiaciones emanadas desde la central nuclear de Fukushima "no plantean un peligro inmediato para la salud" más allá de un radio de 20 kilómetros.
Japón ordenó ayer a los trabajadores que abandonen la planta de energía nuclear dañada en medio de una intensificación de la fuga radiactiva, suspendiendo temporalmente los esfuerzos de enfriar los reactores atómicos recalentados. Más tarde regresaron a sus actividades.
Mientras, las poblaciones que rodean la central tienen prohibido salir a la calle y de hacerlo, deben taparse íntegramente. Aunque a 250 kilómetros de distancia, en Tokio también se siente cada vez más la preocupación.
Los residentes de la capital han aumentado sus precauciones por el temor a la contaminación nuclear. El uso de mascarillas, un artículo muy común entre ellos, se ha extendido aun más en los últimos días, hay menos tránsito en la calle y las estaciones ferroviarias están repletas de gente que quiere salir de la ciudad.
La cantidad oficial de decesos fue informada ayer por fuentes policiales, quienes también señalaron que todavía 8.606 continúan desaparecidas, según reproduce la agencia de noticias japonesa Kyodo.
La llegada de un frente frío, con temperaturas bajo cero, empeoró las condiciones de miles de víctimas que todavía no tienen luz ni calefacción, y muchas permanecen entre los escombros.
Ayer se registró una nueva réplica de 6,0° en la escala de Richter, que tuvo su epicentro a 95 kilómetros al este de Tokio, informaron las autoridades.
La situación en la planta nuclear de Fukushima se agravó en las últimas horas. La Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos advirtió ayer que los niveles de radiación en la central son "extremadamente altos" y que son cuatro los reactores dañados.
Gregory Jaczko, presidente de ese organismo, explicó que "además de los tres reactores que estaban operando al momento del incidente, ahora hay un cuarto reactor que genera preocupación. Este reactor estaba cerrado al momento del terremoto".
"Lo que creemos actualmente es que hubo una explosión de hidrógeno en esta unidad debido a que quedó descubierto el combustible de la pileta de combustible usado" (ver aparte), agregó, subrayando que la explosión ocurrió hace varios días pero sus efectos seguían preocupando.
Jaczko remarcó que "la contención secundaria quedó destruida y no hay agua en la pileta de combustible usado, y creemos que los niveles de radiación son extremadamente altos, lo que podría afectar la capacidad de tomar medidas correctivas".
En esa línea, señaló que hay "altos niveles de radiación" alrededor del reactor, lo que complica el trabajo de los operarios que trabajan allí. "Las dosis de radiación que podrían recibir pueden ser potencialmente letales en un breve período.
Por esta razón, EEUU pidió a sus ciudadanos en Japón que no se acerquen a menos de 80 kilómetros de la central.
Mientras tanto, las autoridades trabajan contrarreloj intentando enfriar los reactores. El primer plan en la central nuclear consistía en arrojar agua sobre los reactores desde helicópteros. Pero el operativo no pudo concretarse: el elevado nivel de radiactividad impidió a los helicópteros acercarse a la zona. Ahora intentarán arrojar agua sobre los reactores con cañones de agua. Utilizarán camiones cisterna con cañones de agua para arrojar sobre los reactores para intentar enfriar los reactores. El Ejército de Estados Unidos informó ayer que entregará bombas de agua de alta presión para regar los reactores.
El vocero del gobierno japonés, Yukio Edano, se dirigió a la población luego de que se registraran nuevos incendios en los reactores y dijo que también se temen daños en la cubierta interna del reactor en el bloque 3. Junto a la imagen del portavoz, la televisión mostraba las densas nubes de humo sobre la planta nuclear. Las noticias no eran buenas: se había desatado fuego en el reactor 4, probablemente a raíz de una explosión de hidrógeno, según el canal NHK. Este fue el segundo incendio en este reactor en 24 horas. El fuego causó visibles daños en paredes y techo del edificio.
También del reactor 3 comenzó a salir humo horas más tarde. Edano dijo que no hay evidencias de explosión en este sector. Posteriormente se informó que la presión sobre la cubierta interna del bloque 3 se había estabilizado.
Intentando llevar algo de calma a la población, Edano aseguró que las radiaciones emanadas desde la central nuclear de Fukushima "no plantean un peligro inmediato para la salud" más allá de un radio de 20 kilómetros.
Japón ordenó ayer a los trabajadores que abandonen la planta de energía nuclear dañada en medio de una intensificación de la fuga radiactiva, suspendiendo temporalmente los esfuerzos de enfriar los reactores atómicos recalentados. Más tarde regresaron a sus actividades.
Mientras, las poblaciones que rodean la central tienen prohibido salir a la calle y de hacerlo, deben taparse íntegramente. Aunque a 250 kilómetros de distancia, en Tokio también se siente cada vez más la preocupación.
Los residentes de la capital han aumentado sus precauciones por el temor a la contaminación nuclear. El uso de mascarillas, un artículo muy común entre ellos, se ha extendido aun más en los últimos días, hay menos tránsito en la calle y las estaciones ferroviarias están repletas de gente que quiere salir de la ciudad.
Locura en Estados Unidos por la pastilla de yodo anti-radiación
El hecho de que Japón esté a más de 8.000 kilómetros de la Costa Oeste de EEUU -unas cerca de 10 horas de vuelo-, no ha evitado que se desencadene por todo el país una verdadera fiebre por hacerse con las pastillas de yoduro de potasio, que protegen contra el cáncer de tiroides, el más común entre las personas que han sido expuestas a radiación nuclear.
En muchas farmacias, sobre todo de la Costa Oeste, se han acabado las pastillas de yoduro de potasio, que se venden en tabletas y no necesitan de una prescripción médica para ser adquiridas. Tal es la vorágine, que el gigante farmacéutico CVS agotó durante el fin de semana las reservas de este producto destinadas a la venta para internet.
Ante la ola de pánico que ha generado el accidente nuclear en Japón, las autoridades intentan calmar a la población, asegurando que no existe peligro alguno. “la información disponible hasta ahora indica que no habrá niveles de radiactividad dañinos en los EEUU. No hay absolutamente ninguna razón para preocuparse”, sostiene Scott Burnell, portavoz de la Comisión de Regulación Nuclear.
De acuerdo con una ley, EEUU tiene la obligación de proporcionar este tipo de pastillas de forma gratuita a todas las personas que viven en un radio de unos 30 kilómetros alrededor de una central nuclear.
Estas pastillas saturan de yodo la tiroides, de forma que ésta es incapaz de captar el yodo radiactivo ingerido o inhalado, lo que protege al órgano del desarrollo de un cáncer.
En muchas farmacias, sobre todo de la Costa Oeste, se han acabado las pastillas de yoduro de potasio, que se venden en tabletas y no necesitan de una prescripción médica para ser adquiridas. Tal es la vorágine, que el gigante farmacéutico CVS agotó durante el fin de semana las reservas de este producto destinadas a la venta para internet.
Ante la ola de pánico que ha generado el accidente nuclear en Japón, las autoridades intentan calmar a la población, asegurando que no existe peligro alguno. “la información disponible hasta ahora indica que no habrá niveles de radiactividad dañinos en los EEUU. No hay absolutamente ninguna razón para preocuparse”, sostiene Scott Burnell, portavoz de la Comisión de Regulación Nuclear.
De acuerdo con una ley, EEUU tiene la obligación de proporcionar este tipo de pastillas de forma gratuita a todas las personas que viven en un radio de unos 30 kilómetros alrededor de una central nuclear.
Estas pastillas saturan de yodo la tiroides, de forma que ésta es incapaz de captar el yodo radiactivo ingerido o inhalado, lo que protege al órgano del desarrollo de un cáncer.
Fuente: Los Andes Online



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