miércoles, 27 de abril de 2011

La radiación persistirá por 25.000 años en Chernobyl

Según la ONU, hubo 4.000 muertos. Greenpeace estima que la contaminación aún puede causar al menos 100.000 víctimas más.

miércoles, 27 de abril de 2011

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Fuentes: AFP y El Diario de Sevilla

Los presidentes ruso y ucraniano conmemoraron ayer el 25º aniversario del accidente de Chernobyl, el peor de la historia del sector nuclear civil, en Ucrania soviética, cuando se reactiva el temor sobre la energía atómica tras el accidente de la central de Fukushima, en Japón.

Dimitri Medvedev, en la primera visita de un presidente ruso a Chernobyl, y su homólogo ucraniano, Viktor Yanukovich, rindieron homenaje a las víctimas de la catástrofe a escasos cientos de metros de la central accidentada.

Los dos dirigentes lanzaron un llamamiento en favor de un refuerzo de las medidas de seguridad de las instalaciones nucleares en todo el mundo.

Las campanas de una iglesia ucraniana sonaron 25 veces a la 1.23 local, para marcar el número de años transcurridos desde la catástrofe. El 26 de abril de 1986 a las 1.23 hora local, el reactor número 4 de la central de Chernobyl estalló durante una prueba de seguridad a causa de errores de manipulación, provocando escapes de elementos radiactivos de una intensidad equivalente a la de 200 bombas de Hiroshima y contaminando a una buena parte de Europa.

Para la organización ecologista Greenpeace, los efectos de la contaminación radiactiva (cáncer, daños al sistema inmunitario, enfermedades cardíacas) podrían causar de 100.000 a 400.000 muertos en esos tres países. Cifras que contrastan con el balance de la ONU, que estimó en 2005 en 4.000 la cantidad de personas muertas por las radiaciones.

A 25 años del mayor desastre nuclear de la historia de la humanidad, la amenaza invisible de la radiación dista mucho de ser un capítulo cerrado. En las áreas limítrofes a la central nuclear que construyó la extinta Unión Soviética en Ucrania, incluso aquellas que no se encuentran en la zona de exclusión, ubicada a poco más de 100 km de la capital Kiev, los niveles de radiación continúan siendo elevados.

Los habitantes están constantemente expuestos a la radiactividad desde hace años. En su libro "Chernobyl, 25 años después", el periodista y escritor español Santiago Camacho cuenta la vida diaria actual de las víctimas, hostigadas por un fantasma latente que les arrebata cada día un poco de vida.

En una entrevista, Camacho afirmó que la reciente catástrofe en Japón "vuelve a traer a la conciencia que Chernobyl es algo vivo". A diferencia de lo que la inmensa mayoría puede creer, las tareas de desmantelamiento continúan. "Realmente el público pensaba que Chernobil ha acabado. El drama humano sigue vivo, pero es que siguen trabajando casi 4.000 personas en la planta. Siguen haciendo reparaciones", dijo Camacho.

Y es que la planta "todavía emite radiación, y seguirá haciéndolo los próximos 25.000 años", que es el tiempo de vida media de algunos de los isótopos con los que está contaminada la zona. A sólo 150 metros de la central, el sarcófago del reactor número 4, cuya explosión tuvo lugar la madrugada del 26 de abril de 1986, "no es una estructura estanca", aseguró. 

Una prueba de seguridad inició la catástrofe

AFP

El 26 de abril de 1986, a la 1.23, el reactor número 4 de Chernobyl estalló durante una prueba de seguridad, provocando la mayor catástrofe nuclear civil hasta la fecha. La prueba se inició a las 1.23.04s, y requirió una parada planificada del reactor.

Poco antes de que terminara este minuto fatal, se produjo un aumento incontrolado de potencia, dos explosiones y varios incendios. Las investigaciones revelaron errores de manipulación y de la concepción del reactor, que quedó destruido y una nube altamente radiactiva se elevó hacia el cielo. Una parte cayó alrededor de la central, pero el viento se llevó elementos radiactivos hacia otras regiones de Ucrania, Bielorrusia, Rusia y hasta Europa occidental. 

Fuente: Los Andes Online

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