domingo, 3 de julio de 2011

Cuando el correo electrónico puso a Mendoza en la web

En 1988, desde la UNCuyo, se conectó por primera vez una computadora a internet. Los “pioneros” recuerdan esos días de PC’s caras, conexiones precarias, mensajes cortos y emociones intensas.

domingo, 03 de julio de 2011
Cuando el correo electrónico puso a Mendoza en la web
Ilustración: Rodrigo Pérez Moralejo

Leo Oliva

Esta historia puede sonar muy antigua y efectivamente es un viaje en el tiempo, pero en el de la tecnología, que no es el mismo que el del hombre. Un ejemplo: los protagonistas de esta nota tienen 20 años más pero siguen siendo jóvenes (algunos más que otros, claro).

El correo electrónico, lo que nos convoca a propósito de sus 40 años de historia (ver aparte), pasó esas dos décadas como si hubiera atravesado dos siglos, que no lo hicieron más viejo y más sabio sino más rápido y más complejo.

Pero no nos adelantemos porque el objetivo es ir hacia atrás, a fines de los '80, cuando lo que hoy conocemos como internet desembarcó en Mendoza. Eran tiempos en que asomaba la PC y días en que las computadoras predominaban en las universidades, no en los hogares.

Porque era muy caro tener una, sobre todo para conectarse a redes como Bitnet, de IBM. Una de esas PC hipermodernas (con un procesador ¡286!) llegó en 1988 a la facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo, por gestiones del ingeniero Guillermo Cuadrado (60), director del departamento de Informática.

Cuadrado logró un permiso para usar el enlace satelital con la NASA que tenía la Universidad de Chile y, con un módem externo y una línea telefónica, conectó por primera vez una computadora mendocina a la red.

No era la internet de hoy sino sólo un enlace remoto entre equipos informáticos de instituciones gubernamentales, educativas y militares del mundo y con un uso casi exclusivamente limitado al intercambio de mensajes por correo electrónico.

Cuadrado es un pionero: posee una de las primeras cinco cuentas de e-mail que hubo en la provincia y aún la usa. "Se me llena de spam", se lamenta porque, debido a su antigüedad, es poco segura.

"Enviábamos y recibíamos mails pero la conexión la hacíamos de noche", recuerda. El enlace con Bitnet (antepasado de internet) era lento, entonces a lo largo del día cada usuario -los primeros fueron profesores de la facultad y alumnos de Cuadrado- escribía sus mensajes y los dejaba en espera. Al otro día, cada uno podía chequear sus mails recibidos durante la madrugada.

El sistema, que parece antediluviano en estos tiempos de conectividad full time, era lo más avanzado para la época. "Yo buscaba la divulgación de esa tecnología, hacía mucho lobby y capacitaciones en la universidad para que la gente lo usara porque la visión que existía era que la computadora era para los técnicos. Yo quería hacerles entender que la podía usar cualquier persona", recuerda Cuadrado.

De la Bitnet a los BBS

Cuando a principios de los '90 internet se liberó y empezó a aceptar tráfico comercial, entraron a jugar en ella los particulares. En su mayoría, jóvenes veinteañeros provistos de mucha curiosidad por lo nuevo.

En Mendoza uno de ellos fue Manuel Mir (50), estudiante de ingeniería que había llegado de Buenos Aires, donde había tenido su primer contacto con el e-mail a través de los BBS, unas plataformas -antecesoras de los foros de internet actuales- en las que los usuarios intercambiaban mensajes electrónicos. Mir creó el primer BBS de Mendoza, Simza, que llegó a ser el más popular entre esa temprana comunidad de internautas.

Los dueños de BBS eran conocidos como Sysop (system operators), antecesores de los actuales proveedores de internet. Solían brindar el servicio desde sus casas con su computadora personal como servidor.

"El BBS tenía programas y mensajes. Era una época cuando era casi imposible comunicarse por teléfono y había que tener una computadora exclusiva en una línea. Yo llegué a tener seis líneas. Fue lo más grande de Mendoza. Hasta podías chatear con los otros cinco usuarios que estaban conectados", relata Mir, que hoy sigue ligado a la informática.

En un BBS normal sólo había un usuario por vez y no más de 20 minutos, cuando debía dar lugar a otro. No estaba on line, sólo leía y dejaba sus correos que eran enviados dos veces por día llamando a Buenos Aires. El módem parecía veloz: casi cien veces menos que los que utilizamos hoy con banda ancha.

Hugo Ortiz (51), que en el '95 tuvo el primer BBS bajo Windows, recuerda que el mayor intercambio de mails se daba a nivel local, por el bajo costo. "Se armó en ese momento entre todos los BBS en Mendoza un grupo al que le pusieron Mendonet, para intercambio de mensajes y programas. Se intentó entrar a una red nacional pero no se pudo por el costo de las llamadas telefónicas. Era todo muy amateur y de gente muy joven y no se podía cobrar", dice.

Para no encarecer la conexión, usaban un truco: bajar a la computadora todos los mensajes, cortar para no gastar llamada, escribir las respuestas y después mandarlas.

Ortiz, que no es precisamente un nerd de las computadoras -trabaja de administrativo en una empresa-, detalla cómo eran los correos electrónicos que se enviaban: "Eran mensajes minúsculos en comparación con los de hoy, casi todo texto plano, pero se podía utilizar bastante bien. También se mandaban fotos, escaneadas y comprimidas". No usaban una dirección de mail como las actuales sino el nombre del usuario del foro.

La World Wide Web

A los BBS los sepultó la nueva internet que nació con el protocolo TCP/IP (la popular WWW) a mediados de los '90. Con ella florecieron proveedores profesionalizados, conocidos como ISP, que masificaron el acceso en hogares y cibercafés. Los Andes fue uno de ellos con Planet, un servicio único en la provincia que brindaba conectividad y correo electrónico.

Desde la cuenta buscapie@planet.losandes.com.ar, Mariano Soler (43) envió sus primeros mails en 1995. "En aquel entonces era principalmente algo empresarial, para conectarme con proveedores o gente de afuera, muy efectivo y barato. Por entonces no tenía amigos ni conocidos que tuvieran mail para conectarme", recuerda Soler, luego creador de varias empresas de internet.

Hoy, enviar un mail parece algo tan simple y acostumbrado como encender un fósforo y es tan imprescindible como el fuego. "No existe negocio que no se haga a través de un mail; es casi una carta documento. Perder los mails puede significar perder tu vida", reflexiona Manuel Mir. ¿Y qué utilidad tiene para un "especialista"como Soler: "Yo lo uso para el trabajo, pero también para cosas sociales, amigos, parientes, todo. Es como preguntar para qué usás el teléfono". 

A 40 años del @

La fecha exacta no está clara. Algunos hablan de junio, otros de setiembre. Pero lo cierto es que fue en 1971 cuando Ray Tomlinson, un ingeniero que trabajaba en una empresa informática de EEUU, tuvo la idea, sin ser consciente de que haría historia, de utilizar el símbolo @ para enviar un mensaje de una computadora a otra.

El hombre necesitaba identificar el usuario de la máquina desde la que mandaba el correo, para reconocerlo luego en la computadora receptora. De entre los caracteres que poseía el teclado que él utilizaba eligió uno: la @, porque no se encuentra presente en ninguna palabra.

Para probar su idea, Tomlinson se envió un mensaje a sí mismo. No recuerda qué escribió en ese primer mensaje, pero algunas fuentes especulan que quizás fue "QWERTYUIOP", las letras de la fila superior del teclado.

Cuarenta años: el azaroso invento de Ray es el símbolo del mundo digital. 

Fuente: Los Andes Online

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