lunes, 22 de agosto de 2011

Los estudiantes suben la presión sobre Piñera

Rechazaron otra propuesta; la oposición se suma al paro general
 
Decenas de miles de personas coparon ayer por la tarde el parque O'Higgins de Santiago, en el llamado Domingo Familiar por la Educación, estableciendo un nuevo foco de presión sobre el atribulado gobierno del presidente chileno, Sebastián Piñera, complicado por una baja histórica de popularidad y un levantamiento estudiantil que ya alcanza los tres meses.

Tampoco hubo buenas noticias durante el fin de semana. La Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) rechazó la tercera propuesta para mejorar la educación chilena que le hizo llegar el gobierno, tras una encendida reunión en la Universidad de Atacama, en Copiapó, en el norte del país.

"No puede ser que en tres meses no seamos escuchados", se quejó la dirigente Camila Vallejo, sobre el escenario del parque. "Con toda esta gente presente, sentimos que comienza la primavera del pueblo en Chile", agregó.

Y eso no es todo. Los cuatro partidos de la opositora Concertación se sumaron ayer al gran paro nacional convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), para el miércoles y jueves. Aprovechando la efervescencia social, convocaron a una paralización total de actividades en demanda por un sistema previsional estatal, un nuevo código de trabajo, una reforma al sistema tributario, mejoras en la salud y la educación, además de una nueva Constitución.

Hasta el momento, aparte de los parlamentarios de la oposición, ya han adherido al paro más de 80 gremios, incluidos empleados fiscales, trabajadores de la salud, profesores, estudiantes, choferes de taxis, colectivos, del Transantiago y del Metro, además de mineros y portuarios.

Las pérdidas por una paralización del 50% de las fuentes principales de producción podrían superar los 250 millones de dólares diarios, según estimaciones de una consultora y un centro de estudios.

De acuerdo con el presidente de los trabajadores, Arturo Martínez, diversas marchas y cacerolazos se concentrarán durante esos dos días, con un encuentro final el jueves en la sede de la multigremial, ubicada cerca del palacio de La Moneda. "El gobierno tiene que comprender que todos los ciudadanos tenemos derecho a manifestarnos y a tomarnos las calles. Llamamos a la gente a que no concurra al trabajo, que no envíe a sus chicos a la escuela, que no venga a hacer sus trámites al centro, porque va a haber mucha gente en las calles. Será un día de acción sindical", amenazó Martínez.

"Resulta incomprensible llamar a un paro que traerá daños para Chile, para los ciudadanos, y que se va a prestar para que se les dé cobertura a la violencia y a los encapuchados", se quejó el vocero de gobierno, Andrés Chadwick.

"Esto es sólo un llamado al caos y la violencia", lamentó el diputado oficialista Iván Moreira.

El clima se enrarece minuto a minuto. Ayer se supo que Piñera ha estado en permanente contacto con los ex presidentes Patricio Aylwin y Ricardo Lagos, con quienes ha analizado el beligerante ambiente social de los últimos tres meses. "Los estudiantes tienen derecho a pedir lo que estimen conveniente, porque tenemos que escucharlos, pero no son los únicos ciudadanos. Lo que se haga no es una decisión que corresponde tomar a ellos, ésa es una decisión que en una sociedad democrática y dentro de un Estado de Derecho tiene sus canales institucionales", dijo ayer el actual mandatario, en una entrevista con El Mercurio.

Huelga de hambre

La adhesión de los estudiantes al paro nacional fue interpretada a primera hora como un intento de ampliar sus demandas a otras esferas de la sociedad, algo esbozado en más de un discurso de sus dirigentes.

Ayer, a través de un comunicado, los estudiantes dejaron en claro que ésa es precisamente su opción: "Este movimiento social no acabará cuando sean alcanzadas las demandas estudiantiles, sino que debe proyectar la construcción de una nueva forma de comprender la democracia, representatividad e institucionalidad que hoy se nos presenta", dijeron, a la vez que se solidarizaron con la menor Gloria Negrete, que está grave producto de una prolongada huelga de hambre realizada en un liceo de Buin, cerca de Santiago.

Negrete fue trasladada al hospital de Buin, donde acudió el ministro de Salud, Jaime Mañalich, que tuvo un altercado con una de las visitas. "A la salida, enfrenté a una persona que ha estado viniendo a verla todos los días e instándola a que mantenga la huelga, incluso con riesgo de muerte", denunció Mañalich.

Simultáneamente, 300 estudiantes secundarios y universitarios comenzaron una marcha desde Santiago hasta el Congreso de Valparaíso -unos 120 kilómetros- para pedir que se legisle "lo que el pueblo exige".

Fuente: lanacion.com

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