Ya son cinco los muertos tras la ola de violencia en Londres
Un hombre de 68 que fue atacado el lunes pasado falleció hoy. Scotland Yard dice que la víctima atacada por un grupo de jóvenes.
viernes, 12 de agosto de 2011
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| Richard Mannington Bowes, la quinta víctima. |
Un hombre de 68 años atacado el lunes durante los disturbios en Gran Bretaña murió a causa de sus heridas, anunció este viernes la policía, elevando a cinco el balance de muertos durante el estallido de violencia.
Richard Mannington Bowes fue hallado inconsciente el lunes por la noche en Ealing, un barrio periférico situado en el oeste de Londres, donde hubo saqueos y se incendiaron coches.
El hombre fue declarado muerto hoy y se realizará una autopsia pronto, anunció la policía de Londres, que ha abierto una investigación por asesinato.
"Fue un incidente brutal, que tuvo como resultado la muerte estúpida de un hombre inocente", declaró el inspector principal, John MacFarlane.
Los disturbios que afectaron Londres y otras ciudades inglesas comenzaron con la muerte de un hombre de 29 años, Mark Dugan, abatido por la policía la semana pasada cuando iba a ser detenido.
Durante los disturbios, un hombre murió el lunes por disparos en Croydon, en el sur de Londres. Otros tres hombres fueron arrollados por un coche el martes en Birmingham (centro), cuando intentaban proteger su barrio de los saqueadores.
Los disturbios comenzaron el sábado en Londres y continuaron hasta el martes por la noche. Las madrugadas del jueves y el viernes fueron tranquilas.
Richard Mannington Bowes fue hallado inconsciente el lunes por la noche en Ealing, un barrio periférico situado en el oeste de Londres, donde hubo saqueos y se incendiaron coches.
El hombre fue declarado muerto hoy y se realizará una autopsia pronto, anunció la policía de Londres, que ha abierto una investigación por asesinato.
"Fue un incidente brutal, que tuvo como resultado la muerte estúpida de un hombre inocente", declaró el inspector principal, John MacFarlane.
Los disturbios que afectaron Londres y otras ciudades inglesas comenzaron con la muerte de un hombre de 29 años, Mark Dugan, abatido por la policía la semana pasada cuando iba a ser detenido.
Durante los disturbios, un hombre murió el lunes por disparos en Croydon, en el sur de Londres. Otros tres hombres fueron arrollados por un coche el martes en Birmingham (centro), cuando intentaban proteger su barrio de los saqueadores.
Los disturbios comenzaron el sábado en Londres y continuaron hasta el martes por la noche. Las madrugadas del jueves y el viernes fueron tranquilas.
Cameron estudia bloquear redes sociales
La policía hizo más de 100 allanamientos. El primer ministro dijo que si hay nuevos saqueos podrían impedir el uso de Facebook, Messenger, Twitter otras redes con las que coordinan acciones.
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| La policía identificó y detuvo a manifestantes, en su mayoría inmigrantes. (AFP) |
El primer ministro británico David Cameron anunció ayer que la policía dispondrá de más poderes para reprimir los disturbios, y no descartó recurrir al ejército en el futuro, después de que la noche anterior transcurriera en calma tras cuatro días consecutivos de violencia.
Ante el Parlamento reunido en sesión extraordinaria, Cameron dijo que los policías tendrán ahora el poder de quitarles las máscaras, pañuelos y otros capuchones a los sospechosos.
Muchos de los saqueadores que sembraron el terror en los últimos días en varias ciudades del país tenían el rostro cubierto, lo que complica la identificación en las cámaras de vigilancia.
Ante estos disturbios que causaron cuatro muertos, las autoridades estudian las condiciones para aplicar un toque de queda y de impedir el uso de las redes sociales y de los servicios de mensajería a las personas que se sirvan de éstos para fines criminales. Esta es una clara referencia al sistema de mensajería gratuito y codificado de los teléfonos de la marca Blackberry, utilizado mayoritariamente por los alborotadores.
Cameron no descartó tampoco recurrir al ejército en el futuro. "Mi responsabilidad es velar por que se considere toda eventualidad, incluidas algunas tareas que el ejército puede asumir, y que dejaría las manos libres a la policía en la línea del frente", declaró.
Durante su discurso, Cameron apuntó: "Todo el mundo ve que estas acciones horribles se organizaron a través de medios de comunicación telefónico y on line. La libre circulación de información puede ser usada para el bien, pero también puede ser utilizada para mal, y cuando la gente los utiliza para la violencia tenemos que detenerlos", dijo Cameron.
El primer ministro detalló que están trabajando "con la policía, los servicios de inteligencia y la industria para ver si sería justo que la gente deje de comunicarse a través de estos sitios web y servicios cuando se sabe que están conspirando para la violencia, el desorden y la delincuencia. También he preguntado a la policía si necesitan nuevas competencias".
La decisión de "desconectar" a los alborotadores supondría un importante cambio en la política de gestión de internet en Gran Bretaña, lo que generaría un fuerte debate. Los defensores de la libertad de expresión acusarían al gobierno de Cameron de iniciar una campaña de censura en línea, algo que siempre se ha criticado en las revueltas de los países árabes.
Las redes sociales han sido tradicionalmente un lugar de organización de movimientos civiles como los acaecidos con las revueltas árabes, mientras que en los disturbios de Londres los manifestantes se han organizado a través del servicio de chat de Blackberry.
Scotland Yard ha detenido a personas sospechosas de incitar a la violencia a través de BBM y redes como Facebook o Twitter. Research In Motion, fabricante de Blackberry, recibió presiones para cerrar su servicio de mensajería y brindarles los códigos a la policía, lo que le ha generado amenazas de grupos hackers.
El primer ministro aseguró que las emisoras de televisión -incluidas la BBC y Sky News- tienen la responsabilidad de entregar a la policía todo el material no utilizado que posean sobre los disturbios, una medida que encontrará una feroz resistencia por parte de las cadenas. AFP y El Mundo
Ante el Parlamento reunido en sesión extraordinaria, Cameron dijo que los policías tendrán ahora el poder de quitarles las máscaras, pañuelos y otros capuchones a los sospechosos.
Muchos de los saqueadores que sembraron el terror en los últimos días en varias ciudades del país tenían el rostro cubierto, lo que complica la identificación en las cámaras de vigilancia.
Ante estos disturbios que causaron cuatro muertos, las autoridades estudian las condiciones para aplicar un toque de queda y de impedir el uso de las redes sociales y de los servicios de mensajería a las personas que se sirvan de éstos para fines criminales. Esta es una clara referencia al sistema de mensajería gratuito y codificado de los teléfonos de la marca Blackberry, utilizado mayoritariamente por los alborotadores.
Cameron no descartó tampoco recurrir al ejército en el futuro. "Mi responsabilidad es velar por que se considere toda eventualidad, incluidas algunas tareas que el ejército puede asumir, y que dejaría las manos libres a la policía en la línea del frente", declaró.
Durante su discurso, Cameron apuntó: "Todo el mundo ve que estas acciones horribles se organizaron a través de medios de comunicación telefónico y on line. La libre circulación de información puede ser usada para el bien, pero también puede ser utilizada para mal, y cuando la gente los utiliza para la violencia tenemos que detenerlos", dijo Cameron.
El primer ministro detalló que están trabajando "con la policía, los servicios de inteligencia y la industria para ver si sería justo que la gente deje de comunicarse a través de estos sitios web y servicios cuando se sabe que están conspirando para la violencia, el desorden y la delincuencia. También he preguntado a la policía si necesitan nuevas competencias".
La decisión de "desconectar" a los alborotadores supondría un importante cambio en la política de gestión de internet en Gran Bretaña, lo que generaría un fuerte debate. Los defensores de la libertad de expresión acusarían al gobierno de Cameron de iniciar una campaña de censura en línea, algo que siempre se ha criticado en las revueltas de los países árabes.
Las redes sociales han sido tradicionalmente un lugar de organización de movimientos civiles como los acaecidos con las revueltas árabes, mientras que en los disturbios de Londres los manifestantes se han organizado a través del servicio de chat de Blackberry.
Scotland Yard ha detenido a personas sospechosas de incitar a la violencia a través de BBM y redes como Facebook o Twitter. Research In Motion, fabricante de Blackberry, recibió presiones para cerrar su servicio de mensajería y brindarles los códigos a la policía, lo que le ha generado amenazas de grupos hackers.
El primer ministro aseguró que las emisoras de televisión -incluidas la BBC y Sky News- tienen la responsabilidad de entregar a la policía todo el material no utilizado que posean sobre los disturbios, una medida que encontrará una feroz resistencia por parte de las cadenas. AFP y El Mundo
Jóvenes rebeldes van contra el sistema y los vecinos se defienden
Télam
El jamaiquino Yousua Bokolo dijo que "haber participado de esta revuelta forma parte de la guerra contra el sistema. Hay que poner en el blanco a la riqueza para cambiar las cosas".
A pocos metros de donde se desarrollaba esta entrevista un grupo de obreros cambiaba el asfalto, calcinado al fundirse los autos quemados con cocteles molotov en el barrio londinense de Tottenham, lugar de inicio de la revuelta, y que aún mantiene las marcas dejadas por las cuatro noches de vandalismo e incendios.
"No hay que sorprenderse que pasen estas cosas cuando los recortes sólo castigan a los que menos tienen", afirma el treintañero Bokolo.
El jamaiquino reconoció que la mayoría de los revoltosos no comparten su convicción: "Había grupos organizados de otros barrios con ganas de hacer lío. Parecía que ya tenían objetivos determinados, pero me parece raro que ningún banco haya sido destruido siendo ellos y no nosotros, los que se benefician de la ayuda del gobierno".
Los habitantes de la multicultural Tottenham evocan como una de las causas de "la rabia" la alta tasa de desempleo, que con 30% la sitúa como la más alta de Londres, y controles policiales que exasperan por su falta de respeto.
"Los policías no nos hablan nunca, nos ignoran. Piensan que no somos humanos, entonces el odio es recíproco", explicó un joven del barrio que se identificó como "africano". "Todo el tiempo nos piden documentos, nos controlan como criminales porque somos negros y encima usamos capuchas o gorros", agregó.
Esta semana, Scotland Yard indicó que sólo en Londres existen 257 bandas callejeras, y que algunas de ellas fueron responsables del inicio de los incidentes en Tottenham.
Como en muchos barrios ingleses, la revuelta hizo surgir en Tottenham grupos de autodefensa o "comisiones vecinales de seguridad", como las denomina Metin Alí. "Defendemos a nuestros vecinos, nuestros hijos, no es mucho lo que tenemos, pero si lo perdemos nadie, ningún seguro nos pagará", dijo desde su local de comidas rápidas.
Alí, de 44 años, reconoce que en el grupo hay algunos skinheads y militantes de partidos políticos "nacionalistas", y aclaró que "no le preguntamos a nadie de qué partido político o equipo de fútbol son. Aquí hay sólo gente que defiende lo suyo, nada más".
A pocos metros de donde se desarrollaba esta entrevista un grupo de obreros cambiaba el asfalto, calcinado al fundirse los autos quemados con cocteles molotov en el barrio londinense de Tottenham, lugar de inicio de la revuelta, y que aún mantiene las marcas dejadas por las cuatro noches de vandalismo e incendios.
"No hay que sorprenderse que pasen estas cosas cuando los recortes sólo castigan a los que menos tienen", afirma el treintañero Bokolo.
El jamaiquino reconoció que la mayoría de los revoltosos no comparten su convicción: "Había grupos organizados de otros barrios con ganas de hacer lío. Parecía que ya tenían objetivos determinados, pero me parece raro que ningún banco haya sido destruido siendo ellos y no nosotros, los que se benefician de la ayuda del gobierno".
Los habitantes de la multicultural Tottenham evocan como una de las causas de "la rabia" la alta tasa de desempleo, que con 30% la sitúa como la más alta de Londres, y controles policiales que exasperan por su falta de respeto.
"Los policías no nos hablan nunca, nos ignoran. Piensan que no somos humanos, entonces el odio es recíproco", explicó un joven del barrio que se identificó como "africano". "Todo el tiempo nos piden documentos, nos controlan como criminales porque somos negros y encima usamos capuchas o gorros", agregó.
Esta semana, Scotland Yard indicó que sólo en Londres existen 257 bandas callejeras, y que algunas de ellas fueron responsables del inicio de los incidentes en Tottenham.
Como en muchos barrios ingleses, la revuelta hizo surgir en Tottenham grupos de autodefensa o "comisiones vecinales de seguridad", como las denomina Metin Alí. "Defendemos a nuestros vecinos, nuestros hijos, no es mucho lo que tenemos, pero si lo perdemos nadie, ningún seguro nos pagará", dijo desde su local de comidas rápidas.
Alí, de 44 años, reconoce que en el grupo hay algunos skinheads y militantes de partidos políticos "nacionalistas", y aclaró que "no le preguntamos a nadie de qué partido político o equipo de fútbol son. Aquí hay sólo gente que defiende lo suyo, nada más".
Fuente: Los Andes Online




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