Un ex presidente iraní advierte sobre posible ataque de EEUU
Mohammad Jatami, un clérigo reformista que gobernó de 1997 a 2005, dice que la acusación de que Teherán planeaba atentados en Washington es sólo un "pretexto".
viernes, 14 de octubre de 2011
El líder espiritual Jatami se reunió varias veces con Juan Pablo II. (Archivo) |
Agencia AFP
El ex presidente iraní, Mohammad Jatami,
advirtió ayer al presidente de su país, Mahmud Ahmadineyad, sobre un
posible ataque militar de Estados Unidos a Irán, tras las acusaciones de
que Teherán planeaba asesinar al embajador saudita en Washington.
"Nuestros representantes políticos deberían ser cuidadosos y no dar a Estados Unidos ningún pretexto para que ponga en su punto de mira nuestra seguridad e integridad territorial", dijo Jatami en declaraciones a la web de la oposición Rahesabz.
Tras ocho años en la presidencia, que concluyó en 2005, Jatami se convirtió en una de las figuras más destacadas de la oposición y acusó permanentemente a Ahmadineyad de haber generado crisis internacionales innecesarias con polémicas y poco respetuosas declaraciones.
"Estoy preocupado porque los pretextos para iniciar campañas contra Irán aumentan continuamente y una escalada del actual pretexto y el uso de un lenguaje hostil podría tener consecuencias que eventualmente sólo dañarían a la población iraní", dijo Jatami.
El ex mandatario rechazó las acusaciones estadounidenses contra Teherán y señaló que se trata tan sólo de una conspiración del gobierno de Washington para obtener ventaja de cara a las próximas elecciones presidenciales.
"Deberíamos estar todos unidos en lo que respecta a posibles amenazas contra nuestro país y nuestra gente, pero al mismo tiempo ser más cuidadosos y no dar pretextos a otros para que hagan ese tipo de acusaciones contra nosotros", dijo el clérigo de 68 años.
Mientras tanto, desde los países occidentales la mira está puesta en la fuerza especial iraní Quds, la que se cree es manejada desde las sombras por la jerarquía gobernante de Irán, y a la que le atribuyen una decena de operaciones clandestinas realizadas en el mundo.
Estas acciones incluyen el atentado explosivo que en 1994 dejó 85 muertos en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires; asistencia a grupos paramilitares chiítas en Irak y envío de armas al talibán en Afganistán.
En el suceso más reciente, la Fuerza Quds es señalada como la autora intelectual de una conjura para asesinar en Washington al embajador de Arabia Saudí.
La Fuerza Quds -de entre 5.000 y 15.000 agentes y expertos en tácticas de campo, según diversas proyecciones- cuenta con los recursos de una red militar e industrial vasta de la Guardia Revolucionaria, defensora de la clerecía gobernante y de la permanencia en el poder de ésta en Irán.
La guardia es portadora de un cheque en blanco. Controla la mayoría de los programas importantes, como proyectos nucleares, desarrollo de misiles y las investigaciones espaciales en ciernes de Irán, así como lo cuerpos paramilitares conocidos como Basiji, de millones de efectivos y a los que se ha utilizado para suprimir protestas callejeras.
La Fuerza Quds es considerada como la unidad especializada de la Guardia Revolucionaria para operaciones en el extranjero.
La táctica favorita, según los expertos, son las acciones de bajo riesgo como armar y adiestrar a aliados como Hezbolá en Líbano, Hamas en Gaza y paramilitares chiítas en Irak. Estados Unidos vincula a Irán con las bombas colocadas a ras de camino en Irak, que tienen el poder de perforar blindajes.
Irán, sin embargo, apenas reconoce su existencia. El grupo no es mencionado en el presupuesto nacional y no participa abiertamente en los desfiles militares al lado de sus compañeros de la Guardia Republicana.
"Nuestros representantes políticos deberían ser cuidadosos y no dar a Estados Unidos ningún pretexto para que ponga en su punto de mira nuestra seguridad e integridad territorial", dijo Jatami en declaraciones a la web de la oposición Rahesabz.
Tras ocho años en la presidencia, que concluyó en 2005, Jatami se convirtió en una de las figuras más destacadas de la oposición y acusó permanentemente a Ahmadineyad de haber generado crisis internacionales innecesarias con polémicas y poco respetuosas declaraciones.
"Estoy preocupado porque los pretextos para iniciar campañas contra Irán aumentan continuamente y una escalada del actual pretexto y el uso de un lenguaje hostil podría tener consecuencias que eventualmente sólo dañarían a la población iraní", dijo Jatami.
El ex mandatario rechazó las acusaciones estadounidenses contra Teherán y señaló que se trata tan sólo de una conspiración del gobierno de Washington para obtener ventaja de cara a las próximas elecciones presidenciales.
"Deberíamos estar todos unidos en lo que respecta a posibles amenazas contra nuestro país y nuestra gente, pero al mismo tiempo ser más cuidadosos y no dar pretextos a otros para que hagan ese tipo de acusaciones contra nosotros", dijo el clérigo de 68 años.
Mientras tanto, desde los países occidentales la mira está puesta en la fuerza especial iraní Quds, la que se cree es manejada desde las sombras por la jerarquía gobernante de Irán, y a la que le atribuyen una decena de operaciones clandestinas realizadas en el mundo.
Estas acciones incluyen el atentado explosivo que en 1994 dejó 85 muertos en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires; asistencia a grupos paramilitares chiítas en Irak y envío de armas al talibán en Afganistán.
En el suceso más reciente, la Fuerza Quds es señalada como la autora intelectual de una conjura para asesinar en Washington al embajador de Arabia Saudí.
La Fuerza Quds -de entre 5.000 y 15.000 agentes y expertos en tácticas de campo, según diversas proyecciones- cuenta con los recursos de una red militar e industrial vasta de la Guardia Revolucionaria, defensora de la clerecía gobernante y de la permanencia en el poder de ésta en Irán.
La guardia es portadora de un cheque en blanco. Controla la mayoría de los programas importantes, como proyectos nucleares, desarrollo de misiles y las investigaciones espaciales en ciernes de Irán, así como lo cuerpos paramilitares conocidos como Basiji, de millones de efectivos y a los que se ha utilizado para suprimir protestas callejeras.
La Fuerza Quds es considerada como la unidad especializada de la Guardia Revolucionaria para operaciones en el extranjero.
La táctica favorita, según los expertos, son las acciones de bajo riesgo como armar y adiestrar a aliados como Hezbolá en Líbano, Hamas en Gaza y paramilitares chiítas en Irak. Estados Unidos vincula a Irán con las bombas colocadas a ras de camino en Irak, que tienen el poder de perforar blindajes.
Irán, sin embargo, apenas reconoce su existencia. El grupo no es mencionado en el presupuesto nacional y no participa abiertamente en los desfiles militares al lado de sus compañeros de la Guardia Republicana.
Fuente: Los Andes Online
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