Anuncian recesión en la eurozona
La OCDE advirtió que una agravación de la situación podría tener consecuencias "devastadoras" para la economía mundial en especial para los países industrializados con Estados Unidos y Japón a la cabeza. Obama dijo que "está listo para ayudar a Europa".
martes, 29 de noviembre de 2011
Agencia AFP
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| Barack Obama, saluda el presidente del Consejo Europeo Herman Van Rompuy, atrás el titular de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. (AP) |
La Eurozona parece haber entrado en "ligera
recesión" y la agravación de la crisis de la deuda podría tener
consecuencias "devastadoras" para la economía mundial, advirtió ayer la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que
no logró empañar la euforia alcista de las bolsas.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que Estados Unidos está listo para "ayudar" a Europa con su crisis de la deuda, tras un encuentro con dirigentes del bloque europeo. "Estados Unidos está listo para hacer su parte para ayudar (a Europa) a resolver este tema", dijo Obama tras una cumbre en la Casa Blanca.
La OCDE publicó ayer nuevas previsiones semestrales en las que revisa a la baja el crecimiento de los países industrializados, en particular, el de la zona euro, que ha entrado en "ligera recesión" en el último trimestre del año y se espera un crecimiento prácticamente nulo para el próximo. Las principales economías, Alemania, Francia e Italia, no se salvan.
La OCDE advierte que un empeoramiento de la situación es probable, lo que tendría unos efectos "muy devastadores" para el resto de los países industrializados, con Estados Unidos y Japón a la cabeza.
La OCDE insta al Banco Central Europeo (BCE) a "actuar ahora" para evitar la propagación de la crisis, pese a que Berlín rechaza este tipo de soluciones.
La agencia de calificación financiera Moody's también advirtió que un empeoramiento rápido de la crisis amenazará las notas de todos los países europeos, incluidos los más sólidos.
Pese a estas noticias, los mercados bursátiles registraron al cierre fuertes subidas, alentados por la posibilidad de una ayuda del FMI a Italia, pese a que ha sido desmentida. Al término de las sesiones, Fráncfort ganó 4,6%, Paris 5,46%, Londres 2,87%, Milán 4,6% y Madrid 4,59%. Wall Street abrió también con fuertes alzas (Dow Jones +2,65%, Nasdaq +3,62%).
Pero en el mercado de la deuda, la tensión no afloja. El gobierno italiano tuvo que pagar tasas del 7,3% por una emisión de obligaciones con vencimiento en 2023, tres puntos porcentuales más que la última operación de este tipo.
El Banco Central Europeo anunció ayer la compra de 8.581 millones de euros de títulos de deuda en el mercado secundario la semana pasada, con lo que ya ha comprado 203.500 millones de euros en el marco de este programa, iniciado en mayo de 2010,
La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, que este viernes presentará en el Parlamento de su país la posición de Alemania, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, tienen previsto anunciar antes de la cumbre europea del 9 de diciembre en Bruselas sus proyectos para atajar la crisis. El diario alemán Welt am Sonntag hablaba el domingo de un nuevo pacto de estabilidad limitado a unos cuantos países de la zona euro.
París y Berlín no han manifestado claramente sus intenciones. Alemania habla ahora de su voluntad de "transformar la zona euro en una unión de la estabilidad", según la expresión de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que Estados Unidos está listo para "ayudar" a Europa con su crisis de la deuda, tras un encuentro con dirigentes del bloque europeo. "Estados Unidos está listo para hacer su parte para ayudar (a Europa) a resolver este tema", dijo Obama tras una cumbre en la Casa Blanca.
La OCDE publicó ayer nuevas previsiones semestrales en las que revisa a la baja el crecimiento de los países industrializados, en particular, el de la zona euro, que ha entrado en "ligera recesión" en el último trimestre del año y se espera un crecimiento prácticamente nulo para el próximo. Las principales economías, Alemania, Francia e Italia, no se salvan.
La OCDE advierte que un empeoramiento de la situación es probable, lo que tendría unos efectos "muy devastadores" para el resto de los países industrializados, con Estados Unidos y Japón a la cabeza.
La OCDE insta al Banco Central Europeo (BCE) a "actuar ahora" para evitar la propagación de la crisis, pese a que Berlín rechaza este tipo de soluciones.
La agencia de calificación financiera Moody's también advirtió que un empeoramiento rápido de la crisis amenazará las notas de todos los países europeos, incluidos los más sólidos.
Pese a estas noticias, los mercados bursátiles registraron al cierre fuertes subidas, alentados por la posibilidad de una ayuda del FMI a Italia, pese a que ha sido desmentida. Al término de las sesiones, Fráncfort ganó 4,6%, Paris 5,46%, Londres 2,87%, Milán 4,6% y Madrid 4,59%. Wall Street abrió también con fuertes alzas (Dow Jones +2,65%, Nasdaq +3,62%).
Pero en el mercado de la deuda, la tensión no afloja. El gobierno italiano tuvo que pagar tasas del 7,3% por una emisión de obligaciones con vencimiento en 2023, tres puntos porcentuales más que la última operación de este tipo.
El Banco Central Europeo anunció ayer la compra de 8.581 millones de euros de títulos de deuda en el mercado secundario la semana pasada, con lo que ya ha comprado 203.500 millones de euros en el marco de este programa, iniciado en mayo de 2010,
La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, que este viernes presentará en el Parlamento de su país la posición de Alemania, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, tienen previsto anunciar antes de la cumbre europea del 9 de diciembre en Bruselas sus proyectos para atajar la crisis. El diario alemán Welt am Sonntag hablaba el domingo de un nuevo pacto de estabilidad limitado a unos cuantos países de la zona euro.
París y Berlín no han manifestado claramente sus intenciones. Alemania habla ahora de su voluntad de "transformar la zona euro en una unión de la estabilidad", según la expresión de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
Más unión o fragmentación del euro
Agencia AFP
La Eurozona insiste en una mayor unión entre
los países que adoptaron la moneda común pero ya evoca la posibilidad de
una fragmentación o una salida de alguno de sus miembros, ante la
presión de los mercados y de toda la comunidad internacional para que dé
una solución a la crisis de la deuda.
Entre las opciones que se barajan es la adopción de un nuevo Pacto de Estabilidad, impulsado por el eje franco-alemán, que aceleraría el proceso de integración y pondría a los más críticos en el seno de la Unión Europea contra la pared, al tener que ratificar si quieren seguir o no con el euro. “Si uno o dos países de la Unión Europea no quiere participar, no lo retendremos”, dijo una fuente europea.
Según un periódico alemán, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, buscan que ese nuevo pacto se restrinja a un “club de supereuropeos” de países comprometidos con la disciplina fiscal.
De esa manera, contemplará la existencia de un bloque europeo con distintas “velocidades”. Berlín cree que será más fácil aprobar un cambio de los tratados europeos entre un número más reducido de miembros de la UE y Francia espera que una mayor disciplina fiscal dará al BCE mayor confianza para intervenir en los mercados. Pero la Comisión Europea rechaza tajantemente la idea. “Si la meta es salvaguardar la estabilidad de la Eurozona, es obvio que una fragmentación no sirve”, dijo el portavoz comunitario Amadeu Altafaj.
En un mensaje a sus clientes el banco suizo UBS estimó que para una economía frágil el costo de una salida del euro sería de entre 9.500 y 11.500 euros por persona el primer año. Para un país como Alemania, considerado la locomotora europea, sería de entre 6.000 a 8.000 euros. Y la fragmentación parece inevitable, según varios economistas y expertos. La agencia de calificación crediticia Moody's advirtió que la ausencia de una resolución de la crisis pone a la zona euro ante una encrucijada entre una integración más ambiciosa o “una mayor fragmentación”.
Moody's alertó además que todos las notas de la Unión Europea, incluso las de Alemania y Francia, primera y segunda economías de las Eurozona que cuentan con la máxima calificación AAA, están amenazadas por la crisis.
Entre las opciones que se barajan es la adopción de un nuevo Pacto de Estabilidad, impulsado por el eje franco-alemán, que aceleraría el proceso de integración y pondría a los más críticos en el seno de la Unión Europea contra la pared, al tener que ratificar si quieren seguir o no con el euro. “Si uno o dos países de la Unión Europea no quiere participar, no lo retendremos”, dijo una fuente europea.
Según un periódico alemán, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, buscan que ese nuevo pacto se restrinja a un “club de supereuropeos” de países comprometidos con la disciplina fiscal.
De esa manera, contemplará la existencia de un bloque europeo con distintas “velocidades”. Berlín cree que será más fácil aprobar un cambio de los tratados europeos entre un número más reducido de miembros de la UE y Francia espera que una mayor disciplina fiscal dará al BCE mayor confianza para intervenir en los mercados. Pero la Comisión Europea rechaza tajantemente la idea. “Si la meta es salvaguardar la estabilidad de la Eurozona, es obvio que una fragmentación no sirve”, dijo el portavoz comunitario Amadeu Altafaj.
En un mensaje a sus clientes el banco suizo UBS estimó que para una economía frágil el costo de una salida del euro sería de entre 9.500 y 11.500 euros por persona el primer año. Para un país como Alemania, considerado la locomotora europea, sería de entre 6.000 a 8.000 euros. Y la fragmentación parece inevitable, según varios economistas y expertos. La agencia de calificación crediticia Moody's advirtió que la ausencia de una resolución de la crisis pone a la zona euro ante una encrucijada entre una integración más ambiciosa o “una mayor fragmentación”.
Moody's alertó además que todos las notas de la Unión Europea, incluso las de Alemania y Francia, primera y segunda economías de las Eurozona que cuentan con la máxima calificación AAA, están amenazadas por la crisis.
Fuente: Los Andes Online
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