"Una apuesta política clara para convertir a
España en un socio leal y fiable para la OTAN y para EEUU", según el
general Miguel A. Ballesteros
Escudo antimisiles en la base de Rota
Centre d'Estudis per la Pau J.M.Delàs - Justícia i Pau
Rota será la
base principal del componente naval del Phased Adaptative Approach, el
nuevo proyecto de escudo antimisiles de Estados Unidos y la OTAN en
Europa. El proyecto se basa un sistema defensivo desarrollado por la
empresa Lockheed Martin, e instalado en navíos de guerra
norteamericanos.
A primeros de octubre el gobierno español
anunciaba la participación española en el desarrollo del sistema de
defensa antimisiles de EEUU y la OTAN, que se traducirá en la
instalación en la base de Rota del componente naval del sistema. Y
además, ensalzaba las positivas repercusiones económicas en la zona.
Hablemos un poco de todo ello.
El proyecto de escudo antimisiles
en Europa planificado por el gobierno Bush preveía la instalación de
radares en Chequia y una base de lanzamiento de misiles en Polonia. En
marzo de 2009 el Parlamento checo rechazó la instalación de los radares.
Y Rusia manifestaba su malestar por la instalación de misiles en
Polonia, cerca de su territorio. Todo esto obligó al gobierno de EEUU a
modificar el proyecto.
En septiembre de 2009 el presidente
Obama, siguiendo la recomendación del secretario de Defensa y de la
Junta de Jefes de Estado, aprobaba la implementación del nuevo proyecto
de escudo para Europa, consistente en el despliegue, tanto en tierra
como en buques, de radares e interceptores de misiles. Se preveía
iniciar el despliegue en 2011 y aumentar gradualmente la zona protegida
de forma que el año 2018 toda Europa quede protegida por la estructura.
El objetivo es la protección de los aliados y las bases de EEUU en
Europa. El gobierno de EEUU no prevé que, a corto plazo, Irán sea una
amenaza para el territorio y población de EEUU y afirma que la amenaza
afecta a sus aliados en Oriente Medio y en Europa y al personal
estadounidense desplazado. Afirmación sorprendente ya que los misiles
iraníes tienen un alcance de 1.500 km y no llegan a Europa.
La
implementación del proyecto se realizará a través del sistema defensivo
Aegis BMD, integrado en el sistema global de defensa de misiles
balísticos BMDS. La estructura del BMDS está constituida por tres
elementos. Sensores y radares en red para detectar y seguir el objetivo
(el misil atacante). Misiles interceptores para destruir los misiles. Y
centros de mando y gestión de comunicaciones, que establezcan la
conexión entre los sensores y los misiles interceptores. El Aegis BMD es
el componente del BMDS que está ubicado en buques (la movilidad de los
buques permite afrontar amenazas cambiantes desde el punto de vista
geográfico). Es un sistema desarrollado por la empresa Lockheed Martin.
Los barcos llevan radares, lanzadera de misiles, misiles interceptores
SM-3 (fabricados por Raytheon) y sistema de control y mando. La mayoría
de barcos de EEUU equipados con Aegis BMD son destructores fabricados
por Northrop Grumman. Así pues, tres empresas salen beneficiadas del
proyecto. Empresas que están tradicionalmente muy bien representadas en
los dos comités federales que asesoran al Departamento de Defensa de
EEUU sobre programas, estrategias y políticas de defensa (los miembros
de los comités son, en su mayoría, altos cargos de empresas del sector
de defensa).
Los buques equipados con Aegis BMD usan tecnología
de impacto directo para destruir misiles de corto y medio alcance y
hacen el seguimiento de misiles intercontinentales, en conexión con
otros elementos del BMDS.
La función de Rota será alojar como
base permanente cuatro destructores estadounidenses equipados con el
sistema Aegis BMD y un destacamento estadounidense de 1.100 militares y
100 civiles. Esto viola claramente una de las condiciones explicitadas
en el referéndum del año 1986 sobre el ingreso de España en la OTAN, la
de la reducción progresiva de la presencia militar de EEUU.
Según el secretario de Defensa de EEUU, estos destructores no sólo harán
la función de escudo antimisiles sino que participarán en misiones
marítimas de la OTAN y en misiones de "apoyo de respuesta rápida" a los
mandos estadounidenses AFRICOM (que cubre la mayor parte de África) y
CETCOM (desde el Cuerno de África hasta Pakistán).
Rodríguez
Zapatero, al hablar del escudo, dijo "[...] tiene como objetivo mejorar
la defensa y la seguridad de nuestros ciudadanos [...] una garantía para
la defensa del territorio español y de los españoles [...] tendrá un
impacto muy significativo en términos socioeconómicos". Afirmaba que
este impacto económico se traducirá en 50 millones de euros anuales y la
creación de unos 1.000 puestos de trabajo (directos e indirectos). El
vicepresidente Manuel Chávez lo concretaba en 60 puestos de trabajo
fijos, 100 temporales y 772 indirectos.
Los militares, sin
embargo, no usan tantos subterfugios. Según el general Miguel A.
Ballesteros, director del Instituto Español de Estudios Estratégicos, el
alcance de la decisión "no puede medirse por los puestos de trabajo que
cree, por importantes que estos sean" sino, sobre todo, porque "es una
apuesta política clara para convertir a España en un socio leal y fiable
para la OTAN y para EEUU".
No aceptamos que el supuesto
beneficio económico compense que nuestro país se convierta en objetivo
militar de primer orden para los potenciales enemigos de EEUU. En cuanto
al aspecto económico, no se habla de los gastos asociados al proyecto.
Ya antes de acoger el escudo, se está haciendo una ampliación del puerto
de Rota, con un coste de unos 160 millones de euros, cuyo 60% va a
cargo de la OTAN y EEUU y el 40% a cargo de España. El Ministerio de
Defensa alega que las reformas amplían la capacidad de apoyo a la fuerza
marítima de la OTAN, en el marco de los compromisos adquiridos con la
Alianza. De momento, pues, la adecuación del puerto de Rota a las
"necesidades" de la OTAN cuesta a los españoles 64 millones que,
invertidos en un plan de creación de empleo ajustado a las
características de la zona, habrían generado puestos de trabajo
estables, a diferencia de los 772 puestos de trabajo indirectos
previstos por el gobierno, absolutamente supeditados a las
eventualidades de la permanencia del personal estadounidense en Rota.
Los peligros de la ubicación del escudo antimisiles en nuestro país son
muy graves. En primer lugar, ha generado recelo en Rusia y podría ser
causa de invalidación del tratado bilateral EEUU-Rusia de reducción de
armas nucleares. Efectivamente, cuando en 2010 Rusia y EEUU firmaron el
tratado, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Lavrov, declaró que si
el incremento cuantitativo y cualitativo del potencial de defensa
antimisiles de EEUU suponía una disminución sustancial en la eficacia de
las fuerzas nucleares rusas, Rusia abandonaría el tratado. Y aunque
este tratado no representa un recorte notable de los arsenales nucleares
de ambos países, sí implica un mecanismo de limitación de armamento e
incorpora la inspección mutua, no prevista en los anteriores tratados.
La invalidación del tratado podría representar el inicio de una nueva
carrera armamentística. En segundo lugar, el destacamento estadounidense
que llegará a Rota disfrutará del estatus que le otorga el convenio
entre España y EEUU sobre cooperación en defensa. Un convenio que
prácticamente exime al personal estadounidense de obligaciones ante la
justicia española en el caso de comisión de delitos y posibilita que
éstos puedan quedar impunes. Además, en el ámbito internacional, EEUU no
ha ratificado nunca el estatuto de Roma y, por tanto, su personal no
está sometido a la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional. En
tercer lugar, el crecimiento del peso de España en la OTAN supondrá un
aumento de las posibilidades de un ataque militar en la zona. EEUU
consigue trasladar a nuestro país una parte de las supuestas amenazas de
ataque a sus territorios.
Nuestro país será más inseguro. Los mismos
militares son plenamente conscientes de esta consecuencia, por eso
intentan minimizarla. Dice el general Ballesteros que la instalación del
escudo no supone un cambio sustancial porque "Estados Unidos es un
objetivo permanente del terrorismo internacional y España también". Y
finalmente, tememos que si Rota gana importancia desde el punto de vista
militar, ello implique un incremento del tráfico de armamento, incluso
el nuclear. El gobierno estadounidense no está obligado a informar si
transporta armamento nuclear en sus buques. Si a causa de un accidente
fortuito o como consecuencia de un ataque, se produce un incidente
nuclear no asociado a una explosión, la bahía de Cádiz se podría
convertir en otro Fukushima.
Fuente: Rebelion.org


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