sábado, 31 de diciembre de 2011

China pondrá un hombre en la Luna después de 50 años

El primer paso será llevar en el 2013 una misión no tripulada
Por Sebastián A. Ríos
 
Si los planes espaciales develados esta semana por el gobierno chino se cumplen, es muy probable que la próxima bandera en ser clavada por una mano humana sobre la superficie de la Luna tenga cinco estrellas y no cincuenta.

"Misión a la Luna en el horizonte", fue el titular con que el diario China Daily resumió el contenido del Libro blanco sobre las actividades espaciales de 2011, presentado anteayer por la Oficina de Información del Consejo Estatal de China, en el que anunció que esa nación se propone llevar una misión no tripulada a la Luna dentro los próximos cinco años.

China, que en 2003 puso en órbita su primer "taikonauta" (taikong, en mandarín, significa espacio), y que en 2008 realizó su primer caminata espacial, contempla en su Plan Espacial Quinquenal 2011-15 un programa lunar centrado en el desarrollo de una tecnología de "alunizaje suave".

El objetivo no es otro que llevar a un hombre a la Luna, algo que no ocurre desde el 11 de diciembre de 1972, cuando Apollo 17 se convirtió en la sexta y última misión tripulada en llegar a ese satélite natural. Zhang Wei, vocero de la Administración Espacial Nacional China, dijo a China Daily que "no se ha fijado fecha para un alunizaje tripulado".

Con Constellation -el programa con el que la administración Bush propuso en 2003 volver a la Luna- cancelado, y con la agencia espacial rusa centrando sus esfuerzos en mantener la Estación Espacial Internacional conectada con la Tierra gracias a sus cohetes Soyuz -los únicos que llevan y traen tripulación y víveres a ese destino desde que la NASA dio de baja a los transbordadores espaciales-, todo hace suponer que aun cuando haya que esperar a la próxima década para ver un hombre sobre la superficie lunar, ese hombre será chino.

Uno más en carrera

En 2003, el mismo año en que Bush propuso volver a la Luna y pisar Marte en 2030, China se sumó a la carrera por la conquista del espacio de la mano de Yang Lee Wei, su primer hombre en el espacio. Pero la actitud china ante el desafío tiene aspectos que la diferencian de su principal competidor.
 
"La actitud del programa espacial en China es un poco parecida a la actitud en torno a la exploración espacial de Occidente en la década del 60. La principal diferencia entre China y Estados Unidos ahora es que simplemente China puede hacer algo sin tener que pedir permiso o atravesar un proceso democrático para aprobar su presupuesto", comentó a The Guardian Kevin Fong, experto en medicina espacial del University College, de Londres.

Una breve síntesis de lo que el programa espacial chino logró en los últimos años confirma esos dichos. Desde 2006, China puso en órbita 74 satélites, y lanzó con éxito dos sondas lunares y dos naves espaciales. Sólo en 2011, China protagonizó 19 lanzamientos que le permitieron poner en órbita 21 satélites, lo que lo coloca segundo en el ranking de lanzamiento de ese año, después de Rusia (36 lanzamientos), pero antes que los Estados Unidos, con 18 lanzamientos.

Para China, el camino hacia la Luna comenzó con la puesta en su órbita de dos satélites -Chang ´e I y II, en 2007 y 2010, respectivamente-que proporcionaron información fotográfica. Esa primera etapa de la exploración lunar ha concluido, según señaló el Libro blanco sobre las actividades espaciales de 2011; la segunda etapa contemplará la llegada a la Luna -prevista para 2013- de una sonda que depositará en su superficie un vehículo explorador o rover.

La tercera etapa del ambicioso programa espacial, que se estima ocurrirá después de 2020, será la llegada de un "taikonauta" a la Luna. Para cumplir con ese objetivo, la agencia espacial china planea seguir perfeccionando sus cohetes Larga Marcha, que "utilizarán un combustible que no es tóxico ni contaminante", afirma el citado documento.

La nueva generación de cohetes Larga Marcha podrá colocar en órbita cargas de hasta 25 toneladas, señaló un portavoz de la Administración Espacial Nacional China. "En comparación con las cápsulas tripuladas que orbitan la Tierra, las naves espaciales construidas para aterrizar en la Luna son mucho más pesadas y necesitan viajar distancias más largas. Por lo tanto, es necesario un vehículo de lanzamiento más poderoso", declaró a China Daily Pang Zhihao, editor en jefe de Space International.

Basta recordar que, en 1969, el cohete Saturn V fue capaz de cargar con las 50 toneladas del Apollo XI. Los Larga Marcha chinos deberán estar a las alturas de ese desafío.

Fuente: lanacion.com.ar

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