El perfil de Facebook, a salvo de miradas extrañas
Consejos para configurar nuestra presencia
en esa red social y proteger la información que compartimos con amigos y
familiares, manteniéndola libre de fisgones y piratas informáticos.
Cómo definir quién puede ver lo que publicamos o desde dónde nos
conectamos
Por Ricardo Sametband
Facebook
es siempre noticia, sea por sus 800 millones de usuarios (de los cuales
unos 17 millones son argentinos) o por nuevas funciones que introduce
con frecuencia, para exasperación de muchos de los participantes de esta
red social.
La semana última su fundador, Mark Zuckerberg, admitió
frente a la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos el
haber cometido varios errores en la construcción de los esquemas de
seguridad del sitio (ver www.lanacion.com.ar/1428895).
Los últimos ataques a Facebook incluyen spam pornográfico
(a mediados de noviembre) y un gusano que fue identificado a principios
de semana y que se extiende por la red en forma de una foto de dos
chicas remitida por un contacto; en rigor, la foto tiene contenido
maligno que llevará al usuario a una supuesta página bancaria, donde
intentará esquemas varios de phishing.
Estos son, sin embargo, embustes técnicos: a mediados del
mes último, Nelson Novaes Neto, jefe de seguridad de UOLDiveo (un
proveedor de telecomunicaciones brasileño), demostró cómo podía lograr
ser aceptado como amigo por un usuario de Facebook en 24 horas, clonando
la cuenta de un amigo que ya había sido aceptado, y enviando cientos de
solicitudes a terceros que tuvieran algún tipo de contacto con la
víctima en Facebook y LinkedIn, según publicó el portal UOL Noticias. Es
decir, pura ingeniería social, ganando la confianza de los más
inocentes primero para usarla como sello de autenticidad ante los más
desconfiados.
Cuenta segura
Esto no significa que estemos a merced de cualquiera y
que todo lo que ponemos en Facebook esté en peligro. Pero es importante
configurar la cuenta en forma correcta, algo que se aplica tanto para
adultos como para los chicos, hábiles en el uso de la herramienta, pero
no siempre conscientes de lo que implica tener presencia personal en
Internet y compartir información con una audiencia potencial de 800
millones de usuarios.
Es recomendable, por ejemplo -y esto se aplica sobre todo
a los chicos-, evitar dar información precisa de dónde vivimos, las
formas disponibles para ser contactados, nuestros hábitos, etcétera, lo
mismo que publicar fotos que permitan ubicar geográficamente nuestro
hogar.
También, desconfiar de desconocidos que insisten en
querer ser nuestros amigos, o que comparten inesperadamente enlaces a
páginas remotas o archivos diversos; si varios de nuestros contactos
están publicando eso mismo, y con textos similares, es probable que se
trate de alguna infección digital.
Lo primero por definir es la seguridad de la cuenta. Aquí
se aplican los consejos básicos para cualquier servicio basado en la
Web: usar una contraseña de al menos 8 caracteres que combine letras,
números, mayúsculas y símbolos; cerrar la sesión después de usar la
computadora pública para evitar que otro pueda entrar a nuestro perfil, y
activar una conexión segura que encripte los datos que viajan entre
nuestro equipo y los servidores de Facebook.
Esto último se define en el apartado Seguridad
de la configuración de la cuenta; cliqueando en el botón triangular al
lado de Inicio, en la parte superior derecha de Facebook, o yendo a https://www.facebook.com/settings?tab=security .
Luego habrá que cliquear en Editar en la línea que dice Navegación segura y poner un tilde a Usar Facebook a través de una conexión segura siempre que sea posible
. En esta misma pantalla es posible extremar medidas para tener un
mayor grado de control sobre cómo se accede a nuestra cuenta.
Activando las notificaciones de inicio de sesión, por ejemplo, es posible recibir un alerta vía e-mail cuando se accede
a nuestro perfil desde una computadora o celular nuevos, una forma que
tiene Facebook de avisar de un posible acceso indebido de nuestro
perfil.
También podemos pedir que Facebook exija un código
adicional a la contraseña cuando iniciamos sesión, algo útil para
quienes usan máquinas públicas, como las que hay en los cibercafés.
Facebook permite, además, generar contraseñas para
determinadas aplicaciones; aquí no importa tanto la seguridad de la
cuenta como el uso de servicios no aptos para menores, por ejemplo (o
para evitar que los chicos usen la cuenta de los padres).
La privacidad
El botón triangular también permite acceder a la configuración de la privacidad (https://www.facebook.com/settings/?tab=privacy), desde la que es posible definir parte del funcionamiento interno de
Facebook, y qué relación tendrá nuestro perfil con otros de esta red
social.
Así veremos una página con tres opciones: Amigos, Público o Personalizado para la configuración de privacidad predeterminada, y elegir en cada caso, en el apartado Cómo conectas, qué tan público es nuestro perfil: quién puede ver los datos de
contacto, si aparece en las búsquedas generales, quién puede publicar en
nuestro muro o enviarnos solicitudes de amistad.
También, si permitiremos que nos etiqueten en fotos y si
eso se hará automáticamente o quedará pendiente de nuestra revisión; si
habrá sugerencia de etiquetas cuando un amigo sube fotos a la Web de
Facebook, y si nuestros contactos podrán etiquetarnos en un lugar (para
el servicio de esta red social que se parece a Foursquare; básicamente
permite publicar que fulanito está en tal lugar).
En el apartado Aplicaciones y sitios Web es
posible definir qué aplicaciones publican automáticamente en nuestro
perfil y también qué sitios externos reconocen nuestro usuario de
Facebook y personalizan su aspecto para aprovechar esto, algo que para
muchos es extender demasiado la presencia de la red social más allá del
propio sitio de Facebook, incluyendo Bing, el buscador de Microsoft,
TripAdvisor (un sitio de turismo) y varios servicios de recomendaciones
de cine, música, etcétera.
En Búsqueda pública es posible definir si
nuestro perfil aparecerá en búsquedas externas a Facebook o no, si
alguien pone nuestro nombre en Google, por ejemplo.
Por último, Facebook ofrece una opción para limitar la
visibilidad de publicaciones antiguas y hacer que estén disponibles sólo
para amigos y no totalmente públicas.
Para comprobar si nuestro perfil en esta red social se
ajusta a lo que esperamos, es posible simular una vista, es decir,
mostrarlo tal como lo debería ver un contacto determinado; para eso hay
que ir a nuestro perfil (haciendo clic en nuestro nombre en Facebook) y
luego cliquear en el botón Ver como; una caja de diálogo permitirá ingresar el nombre de un contacto para mostrar qué verá y qué no de nuestro perfil.
En lo que refiere a las publicaciones en sí, Facebook
introdujo algunos cambios en los últimos tiempos, respondiendo a lo que
ofrecen sus principales competidores (Twitter y Google+). Así, ahora es posible definir, para cada actualización, quién podrá
verla: si amigos, familiares, conocidos u otro grupo de contactos que
hayamos predefinido, usando el botón que está al lado de Publicar.
En esa misma caja de texto Facebook agrega nuestra
ubicación geográfica; si queremos evitar que la publique hay que
cliquear la caja que muestra dónde estamos. Si Facebook desconoce
nuestra ubicación sólo mostrará el típico símbolo con el pin para mapas.
La categorización de nuestros contactos la hace la red
social, y asume -sobre todo para los que teníamos antes de estos últimos
cambios- que son amigos; si cliqueamos en la lista de contactos de
nuestro perfil podemos asignarles grupos para así segmentar mejor qué le
contamos a quiénes.
Facebook también introdujo el concepto de suscripciones;
al igual que en Twitter o Google+ podemos ver las actualizaciones del
perfil de usuarios de Facebook que no nos han aceptado como amigos, y
viceversa. Si vamos a nuestro perfil, luego a Suscriptores y luego a Editar la configuración
(un botón arriba a la derecha en la página de Facebook) es posible
definir quiénes pueden ver nuestras actualizaciones públicas en sus
líneas de tiempo, para tener el mayor control posible sobre qué parte de
nuestra vida compartimos con el mundo.
LA CONEXIÓN DESDE UN CIBERCAFÉ
Aunque la posibilidad de acceder a Facebook desde
cualquier lugar y equipo con conexión a Internet es un aliciente para su
uso, también puede resultar un problema de seguridad, sobre todo para
quienes visitan este sitio desde lugares públicos, como un locutorio.
Es posible definir, en Configuración de la
cuenta>Seguridad, que Facebook exija un código adicional cuando se
ingresa el usuario y contraseña desde una computadora que no está en sus
registros; este código llegará como un SMS al número que definamos.
En ese apartado, además, podemos ver desde qué
computadoras nos hemos conectado y cerrar la sesión en cualquiera de
ellas si es que sospechamos que alguien más está usando nuestro perfil.
Como con cualquier otro sitio Web hay que rechazar la
oferta del navegador de almacenar nuestra contraseña o mantener la
sesión activa, y salir de la página al terminar de usar Facebook en una
computadora ajena, con la opción Salir del menú desplegable al lado del
botón Inicio de Facebook (arriba a la derecha en la página Web).
LA PRIVACIDAD PASO POR PASO
- 1 .- Desde el botón triangular al lado de Inicio se accede al menú que permite configurar el perfil
- 2 .- Allí se define qué visibilidad tiene nuestro perfil y cuánto pueden interactuar otros con él
- 3 .- Por ejemplo, qué grado de acceso tienen los amigos de nuestros amigos
- 4 .- Y quién nos puede etiquetar en una foto y en qué circunstancias
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