martes, 13 de diciembre de 2011

Italia: ola de huelgas contra el ajuste

Los mayores sindicatos de la península iniciaron ayer una semana de paros contra las medidas del gobierno aún no electo del premier Mario Monti. Hubo marchas de trabajadores en todo el país. Dicen que "golpean duro a los obreros y no tanto a los ricos". 

Italia: ola de huelgas contra el ajuste
Los manifestantes protestan frente al Parlamento italiano durante una huelga de tres horas en protesta contra el plan de austeridad. (AFP)

Los tres mayores sindicatos de Italia comenzaron ayer una semana de huelgas y protestas nacionales contra las medidas de ajuste del gobierno no electo del premier Mario Monti, en medio de un agravamiento del nerviosismo de los mercados financieros respecto del futuro del país.

Empleados portuarios, viales y transportistas pararon durante tres horas, varias plantas de la automotriz Fiat cesaron sus actividades durante ocho horas y el teatro de ópera La Scala de Milán suspendió las actuaciones al inicio del primero de los días de paros, retenciones de tareas y manifestaciones.

En la primera acción sindical contra el gobierno de Monti desde su asunción, el mes pasado, operadores de impresión pararon un turno completo y muchos de lo diarios no saldrán a la calle mañana, que será una de las pocas jornadas sin alguna muestra organizada de descontento social.

El transporte público tiene previsto realizar una huelga mañana y el jueves, los empleados bancarios lo harán el jueves por la tarde y la administración pública hará una jornada entera de paro el próximo lunes, según informaron dirigentes sindicales.

Por primera vez en seis años de división, los líderes de los tres principales sindicatos del país compartieron ayer un escenario al hablar ante huelguistas frente al Parlamento.

"No nos rendimos con la idea de que el paquete de austeridad debe cambiarse", dijo Susanna Camusso, secretaria general del mayor gremio italiano, Cgil, a la multitud.

"Perjudica a los trabajadores, jubilados y al país en su conjunto", agregó, citada por la agencia de noticias Europa Press.

Monti, quien fracasó anteanoche en su intento por convencer a los sindicatos de no hacer la huelga, asumió el mes pasado al frente de un gobierno de tecnócratas no electos formado bajo presión de los mercados para que Italia aprueba un ajuste que ahuyente temores de un default que agrave la crisis de la Eurozona.

En un comunicado emitido hoy, Monti dijo que subrayó a los líderes sindicales la "urgencia extrema" de su gobierno de actuar para recuperar la confianza de los inversores en medio de la crisis del euro, aunque está abierto a enmiendas en sus políticas si es que están plenamente fundadas.

Esa confianza de los mercados, sin embargo, dio nuevas señales de erosión, tanto que la bolsa de Milán llegó a caer un 2,73% antes del cierre, mientras que el costo de endeudamiento del país creció un 0,52% adicional y quedó en 6,76%.

Italia se las arregló sin embargo para recaudar 7.000 millones de euros en una subasta de deuda, aunque la demanda relativamente alta se vio estimulada por una promoción de una asociación bancaria que eximía del pago por comprar los bonos.

Los inversores siguen preocupados por el futuro de Italia y de los demás 16 países de la Eurozona pese al acuerdo alcanzado la semana pasada por la unión Europea (UE) para reforzar el control del gasto, que se estima será bueno al largo plazo pero que hace poco para disminuir la deuda actual y la exposición de los bancos.

La decisión del Reino Unido de no firmar el acuerdo, aceptado en principio por los demás 26 miembros del bloque, también dejó al descubierto disputas políticas en el seno de Europa que podrían complicar la implementación del pacto.

El gobierno de Monti está bajo intensa presión de los mercados para domar la deuda pública, que constituye el 120% del PBI, y para reactivar el crecimiento de la economía, estancada hace 15 años, pero los sindicatos no quieren su receta de ajuste.

Los trabajadores de los tres grandes gremios realizaron ayer además marchas por toda Italia, como por ejemplo en Florencia, donde se manifestaron al grito de "Justicia, justicia".

Los líderes sindicales dicen que las medidas de austeridad del gobierno golpean demasiado duramente a la clase trabajadora y no son suficientemente ásperas para los más ricos.

Las medidas ya entraron en vigor porque Monti las sacó por decreto, pero igualmente el Parlamento tiene que ratificarlas, algo que se espera suceda antes de Navidad.

El plan, que prevé un recorte de 5.000 millones de euros, incluye una reforma previsional con aumento de la edad jubilatoria y una suba de impuestos. 

Fuente: Los Andes Online

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