Los narcotúneles, cada vez más sofisticados
Los carteles los usan para transportar la droga a EE.UU.
Por Manuel Cascante
Los criminales compran o alquilan propiedades
norteamericanas próximas a la frontera para colocar la salida de los
túneles, cuya entrada sitúan en almacenes o casas abandonas en
territorio mexicano.
Estos pasadizos abundan en las áreas de Tijuana y San
Diego, y entre las de Nogales, en Sonora (México) y Arizona (Estados
Unidos). Mientras en California el terreno arcilloso permite excavar con
facilidad, en Nogales los traficantes aprovechan los canales de
drenaje.
Una treintena de narcotúneles ya fueron desmantelados
este año gracias a las nuevas tecnologías empleadas por las autoridades.
Radares y sensores acústicos y sísmicos fueron desplegados en la zona
de Mesa de Otay (Tijuana) y Otay Mesa (sur de San Diego), principal paso
fronterizo entre ambos países.
El Comando Norte estaría desarrollando, junto con las
compañías S&T y Lockheed Martin, un sistema de detección que permita
localizar y destruir los túneles subterráneos tan pronto como son
construidos.
El mes pasado, por lo menos tres pasadizos fueron
desmantelados por la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus
siglas en inglés) y las fuerzas armadas y la policía federal mexicanas.
El más reciente, descubierto la pasada semana, era
también "el más sofisticado e importante" que encontraron las
autoridades en los últimos cinco años, según Lauren Mack, vocero del
Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en San Diego.
Este corredor contaba con una trampa activada por gatos
hidráulicos al pulsar un botón. El ingenio daba acceso a una plataforma
metálica que descendía unos 15 metros, equivalentes a cinco pisos de una
vivienda. El túnel estaba forrado con láminas de contrachapado de
madera y disponía de carriles, luz eléctrica y ventilación.
Uno de los extremos de la galería daba a un galpón
cercano al paso fronterizo de San Ysidro, en el lado californiano. La
entrada permanecía oculta en un almacén junto al aeropuerto de Tijuana y
a apenas dos cuadras de unas oficinas gubernamentales, la Comandancia
Regional de la Policía Federal y la Base Aérea Militar. Dentro del
pasaje, de 500 metros de longitud, aparecieron tres toneladas de
marihuana.
Hallazgo
Quince días antes, y en la misma zona fronteriza, las
autoridades estadounidenses habían encontrado otro túnel de 370 metros.
El hallazgo se produjo luego de la detención de los dos ocupantes de un
tráiler que salía del almacén donde desembocaba el corredor, cargado con
tres toneladas de marihuana. Dentro del pozo había otras 14 toneladas
de cannabis.
Dos semanas antes, en tanto, el ejército mexicano también
había localizado otro túnel subterráneo, donde se incautó de 24
toneladas de marihuana en un polígono industrial del extrarradio de
Tijuana.
Esa vez, el descubrimiento se produjo luego de una
denuncia anónima. Por el pasaje sólo se podía avanzar de rodillas.
Estaba equipado con un sistema de vías, iluminación y ventilación. El
túnel más largo descubierto hasta hoy medía 731 metros. Fue hallado en
2006 y también comunicaba Otay Mesa con Mesa de Otay.
Estos narcotúneles no hacen sino aumentar la alerta de
las autoridades y crispar a los precandidatos republicanos que buscan
enfrentar a Barack Obama en las elecciones presidenciales del 4 de
noviembre del año próximo.
El gobernador de Texas, Rick Perry, expresó su convicción
de que "Hamas y Hezbollah están trabajando en México con objeto de
venir a Estados Unidos", al aludir a los grupos terroristas palestino y
libanés, respectivamente.
Otro aspirante republicano, el empresario Herman Cain,
secundaba esta idea de que "algunos terroristas han venido a territorio
norteamericano desde México".
Por su parte, el gobierno mexicano rechaza cualquier
vínculo entre los carteles y grupos terroristas islámicos, pero el
vecino del Norte sostiene que dicho nexo "está bien establecido". Al
menos, eso asegura un informe de la División de Operaciones Especiales
de la DEA entregado al Congreso.
Ese dossier documenta esta relación con el supuesto y
frustrado complot de Irán para asesinar al embajador de Arabia Saudita
en Washington, en septiembre pasado. En esa operación, un tal Manssor
Arbabsiar -norteamericano de 56 años que también tiene pasaporte de
Irán- contactó en México a un informante de la DEA, a quien creía
"integrante de un violento cartel internacional".
EL MURO QUE SE ADENTRA EN EL MAR
En su búsqueda para desalentar la inmigración de indocumentados
entre Tijuana y San Diego, las autoridades norteamericanas empezaron a
construir una prolongación del muro divisorio entre México y Estados
Unidos que se adentrará casi 100 metros en el océano Pacífico. El plan
fue rechazado por organizaciones de inmigrantes y expertos en medio
ambiente, que señalan que la "invasión" del mar con una estructura de
metal maciza tendrá efectos dañinos sobre el hábitat. El llamado
proyecto "Surf Fence" tiene por fin dificultar la inmigración ilegal,
una misión a la que la Oficina de Aduanas y Protección de la Frontera
destina 20.000 oficiales.
Fuente: lanacion.com.ar
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