La financiación de la industria armamentística
BBVA y Santander, a la cabeza de la inversión en la industria militar
El Centro de Estudios por la Paz Delàs ha elaborado un informe que analiza las vinculaciones de la banca con la industria armamentística en el Estado español. Banca Cívica y KutxaBank se encuentran en el top diez.
Banca
Cívica, pese a ser una entidad menor en cuanto a envergadura
financiera, se ha ganado a pulso entrar en el selecto grupo de los cinco
bancos que más dinero invierten en armamento en el Estado español. La
macabra lista vuelve a estar liderada por el BBVA, un banco que, según
el último informe del Centro de Estudios por la Paz Delàs, ha invertido
1.824 millones de euros en el sector. Le sigue la pista el Banco
Santander, con 1.020 millones. La participación de KutxaBank en la
empresa CAF, por valor de 9,3 millones de euros, le ha aupado hasta el
noveno puesto.
Entre BBVA y Santander copan el 89% de la
financiación de la industria armamentística. Sin embargo el entramado
mediante el cual Banca Cívica participa, invierte y colabora con
empresas vinculadas al armamento es uno de los más complejos. Además, la
fracción armamentística que corresponde únicamente a Caja Navarra (al
margen de sus socios) tiene una estrecha vinculación con Israel.
Según
explicó ayer Jordi Calvo, del Centre Delàs Por la Paz, la forma en la
que la banca interviene en el entramado armamentístico es tan compleja
como variada. Un banco puede poseer acciones en empresas de armamento o
simplemente financiarlas. Si emplea alguna de estas dos vías, se puede
seguir la pista de qué entidad invierte en qué empresa. Pero no es
siempre tan fácil.
Hay fórmulas más sutiles de sumarse al pastel
del negocio de la guerra, como ayudar a colocar emisiones de bonos y
pagarés o, incluso, ofrecer a los clientes de cada banco que pongan
dinero en determinados fondos de inversión que incluyen a empresas de
este tipo. Además, existe una vía aún más opaca, que es la financiación
de las transacciones de armamento de un país a otro. Normalmente, las
compras de armas entre países se hacen en cantidades económicas muy
abultadas. Eso provoca que se tengan que pagar a plazos y ahí es donde
intervienen los bancos, ofreciéndoles cobertura. La dificultad para
indagar en este entramado de transacciones radica en que solo hay un
país en el mundo donde se hagan públicas estas operaciones y quién las
financia. Ese país es Italia y, entre las empresas que financian la
compraventa de armas italianas, figura el BBVA. Cabe apuntar aquí que
Roma ha vendido armas por valor de 16.000 millones en la última década.
Debido
a esta complejidad, el centro Delàs explica que el informe no es
completo. Básicamente, afirman que «no están todos los que son, pero que
son todos los que están». Además de las entidades del macabro top diez,
el informe apunta a otras 50 entidades con ramificaciones dentro del
entramado de la industria militar. Según Calvo: «Es suficiente que un
banco aparezca en la lista como para que los clientes se replanteen
dónde quieren dejar sus ahorros».
Contrariamente a lo que se
vende en las películas, el grueso de la industria armamentística se
mueve dentro del mercado legal. Las principales empresas de armamento,
como Boeing o la Lockheed Martin, no arman guerrillas, sino que equipan
ejércitos. Y el mercado está en auge. El Centro Delàs ha investigado la
producción de armas en el Estado español desde hace diez años y el gasto
en armamento ha pasado de mil millones a 4.000.
KutxaBank y el problema CAF
La
empresa CAF se encuentra en Gipuzkoa y sus orígenes se remontan a 1860.
Su negocio principal se encuentra en la fabricación de trenes y de
vagones. Sin embargo, un 5% de su producción tiene una finalidad
militar, según el Centro Delàs. En concreto, se dedicaría a realizar
blindajes para carros de combate. La postura de Calvo a este respecto es
tajante: «Si es sólo un 5% cuesta menos erradicarlo. Mientras tenga ese
tumor, consideraremos a CAF dentro de las empresas que tienen armamento
y los bancos que la financian seguirán en la lista». La Kutxa tiene el
27,52% de las acciones de CAF, la BBK, el 5,81% y la Vital posee el
1,65%. La valorización según ventas de estas acciones es de 9,39
millones de euros, lo que les coloca en novena posición del ranking.
El entramado Banca Cívica
En
total, Banca Cívica tiene invertidos 34.257.540 euros en empresas
armamentísticas. A través de Cajasol (y su filial Carisa) participa
también de CAF, pero esta es casi la menor de sus inversiones (valorada
en 978.269 euros). Cajasol en solitario participa también en Alestis que
se dedica a la fabricación de componentes en fibra de carbono para el
avión militar A400M.
El grueso de la implicación militar de Banca
Cívica se produce a través de Tecnobit donde Caja Navarra controla un
tercio de las acciones (y Caja Burgos otro 6%). La producción militar de
Tecnobit no es residual, como en CAF, sino que el 85% de su trabajo
está destinada al armamento. La empresa se dedica a plataformas y
sistemas de armamento y protección, así como a desarrollar sistemas de
combate y comunicaciones tácticas. En concreto, Tecnobit es la empresa
encargada de colocar las lanzaderas de la pequeñas alas de los
helicópteros Tiger europeos. Esas lanzaderas están hechas a medida para
instalar misiles de fabricación israelí en el nuevo helicóptero (de la
misma forma que el Apache americano porta misiles Hellfire). Asimismo,
fabrica zepelines de vigilancia en un proyecto conjunto con Aerostar. La
parte de Tecnobit que pertenece a Banca Cívica supera los 20 millones
de euros en valor de mercado.
La segunda inversión, por
importancia, es la de Amper a través de Cajasol y Caja Burgos. Esta
empresa desarrolla equipos electrónicos y sistemas de comunicación para
Defensa. En concreto, su especialidad son las radiocomunicaciones
militares, además de sistemas de protección de infraestructuras y
control de fronteras. Las acciones de Banca Cívica en Amper están
valoradas en más de cuatro millones de euros.
Por otro lado,
Aciturri se dedica al diseño de motores y partes de los programas
Eurofighter o el EFA 2000D. En cuanto a Aernnova, sólo el 10% de su
producción es militar. Aun así, surte de materiales necesarios para la
fabricación de las alas y las hélices del avión A400M.
Fuente: Rebelion.org


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