martes, 20 de marzo de 2012

Malvinas: traspié peruano puso en alerta a Cancillería y a la Unasur

Perú autorizó el desembarco de una fragata británica. Más tarde, se arrepintió.

CC 


En un inesperado movimiento interno que generó cierto desconcierto interno y externo, Perú se desmarcó de la política de la Unasur respecto a las Malvinas y a los pedidos argentinos, que luego rectificó. Ayer a la tarde, el canciller Rafael Roncagliolo anunció que el gobierno de Ollanta Humala había dejado "sin efecto" la visita de la fragata británica HMS Montrose al puerto peruano del Callao.

Por la mañana, la prensa de su país reportaba que el congreso de ese país había autorizado que dicho buque de guerra -de 183 tripulantes- realizara una visita protocolar al puerto de El Callao, desde el jueves y hasta el lunes.

A la hora en que las noticias se multiplicaban por los portales de los diarios, el Gobierno argentino presentaba su molestia ante la cancillería peruana. Por cierto, el sábado, los cancilleres de la Unasur, reunidos en Asunción, instaron al Reino Unido a entablar negociaciones con Argentina sobre la soberanía de las islas en una declaración especial emitida al término de su reunión.

En la declaración, los ministros del bloque reiteraron su respaldo a "los legítimos derechos" de Argentina "en la disputa de soberanía" y lamentaron que, pese al tiempo transcurrido, todavía no se haya cumplido el "mandato descolonizador" de la ONU.

Después del revuelo que se armó al conocerse la decisión del congreso peruano, Roncagliolo dijo a la agencia estatal Andina que la decisión peruana de dar marcha atrás fue adoptada "en el espíritu de los compromisos de solidaridad latinoamericana" asumidos durante la reunión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) el pasado fin de semana.

Roncagliolo explicó que estos compromisos se refieren a "los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía (con el Reino Unido) sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes".

La visita de la fragata británica esta semana a Perú había sido aprobada por el Congreso del país y generó una serie de críticas en los medios argentinos por considerarla contraria a la declaración de la Unasur respecto a este tema.

El Gobierno argentino no hizo declaración alguna pese a que su embajador en Lima se movió en sigilo. Nadie explicó aún cómo deshará el Ejecutivo peruano una decisión del Congreso.

Perú tuvo un acto estelar en la guerra de Malvinas, hace 30 años. Apoyó a la Argentina no sólo desde el punto de vista diplomático, sino que también sobre el final de la guerra el Perú mandó en forma secreta aviones Mirages 5P que eran muy similares a los Dagger, que se los camufló con los colores y matrículas de aeronaves argentinas.

Envió pilotos para capacitar a los argentinos que incluso habrían sido voluntarios dispuestos a entrar en acción. De allí que las relaciones quedaron muy afectadas durante el escándalo por la venta de armas a Ecuador por parte de Argentina bajo el gobierno de Carlos Menem.

Londres lamenta que le hayan revocado el permiso para atracar en Perú

Ayer el gobierno peruano autorizó el desembarco de una fragata británica en Lima, pero más tarde se arrepintió, en solidaridad con el reclamo de soberanía argentino. Quejas de Gran Bretaña.

DyN 

El gobierno británico lamentó hoy que su par peruano haya cancelado la autorización para que una fragata de guerra británica arribe al puerto de Lima durante cuatro días para una visita protocolar, tras el apoyo de la Unión de las Naciones Suramericanas (Unasur) al reclamo argentino de soberanía de las Islas Malvinas.

"Las visitas de barcos son una decisión soberana de los Estados, pero lamentamos que Perú haya revocado su acuerdo previo a esta visita", señaló el Foreign Office mediante un comunicado.

Según el parte del ministerio de Relaciones Exteriores británico, "el 'HMS Montrose' tenía programado hacer una corta visita a Perú en el marco de un despliegue de rutina en la región. Esto había sido acordado como un acto de amistad y de cooperación entre Perú y el Reino Unido".

El gobierno peruano había autorizado en un principio que la fragata HMS Montrose llegara el próximo jueves con 183 tripulantes al puerto de El Callao, donde tenía previsto permanecer hasta el lunes 26 como huésped de la Marina del Perú.

Sin embargo, ayer decidió dar marcha atrás y dejar "sin efecto" la visita de la nave de la Armada Real.

El Foreign Office se quejó además de que el gobierno del presidente Ollanta Humala no haya aprovechado "la oportunidad el viernes de plantear cualquier preocupación que tuviera sobre esta cooperación acordada" durante la visita que efectuó al país el secretario de Estado de Relaciones Exteriores para Latinoamérica, Jeremy Browne.

El canciller peruano Rafael Roncagliolo precisó que "esta decisión ha sido adoptada en el espíritu de los compromisos de solidaridad latinoamericana asumidos en el marco de Unasur respecto de los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes".

La fragata clase 23 Montrose, equipada con un sistema de lanzamiento vertical de misiles Sea Wolf, torpedos antisubmarinos y un helicóptero Lynx, patrulló el Atlántico Sur desde noviembre de 2011 y se estima que será reemplazada por el destructor clase 45 HMS Dauntless, de mayor envergadura y actualmente de camino a Malvinas. 

Fuente: Los Andes Online

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