Polémica en los medios en torno a un petrolero ruso en un puerto sirio
por Konstantín Bogdánov
![]() |
Petrolero ruso Iman. (Crédito: mil.ru) |
El petrolero ruso 'Iman', que había llegado al puerto sirio de Tartus, centró la atención de la prensa árabe y occidental.
En sus páginas el petrolero se convirtió en un buque de guerra con
infantes de Marina a bordo. Intentemos a entender lo que pasa en
realidad en torno a 'Iman'.
Falacias y realidad
Varios medios de información de los países árabes y occidentales no
paran de comentar la noticia sobre el supuesto arribo de buques
militares rusos a la costa de Siria. A juzgar por estas publicaciones, a
su bordo se encuentran las unidades antiterroristas o infantes de
Marina.
Éstos son intentos de persuadir a la comunidad internacional
de que Rusia ha enviado las tropas a Siria para ayudar al presidente
del país, Bashar Asad.
Las autoridades rusas desmintieron esta
información. "No hay ningún barco militar ruso cumpliendo misiones
frente a la costa siria", aseguró a RIA Novosti un portavoz del
Ministerio de Defensa. Según el departamento militar ruso, el petrolero
'Iman' llegó hace diez días al puerto sirio de Tartus para proveer de
combustible los buques de guerra rusos que velan por la seguridad de
navegación en el Golfo de Adén, peligroso por los ataques piratas.
El 'Iman' es un buque famoso. Se ha distinguido en la historia por el
secuestro del buque de carga 'Arctic Sea', al estilo de los clásicos de
la novela policíaca, como John le Carré. El petrolero 'Iman' ayudaba al
guardacostas ruso Ladni a escoltar al carguero secuestrado.
Pero la historia actual no tiene nada que ver con las novelas
policíacas. Además, los medios de información de EEUU y los países del
Golfo Pérsico que publicaron la noticia sobre el patrullero ruso no
infringieron la norma inamovible del periodismo, o sea, la verdad.
Ante todo, 'Iman' no es un buque civil sino que está incorporado en
los arsenales de las unidades de apoyo de la Flota rusa del mar Negro.
Además, si este buque se dirigía del Golfo de Aden, que es la zona de la
lucha internacional contra la piratería en el Cuerno de África, es
evidente que en él debería estar una unidad de Infantería de Marina para
proteger a la tripulación contra hipotéticos ataques de piratas.
El portavoz del Ministerio ruso de Defensa confirmó a RIA Novosti que
no hay nadie a bordo del petrolero, a excepción de “los tripulantes
civiles y su escolta”. Y los infantes de Marina bien pueden considerarse
escolta.
Mientras, el puerto sirio de Tartus es una importante base naval en
el Mar Mediterráneo en la que la Armada rusa emplaza sus buques. Por eso
no hay nada extraño en la aparición de 'Iman' allí.
Así las cosas, la noticia bomba se ha presentado de forma muy sutil.
Merece la pena destacar solo las posturas afines de los medios de
información de EEUU y los países árabes. El tiempo dirá si los intereses
políticos y militares que persiguen Washington y las monarquías del
Golfo Pérsico jugando la “carta siria” coinciden también.
Aunque en realidad no es ningún secreto: recordemos la postura de Qatar y Emiratos Árabes Unidos respecto a la campaña libia.
Tensión eterna
La situación en el Oriente Próximo sigue siendo tensa. Esta frase fue
típica para la prensa soviética de los 60, 70, 80, y para la prensa
rusa rusa de los 90 y los 2000. Pero hoy en día, el mundo vuelve a estar
bajo la amenaza de que la voluntad ajena se imponga por vía militar.
La amplia presencia militar de EEUU en el Golfo Pérsico y Oriente
Próximo se vio aumentada hace poco con una unidad de dragaminas y barcos
de defensa antilanchas de alta velocidad.
Esto pone en evidencia que el adversario potencial es Irán, cuya
Armada tiene en sus arsenales tanto sistemas avanzados para librar una
guerra de minas como un gran número de lanchas de dimensiones pequeñas
que fácilmente interceptan los petroleros pesados en el estrecho de
Ormuz.
La ambivalencia del despliegue actual de las unidades militares de
EEUU alrededor de la Península Arábiga no permite determinar con certeza
hacia dónde apuntan realmente. Puede ser Siria, lo que es muy probable,
teniendo en cuenta la actual coyuntura internacional.
La postura inflexible de Rusia y China respecto a Siria provoca la
reacción negativa de los países occidentales y las monarquías del Golfo
Pérsico.
En este sentido, la estancia del petrolero ruso en el puerto sirio de
Tartus es simbólica. Por un lado, Moscú muestra que sigue manteniendo
su presencia en la región, mientras que sus adversarios intentan aislar a
Rusia presentándola de modo como si hubiera intervenido en Siria para
apoyar el régimen del presidente Bashar Asad.
La historia con el petrolero 'Iman' no es el único ejemplo de la política anunciada. La partida de ajedrez político continúa.
Fuente: RIA Novosti
No hay comentarios:
Publicar un comentario