El New York Times recomienda una "escapada" a Mendoza
Un recorrido por las bodegas, plazas céntricas, el Parque o una escapada a la montaña y practicar rafting, forman parte del programa.
Leandro Sturniolo - lsturniolo@losandes.com.ar

En su sección de Viajes y Turismo, el New York Times,
para muchos un referente mundial de la prensa escrita, recomienda
realizar un recorrido por Mendoza en 36 horas. Además de poner al vino
como atracción principal, también hace hincapié en que la visita no
puede obviar las plazas, los bares, el asado, los parques, el rafting y
los restaurantes. Lo cierto es que el informe prepara el tour con las
actividades a realizar hora por hora, e incluye hasta los precios de
comidas y bebidas en cada hotel, restaurante o bar de nuestra provincia.
El artículo publicado comienza con una descripción minuciosa del crecimiento del sector turístico de Mendoza a partir de la crisis de 2001. “Diez años más tarde, la industria del vino es vibrante”, asegura el autor. Además destaca la buena cocina que ofrecen los restaurantes de primer nivel y la posibilidad de disfrutar de la naturaleza, el turismo aventura y las cartas de vinos a precios “accesibles” para los extranjeros.
Ondine Cohane, periodista especializada y autora de la nota sugiere que el recorrido comience un viernes a las 18, en una conocida casa de degustación de vinos ubicada en el microcentro mendocino. “Allí uno de los mejores enólogos locales y los mozos bilingües y bien capacitados pueden recomendar los mejores vinos”, asegura Cohane, aunque reconoce que nadie debería dejar pasar la posibilidad de degustar un buen malbec mendocino. Incluso también destaca que en la misma sala de degustaciones se puede probar una porción de asado, aunque la próxima parada propuesta sea justamente un restaurante donde recomienda pedir la misma tradicional comida argentina, esto último debería pasar a las 21 de ese mismo viernes.
El artículo publicado comienza con una descripción minuciosa del crecimiento del sector turístico de Mendoza a partir de la crisis de 2001. “Diez años más tarde, la industria del vino es vibrante”, asegura el autor. Además destaca la buena cocina que ofrecen los restaurantes de primer nivel y la posibilidad de disfrutar de la naturaleza, el turismo aventura y las cartas de vinos a precios “accesibles” para los extranjeros.
Ondine Cohane, periodista especializada y autora de la nota sugiere que el recorrido comience un viernes a las 18, en una conocida casa de degustación de vinos ubicada en el microcentro mendocino. “Allí uno de los mejores enólogos locales y los mozos bilingües y bien capacitados pueden recomendar los mejores vinos”, asegura Cohane, aunque reconoce que nadie debería dejar pasar la posibilidad de degustar un buen malbec mendocino. Incluso también destaca que en la misma sala de degustaciones se puede probar una porción de asado, aunque la próxima parada propuesta sea justamente un restaurante donde recomienda pedir la misma tradicional comida argentina, esto último debería pasar a las 21 de ese mismo viernes.
En el informe tampoco podía faltar una noche en los bares de la calle
Arístides Villanueva. Hay bares presentados como verdaderas pulperías
argentinas y las mesas en las veredas hacen la calle sea el centro de la
noche en Mendoza”, confirma.
Entre la vida nocturna y el descanso obligado, la agenda propuesta en el diario más conocido del mundo sigue a las 9 de la mañana del sábado. Allí el consejo se basa en un recorrido por las plazas céntricas. Independencia, San Martín, Chile y España, son los espacios verdes recomendados no sólo por su belleza, sino también por “el buen sentido del diseño”. Antes del mediodía el vino regresa al itinerario y el distrito de Perdriel se transforma en un referente. “El viaje comprende caminos rurales plagados de viñedos y por 100 pesos se puede degustar cinco vinos diferentes”, agrega Cohane.
El almuerzo recomendado es en una conocida bodega de Luján de Cuyo y consta de chorizo con salsa criolla y cereales, una copa de malbec, remolacha cocida en miel y canela con queso de cabra caramelizado. Como plato principal destaca un medallón de res a la parrilla con cebollas asadas, aceitunas, pasas y aceite de oliva perfumados con lavanda del jardín de la misma finca.
Para la tarde, el agitado paso por Mendoza requiere de un momento de relax en un Spa de Vistalba. “Después de varios vapores, su piel se iluminará y la mayor parte del alcohol que ha consumido en la cata y el almuerzo desaparecerá. El menú incluye masajes de drenaje linfático y tratamientos faciales”, aclara la nota. Mientras tanto, para la cena aparece entre las recomendaciones el famoso sandwich de lomo mendocino, siempre acompañado con Cerveza, comida que la autora considera como “muy barata”.
Para el supuesto último día de la visita a Mendoza, el New York Times aconseja un desayuno en un café céntrico que ofrece magdalenas y jugos y recién exprimidos, además de un buen café y la posibilidad de combinarlos con huevos preparados al agua.
Finalmente, la última actividad obligada en las 36 horas de estadía es alquilar una bicicleta y recorrer el parque General San Martín y el Parque Central. “Aunque también aparecen como chances una escapada al corazón de la montaña, para hacer rafting y kayak, o bien una visita a Vallecitos, para disfrutar de la vista cordillerana.
Entre la vida nocturna y el descanso obligado, la agenda propuesta en el diario más conocido del mundo sigue a las 9 de la mañana del sábado. Allí el consejo se basa en un recorrido por las plazas céntricas. Independencia, San Martín, Chile y España, son los espacios verdes recomendados no sólo por su belleza, sino también por “el buen sentido del diseño”. Antes del mediodía el vino regresa al itinerario y el distrito de Perdriel se transforma en un referente. “El viaje comprende caminos rurales plagados de viñedos y por 100 pesos se puede degustar cinco vinos diferentes”, agrega Cohane.
El almuerzo recomendado es en una conocida bodega de Luján de Cuyo y consta de chorizo con salsa criolla y cereales, una copa de malbec, remolacha cocida en miel y canela con queso de cabra caramelizado. Como plato principal destaca un medallón de res a la parrilla con cebollas asadas, aceitunas, pasas y aceite de oliva perfumados con lavanda del jardín de la misma finca.
Para la tarde, el agitado paso por Mendoza requiere de un momento de relax en un Spa de Vistalba. “Después de varios vapores, su piel se iluminará y la mayor parte del alcohol que ha consumido en la cata y el almuerzo desaparecerá. El menú incluye masajes de drenaje linfático y tratamientos faciales”, aclara la nota. Mientras tanto, para la cena aparece entre las recomendaciones el famoso sandwich de lomo mendocino, siempre acompañado con Cerveza, comida que la autora considera como “muy barata”.
Para el supuesto último día de la visita a Mendoza, el New York Times aconseja un desayuno en un café céntrico que ofrece magdalenas y jugos y recién exprimidos, además de un buen café y la posibilidad de combinarlos con huevos preparados al agua.
Finalmente, la última actividad obligada en las 36 horas de estadía es alquilar una bicicleta y recorrer el parque General San Martín y el Parque Central. “Aunque también aparecen como chances una escapada al corazón de la montaña, para hacer rafting y kayak, o bien una visita a Vallecitos, para disfrutar de la vista cordillerana.
Fuente: Los Andes Online



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