Un ultraderechista asesora al presidente francés
La sombra de Sarkozy
Página 12
Cada uno tiene su
ángel, su mensajero o su hacedor de milagros. El de Nicolas Sarkozy se
llama Patrick Buisson, su principal consejero, el estructurador del
discurso que Sarkozy ofreció a lo largo de esta campaña y que lo llevó a
los parajes de la extrema derecha: “la Francia fuerte”, un mensaje
articulado en torno al trío conceptual “trabajo, patria y familia”.
Patrick Buisson es un hombre de la ultraderecha. El guió a Sarkozy en el
camino obsesivo del “remake” de la elección presidencial de 2007, es
decir, recuperar el voto del ultraderechista Frente Nacional llevando a
cabo un basto operativo de seducción. En los años ’80, Patrick Buisson
dirigió la revista Minute, una publicación con claras orientaciones
ultras. Antes, en los ’70, colaboró en la revista Item, cuyo credo era
ser un “instrumento de reflexión para luchar contra el terrorismo
intelectual de la izquierda”. Patrick Buisson es una pluma delicada y
cortante. A él y al actual ministro de Interior, Claude Guéan, le
corresponde la autoría del famoso discurso que Nicolas Sarkozy pronunció
en 2010 y con el cual puso a los gitanos rumanos como “culpables” de la
crisis y justificó así las expulsiones llevadas a cabo desde entonces.
El
semanario Le Nouvel Observateur llama a Patrick Buisson “el estratega
de la sombra”. “Es a Patrick a quien le debo haber sido electo”, dijo
Sarkozy en septiembre de 2007. Buisson no niega su pasado de extrema
derecha. Esos tiempos de militancia y de estrecha cercanía con el
fundador del ultraderechista Frente Nacional no le cerraron el camino
para convertirse en el principal asesor de Sarkozy. Entre 2007 y 2009
trabajó en la Presidencia de la República como responsable de los
sondeos de opinión. Su abultado sueldo y ciertas sombras en la gestión
desencadenaron la intervención de la Justicia. En 2009, el Tribunal de
cuentas estimó que el contrato por un millón y medio de euros entre el
Palacio presidencial y la empresa que dirige Buisson, Publifact Etudes,
era ilegal, ya que no se estableció a partir de una licitación pública.
Patrick Buisson es un católico que glorifica las raíces cristianas de
Francia y aboga por la unión de todas las derechas para “regenerar” la
sociedad.
El cerebro de Sarkozy es un hombre respetado, incluso
en la izquierda. Es un amante de la cultura y de la historia, un hombre
delicado con ideas densas. “Es el único capaz de hacer callar a
Sarkozy”, contó uno de los consejeros del presidente en las páginas del
vespertino Le Monde. Su misión de 2012 consistió en sentir los latidos
de la opinión pública y elaborar una estrategia. No ha sido tan exitosa
como en 2007. La inclinación hacia la extrema derecha no dio los
resultados esperados, como tampoco la repetición de ideas y medidas. “No
proponemos nada, lo único que hacemos es golpear”, confesó en las
páginas de Le Monde un allegado al jefe del Estado. La referencia gris
presidencial tal vez no vio que, en el fondo de la sociedad, palpitaba
el anhelo de un cambio, de una rosa conciliadora de tantas
aproximaciones, estrategias cambiantes, extremismos y desencuentros.
Fuente: Rebelion.org


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