Animalitos: ¡Al infinito, y más allá!
Argentina fue uno de los países que probó con animales los viajes al espacio. Curiosos detalles.
La conquista del espacio no es territorio de la
humanidad. Más bien se la deben los hombres a los pobres animales que
fueron “lanzados” en diferentes momentos históricos para estudiar el
comportamiento biológico en el espacio. Seis países fueron los que
experimentaron con animales: Estados Unidos, la Unión Soviética,
Francia, Japón, China y Argentina.
El primer experimento ocurrió en 1946: se enviaron moscas de la fruta a las que llevaban, como comida, semillas de maíz. Ellas subieron (otra, no les quedó) a un cohete V-2. Así se estudió el efecto de la radiación.
Con el tiempo llegó Albert II. Un mono espacial que Estados Unidos envió al espacio en 1949. El simio murió, su paracaídas falló.
La primera rata en surcar las alturas llegó en 1950 de la mano, otra vez, de Estados Unidos. Abe y Baker no sólo alcanzaron al espacio sino que sobrevivieron en el vuelo que fue lanzado en 1959. Baker era un mono ardilla peruano. Ambos regresaron en buen estado, pero Abe murió cuatro días después del vuelo por una reacción que le provocó la anestesia.
La Unión Soviética no se quedó atrás: aprovecharon de la destreza de los perros. En 1951 Tsygan y Dezik fueron al espacio. Ambos sobrevivieron. El primer animal en órbita fue Laika que murió en el vuelo. Luego vinieron al menos 10 perros espaciales.
Ya en los ‘60 las visitas de los animales al espacio no eran tan novedosas. En 1961 Ham, un mono, fue entrenado no sólo para salir de órbita sino que también para hacer algunas operaciones en el cohete. Superado este momento, Estados Unidos comenzó a enviar al espacio cuanto se le cruzó por la cabeza a la Nasa. Así se mandaron moscas de la fruta, parásitos, escarabajos de la harina, huevos de rana, bacterias, amebas y más.
Otra vez la Unión Soviética compitió contra Estados Unidos. Ambos países se encontraban en plena guerra fría y luchaban por su dominio espacial. Así el Sputnik 5 llevó dos perros y logró que estos alcanzaran la altura orbital y volvieran con vida.
Una tortuga de la URSS se aventuró al espacio en 1968. Francia innovó con el gato "Félix" en 1962. El animal llegó con vida pero murió en otra de las aventuras espaciales. China lanzó perros y ratas.
Luego vinieron las ranas, los ratones toro, arañas y hasta un pez. A estas especies hay que sumarles los gusanos de seda, abejorros, hormigas, huevos de polillas, cucarachas y tantos más.
Las primeras experiencias orbitales importantes de América Latina tuvieron lugar en el país. Argentina mandó ratas blancas, conejillos de indias y monos en cohetes de elaboración propia. A todas estas especies se les debe el conocimiento del efecto de la gravedad, radiación y tanto más en el organismo. La conquista del espacio, se sabe, no es humana. Es animal.
El primer experimento ocurrió en 1946: se enviaron moscas de la fruta a las que llevaban, como comida, semillas de maíz. Ellas subieron (otra, no les quedó) a un cohete V-2. Así se estudió el efecto de la radiación.
Con el tiempo llegó Albert II. Un mono espacial que Estados Unidos envió al espacio en 1949. El simio murió, su paracaídas falló.
La primera rata en surcar las alturas llegó en 1950 de la mano, otra vez, de Estados Unidos. Abe y Baker no sólo alcanzaron al espacio sino que sobrevivieron en el vuelo que fue lanzado en 1959. Baker era un mono ardilla peruano. Ambos regresaron en buen estado, pero Abe murió cuatro días después del vuelo por una reacción que le provocó la anestesia.
La Unión Soviética no se quedó atrás: aprovecharon de la destreza de los perros. En 1951 Tsygan y Dezik fueron al espacio. Ambos sobrevivieron. El primer animal en órbita fue Laika que murió en el vuelo. Luego vinieron al menos 10 perros espaciales.
Ya en los ‘60 las visitas de los animales al espacio no eran tan novedosas. En 1961 Ham, un mono, fue entrenado no sólo para salir de órbita sino que también para hacer algunas operaciones en el cohete. Superado este momento, Estados Unidos comenzó a enviar al espacio cuanto se le cruzó por la cabeza a la Nasa. Así se mandaron moscas de la fruta, parásitos, escarabajos de la harina, huevos de rana, bacterias, amebas y más.
Otra vez la Unión Soviética compitió contra Estados Unidos. Ambos países se encontraban en plena guerra fría y luchaban por su dominio espacial. Así el Sputnik 5 llevó dos perros y logró que estos alcanzaran la altura orbital y volvieran con vida.
Una tortuga de la URSS se aventuró al espacio en 1968. Francia innovó con el gato "Félix" en 1962. El animal llegó con vida pero murió en otra de las aventuras espaciales. China lanzó perros y ratas.
Luego vinieron las ranas, los ratones toro, arañas y hasta un pez. A estas especies hay que sumarles los gusanos de seda, abejorros, hormigas, huevos de polillas, cucarachas y tantos más.
Las primeras experiencias orbitales importantes de América Latina tuvieron lugar en el país. Argentina mandó ratas blancas, conejillos de indias y monos en cohetes de elaboración propia. A todas estas especies se les debe el conocimiento del efecto de la gravedad, radiación y tanto más en el organismo. La conquista del espacio, se sabe, no es humana. Es animal.
Fuente: Los Andes Online


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