miércoles, 29 de agosto de 2012

Colombia: negocian paz con las FARC

Tras 10 años, el gobierno y la guerrilla -que tiene unos 9.000 combatientes- vuelven a dialogar. Ambas partes se reunirían en octubre en Noruega. Elogios pero también críticas al anuncio del presidente Santos.

Agencia AP

Colombia: negocian paz con las FARC
En medio siglo de enfrentamientos, el conflicto entre grupos guerrilleros, paramilitares y los sucesivos gobiernos dejó cerca de 100.000 muertos. (AFP)

El presidente colombiano Juan Manuel Santos dijo en un mensaje al país que su gobierno y la guerrillas de las FARC han tenido contactos en busca de acabar el conflicto armado interno y que los detalles serán revelados en los próximos días.

"Se han desarrollado conversaciones exploratorias con las FARC para buscar el fin del conflicto", dijo Santos. Los detalles de los acercamientos -así como la agenda de temas y los nombres de quiénes han participado en ellos- serán dados a conocer en los próximos días, precisó Santos en una alocución al país.

Los contactos de los insurgentes son los primeros desde que en 1998 las FARC y el entonces gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002) iniciaron contactos y más tarde negociaciones que, tras casi cuatro años, fracasaron en medio de secuestros y ataques atribuidos a la guerrilla.

Santos, un economista de 61 años, dijo que durante esa jornada también se habían conocido declaraciones de jefes de la segunda guerrilla del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), integrado por unos 3.000 miembros, manifestando su disposición a participar en las conversaciones.

El mandatario no indicó la fecha exacta en que comenzaron esos contactos con las FARC -que actualmente cuenta con entre 8.000 y 9.000 efectivos- ni dónde.

Tampoco aludió a recientes versiones de prensa al respecto, ni a las divulgadas durante la jornada por la cadena Telesur, con sede en Caracas, en torno a que el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron el lunes en La Habana un preacuerdo para iniciar diálogos de paz en octubre en Oslo, la capital de Noruega.

El mandatario hizo el anuncio en medio de una serie de ataques atribuidos a los rebeldes en contra de la infraestructura energética y petrolera del país, así como un autobomba que el día anterior había provocado la muerte de seis personas, entre ellas dos niños, en una zona rural del departamento sureño de Meta, que ha sido tradicional bastión rebelde.

Tras sufrir varios reveses, que han costado del 2008 al 2011 la vida a por lo menos tres miembros de su jefatura de siete integrantes, las FARC, sin embargo, continúan activas, y para muchos la solución militar no es la respuesta para poner fin al único conflicto armado vigente del hemisferio.

Analistas consultados sobre el anuncio del mandatario dieron en general la bienvenida a los acercamientos, pero destacando que no sólo habrá infinidad de obstáculos, sino que la paz no se puede hacer al precio de un borrón y cuenta nueva, sin dar respuesta a las víctimas con verdad, justicia y reparación.

Recordaron además que la última experiencia del país, que ya intentó en al menos tres ocasiones en las décadas de 1980 y 1990 negociaciones con las FARC, dejó un sabor amargo porque tanto la guerrilla como el gobierno se estaban armando y fortaleciendo.

"La paz hay que negociarla, hay que buscar que pronto cese esta tragedia, pero no puede ser cualquier acuerdo", dijo Gustavo Gallón, presidente de la Comisión Colombiana de Juristas, una organización no gubernamental.

Ariel Ávila, del centro de estudios del conflicto colombiano Corporación Nuevo Arco Iris, dijo que en los últimos diálogos de paz, escenificados en San Vicente del Caguán a fines de la década de 1990 y comienzos del 2000, en el departamento de Caquetá, las dos partes se estaban armando y fortaleciendo su músculo para la guerra, y en esta ocasión parece que los dos bandos están genuinamente interesados en los diálogos. Pero, advirtió Ávila, "es una apuesta arriesgada" porque los acercamientos y eventuales diálogos pueden "quedar atrapados en un proceso electoral" que se avecina con los comicios generales de mayo de 2014.

Se da por descontado que Santos buscaría en esas elecciones un segundo mandato de cuatro años, aunque hasta ahora sólo ha dicho que el año entrante será cuando hable de reelección.

Los más duros críticos de Santos y la posibilidad de un diálogo recuerdan los tiempos de las negociaciones del Caguán.

El ex presidente Alvaro Uribe (2002-2010) se preguntó en un discurso en un acto en Barranquilla, a 700 kilómetros al norte de Bogotá, "¿qué es lo que se va a negociar?". En los grandes países, dijo, "las agendas de diálogos no las manejan los terroristas". Al negociar con las FARC, observó Uribe, "el gobierno de Santos viene y se aparta de la plataforma política que lo eligió" y convirtió al grupo rebelde en "parte legítima del conflicto".

El ex mandatario, cuyo ministro de Defensa fue Santos entre el 2006 y el 2009, se ha convertido en uno de los mayores críticos del actual presidente por temas como la seguridad y las relaciones con Venezuela, donde asegura se encuentran varios de los jefes de la guerrilla. 

Ante la imposibilidad de un triunfo militar

Por Nina Negrón - De la Agencia AFP

Un intento de diálogo de paz en Colombia evidencia la imposibilidad de un triunfo militar en el prolongado conflicto armado de este país, próximo a cumplir 50 años, señalaron analistas este martes. El anuncio marcó un giro en la política colombiana de la última década, que buscó acabar militarmente con los rebeldes.

“Creemos que es una muy buena noticia que el gobierno haya decidido abrir el camino del diálogo. El conflicto armado requiere una salida negociada porque la derrota total de la guerrilla es inalcanzable”, dijo Javier Ciurlizza, director para América Latina y el Caribe del centro de análisis Crisis Group.

Tras el fracaso de una ambiciosa mesa de negociaciones con el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), su sucesor Álvaro Uribe (2002-2010), cuyo padre fue asesinado por las FARC, dedicó importantes recursos al combate a la insurgencia y auspició la desmovilización de los grupos paramilitares de extrema derecha.

Las fuerzas armadas colombianas tienen hoy 270.000 militares así como el apoyo de Estados Unidos que, mediante el Plan Colombia, ha transferido en una década 8.000 millones de dólares para la lucha contra las drogas y las guerrillas, junto con tecnología y entrenamiento.

Las FARC perdieron recientemente a sus principales comandantes, entre ellos Raúl Reyes, Jorge Briceño y Alfonso Cano en operativos militares, y se han visto confinadas a las zonas rurales y selváticas pero todavía cuenta con un contingente de más de 9.000 combatientes y realiza ataques con explosivos que causan serios daños a la fuerza pública, la población civil y la infraestructura económica. Y pese a que los analistas coinciden en que será imposible una victoria militar, también destacan que los golpes sufridos por la guerrilla más antigua de América Latina contribuyeron a plantear nuevamente el escenario del diálogo. 

Fuente: Los Andes Online

No hay comentarios:

Publicar un comentario