El arma secreta de Obama para su reelección: Mitt Romney
Asia Times Online
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens |
Willard
"Mitt" Romney se ve cómodamente instalado como director ejecutivo de
una empresa de 1.000 millones de dólares, la campaña electoral del
Partido Republicano que debería llevarlo a ser el próximo Presidente de
EE.UU. (POTUS, por su acrónimo en inglés). Mientras tanto, el actual
POTUS, Barack Obama, está cada vez más convencido de que necesita
emplear un arma secreta para asegurar su reelección.
El arma es Mitt Romney.
USS
Romney es como uno de esos portaaviones de última tecnología anclados
en algún sitio entre el Golfo Pérsico y el Océano Índico. El problema es
que, a medida que el invierno y la elección presidencial de noviembre
se acercan a Washington, no solo ha chocado contra un iceberg, sino que
además se enfrenta a un clima cambiante de icebergs. Y esto, mientras la
orquesta a bordo toca alegremente Baby, It's Cold Outside para los plutócratas a 50.000 dólares por plato que todavía no han abandonado el barco que se hunde.
Y
pensar que la última inflación de icebergs se desarrolló solo durante
dos ciclos noticiosos; habrá muchos más antes de que la semana –para no
hablar del mes– se acabe. Y sucederá incluso antes del primer debate
presidencial de principios de octubre.
Que coman hamburguesas
Todo comenzó con un detallado mosaico bosquejado por Politico
sobre cómo USS Romney comenzó a zozobrar. Episodios notorios de la
telenovela incluyen el fiasco olímpico de Mitt en Londres; su
consagración en Tampa, Florida, oscurecida por la silla vacía de Clint
Eastwood, y su cínica apropiación del asesinato en Bengasi del embajador
de EE.UU. en Libia. Los “asistentes, consejeros y amigos” de Mitt
atribuyen ampliamente la culpa al un chivo expiatorio subordinado, el
máximo estratega/gerente/director de publicidad de Mitt, Stuart Stevens.
Esto
proviene de un autoproclamado exitoso director ejecutivo que en su
discurso de campaña insiste en que todo lo que EE.UU. necesita es un
director ejecutivo. Si el liderazgo del multimillonario USS Romney ha de
servir de indicio, más vale que la gente comience a disputarse ahora
las lanchas salvavidas restantes.
Luego vino el “incidente del 47%”, al centro del video de la recolección de fondos, publicado por Mother Jones,
detallando lo que Mitt realmente piensa de los votantes de Obama, según
lo que dijo ante una sala repleta de plutócratas donantes.
Una vez más la cita de oro:
“Hay
en todo caso un 47% de la gente que votará por el presidente. Bueno, es
el 47% que lo apoya, los que dependen del gobierno, los que creen que
son víctimas, los que creen que el gobierno tiene la responsabilidad de
atenderlos, los que creen que tienen derecho a atención sanitaria,
alimentos, vivienda, lo que queráis. Eso es un privilegio. Y el gobierno
debe otorgárselo. Y votarán por este presidente en todo caso… Es gente
que no paga impuestos a la renta”.
Nunca
tendrá las agallas para decirlo a la hora punta en la televisión, pero
para Mitt casi la mitad de EE.UU. es una nación de pordioseros
irremediables, inmorales (es lo que los demás plutócratas a 50.000
dólares por plato querían oír en todo caso). Hasta The New York Times
tuvo que admitir que incluso con su forma de utilizar la guerra de
clases, Mitt puede ser una fuerza con la que se debe contar.
Predeciblemente,
el momento no “elegante” de Mitt –su propia palabra– ante la cámara
provocó un diluvio de comprobación de hechos terriblemente detallados, como se ve en esta muestra.
Pero
nadie señaló que no importa si el 47% de Mitt supera la prueba de la
realidad, por lo menos un 46% de los votantes de EE.UU. votará por los
republicanos en todo caso. Podrá ser “Dubya” Bush o el multimillonario
evasor de impuestos USS Romney; no importa. Basta con preguntar a Karl
Rove. O leer el recientemente publicado Boss Rove (Scribner) de Craig Unger.
EE.UU.
está terriblemente polarizado, irreparablemente. Eso deja
aproximadamente un 7% de independientes, indecisos o votantes cambiante por
los que disputarán los dos partidos. Creer que USS Romney haya logrado
seducir a esa gente después de sus últimas elucubraciones y la aparición
del revelador vídeo de los donantes es creer en las armas de
destrucción masiva de Irak (perdón; mejor dicho las armas de destrucción
masiva de Irán).
En
cuanto a POTUS, mantuvo la cabeza fría. Solo necesitó una visita a
David Letterman para demoler a USS Romney con unos pocos Hellfire
retóricos estratégicamente colocados.
¿Hay vida en Marte?
La
operación de 1.000 millones de dólares de USS Romney se basa en un
conjunto de premisas infestado de cráteres marcianos amplificadas del
ciberespacio al espacio exterior por cámaras de resonancia derechistas.
Se resume en que Obama no puede ganar porque es demasiado negro,
demasiado “liberal”, demasiado “socialista”, demasiado distante,
demasiado intelectual y demasiado impopular. La gente no quiere su
“socialismo”. Será derrotado por la economía. Y además su política
exterior es débil.
Imaginad
a USS Romney decidiendo la política exterior de EE.UU. La receta de los
consejeros neoconservadores de Mitt es hacer pasar las de Caín a Rusia y
China, bombardear Irán; eso restaurará el estatus de superpotencia de
EE.UU.
Es
posible que unos pocos plutócratas y una parte significativa del
complejo industrial-militar-de seguridad-mediático quieran la guerra con
Irán; el entusiasta de USS Romney, Bibi Netanyahu, primer ministro de
Israel, lo sabe mejor que la mayoría. Y, en realidad, por eso Bibi está
más interesado en causar un cambio de régimen en Washington que en
Teherán.
En
el caso de un Obama 2.0, sin embargo, la guerra podría terminar
desapareciendo de la mesa. Existe siempre la posibilidad de un “momento
Nixon” de Obama, un viaje trascendental, un acuerdo general con Teherán.
Lo que no cambiará es que Bagdad seguirá consolidando sus vínculos con
Teherán. En Egipto, la Hermandad Musulmana (HM) seguirá balanceando
expertamente a EE.UU., Arabia Saudí y Catar para extraer beneficios y
poder por lo menos alimentar a su pueblo. La HM incluso podría hacerse
cargo de Jordania.
Habiendo
aprendido la lección de asociarse con salafistas-yihadistas en Libia,
Obama 2.0 podría tener que encontrar un modus vivendi con un régimen
superviviente de Bashar al-Asad. Siria no será balcanizada. Turquía no
invadirá. Ankara tendrá que ser más inclusiva frente a sus propios
kurdos; habrá sido alarmada por la reciente autonomía de los kurdos
sirios. Mientras tanto, en Libia, los grandes de la energía occidentales
consolidarán su saqueo del petróleo y del gas, mientras el infierno de
las milicias no interfiera.
Obama
2.0 hará todo lo que pueda para evitar un momento Saigón en Afganistán.
Pero eso podría ser inevitable, y más temprano que tarde ante de
finales de 2014. Los talibanes volverán de alguna manera al poder,
directa o indirectamente. El Ductistán nunca verá la luz de TAPI (el
gasoducto Turkmenistán-Afganistán-Pakistán-India), pero verá el IP (el
gasoducto Irán-Pakistán), y tal vez incluso un IPC (una extensión a
China Occidental).
China
aumentará sus compras de petróleo y gas en yuanes, y no en
petrodólares. Rusia bajo Putin 2.0 aumentará su influencia no solo en
Asia Central, sino también en Europa. Ninguna intimidación o bombardeos
de USS Romney podrían alterar ese desarrollo probable de la historia. Se
quedará –junto a las ensordecedoras cámaras de eco derechistas–
regocijándose en su islamofobia y culpando de todo a los “soviéticos” y a
la “China comunista”.
Es Karl Rove o nada
De
vuelta al 47%: la base plutocrática de USS Romney creerá obstinadamente
que siempre está “en línea”, no importa lo que suceda; en todo caso
desprecia a la mayoría de los estadounidenses. Pero cuando uno examina
unos cuantos sondeos en EE.UU., la inevitable conclusión es que solo
alrededor del 30% de los votantes cree en los mitos entrelazados de la
derecha respecto a la inelegibilidad de Obama.
Por
lo tanto depende de la “aritmética”, como el Todopoderoso Bubba (el ex
presidente Bill Clinton) indeleblemente presionó en su apoteosis en
Charlotte. La probabilidad porcentual de una victoria de Obama en
noviembre según Intrade es ahora de 67,9% y aumenta. Nate Silver,
posiblemente el encuestador más creíble de EE.UU., apunta actualmente al
74,8%.
El
balance final es que USS Romney es un Titanic posmoderno. A menos que
Karl Rove pueda presentar una sorpresa definitiva en octubre. Por lo
tanto más vale que el director ejecutivo Mitt comience a buscar
oportunidades de carrera alternativas.
Al
Noor Holdings de Catar financiará una trilogía cinematográfica sobre el
Profeta Muhammad para borrar la memoria del video en You Tube contra el
que se ha protestado hasta la muerte. En lugar de un sospechoso copto
egipcio y exdirector de películas porno, el productor será Barry
Osborne, famoso por Matrix. Y el principal consultor ideológico será la estrella de al Jazeera, Jeque Yusuf al-Qaradawi, líder ideológico de la HM, quien garantizará pleno respeto a la Sharía, lo que incluye la no representación del Profeta.
Tal vez Mitt desempleado pueda deslocalizarse y considerar el cabildeo ante el emir de Catar para que lo inviten al casting.
Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007) y de Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge. Su libro más reciente es Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Contacto: pepeasia@yahoo.com
Fuente: Rebelion.org
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