miércoles, 30 de enero de 2013

China refuerza su sistema antimisiles

por Konstantin Bogdánov
China refuerza su sistema antimisiles

China realizó el pasado domingo 27 de enero una prueba de interceptación de misiles, comunicó el Ministerio chino de Defensa citado por la prensa local. Fue el segundo ensayo del sistema de defensa antimisiles chino con base en tierra. El primero tuvo lugar en enero de 2010 y también resultó exitoso.

No se han dado detalles de la nueva prueba, sólo se confirma que el "objetivo ha sido logrado". Se desconoce el tipo del sistema  antimisiles que fue puesto a prueba,  en qué etapa de la trayectoria se realizó la interceptación ni las características de la misma. Si respondemos a estas preguntas podríamos hacer conclusiones sobre los planes estratégicos del país asiático.

Vamos por partes: ¿Cuál es el objetivo de los ensayos? A juzgar por los datos sobre el primero en 2010 que trascendieron a través del portal de filtraciones WikiLeaks, se trata de la interceptación del misil de medio alcance CSS-X-11, según la clasificación de la OTAN.

Se afirma que durante el primer lanzamiento la interceptación se produjo a la altura de 250 kilómetros.  Esto indica que se trata de un misil de 1.000 km de alcance. Aunque se puede suponer que fue utilizado un misil básico de menor alcance, lo cual se adapta más a las característica del  CSS-X-11 con 480 kilómetros de alcance máximo. En caso contrario se tendrá que concluir que el tipo de misil se había definido erróneamente.

La interceptación se realizó durante la fase media de su trayectoria, fuera de la atmósfera. Es lógico porque en el ensayo, según los expertos estadounidenses, se utilizó la versión del sistema antimisiles ya probada por China en enero 2007. Entonces, su objetivo era el satélite que orbitaba a la altura de 865 kilómetros.

Y, finalmente, se trata de la interceptación cinética, cuando el componente interceptor del sistema destruye los objetivos por fuerza cinética, por un impacto directo. Parece que en los tres ensayos se utilizó el sistema antisatélite KT-1/SC-19, versión modernizada del misil balístico intercontinental de mediano alcance DF-21. La única diferencia es que en 2007 el lanzamiento se realizó desde una plataforma en tierra, mientras que en 2010 y 2013 fue desde plataforma móvil.

China está desarrollando el sistema antimisiles utilizando como base el sistema antisatélites. A pesar de que es un gran avance, los especialistas advirtieron ya en 2010 que el uso de tales sistemas sería muy limitado.

Un sistema antimisiles tiene que garantizar la defensa en la fase terminal de vuelo de las amenazas balísticas en trayectoria de aproximación.

Se puede suponer que los chinos ya disponen de un sistema antimisiles que les permite destruir misiles balísticos intercontinentales en esta fase, pero es prematuro hablar de sus avances en esta dirección.

En cualquier caso, el desarrollo del proyecto de adaptación del sistema antisatélites para las necesidades de la defensa antimisiles dará a los diseñadores chinos una base y una experiencia para desarrollar sistemas más complejos. En otras palabras, no se debe minusvalorar la importancia de los tres ensayos para la creación en China de sus propios sistemas de control espacial.

Fuente: RIA Novosti

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