El cuerpo de Thatcher está en el parlamento y mañana se hace el funeral cargado de ausencias
El funeral de la ex primer ministro británica Margaret Thatcher suma críticas por los costos y los honores, mientras aumenta la lista de grandes ausentes a la ceremonia que tendrá lugar mañana. El presidente de EEUU, Barack Obama, entre los que no van.
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| El cuerpo de Thatcher, trasladado hoy al Parlamento. AFP |
El funeral de la ex primer ministro británica Margaret Thatcher suma
críticas por los costos y los honores, mientras aumenta la lista de
grandes ausentes a la ceremonia que tendrá lugar mañana.
El féretro de la ex premier fue trasladado hoy a la capilla Santa María Undercroft, ubicada en el interior del Parlamento, donde hubo una pequeña ceremonia para unas 100 personas.
Los restos permanecerán la noche allí y mañana serán trasladados hasta la catedral de San Pablo, en el centro de Londres, en un desfile con honores militares en el que participarán más de 700 soldados.
En la previa a la ceremonia, continuaron los cuestionamientos al legado político de Thatcher y a los gastos que tendrán su funeral, en tiempos donde el gobierno refuerza sus recortes.
El féretro de la ex premier fue trasladado hoy a la capilla Santa María Undercroft, ubicada en el interior del Parlamento, donde hubo una pequeña ceremonia para unas 100 personas.
Los restos permanecerán la noche allí y mañana serán trasladados hasta la catedral de San Pablo, en el centro de Londres, en un desfile con honores militares en el que participarán más de 700 soldados.
En la previa a la ceremonia, continuaron los cuestionamientos al legado político de Thatcher y a los gastos que tendrán su funeral, en tiempos donde el gobierno refuerza sus recortes.
El deán de la catedral de San Pablo, David Ison, señaló que el Reino Unido todavía no se recuperó del “dolor y la ira“ causada por la "Dama de Hierro“.
El reverendo llamó a la ex premier una “figura controvertida“ y dijo que sus políticas son alabadas por el actual gobierno británico “como un intento de reducir el propio déficit“.
“Hay mucho trabajo por hacer sobre la relación entre ricos y pobres en nuestra sociedad“, agregó.
De acuerdo al diario The Guardian, la propia reina Isabel II expresó sus preocupaciones por la magnitud del funeral y el hecho de que participen militares, honores generalmente reservados para los monarcas, no los políticos.
En ese marco, el parlamentario conservador Ben Wallace cuestionó la solemnidad de la ceremonia que, según reveló, surgió de un acuerdo en 2008 con el entonces primer ministro, el laborista Gordon Brown.
Pero muchos representantes de ese partido, hoy en la oposición, no están de acuerdo en la forma en que el Parlamento y el gobierno están honrando a Thatcher.
La mitad de los legisladores se ausentó al tributo que le rindió la semana pasada la Cámara de los Comunes y una de sus principales figuras, Diane Abbott, sostuvo que es inadecuado que en las exequias participen miembros de las Fuerzas Armadas.
También la decisión de que el emblemático Big Ben permanezca en silencio durante toda la ceremonia, algo que no ocurría desde las exequias de Winston Churchill en 1965, generó fuertes controversias.
El parlamentario George Galloway, del partido Respeto, calificó la comparación entre ambos líderes como "absurda".
"Churchill salvó la existencia de este país (durante la Segunda Guerra Mundial), mientras que Thatcher hizo lo mejor que pudo para destruirlo, como lo consiguió con un tercio de nuestra capacidad industrial", agregó.
El ministro del gobierno a cargo de organizar la ceremonia, Francis Maude, también fue acusado de esconder el verdadero costo que según cifras no oficiales ascendería a 10 millones de libras.
El funcionario defendió su decisión de no incluir en el presupuesto el amplio operativo de más de 4.000 policías, en un intento de reducir los gastos que serán mayores al de los funerales de la Reina Madre o Lady Di.
Por otro lado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sumó hoy su nombre a la lista de los grandes ausentes.
En cambio, asistirán representantes del Partido Republicano como el ex candidato presidencial Dick Cheney, el ex secretario de Estado Henry Kissinger y la representante del Tea Party, Michele Bachmann.
Ningún ex presidente francés viajará a Londres, como tampoco lo hará la canciller alemana, Angela Merkel, ni Helmut Kohl, ex jefe del Gobierno germano durante la época de la "Dama de Hierro“ en el poder.
La primer ministro británica, quien condujo a su país durante la Guerra de Malvinas y tomó la decisión de hundir al crucero argentino General Belgrano que se encontraba fuera de la zona de exclusión, falleció el lunes a los 87 años víctima de un derrame cerebral.
Su muerte provocó celebraciones en distintas partes del Reino Unido por grupos que critican su legado interno y su política exterior.
Scotland Yard decidió que más de 4.000 policías participen del operativo de seguridad del funeral, donde se esperan demostraciones, como la ideada por un estudiante de Oxford de darle la espalda al féretro.
"El derecho a protestar pacíficamente es fundamental en nuestra democracia, sin embargo, ese derecho sólo es válido si la protesta no desemboca en actos delictivos o en violencia", explicó Christine Jones, portavoz de la fuerza.
Alicia Castro no aceptó la invitación para asistir al funeral de Thatcher
La embajadora declinó la participación que le enviaron para la ceremonia que se realizará mañana. Por su parte, un portavoz del primer ministro británico precisó que "nadie" acudiría a la misa en representación argentina.
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La embajadora de Argentina en Gran Bretaña,
Alicia Castro, declinó la invitación para asistir el mañana al funeral
de Margaret Thatcher, la primera ministra británica durante la guerra de
las Malvinas en 1982, anunció el martes Downing Street.
Un portavoz de la oficina del primer ministro británico, David Cameron, precisó que "nadie" acudiría a la misa en representación argentina, que 31 años después de aquel conflicto continúa reivindicando por vía diplomática la soberanía del archipiélago austral, bajo dominación británica desde 1833.
La embajada argentina en Londres no estaba por el momento disponible para comentar esta información.
Al anunciar la semana pasada la lista de invitados para la ceremonia religiosa en la catedral de San Pablo, Downing Street había indicado explícitamente que la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, no estaba invitada, pero que sí lo estaba su embajadora en el Reino Unido, Alicia Castro.
"¿A quién le importa si lo invitan a uno a un lugar dónde no pensaba ir?", dijo entonces el canciller argentino, Héctor Timerman, a una radio de su país.
Kirchner y el Gobierno llevan a cabo desde hace más de un año una agresiva campaña internacional para exigir al Reino Unido que cumpla con las resoluciones de la ONU y entable un diálogo bilateral sobre la soberanía de las Malvinas sin la participación de los isleños.
La guerra de las Malvinas, que definió los 11 años de gobierno (1979-1990) de la ex primera ministra, fallecida el 8 de abril, estará en el corazón de su funeral, en el que participarán más de 700 militares, en su mayoría de regimientos que combatieron en ese conflicto.
Varios veteranos británicos de la corta pero sangrienta guerra que en 74 días dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos, asistirán o desempeñarán un papel durante la procesión.
Un portavoz de la oficina del primer ministro británico, David Cameron, precisó que "nadie" acudiría a la misa en representación argentina, que 31 años después de aquel conflicto continúa reivindicando por vía diplomática la soberanía del archipiélago austral, bajo dominación británica desde 1833.
La embajada argentina en Londres no estaba por el momento disponible para comentar esta información.
Al anunciar la semana pasada la lista de invitados para la ceremonia religiosa en la catedral de San Pablo, Downing Street había indicado explícitamente que la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, no estaba invitada, pero que sí lo estaba su embajadora en el Reino Unido, Alicia Castro.
"¿A quién le importa si lo invitan a uno a un lugar dónde no pensaba ir?", dijo entonces el canciller argentino, Héctor Timerman, a una radio de su país.
Kirchner y el Gobierno llevan a cabo desde hace más de un año una agresiva campaña internacional para exigir al Reino Unido que cumpla con las resoluciones de la ONU y entable un diálogo bilateral sobre la soberanía de las Malvinas sin la participación de los isleños.
La guerra de las Malvinas, que definió los 11 años de gobierno (1979-1990) de la ex primera ministra, fallecida el 8 de abril, estará en el corazón de su funeral, en el que participarán más de 700 militares, en su mayoría de regimientos que combatieron en ese conflicto.
Varios veteranos británicos de la corta pero sangrienta guerra que en 74 días dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos, asistirán o desempeñarán un papel durante la procesión.
Fuente: Los Andes Online




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