U$S 5 millones para una bodega boutique
Lo destinará el emprendimiento Finca Propia, en Tupungato, que permite elaborar el propio vino a partir de la participación de diversos inversores que pueden adquirir una cuota-parte de viñedos. El proyecto ya cuenta con 700 socios de todo el país.
María Soledad González - mgonzalez@losandes.com.ar

¿Qué podría ser más atractivo que convertir
nuestras uvas en la bebida de Baco? Ser viticultor por un momento,
enólogo por otro y, por fin, tener en mano el resultado de ese esfuerzo,
es un sueño que algunos pueden hacer realidad.
Cuando no se piensa sólo en el negocio sino en el disfrute, varios emprendimientos en Mendoza están dispuestos a solucionar cada detalle y hacer de ese viaje un espacio de puro “placer”.
En Tupungato, Finca Propia, liderada por Antonio Mas, reconocido viticultor de la zona, es un proyecto que ofrece la particularidad de poder ser socio y comprar una cuota-parte (título en que se divide el patrimonio de un fondo de inversión) de un viñedo ubicado en el Valle de Uco para luego obtener como resultado un vino personalizado.
Para la próxima vendimia, el emprendimiento construirá una bodega boutique de la mano del Estudio Bórmida - Yanzón. Esto llevará una inversión total de 5 millones de dólares. Mas asegura que la bodega estará operativa para la elaboración de vinos tintos durante la próxima cosecha. Además, también planea el desarrollo de un lodge para que los propietarios puedan alojarse y disfrutar del emprendimiento.
Aunque con otros formatos, éste no es el único emprendimiento en la provincia que permite desarrollar el propio vino. Vale recordar que uno de los primeros espacios que brindó un servicio para convertirse en viticultor fue The Vines of Mendoza, también en el Valle de Uco, donde los dueños adquieren una parcela de viñedo y pueden participar de todos los procesos de vinificación.
También en Tupungato hay otros emprendimientos similares, algunos más avanzados que otros y cada uno con su particularidad. Otro caso es la bodega O' Fournier.
Las características
A través de un fideicomiso, se puede adquirir una cuota parte del viñedo cuyo valor unitario es de $ 35.500. Esto da la posibilidad a los dueños de obtener la producción de 24 cepas o plantas, compuestas por un mix de los varietales: malbec, cabernet sauvignon y chardonnay.
Antonio Mas, el viticultor, comenta que ya tienen vendidas en total 940 cuotas-parte del viñedo que están divididas entre 700 socios. “La idea es que el socio se involucre en cada paso del trabajo.
Para ello hacemos reuniones periódicas tanto en Buenos Aires como en Mendoza. Los socios vienen a la provincia para llevar adelante actividades como poda, raleo y la cosecha de sus propias vides”, señaló Mas.
Por cada cuota parte adquirida, el socio recibe durante tres años una caja de su vino personalizado malbec, cabernet o chardonnay por mes. Al cabo de tres años el socio es dueño de la producción de sus 24 cepas, por lo que la administración le descuenta una cantidad por el mantenimiento del viñedo y el dueño puede disponer de ella.
Si así lo deseara, puede seguir elaborando el vino, entonces se le cobra un valor por los servicios, también en kilos de uva, para elaborar nuevamente sus propios vinos.
Entre los socios, hay empresarios y famosos. Uno de ellos es el cantante Raúl Lavié. Mas comentó que tiene socios desde Salta hasta Santa Cruz, aunque la mayoría se concentra en Buenos Aires y Rosario. Hoy están trabajando en la comercialización en Brasil y Perú con sorprendente éxito.
La finca cuenta con riego por goteo provisto por dos pozos propios. Este sistema permite automatizar el riego y seleccionar la cantidad de humedad que se provee a la vid según las necesidades específicas de cada zona. Además tiene malla antigranizo en las 40 hectáreas cultivadas de la finca.
El emprendimiento tiene una segunda base en Buenos Aires, en la zona de Palermo, con una casa. Allí los miembros de la comunidad pueden compartir experiencias, cursos y degustaciones con otros propietarios.
Cuando no se piensa sólo en el negocio sino en el disfrute, varios emprendimientos en Mendoza están dispuestos a solucionar cada detalle y hacer de ese viaje un espacio de puro “placer”.
En Tupungato, Finca Propia, liderada por Antonio Mas, reconocido viticultor de la zona, es un proyecto que ofrece la particularidad de poder ser socio y comprar una cuota-parte (título en que se divide el patrimonio de un fondo de inversión) de un viñedo ubicado en el Valle de Uco para luego obtener como resultado un vino personalizado.
Para la próxima vendimia, el emprendimiento construirá una bodega boutique de la mano del Estudio Bórmida - Yanzón. Esto llevará una inversión total de 5 millones de dólares. Mas asegura que la bodega estará operativa para la elaboración de vinos tintos durante la próxima cosecha. Además, también planea el desarrollo de un lodge para que los propietarios puedan alojarse y disfrutar del emprendimiento.
Aunque con otros formatos, éste no es el único emprendimiento en la provincia que permite desarrollar el propio vino. Vale recordar que uno de los primeros espacios que brindó un servicio para convertirse en viticultor fue The Vines of Mendoza, también en el Valle de Uco, donde los dueños adquieren una parcela de viñedo y pueden participar de todos los procesos de vinificación.
También en Tupungato hay otros emprendimientos similares, algunos más avanzados que otros y cada uno con su particularidad. Otro caso es la bodega O' Fournier.
Las características
A través de un fideicomiso, se puede adquirir una cuota parte del viñedo cuyo valor unitario es de $ 35.500. Esto da la posibilidad a los dueños de obtener la producción de 24 cepas o plantas, compuestas por un mix de los varietales: malbec, cabernet sauvignon y chardonnay.
Antonio Mas, el viticultor, comenta que ya tienen vendidas en total 940 cuotas-parte del viñedo que están divididas entre 700 socios. “La idea es que el socio se involucre en cada paso del trabajo.
Para ello hacemos reuniones periódicas tanto en Buenos Aires como en Mendoza. Los socios vienen a la provincia para llevar adelante actividades como poda, raleo y la cosecha de sus propias vides”, señaló Mas.
Por cada cuota parte adquirida, el socio recibe durante tres años una caja de su vino personalizado malbec, cabernet o chardonnay por mes. Al cabo de tres años el socio es dueño de la producción de sus 24 cepas, por lo que la administración le descuenta una cantidad por el mantenimiento del viñedo y el dueño puede disponer de ella.
Si así lo deseara, puede seguir elaborando el vino, entonces se le cobra un valor por los servicios, también en kilos de uva, para elaborar nuevamente sus propios vinos.
Entre los socios, hay empresarios y famosos. Uno de ellos es el cantante Raúl Lavié. Mas comentó que tiene socios desde Salta hasta Santa Cruz, aunque la mayoría se concentra en Buenos Aires y Rosario. Hoy están trabajando en la comercialización en Brasil y Perú con sorprendente éxito.
La finca cuenta con riego por goteo provisto por dos pozos propios. Este sistema permite automatizar el riego y seleccionar la cantidad de humedad que se provee a la vid según las necesidades específicas de cada zona. Además tiene malla antigranizo en las 40 hectáreas cultivadas de la finca.
El emprendimiento tiene una segunda base en Buenos Aires, en la zona de Palermo, con una casa. Allí los miembros de la comunidad pueden compartir experiencias, cursos y degustaciones con otros propietarios.
Aporte a la investigación
Antonio Mas lleva adelante, en los viñedos
de Finca Propia, un interesante proyecto que intentará probar la
influencia de especias en el sabor del vino malbec, cabernet sauvignon y
chardonnay.
Mediante un convenio con la Universidad Juan Agustín Maza y el INTA, la empresa está trabajando en analizar el efecto de distintas especias en los aromas del vino.
Este proyecto propone potenciar los compuestos odorantes presentes en las uvas, mediante la asociación de especias que se implantan entre el viñedo: como cobertura de suelo o como líneas de cultivo que bordean los perimetrales.
Las aromáticas con las que están trabajando son: albahaca, llantén, brassicasp y rosa.
Mas comentó que, analizado con un grupo de expertos a nivel sensorial, se podían percibir las diferencias entre unos lotes y otros.
Por tanto, el equipo está a la espera de los resultados del trabajo que se está haciendo con un laboratorio de Montevideo que permite analizar el proyecto de manera cualitativa y cuantitativa.
Mediante un convenio con la Universidad Juan Agustín Maza y el INTA, la empresa está trabajando en analizar el efecto de distintas especias en los aromas del vino.
Este proyecto propone potenciar los compuestos odorantes presentes en las uvas, mediante la asociación de especias que se implantan entre el viñedo: como cobertura de suelo o como líneas de cultivo que bordean los perimetrales.
Las aromáticas con las que están trabajando son: albahaca, llantén, brassicasp y rosa.
Mas comentó que, analizado con un grupo de expertos a nivel sensorial, se podían percibir las diferencias entre unos lotes y otros.
Por tanto, el equipo está a la espera de los resultados del trabajo que se está haciendo con un laboratorio de Montevideo que permite analizar el proyecto de manera cualitativa y cuantitativa.
Fuente: Los Andes Online


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