Revelan acuerdo que permite espionaje de Washington en Brasil
Según el convenio de 2001 orientado al antiterrorismo se permite a la CIA actuar libremente en colaboración con la policía federal.
Agencia Télam
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La presidente de Brasil desmintió que haya anulado su próximo viaje oficial a Estados Unidos. (AFP) |
Agentes de inteligencia de Estados Unidos
actúan "libremente" en Brasil en colaboración con efectivos de la
Policía Federal local en virtud de un acuerdo antidrogas firmado en 2000
y que tras los atentados del 11 de setiembre de 2001 se orientó a la
política antiterrorista, informó ayer la prensa brasileña.
Agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) estadounidense, "disfrazados de diplomáticos", están distribuidos por todo el territorio brasileño en busca de información y a veces pautan líneas de acción en determinadas investigaciones y apuntan quién debe ser vigilado o rastreado por la policía nacional, dice el informe publicado por el diario Folha de Sao Paulo.
La existencia del acuerdo fue confirmada por policías federales, efectivos de inteligencia del Ejército y funcionarios del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) de la Presidencia de Brasil citados por el periódico, que afirmó que el convenio es "una formalidad" para disfrazar el espionaje.
"Opiné (en 2000) por la no oficialización del convenio en relación con las drogas porque era una cobertura para el espionaje desenfrenado, sin límites", dijo el ex secretario nacional antidrogas Walter Maierovitch.
Equipamiento
Según el informe, oficinas, computadoras y otros equipamientos, así como el propio edificio en el que trabajan en Brasilia unos 40 agentes brasileños de la División Antiterrorismo (DAT) de la Policía Federal fueron financiados con ayuda de la CIA en los años 90.
Los agentes brasileños relataron que realizan cursos en Estados Unidos, en los cuales sus alojamientos e incluso el alquiler de automóviles durante su estadía son financiados por el gobierno norteamericano.
Asimismo, los agentes estadounidenses poseen oficinas propias en Río de Janeiro, lo que se justifica por la realización del mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, y en la localidad Sao Gabriel da Cachoeira, en el estado Amazonas, para vigilar la actuación de las FARC colombianas.
Los estadounidenses también están presentes en las bases que la Policía Federal posee en todo el país para el combate al terrorismo, ubicadas en Río de Janeiro, San Pablo, Foz de Iguazú -en la triple frontera entre Brasil, la Argentina y Paraguay- y Sao Grabriel da Cachoeira.
Todas esas bases, afirmó el matutino, tienen equipamiento y tecnología de la CIA para llevar adelante los trabajos, y los agentes brasileños trabajan en equipo con los estadounidenses.
"Lo que más hay es estadounidense travestido de diplomático haciendo investigaciones en Brasil", señaló el director de la Federación Nacional de los Policías Federales, Alexandre Ferreira.
En tanto, el profesor Eurico Figueiredo, del Instituto de Estudios Estratégicos de la Universidad Federal Fluminense, opinó que el problema no es el convenio entre la CIA y la Policía Federal en sí, sino que Brasil "no hizo lo que debía y no se protege contra ese "amigo", que busca, en realidad, (cuidar) sus intereses".
Agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) estadounidense, "disfrazados de diplomáticos", están distribuidos por todo el territorio brasileño en busca de información y a veces pautan líneas de acción en determinadas investigaciones y apuntan quién debe ser vigilado o rastreado por la policía nacional, dice el informe publicado por el diario Folha de Sao Paulo.
La existencia del acuerdo fue confirmada por policías federales, efectivos de inteligencia del Ejército y funcionarios del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) de la Presidencia de Brasil citados por el periódico, que afirmó que el convenio es "una formalidad" para disfrazar el espionaje.
"Opiné (en 2000) por la no oficialización del convenio en relación con las drogas porque era una cobertura para el espionaje desenfrenado, sin límites", dijo el ex secretario nacional antidrogas Walter Maierovitch.
Equipamiento
Según el informe, oficinas, computadoras y otros equipamientos, así como el propio edificio en el que trabajan en Brasilia unos 40 agentes brasileños de la División Antiterrorismo (DAT) de la Policía Federal fueron financiados con ayuda de la CIA en los años 90.
Los agentes brasileños relataron que realizan cursos en Estados Unidos, en los cuales sus alojamientos e incluso el alquiler de automóviles durante su estadía son financiados por el gobierno norteamericano.
Asimismo, los agentes estadounidenses poseen oficinas propias en Río de Janeiro, lo que se justifica por la realización del mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, y en la localidad Sao Gabriel da Cachoeira, en el estado Amazonas, para vigilar la actuación de las FARC colombianas.
Los estadounidenses también están presentes en las bases que la Policía Federal posee en todo el país para el combate al terrorismo, ubicadas en Río de Janeiro, San Pablo, Foz de Iguazú -en la triple frontera entre Brasil, la Argentina y Paraguay- y Sao Grabriel da Cachoeira.
Todas esas bases, afirmó el matutino, tienen equipamiento y tecnología de la CIA para llevar adelante los trabajos, y los agentes brasileños trabajan en equipo con los estadounidenses.
"Lo que más hay es estadounidense travestido de diplomático haciendo investigaciones en Brasil", señaló el director de la Federación Nacional de los Policías Federales, Alexandre Ferreira.
En tanto, el profesor Eurico Figueiredo, del Instituto de Estudios Estratégicos de la Universidad Federal Fluminense, opinó que el problema no es el convenio entre la CIA y la Policía Federal en sí, sino que Brasil "no hizo lo que debía y no se protege contra ese "amigo", que busca, en realidad, (cuidar) sus intereses".
Dilma aún no decide su visita oficial a EEUU
Agencia Télam
El gobierno de Brasil desmintió ayer que la presidenta Dilma Rousseff haya cancelado su visita de estado a Washington, programada para el 23 de octubre, pero aclaró que su concreción depende del informe que le presente el canciller Luiz Alberto Figueiredo sobre las explicaciones que recibió la semana pasada acerca del denunciado espionaje a la mandataria.Lo aclaró el vocero presidencial, Thomas Traumann, a través de la cuenta oficial del Palacio del Planalto en la red social Twitter, luego de que los influyentes diarios O Globo y Folha de Sao Paulo afirmaran en sus ediciones impresas de hoy que la decisión de cancelar el viaje ya había sido adoptada.
"La decisión sobre la visita de Estado a Estados Unidos sólo será tomada después del encuentro de la presidenta Dilma con el ministro Figueireido", escribió Traumann.
Hasta ayer por la tarde no había trascendido la fecha en que se realizará la reunión entre la jefa del Estado y el canciller.
Figueiredo permaneció entre el miércoles y el viernes pasado en Washington, donde el primero de esos días se reunió con la asesora de Seguridad Nacional del presidente Barack Obama, Susan Rice.
Críticas de Julian Assange
Télam
El fundador de Wikileaks, Julian Assange,
afirmó que le resultó "decepcionante" que la presidenta de Brasil, Dilma
Rousseff, negara asilo al ex agente de inteligencia estadounidense
Edward Snowden, buscado por su país por haber revelado acciones de
espionaje sobre otras naciones.
La denegación del asilo por parte de Rousseff "muestra la realidad de las relaciones Brasil-Estados Unidos, infelizmente", opinó Assange en una entrevista que concedió por teléfono al diario Folha de Sao Paulo, que la publicó en su edición impresa de ayer.
La denegación del asilo por parte de Rousseff "muestra la realidad de las relaciones Brasil-Estados Unidos, infelizmente", opinó Assange en una entrevista que concedió por teléfono al diario Folha de Sao Paulo, que la publicó en su edición impresa de ayer.
Fuente: Los Andes Online
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