Del vuelo buitre al retorno de la geopolítica
Es la constante sensación de que en Argentina, los días parecen tener 6 horas y no 24. A menos de una semana de terminado el Mundial de Brasil, el vacío futbolero se llenó "redepente" con la agenda económica, como diría Catita, el hiperquinético personaje de Niní Marshall. Hasta el tema Riquelme dio para la polémica por si se podía o no depositar pesos y cobrar dólares a futuro. Habría que preguntarle a un especialista: Eduardo Duhalde.
La semana podría resumirse así: el árbol buitre nos tapó el bosque BRICS. Las operaciones políticas de los lobbistas buitre dejaron entrever lo patético que son sus jugadas. Ahora inventaron un experto en energía, Bernard Weinstein, que publicó un artículo en un diario de negocios estadounidense Investor’s Business Daily que se titula "Argentina al borde del default", y sugiere la manera en que "un nuevo default reduciría sustancialmente las perspectivas para la inversión extranjera en el futuro (…) en el sector económico con el mayor potencial de crecimiento."
Este Fidel Pintos yanqui, a meses de ser expropiada YPF ya especulaba con que no vendrían inversiones para nuestro país.
En una nota del diario La Nación del 22 de septiembre de 2012, Weinstein en una conferencia financiada por los fondos buitre, afirmaba que "si la Argentina no es capaz de revertir esa imagen de atropello a los inversores privados, le espera un destino de creciente deterioro de la industria de hidrocarburos".
Después de estas afirmaciones llegaron los acuerdos con Chevron (EE UU), Pemex (México), Petronás (Malasia) y CNOOC (China).
En la actualidad, los planes de las grandes compañías se multiplican en Vaca Muerta, Neuquén, ya que además de YPF, trabajan en la zona: Chevron, Total, Exxon Mobil, Shell, Petrobras y Pan American Energy, desmintiendo al "experto" Weinstein, financiado por la ATFA (Grupo de Tareas Norteamericano contra Argentina), la fachada del lobby feroz de los fondos buitre. Pero no sólo tienen intelectuales orgánicos extranjeros, sino que los hay vernáculos. Es el caso de Claudio Loser y José Luis Espert, gurúes habitualmente citados por los medios locales y atentos siempre a dar una mirada apocalíptica sobre la economía argentina. Hace unos días, Espert nos decía esto desde su cuenta de Twitter: "CK en BRICS-Unasur habla de dominación, centro-perisferia, soberanía /Sáquenla del tupper porfi."
Aparte de haber escrito periferia con S, se entiende por qué es fuente obligada de los especuladores financieros. El próximo martes 22 de julio, Griesa citó a las partes a una audiencia donde todo indica se definirá si el juez repone la cautelar o propone alguna salida al Banco de Nueva York para que los fondos que Argentina depositó en esa institución sean girados a los bonistas reestructurados. Para la posición argentina, el pago fue realizado en tiempo y forma, y quienes estarían en falta con los bonistas son las instituciones financieras estadounidenses y, en todo caso, también la justicia de ese país. Pero si hablamos primero del árbol, no habría que olvidarse del bosque. Y la buena noticia es el retorno a la arena internacional de la geopolítica.
Desde el supuesto fin de la historia que blandía ligeramente occidente allá por fines de los ochenta –y que compraron los presidentes latinoamericanos durante todos los noventa– hasta la reunión BRICS-Unasur que se realizara esta semana en Brasilia, no ha pasado tanto tiempo, pero sí se intuye que: algo está por pasar, algo está por venir. Los países miembros del bloque BRICS emitieron la Declaración Conjunta de Fortaleza, en la que destacaron "la necesidad de alcanzar simultáneamente crecimiento, inclusión, protección y preservación" para cada una de sus economías. Pero al mismo tiempo, se resaltó lo fundamental que son los procesos de integración de América del Sur.
"Creemos que el diálogo fortalecido entre los BRICS y los países de América del Sur puede desempeñar un papel activo en el fortalecimiento del multilateralismo y de la cooperación internacional, para la promoción de la paz, la seguridad, el progreso económico y social, y el desarrollo sustentable, en un mundo globalizado", sostuvieron los jefes de Estado. En números, la población total de ese grupo de países suma más de 2965 millones de habitantes. Ostentan, en general, una tasa de desempleo baja, con excepción de Sudáfrica. En cuanto al Producto Bruto Interno (PBI), el bloque suma 15.635 billones de dólares, representando China, con 9,185 billones, casi un 60% del total.
Del resto, Brasil posee un PBI de 2246 billones de dólares; Rusia, 2096 billones; India, 1.726 billones y Sudáfrica, 382 mil millones. Respecto a los anuncios, el mensaje es más que claro: promover el uso de monedas locales para realizar las transacciones comerciales, construir su propio banco de desarrollo para el financiamiento de obras de infraestructura en países emergentes y constituir un fondo de reservas multilaterales para acudir en respuesta de alguno de los miembros que tenga problemas con su balance de pagos, particularmente un ataque especulativo contra la moneda de un país que impulsa siempre una fuerte fuga de divisas hacia el exterior. Imaginemos a Argentina participando en un fondo similar.
Simplemente no hubiera tenido que bancar sola las siete corridas cambiarias que sufriera el gobierno actual del 2007 para acá y, seguramente, en la actualidad el nivel de reservas sería mayor porque el fondo aportaría –transitoriamente- ese faltante.
El mensaje de los BRICS es claro. Queremos dejar de depender del dólar y ni el FMI, ni el Banco Mundial, ni el BID, ni los demás organismos multilaterales han servido en más de setenta años para resolver los problemas de brechas de desarrollo entre países centrales y periféricos. Por lo tanto, ahora estamos en condiciones de abordar esos temas por nosotros mismos.
Para terminar una semana a todo BRICS, la presidenta recibió a su par chino, Xi Jinping, y realizaron anuncios por inversiones del orden de los U$S 7500 millones para financiar centrales hidroeléctricas, infraestructura ferroviaria y una nueva central nuclear. Ya se había dado una vuelta por Argentina otro presidente chino –Hu Jintao–en 2004, habiendo sido recibido en esa oportunidad por Néstor Kirchner.
Sumada a la presencia del presidente ruso Vladimir Putin, hace unos días, es una muestra más de la importancia que le dan a nuestro país, dos de las naciones más fuertes del mundo y que vienen teniendo –como nunca antes, desde los tiempos de la guerra fría– un acercamiento que pone los pelos de punta de los países europeos y EE.UU.
Para analizar en contexto estas visitas, que no han sido protocolares sino eminentemente políticas y con hechos concretos en el marco de acuerdos comerciales y económicos, deberíamos contraponerlas con las que han realizado en los últimos años presidentes norteamericanos. En este caso, iríamos al año 1997 –17 años atrás– y fue la gira de Bill Clinton por Sudamérica para apretarnos a que nos subiéramos al ALCA.
En Brasil, no había tenido mucha "onda" con Fernando Cardozo –que no era justamente el Che Guevara- pero en la Argentina de las relaciones carnales, según publicó el diario La Nación del 17-10-97 (¡vaya fecha!) fue recibido como un gran amigo: "La Argentina y su gobierno recibieron un total respaldo político por parte de Clinton, que en su discurso de anoche, en la Sociedad Rural, dio expresas muestras de apoyo a Menem al sostener que ninguna otra persona hizo más que Menem para aprovechar las oportunidades de nuestra era."
Huelgan las palabras. De esa era al nuevo contexto mundial, sin el ALCA y con la Unasur, la CELAC y la conformación del grupo BRICS, se da para nuestro país una nueva oportunidad en materia de relaciones internacionales: pasamos de las carnales a las soberanas. Esperamos que así sea después de 2015 también.
Después de estas afirmaciones llegaron los acuerdos con Chevron (EE UU), Pemex (México), Petronás (Malasia) y CNOOC (China).
En la actualidad, los planes de las grandes compañías se multiplican en Vaca Muerta, Neuquén, ya que además de YPF, trabajan en la zona: Chevron, Total, Exxon Mobil, Shell, Petrobras y Pan American Energy, desmintiendo al "experto" Weinstein, financiado por la ATFA (Grupo de Tareas Norteamericano contra Argentina), la fachada del lobby feroz de los fondos buitre. Pero no sólo tienen intelectuales orgánicos extranjeros, sino que los hay vernáculos. Es el caso de Claudio Loser y José Luis Espert, gurúes habitualmente citados por los medios locales y atentos siempre a dar una mirada apocalíptica sobre la economía argentina. Hace unos días, Espert nos decía esto desde su cuenta de Twitter: "CK en BRICS-Unasur habla de dominación, centro-perisferia, soberanía /Sáquenla del tupper porfi."
Aparte de haber escrito periferia con S, se entiende por qué es fuente obligada de los especuladores financieros. El próximo martes 22 de julio, Griesa citó a las partes a una audiencia donde todo indica se definirá si el juez repone la cautelar o propone alguna salida al Banco de Nueva York para que los fondos que Argentina depositó en esa institución sean girados a los bonistas reestructurados. Para la posición argentina, el pago fue realizado en tiempo y forma, y quienes estarían en falta con los bonistas son las instituciones financieras estadounidenses y, en todo caso, también la justicia de ese país. Pero si hablamos primero del árbol, no habría que olvidarse del bosque. Y la buena noticia es el retorno a la arena internacional de la geopolítica.
Desde el supuesto fin de la historia que blandía ligeramente occidente allá por fines de los ochenta –y que compraron los presidentes latinoamericanos durante todos los noventa– hasta la reunión BRICS-Unasur que se realizara esta semana en Brasilia, no ha pasado tanto tiempo, pero sí se intuye que: algo está por pasar, algo está por venir. Los países miembros del bloque BRICS emitieron la Declaración Conjunta de Fortaleza, en la que destacaron "la necesidad de alcanzar simultáneamente crecimiento, inclusión, protección y preservación" para cada una de sus economías. Pero al mismo tiempo, se resaltó lo fundamental que son los procesos de integración de América del Sur.
"Creemos que el diálogo fortalecido entre los BRICS y los países de América del Sur puede desempeñar un papel activo en el fortalecimiento del multilateralismo y de la cooperación internacional, para la promoción de la paz, la seguridad, el progreso económico y social, y el desarrollo sustentable, en un mundo globalizado", sostuvieron los jefes de Estado. En números, la población total de ese grupo de países suma más de 2965 millones de habitantes. Ostentan, en general, una tasa de desempleo baja, con excepción de Sudáfrica. En cuanto al Producto Bruto Interno (PBI), el bloque suma 15.635 billones de dólares, representando China, con 9,185 billones, casi un 60% del total.
Del resto, Brasil posee un PBI de 2246 billones de dólares; Rusia, 2096 billones; India, 1.726 billones y Sudáfrica, 382 mil millones. Respecto a los anuncios, el mensaje es más que claro: promover el uso de monedas locales para realizar las transacciones comerciales, construir su propio banco de desarrollo para el financiamiento de obras de infraestructura en países emergentes y constituir un fondo de reservas multilaterales para acudir en respuesta de alguno de los miembros que tenga problemas con su balance de pagos, particularmente un ataque especulativo contra la moneda de un país que impulsa siempre una fuerte fuga de divisas hacia el exterior. Imaginemos a Argentina participando en un fondo similar.
Simplemente no hubiera tenido que bancar sola las siete corridas cambiarias que sufriera el gobierno actual del 2007 para acá y, seguramente, en la actualidad el nivel de reservas sería mayor porque el fondo aportaría –transitoriamente- ese faltante.
El mensaje de los BRICS es claro. Queremos dejar de depender del dólar y ni el FMI, ni el Banco Mundial, ni el BID, ni los demás organismos multilaterales han servido en más de setenta años para resolver los problemas de brechas de desarrollo entre países centrales y periféricos. Por lo tanto, ahora estamos en condiciones de abordar esos temas por nosotros mismos.
Para terminar una semana a todo BRICS, la presidenta recibió a su par chino, Xi Jinping, y realizaron anuncios por inversiones del orden de los U$S 7500 millones para financiar centrales hidroeléctricas, infraestructura ferroviaria y una nueva central nuclear. Ya se había dado una vuelta por Argentina otro presidente chino –Hu Jintao–en 2004, habiendo sido recibido en esa oportunidad por Néstor Kirchner.
Sumada a la presencia del presidente ruso Vladimir Putin, hace unos días, es una muestra más de la importancia que le dan a nuestro país, dos de las naciones más fuertes del mundo y que vienen teniendo –como nunca antes, desde los tiempos de la guerra fría– un acercamiento que pone los pelos de punta de los países europeos y EE.UU.
Para analizar en contexto estas visitas, que no han sido protocolares sino eminentemente políticas y con hechos concretos en el marco de acuerdos comerciales y económicos, deberíamos contraponerlas con las que han realizado en los últimos años presidentes norteamericanos. En este caso, iríamos al año 1997 –17 años atrás– y fue la gira de Bill Clinton por Sudamérica para apretarnos a que nos subiéramos al ALCA.
En Brasil, no había tenido mucha "onda" con Fernando Cardozo –que no era justamente el Che Guevara- pero en la Argentina de las relaciones carnales, según publicó el diario La Nación del 17-10-97 (¡vaya fecha!) fue recibido como un gran amigo: "La Argentina y su gobierno recibieron un total respaldo político por parte de Clinton, que en su discurso de anoche, en la Sociedad Rural, dio expresas muestras de apoyo a Menem al sostener que ninguna otra persona hizo más que Menem para aprovechar las oportunidades de nuestra era."
Huelgan las palabras. De esa era al nuevo contexto mundial, sin el ALCA y con la Unasur, la CELAC y la conformación del grupo BRICS, se da para nuestro país una nueva oportunidad en materia de relaciones internacionales: pasamos de las carnales a las soberanas. Esperamos que así sea después de 2015 también.
Fuente: mendozaopina.com
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