jueves, 25 de septiembre de 2014

Estudiantes crearon un banco de ensayo de motores aeronáuticos
En una escuela de Quilmes con especialización en Aeronáutica y Aviónica, los estudiantes usaron las netbooks de Conectar Igualdad para una experiencia innovadora. Guiados por sus docentes, diseñaron y pusieron en marcha un banco de ensayo capaz de medir y determinar cómo está funcionando el motor de un avión. El simulador permite a los estudiantes trabajar con los mismos desafíos que supone un motor real, y prepararse de cara al mundo profesional y laboral de ese campo

 
Estudiantes de la Escuela Secundaria Técnica N° 7 (Quilmes, provincia de Buenos Aires) que se especializan en Aeronáutica y Aviónica -la aplicación de la electrónica a la aviación- diseñaron y pusieron en marcha un banco de ensayo capaz de determinar cómo está funcionando el motor de un avión. Guiados por sus docentes, Marcelo Estévez y Norberto Molinari, y utilizando las netbooks, este banco se basa en la dinámica de circuitos y sensores, que miden el estado y funcionamiento de los motores. Un banco de ensayo funcionan como un simulador que permite obtener datos fundamentales necesarios para la prueba de los motores fabricados en serie.

Los motores de los aviones se revisan periódicamente, así, si existe alguna falla, puede detectarse a tiempo. Por eso es importante que los chicos tengan experiencia en el trabajo de revisión de motores. Pero en la industria aeronáutica, el dispositivo que se utiliza para realizar estas mediciones es importado y de alto costo. “Los estudiantes de la orientación Aviónica programaron y armaron con sus netbooks un software que permite realizar estas mediciones. Por su parte, los estudiantes de Aeronáutica fueron quienes diseñaron y armaron el soporte del motor y la estructura necesaria para poder trabajar con el motor y el software”, contaron los docentes al equipo de Conectar Igualdad en Universo Conectados, el encuentro en el que estudiantes y docentes de la provincia de Buenos Aires compartieron algunas de sus experiencias educativas de Conectar Igualdad. 
 
¿Cómo trabajaron y qué materiales utilizaron?

“En uno de los aviones de la escuela, los estudiantes de Aeronáutica encontramos un motor con pocas horas de uso. Fue el punto de partida para armar el banco de ensayo. Después, diseñamos, soldamos y armamos una estructura que simula la parte delantera de un avión, e incluye una cabina y el motor”, contaron los estudiantes. Es una estructura que puede trasladarse, y cuenta con prensas con peso para mantener firme el banco mientras el motor esta en funcionamiento.


Banco de ensayo de motores aeronáuticos construido por los estudiantes

Los jóvenes que explicaron cómo habían llevado adelante la experiencia -y que este año egresan de la escuela- son Sebastián Incarbone, Ezequiel Montes, Nicolás Uzquiza (Aviónica) y Nicolás Rosa, Federico Santoni, Axel Cimiotta (Aeronáutica). Ellos contaron que las prácticas también tienen una modalidad 1 a 1. “El profesor/instructor está acompañado de un solo estudiante. Cuando el motor se enciende, la netbook conectada al banco de ensayo arroja los resultados cruciales para chequear que funciona bien: RPM, EGT, CHT; MAP, presión del aceite y del combustible, temperatura del carburador y del aceite. Estos datos se recolectan en la computadora, que lee los parámetros, procesa datos y hace un análisis detallado de la performance del motor”, explicaron.

Para aprovechar mejor cada práctica, los estudiantes de aviónica armaron una intranet (red interna) conectada a la netbook que está en la cabina del banco de ensayo. Las netbooks de sus compañeros acompañan la práctica en el taller, así todos pueden ver en tiempo real las mediciones durante el ensayo.


 
Una escuela de cara al trabajo

La Escuela Secundaria Técnica N° 7 nació como Escuela de Aprendices de Operarios de Taller bajo la jurisdicción del Taller Regional Quilmes allá por 1957, que después pasó a la órbita de Educación. En 1994, se transformó en la Escuela Secundaria Técnica N° 7 Taller Regional Quilmes, a partir de un convenio entre la Fuerza Aérea y la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires. También es conocida como “IMPA”, siglas que identificaron a la Industria Metalúrgica y Plástica Argentina S. A., una antigua fábrica, que entre otros productos, desarrolló varias aeronaves y supo funcionar allí donde hoy se emplaza la escuela. La comunidad educativa sigue identificándose con aquellas siglas, pero ahora relacionándolas con identidad, maestría, progreso y acción. Cualidades que la experiencia de los estudiantes y docentes mantienen vivas a través de la enseñanza, el aprendizaje y la integración de nuevas tecnologías al aula.

Esta escuela obtuvo la certificación de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en la formación de mecánicos aeronáuticos en el Sistema Regional LAR 147. Es decir, sus egresados son reconocidos por los doce estados conformantes del Sistema Regional de Cooperación para la Vigilancia de la Seguridad Operacional.

Uno de los requerimientos de esta organización es que los estudiantes cuenten con experiencia en revisión de motores. Este trabajo en conjunto de las dos orientaciones, los prepara para enfrentarse a un futuro laboral relacionado a la aviación.El simulador permite a los estudiantes trabajar con los mismos desafíos que supone un motor real, y prepararse de cara al mundo profesional y laboral de ese campo.
 
Fuente:  educacion.gov.ar

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