Desarrollan componentes de la primera computadora industrial argentina abierta
Dos años atrás, el Gobierno nacional develó la dificultad de las empresas para sumar tecnología a sus procesos productivos e impulsó un desarrollo para revertir esta situación. Tras un trabajo conjunto entre universidades nacionales y privadas, la computadora estará terminada a principios de 2015, y permitirá a las empresas sumar mayor valor agregado a su productividad, de forma gratuita.
Dos años atrás, el Gobierno nacional develó la dificultad de las empresas para sumar tecnología a sus procesos productivos e impulsó un desarrollo para revertir esta situación. Tras un trabajo conjunto entre universidades nacionales y privadas, la computadora estará terminada a principios de 2015, y permitirá a las empresas sumar mayor valor agregado a su productividad, de forma gratuita.

Especialistas de universidades nacionales y privadas de todo el país trabajan en la etapa final del desarrollo de la primera computadora industrial argentina abierta (CIAA), que permitirá a las empresas fabricantes del país sumarle más valor agregado a su producción a través de la incorporación de mayor tecnología.
Se trata de una iniciativa que comenzó a pensarse hace un par de años atrás, cuando un relevamiento del Gobierno nacional develó la dificultad que enfrentan las empresas del país para sumar tecnología a sus procesos productivos.
Esta situación disparó la inquietud del Ministerio de Industria, de la Secretaría de Políticas Universitarias, de la Asociación Civil de Sistemas Embebidos (Acse) y de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (Caddiel), para impulsar el diseño y desarrollo de una computadora industrial argentina abierta.
Con este fin, más de medio centenar de universidades se unieron en la Red Universitaria de Sistemas Embebidos (Ruse) y, en los últimos meses del año pasado, comenzaron a trabajar en el desarrollo de la CIAA, bajo la coordinación del doctor Ariel Lutenberg, investigador de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
En diálogo con la prensa universitaria, el ingeniero Gustavo Rodríguez, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), quien forma parte de este proyecto a través del Grupo de Sistemas de Tiempo Real (GSTR) dio detalles de esta innovadora iniciativa.
“Lo que se propuso es el desarrollo de una plaqueta industrial, no una plaqueta para hobby o para tareas de oficina. Se pensó en la industria. Tanto es así que, cuando se diseñó, se pensó en protecciones para que soporte ambientes rigurosos, con polvo, con vibraciones, con altas temperaturas, como suele ser el ambiente dentro de una fábrica”, explicó.
Luego de que el diseño de computadora industrial realizado por los especialistas fuera presentado y aprobado por el Ministerio de Industria, se comenzó a trabajar en su desarrollo de una manera colaborativa: cada una de las universidades que la integran sumó su aporte particular en virtud de sus especialidades y potencialidades.
Según explicó Rodríguez, la UNRC trabaja en el firmware que, que es la capa que existe entre el hardware y el software. “Es un software que maneja físicamente al hardware. Establece la lógica de más bajo nivel que controla los circuitos electrónicos de un dispositivo de cualquier tipo. Está fuertemente integrado a la electrónica del dispositivo, siendo el software que tiene directa interacción con el hardware”, detalló.
Además, desde el Grupo de Sistemas de Tiempo Real se realizan tareas de prueba de lo que van desarrollando los equipos de otras universidades, siguiendo la lógica del trabajo en red “para que los resultados sean más objetivos y para evitar cualquier inconveniente de funcionamiento”.
Nacional, libre y gratuita
Uno de los aspectos que despierta mayor interés en el desarrollo de la CIAA es que es “abierta”, lo que incluso al hardware, software, firmware e incluso el diseño del gabinete que protege al equipo. Al respecto, el docente cordobés preciso que esto “quiere decir que una empresa, de cualquier tipo, puede por ejemplo tomar el diseño del hardware y armar su propia plaqueta sin tener que pagar por ninguna patente. Es libre y gratuito. Libre quiere decir, además, que una empresa puede tomar ese diseño y utilizarlo como base para realizar su propio desarrollo. Cada empresa puede adaptarlo a sus necesidades y eso no la lleva a asumir ningún compromiso”.
De esta manera, no solo podrá beneficiar a empresarios nacionales sino para cualquier otro país del mundo. Incluso ya hay un interés concreto de otros países latinoamericanos en este desarrollo, según confirmó Rodríguez.
Vale marcar que el proyecto consideró cuestiones estratégicas al momento del diseño, como por ejemplo que los integrados de la plaqueta sean los más comunes que se consiguen en la Argentina, para facilitarle la adquisición a quien lo requiera.
En este marco, generó desde un primer momento un singular interés en las empresas vinculadas al sector productivo y tecnológico del país. Numerosas Pymes, básicamente, se mostraron dispuestas a participar en el desarrollo de esta iniciativa, pero también para fabricar directamente la computadora y ofrecerla en el mercado. El ingeniero Rodríguez precisó que, en este momento, ya está terminada la parte de hardware, y estimó que entre este mes y el próximo ya pueden salir a producción las placas electrónicas. De hecho, señaló, ya hay dos placas prototipos que se están usando a nivel de desarrollo.
Fuente: InfoGEI
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