martes, 31 de mayo de 2016

Peligros del espacio: ¿Cómo frenar un 'asteroide apocalíptico'?
Enormes pedazos de piedra provenientes del espacio pueden causar una catástrofe global en la Tierra. "¿Qué podemos hacer cuando detectamos uno que va a colisionar con nuestro planeta?", se ha preguntado el periodista Jesse Emspak.


© NASA.

"Imaginen que un asteroide está a punto de chocar con la Tierra y las distintas potencias que disponen de tecnología espacial llegan a un acuerdo para detenerlo. Qué podría pasar después depende del tiempo del que dispongamos" ha razonado el analista en su artículo para BBC Future, agregando que ninguna de las soluciones sería fácil.

Impactos de asteroides de gran tamaño contra la tierra no son frecuentes y tienen lugar una vez cada varios siglos, pero cuando suceden, suelen tener como consecuencia grandes catástrofes.

El peligro es real

El último accidente de este tipo que pudo causar numerosas muertes fue la caída del bólido de Tunguska, registrado en 1908, que explotó diez kilómetros sobre la superficie de este lejano territorio de Siberia. El autor ha subrayado que este lugar es remoto y tiene una escasa población, esparcida por un territorio extenso. Pero si un objeto volador parecido se hubiera demorado algunas horas y hubiera caído por ejemplo sobre una ciudad densamente poblada —como San Petersburgo— el impacto habría sido igual al de una explosión nuclear de megatonelada de potencia.

Los impactos menos potentes son mucho más frecuentes y tienen lugar tres veces al año, pero suelen ser imperceptibles porque se producen en lugares remotos. Como ejemplo, el periodista pone la reciente caída del bólido de Cheliábinsk en 2013, que aunque no era tan potente como de Tunguska, produjo una explosión de 500 kilotones, una potencia equivalente a 30 bombas de Hiroshima. La única causa por la que no causó muchos desperfectos fue que explotó 30 kilómetros sobre la superficie de la tierra.

El autor recalca que la cuestión principal no es si un impacto tiene lugar o no, sino cuándo se producirá.

Las naciones ya son conscientes de la amenaza

Los distintos gobiernos toman en serio estos riesgos y ya han aprobado medidas para prevenir un impacto peligroso, según Emspak. Así, en enero, la NASA creó la Oficina de Coordinación de la Defensa Planetaria, que va a actuar como un centro de intercambio de información sobre las observaciones de asteroides. El centro, además, abordará con otras agencias las cuestiones de ataque y destrucción de enormes rocas espaciales que se dirijan a la Tierra.

© NASA.
El oficial de la ‘defensa del planeta' de la NASA, Lindley Johnson, explicó que ellos "tratan de detectar cualquier cuerpo celeste que represente una amenaza en los próximos años o décadas".

"Tan pronto como un asteroide peligroso sea detectado, los planes reales para frenarlo entran en acción", comentó el representante.

¿Qué se puede hacer?

El método más sencillo es un ‘billar interplanetario' en el cual se emplea una sonda espacial para llevar un objeto pesado que impacte contra el cuerpo celeste y así desviarlo de la Tierra. Una misión conjunta de la NASA y la Agencia Espacial europea probará esta ambiciosa tecnología en los próximos años. Se espera que dos astronaves, Aim y Dart, que serán lanzadas en 2020, alcancen un asteroide doble llamado 65803 Didymos —con una superficie de 780 metros de ancho-, acompañado por su compañero, Didymoon —de 170 metros de ancho—. La nave Dart impactará contra Didymoon y Aim recopilará los datos sobre el efecto que tendrá el impacto en la órbita del asteroide.

Le meta de este experimento es averiguar cómo la nave espacial puede mover un cuerpo celeste sin ponerlo en una trayectoria peligrosa. Es también importante comprobar si esta estrategia funciona en condiciones reales porque anteriormente solamente fueron probadas en laboratorios, con modelos de un centímetro de tamaño.

Otro método prevé el uso de la fuerza de la gravedad, y consiste en colocar una nave espacial de gran peso en la órbita de un asteroide para que su gravitación mutua desvíe la roca a otra dirección. La ventaja de este método es que exige llevar un solo aparato al espacio.

Sin embargo, un elemento clave de ambos métodos es el tiempo: habrá que dedicar 4 años a organizar la misión más allá de la órbita de la Tierra, y después la nave tardará un año o dos en alcanzar un asteroide. En caso de un impacto inminente frente al que no se disponga de tanto tiempo, será necesario intentar otro método, ha escrito el autor.

Láser y bombas, ¿soluciones más rápidas?

Un científico de la Universidad de California de Santa Barbara, Qicheng Zhang, propone otra variante: emplear un láser. Qicheng admite que un láser no pulverizará un asteroide como la ‘Estrella de la Muerte' de Star Wars, pero cabe recordar que un impacto minúsculo sería capaz de desviar una roca miles de kilómetros.

El científico destaca que la ventaja de este método sería la posibilidad de construirlo en la órbita terrestre. Otro punto a su favor es que no tendría que perseguir un asteroide en el espacio. Un láser de 1 gigavatio de potencia, con un mes de funcionamiento, sería capaz de empujar un asteroide de 80 metros de ancho —del tamaño del bólido de Tunguska— lo cual sería suficiente para evitar una catástrofe.

Finalmente, queda la opción nuclear. Aunque a primera vista parece más sencilla que las demás, en realidad es la más complicada porque exigiría el envío al espacio de los objetos y la infraestructura necesaria para lanzar bombas nucleares. La idea es semejante a la del láser: la bomba nuclear estallaría haciendo añicos una parte de la superficie del asteroide y produciendo un cambio en su rumbo de colisión con la Tierra. 



Fuente: mundo.sputniknews.com

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