martes, 5 de julio de 2016

Juno ya está en Júpiter
por Daniel Marín 
 


La sonda Juno ya está en órbita alrededor de Júpiter. Después de cinco años de viaje y de recorrer 2800 millones de kilómetros, la sonda ha llegado a su objetivo tras encender el motor principal Leros-1b durante 35 minutos (más exactamente, 2102 segundos, solamente un segundo de diferencia con lo planeado) entras las 03:18 y las 03:53 UTC del 5 de julio de 2016. Antes del encendido Juno, acelerada por el inmenso campo gravitatorio de Júpiter, llegó a alcanzar la increíble velocidad de 265 540 km/h con respecto a la Tierra. O sea, ¡el 0,02% de la velocidad de la luz! La maniobra frenó esta velocidad en 1951 km/h, suficiente para colocar a Juno en una órbita que tiene su punto más cerca de Júpiter a 4000 kilómetros y el más lejano a ocho millones. 
 
 
Juno durante el encendido de su motor principal (NASA Eyes).

Durante la maniobra Juno se acercó al gigante joviano a 4500 kilómetros de distancia, la menor de la historia. Juno se convierte así en la segunda nave en orbitar Júpiter tras la sonda Galileo y en la primera con una órbita polar (unos 89,8º de inclinación). Juno describirá dos órbitas idénticas antes de comenzar su misión científica, así que no volverá a pasar hasta el 27 de agosto cerca de Júpiter. Deberemos esperar a entonces —el periapsis 1— a ver imágenes en alta resolución de la cámara JunoCam, ya que durante el encendido de frenado de hoy —periapsis 0— los instrumentos de la sonda, incluida la cámara, se apagaron para no consumir energía eléctrica. Está previsto que los instrumentos científicos se vuelvan a encender el 6 de julio. Curiosamente, Juno se acercó a Júpiter ‘por delante’ en su órbita, a diferencia de otras misiones de sobrevuelo como las Voyager o la Cassini.

El 19 de octubre, durante el periapsis 2, el motor principal se encenderá otra vez para situar a la sonda en la órbita prevista para llevar a cabo las observaciones científicas. En esa ocasión el encendido durará 22 minutos y frenará la nave en 1260 km/h. La órbita final tendrá un periodo de 14 días. 
 
 
Júpiter y los satélites galileanos vistos por JunoCam el 29 de junio a 5,3 millones de km antes de ser apagada. Esta perspectiva es imposible desde la Tierra, donde no podemos ver el hemisferio nocturno de Júpiter (NASA/JPL).

La imagen anterior anotada (NASA/JPL).

De acuerdo con el plan, para realizar el encendido de inserción orbital Juno tuvo que aumentar su velocidad de giro de dos revoluciones por minuto a cinco rpm. De esta forma se logró una mayor estabilidad durante la maniobra. A diferencia de otras misiones, Juno no lleva volantes de inercia que sirvan para este cometido con el fin de ahorrar la escasa potencia eléctrica de la que dispone (apenas 500 vatios). Además, la sonda tuvo que apartar sus enormes paneles solares del Sol para apuntar correctamente el motor, por lo que durante el encendido de frenado dependió de la energía almacenada en las baterías. A partir de ahora Juno mantendrá siempre sus paneles solares hacia el astro rey. El ordenador de Juno se encargó de controlar el encendido de forma totalmente automática. A 869 millones de kilómetros del Sol, las señales de la sonda tardan 48 minutos y 19 segundos en llegar a la Tierra y no hay posibilidad de intervención humana alguna. Por este motivo el ordenador estaba programado para resetearse si encontraba algún problema —en vez de entrar en modo seguro como es habitual— y volver a encender el motor principal en menos de cinco minutos. 
 
 
Órbitas de la misión. En azul las órbitas científicas (NASA).

Juno debe realizar un total de 37 órbitas alrededor de Júpiter. Las órbitas científicas, de 5000 kilómetros x 3,5 millones de kilómetros, tendrán un periodo de 14 días y permitirán que la sonda estudie el interior del planeta y su magnetosfera en detalle. Lamentablemente, la misión tiene los días contados, ya que está previsto que el 20 de febrero de 2018 Juno se desintegre al entrar en la atmósfera de Júpiter. Esta limitación en la vida útil se debe a que Juno no ha sido esterilizada y la NASA no quiere arriesgarse a que la sonda contamine Europa u otros satélites con microorganismos terrestres. Por otro lado, Juno pasará cada vez más tiempo en los brutales cinturones de radiación que rodean Júpiter, así que no podrá vivir mucho tiempo más. De hecho, algunos instrumentos como la cámara JunoCam o el espectrómetro infrarrojo JIRAM no han sido diseñados para sobrevivir hasta el final de la misión, puesto que se encuentran fuera de la caja blindada de titanio donde se hallan la mayor parte de los componentes electrónicos. 
 
 
Órbitas de Juno (NASA/JPL).

La misión que debe desentrañar los misterios de la formación de Júpiter ha llegado a su destino. Resulta increíble pensar que hace cinco años pude estar a pocos metros de Juno mientras esperaba su lanzamiento y que ahora se encuentra a casi 800 millones de kilómetros alrededor del planeta más grande del sistema solar. A veces la humanidad es capaz de hacer cosas increíbles. 
 
 
El cohete Atlas V 551 con Juno el día antes del despegue (Eureka).

Sonda Juno (NASA).



Fuente: danielmarinnaukas.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario