lunes, 13 de febrero de 2017

La burbuja de los estudios científicos
Un equipo de científicos publica un manifiesto criticando la abundancia de informes carentes de credibilidad. Denuncian «bajo poder estadístico», «flexibilidad en el análisis» y «sesgo» en las publicaciones científicas.


El manifiesto denuncia «bajo poder estadístico» y «flexibilidad en el análisis» - Félix Ordóñez


Basta con poner en Google «un estudio asegura» entre comillas y la avalancha de resultados es abrumadora: «Un estudio asegura que los humanos podemos prever el futuro» o «Un estudio asegura que las galletas Oreo son tan adictivas como la cocaína». Los enlaces son muchos y muy variados, pero no siempre certeros.

La burbuja que hay en torno a los estudios científicos ha provocado que un grupo de expertos haya publicado un manifiesto en «Nature» pidiendo cordura. Liderados por John Ioannidis, esta nómina de expertos demanda utilizar muestras más amplias, no creerse a la primera resultados sorprendentes y no plegarse a las prisas que a veces imponen las publicaciones científicas. Sin transparencia, dicen, no hay credibilidad.

Entre las causas que señalan este grupo de científicos destacan principalmente cuatro. Denuncian en primer lugar que los trabajos comienzan sesgados en busca de un resultado concreto. Después critican un «bajo poder estadístico», un «mal control de la calidad» y, en último lugar, «el sesgo» de la publicación. 

Presión por publicar

«El sesgo de publicación, también conocido como el problema cajón de archivo —explica el manifiesto—, se refiere al hecho de que se realizan muchos más estudios de los que se publican. Los estudios que obtienen resultados positivos y novedosos tienen más probabilidades de ser publicados que los estudios que obtienen resultados negativos o reportar resultados anteriores».

John Ioannidis, unos de los firmantes del manifiesto en «Nature»- Un. de Stamford


Este es un asunto que preocupa especialmente a los científicos liderados por John Ioannidis, médico e investigador de la Universidad de Stanford. El manifiesto en «Nature» concluye que «la publicación es la moneda de la ciencia académica», porque esta «aumenta la probabilidad de empleo, financiación y promoción», circunstancias que han viciado un poco el sistema.

Siempre será más fácil de publicar (y cobrar) un estudio en el que aseguren que las galletas Oreo enganchan o que una lata de RedBull equivale a media hora de caminata que uno en el que refuten que el tabaco deja residuos en el cuerpo durante más meses de los que podíamos imaginar. Al final, es un juego de oferta y demanda en el que la ciencia divulgativa está perdiendo la partida... y la credibilidad.




Fuente: ABC.es

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