martes, 28 de febrero de 2017

SpaceX quiere mandar dos turistas a la Luna en 2018
por Daniel Marín



Últimamente SpaceX no para de sorprendernos. Por si fuera poco con el Falcon Heavy, la Red Dragon o la ambiciosa misión a Marte, hoy la empresa de Elon Musk ha anunciado un nuevo bombazo: en 2018 SpaceX planea mandar dos turistas en una misión alrededor de la Luna a bordo de una nave Dragon 2. En el comunicado de prensa no hay muchos detalles técnicos, pero sabemos que la misión empleará un Falcon Heavy que despegará desde la rampa 39A del Centro Espacial Kennedy.

Nave Dragon 2 (SpaceX).


De acuerdo con SpaceX, esta misión lunar será el tercer vuelo de la Dragon 2, tras la misión de prueba sin tripulación prevista para finales de este año y la primera misión a la ISS. En concreto se lanzaría seis meses después de la primera misión tripulada. La nave realizará una trayectoria de retorno libre alrededor de la Luna, es decir, no entrará en órbita lunar. Es el tipo de trayectoria más seguro (la Dragon puede volver a la Tierra incluso si sufre problemas con su sistema de propulsión), sencillo y económico en términos energéticos. También es el mismo tipo de trayectoria usada por la misión Apolo 13 y las misiones Zond/7K-L1 soviéticas.

Precisamente en la anterior entrada de este blog hablamos de los planes de la administración Trump para llevar en 2019 dos astronautas en la misión EM-1 de la nave Orión. Según esta propuesta la Orión también viajará a la Luna en una trayectoria de retorno libre. Resulta difícil creer que el anuncio de este estudio de la NASA y la misión de SpaceX hecha pública hoy sea una simple coincidencia. No sería de extrañar que los planes de SpaceX se hubieran filtrado previamente a la NASA y la administración Trump haya decidido estudiar si es posible adelantarse a la empresa de Musk. Porque en el caso de que la Dragon 2 con turistas viaje alrededor de la Luna antes que la NASA la agencia espacial lo tendría muy complicado para justificar la existencia tanto del SLS como, especialmente, la Orión.

Cohete Falcon Heavy en la rampa 39A (SpaceX).


Por otro lado, los plazos de SpaceX son ciertamente muy optimistas (como es habitual). Todo indica que las primeras misiones tripuladas de la Dragon 2, al igual que la CST-100 de Boeing, se retrasarán hasta 2019 como mínimo. Y eso si todo sale según lo previsto, claro está. Además el Falcon Heavy, que debutará este año, tendrá que realizar unos cuantos vuelos antes de ser apto para misiones tripuladas. También sería recomendable que SpaceX llevase a cabo previamente una misión lunar no tripulada por motivos de seguridad, lo que llevaría más tiempo… y dinero (el escudo térmico en la reentrada de una misión lunar debe soportar temperaturas muy superiores a las que se encuentran en una reentrada desde la órbita baja). En definitiva, no debemos perder de vista que ni el Falcon Heavy ni la Dragon 2 han volado todavía. Esta misión lunar es uno de los motivos por los cuales la sonda Red Dragon a Marte no será lanzada en 2018, sino en 2020.

Trayectoria de retorno libre a la Luna (NASA).


La consecuencia es que muy bien podríamos estar ante una nueva carrera lunar, pero esta vez entre la NASA y el sistema SLS-Orión y SpaceX y su combinación Falcon Heavy-Dragon 2. Paradójicamente, los dos lanzadores usarán las rampas 39A y 39B del Centro Espacial Kennedy. Quizás para quitarle hierro al asunto —o para todo lo contrario, según se mire—, Musk ha dicho que si la NASA quiere pagar por los asientos tendrá prioridad sobre los turistas.

En cuanto a los pasajeros, se desconoce su identidad, pero parece que van a pagar lo mismo que cuesta un billete a la ISS. O sea, entre cuarenta y ochenta millones de dólares. No se sabe si viajarán solos, pero eso es lo que se desprende de la noticia. Ambos, sean quienes sean, se convertirán en los primeros seres humanos en volver a la Luna desde 1972… si la nave Orión de la NASA no se adelanta. 



Fuente:  danielmarin.naukas.com

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