martes, 7 de marzo de 2017

¿Una misión tripulada a la Luna de la nave Orión en 2019?
por Daniel Marín



El asunto empezó como suelen comenzar las cosas hoy en día: con un rumor en las redes sociales. Pero finalmente se ha hecho realidad. Lejos de ser una habladuría más, la NASA está estudiando seriamente a instancias de la flamante administración Trump que la primera misión tripulada del SLS lleve astronautas alrededor de la Luna. El primer vuelo del SLS estaba previsto para finales de 2018 y debía enviar una nave Orión sin tripulación a la Luna. Ahora la NASA sopesará la posibilidad de añadir una tripulación a esta misión, conocida como EM-1 (Exploration Mission 1) y retrasar el lanzamiento a 2019.

Nave Orión alrededor de la Luna (Lockheed-Martin).


El estudio de la NASA se prolongará durante un mes, aunque lo mejor es no hacerse ilusiones. De salir esta propuesta —¿’trumpuesta’?— adelante la primera misión tripulada del sistema SLS-Orión sería la EM-1, en vez de la EM-2, esta última prevista actualmente para no antes de 2021 (lo que significa que podría despegar en 2023). A primera vista se trata de una simple cuestión de dinero, pero lamentablemente no es tan sencillo. La Orión de la EM-1 será una versión simplificada que carecerá de sistemas de soporte vital. Incluir una tripulación implica desarrollar estos sistemas y revisar el diseño del módulo de servicio, de construcción europea. 


Módulo de servicio europeo de la misión EM-1 (Airbus Defence and Space).


Y no solo eso. También habría que modificar la etapa superior ICPS (Interim Cryogenic Propulsion Stage), que no ha sido certificada para vuelos tripulados (la ICPS es en realidad una variante de la etapa DCSS usada en los cohetes Delta IV de ULA). Para la que debía ser la primera misión tripulada EM-2 estaba planeado usar la etapa EUS (Exploration Upper Stage) en vez de la ICPS. El uso de la EUS inaugurará la versión Block 1B del SLS, capaz de situar 105 toneladas en órbita baja frente a las 70 de la versión Block 1A. Sin embargo, emplear la EUS trae aparejado reconstruir las instalaciones del SLS dentro del edificio de ensamblaje VAB, entre otras infraestructuras, de ahí que lo lógico sea adaptar la ICPS.

Para reducir costes y plazos el plan prevé enviar dos astronautas a bordo de la Orión en vez de los cuatro que debían viajar en la EM-2. Si al final se opta por la ICPS la Orión realizaría una misión de retorno libre alrededor de la Luna —como el Apolo 13 o las Zond/7K-L1— con una duración de ocho o nueve días. Por contra, el plan original de la EM-2 era situarse en una órbita de tipo DRO (Distant Retrograde Orbit) con un apoastro situado a 70.000 kilómetros de la Luna (aunque se barajan otras opciones) durante casi un mes.

Etapa ICPS (NASA).

Etapa superior ICPS del SLS (NASA).

Teniendo en cuenta que el posible retraso de la EM-1 también afecta a la ESA el asunto se complica, ya que el módulo de servicio de la EM-1 no está capacitado para una misión tripulada. La ESA se comprometió recientemente a construir también el segundo módulo para la misión EM-2, pero tanto si la EM-1 lleva al final astronautas como si la EM-2 se adelanta, esta decisión también repercutirá en los planes de la agencia europea. Otra posibilidad estudiada por la administración Trump es adelantar la misión EM-2 con el SLS Block 1B a antes de 2021 y mantener la EM-1 para 2018.

Posible esquema de la misión EM-1 (Airbus Defence and Space).

Pero estas no son las únicas novedades que afectan a la Orión. El 17 de febrero el Congreso también ha obligado a la NASA a analizar la posibilidad de usar la Orión para vuelos tripulados a la ISS. Las naves privadas CST-100 Starliner y Dragon V2 son las que deben cumplir con la tarea de llevar astronautas norteamericanos hacia la ISS, pero el Congreso quiere buscar nuevas aplicaciones para la nave de la NASA que justifiquen su existencia. En principio no hay ningún problema para que la Orión se acople con la estación espacial, más allá de dotarla de un sistema de acoplamiento, pero la clave está en el lanzador. Usar el SLS para lanzar la Orión en una misión a la ISS es matar moscas a cañonazos, así que habría que ver qué cohete —Falcon 9, Atlas V o Delta IV— es capaz de mandar esta nave a la órbita baja con las mínimas modificaciones posibles. Una vez más, estos cambios salpicarían a la ESA.

Si la idea de la administración Trump es factible —algo muy dudoso—, dos astronautas viajarían a la Luna en algún momento de 2019 (es de suponer que la misión deberá tener lugar antes de 2020, año de elecciones presidenciales). Durante su viaje la tripulación contemplaría vistas de nuestro satélite como nadie ha disfrutado desde 1972. ¿Servirá esta misión para hacer América grande otra vez como quiere Trump o no será lo suficientemente espectacular?

Recreación del despegue de la EM-1 (NASA).


Misiones planeadas para el sistema SLS-Orión:
  • EM-1 (Exploration Mission 1): septiembre-noviembre 2018. Misión no tripulada a una órbita lunar de tipo DRO.
  • EM-2: agosto 2021-abril 2023. Misión tripulada con cuatro astronautas a la Luna (¿órbita DRO?).
  • EM-3: ¿2026? Misión ARM con dos astronautas para traer muestras de un asteroide (no aprobada formalmente).
 
Fuente:  danielmarin.naukas.com

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